Está en la página 1de 17

LA CAÍDA DE ADÁN Y EVA

Y EL DON DEL ALBEDRÍO


El profeta Lehi enseñó que la caída de Adán y Eva
propició los propósitos eternos de Dios para Sus. En esta
lección, los alumnos tendrán la oportunidad de explicar
en qué sentido la caída de Adán y Eva, el albedrío y la
expiación de Jesucristo son esenciales para el plan de
redención del Padre Celestial. Los alumnos también
considerarán lo que pueden hacer para usar mejor su
albedrío para llegar a ser más semejantes al Padre
Celestial y a Jesucristo.
2 NEFI 2:19-25
ORSON F. WHITNEY

La caída de Adán fue un paso hacia abajo,


pero también fue un paso hacia adelante;
un paso en la marcha eterna del progreso
humano.
BRUCE C. HAFEN
La Caída no fue un desastre; no fue un error ni un accidente,
sino una parte deliberada del Plan de Salvación. Somos linaje
espiritual de Dios, enviados a la tierra inocentes de la
transgresión de Adán; aun así, el plan del Padre nos hace
propensos a la tentación y al sufrimiento en este mundo
caído como el precio que hay que pagar para comprender el
gozo auténtico. Sin probar lo amargo, en verdad no podemos
comprender lo dulce. Se precisa la disciplina y el
refinamiento de la vida terrenal como el “próximo paso en
nuestro perfeccionamiento” para ser como nuestro Padre.
RUSSELL M. NELSON
Claramente, Lehi conocía la oposición, la ansiedad, la pena, el
dolor, la decepción y el pesar, y aun así declaró con audacia y sin
reserva un principio que le reveló el Señor: “existen los hombres
para que tengan gozo”. ¡Imagínense! ¡De todas las palabras que
podría haber empleado para describir la naturaleza y el propósito
de nuestra vida en la mortalidad, él escogió la palabra gozo!
La vida está llena de desvíos y callejones sin salida, pruebas y
dificultades de toda índole. Probablemente cada uno de nosotros
ha tenido momentos en los que la aflicción, la angustia y el
desaliento casi nos han consumido. ¿Y aun así estamos aquí para
tener gozo? ¡Sí! ¡La respuesta es un sí rotundo!
2 NEFI 2:26-29
THOMAS S. MONSON
Ni siquiera pasa una hora del día en la que no
tengamos que tomar decisiones de una u otra
índole. Algunas son triviales, pero otras son de
mayor alcance; algunas no marcarán ninguna
diferencia en el orden eterno de las cosas,
mientras que otras marcarán toda la
diferencia.
BRUCE C. HAFEN
Adán y Eva aprendieron constantemente de sus experiencias a
menudo difíciles. Aun así, merced a la expiación de Jesucristo, ellos
pudieron aprender de su experiencia sin ser condenados por ella. El
sacrificio de Cristo no anuló sus elecciones y los volvió a un Edén de
inocencia; eso hubiera sido una historia sin argumento ni
crecimiento del carácter. El plan de Él es uno de desarrollo: línea
por línea, paso a paso, gracia por gracia.
Por tanto, si tienen problemas, no piensen que algo anda mal con
ustedes; el luchar con ellos es la esencia misma del propósito de la
vida. Al acercarnos a Dios, Él nos mostrará nuestras debilidades y,
por medio de ellas, nos hará más sensatos y fuertes.
LA EXPIACIÓN INFINITA DE
JESUCRISTO
El Libro de Mormón es un poderoso testigo de
Jesucristo y de la redención que se recibe por medio
de Él. Esta lección ayudará a los alumnos a explicar
de qué manera somos redimidos de la Caída por
medio de Jesucristo y Su expiación. Los alumnos
también determinarán lo que pueden hacer para
confiar más en que el Salvador puede ayudarlos a
superar sus inclinaciones naturales propias del
hombre o de la mujer.
¿CÓMO SERÍA MI VIDA SIN…?
SIN EL SALVADOR Y SU EXPIACIÓN,
NOSOTROS…

2 Nefi 9:6–10
Alma 34:9
2 Nefi 9:11–12, 19–22
RUSSELL M. NELSON
La expiación de Jesucristo es infinita: no tiene fin. También es infinita en
el sentido de que todo el género humano se salvará de la muerte sin fin,
y es infinita en el sentido del intenso sufrimiento del Salvador. Es infinita
en el tiempo, dando fin al prototipo anterior del sacrificio de animales.
Es infinita en lo que abarca: se hizo una sola vez por todos. La
misericordia de la Expiación se extiende no solo a una cantidad infinita
de personas, sino también a un número infinito de mundos creados por
Él. Es infinita más allá de cualquier escala de dimensión humana o de
comprensión mortal.
Jesús fue el único que pudo haber ofrecido esa Expiación infinita, dado
que había nacido de madre mortal y de Padre inmortal. Debido a ese
nacimiento singular, Jesús era un Ser infinito.
TAD R. CALLISTER
He conocido a buenos miembros de la Iglesia que han
tenido dificultad para perdonarse a sí mismos y, en forma
inocente, pero incorrecta, ponen límites a los poderes
redentores del Salvador. Sin querer, convierten una
Expiación infinita en una limitada, que no alcanza a
cubrir los pecados o debilidades particulares de ellos.
Pero se trata de una Expiación infinita, porque abarca y
engloba todo pecado y toda debilidad, así como todo tipo
de abuso o dolor infligido por otras personas.
MOSÍAH 3:19
DAVID A. BEDNAR
Hasta cierto punto, el hombre natural descrito por el rey Benjamín vive
en cada uno de nosotros. El hombre o la mujer natural es impenitente,
carnal y sensual, es permisivo y dado a excesos, es orgulloso y egoísta. El
‘hombre natural es el hombre terrenal que ha permitido que las burdas
pasiones animales sean más fuertes que sus inclinaciones espirituales.
De modo que, la naturaleza precisa de la prueba de la vida terrenal
puede resumirse con esta pregunta: ¿Responderé a las inclinaciones del
hombre natural o me someteré al influjo del Santo Espíritu, me
despojaré del hombre natural y me haré santo mediante la expiación de
Cristo el Señor ? Esa es la prueba. Todo apetito, deseo, tendencia e
impulso del hombre natural puede vencerse por medio de la expiación
de Jesucristo y a través de ella.

También podría gustarte