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La mesa es un

espacio importante
para estrechar
relaciones
familiares,
haciéndolas más
profundas y
significativas.
La escasez de
tiempo,
consecuencia del
ritmo social
acelerado y del
exceso de
compromisos, ha
contribuido para
que este espacio sea
cada vez menos
ocupado.
Y la calidad de la
comunicación y de
las relaciones a su
alrededor sean
dejadas de lado.
La propuesta de
este proyecto es
contribuir para que
las familias de la
iglesia reconsideren
sus hábitos
relacionales
alrededor de la
mesa durante las
comidas.
Y que desarrollen (o
mantengan) la
costumbre de tener
una experiencia
placentera en el día
más especial de la
semana: el sábado.
El día del Señor
debe ser un
momento de valor,
placer y felicidad
familiar.
Sin duda, la
preparación de la
mesa para recibirlo
y disfrutarlo puede
ser un punto
importante en este
día de adoración.
Sábado, mesa
puesta y familia
reunida...
¿Vamos? Llegó el
sábado y la mesa
está puesta.
OBJETIVO
Proporcionar a las
familias la oportunidad
de desarrollar el hábito
de preparar la mesa de
alimentos de los
sábados de forma
diferente a la de los
demás días de la
semana, considerando
su importancia para la
unión del hogar.
¿QUÉ HACER?
• Pensar en mesa del
sábado durante toda la
semana, para organizarla
con anticipación. No
necesita tener nada
lujoso o caro, pero
puede ser una mesa
atractiva, de buen gusto
y con creatividad.
• Tener uno (o más)
manteles para la mesa de
sábado.
• Tener un arreglo diferente
para este día (flores, frutas).
• Si es posible, separar los
platos, vasos, utensilios,
servilletas y demás
utensilios de uso diario de
aquellos que se utilizan el
sábado.
• Tener apoya platos o
individuales de diferentes
colores y estampas para
ornamentación de la mesa.
• Evitar colocar las ollas
sobre la mesa.
• Preparar siempre un menú
sencillo, pero especial para
la alimentación sabática.
• Preparar una tarjetita de
“Feliz sábado” y colocarla
al lado de cada plato.
• Preparar un recuerdito de
“Feliz sábado” para darle a
cada miembro de la familia
(cada uno puede preparar
un regalito y hacer un
sorteo tipo “amigo
invisible“ cuando todos
estén reunidos a la mesa).
• Utilizar una cajita de
promesas cuando todos
estén alrededor de la mesa.
• Realizar un momento de
gratitud.
• Invitar amigos, vecinos y
demás personas de la
familia para estar a la mesa
alguna que otra vez.
• Padres, madres y abuelos
pueden contarles historias
de su infancia a los más
chicos.
• Orar tomándose de las
manos alrededor de la mesa.
• Cantar tomados de las
manos alrededor de la mesa.
• En sentido misionero, la
mesa del sábado puede ser
una manera de invitar
amigos a vivir una
experiencia de bendiciones
divinas en este día sagrado.
La familia cristiana puede
vivir esta experiencia y
después compartir con
quienes aún no conocen a
Cristo.
• Las personas cuyos
familiares aun no
pertenecen a la iglesia
también pueden realizar
algo especial para sus seres
queridos.
• Los que viven solos
también pueden aprovechar
para hacer de su mesa una
oportunidad de bendición
para otros miembros y, en
especial, para sus amigos
(personas por las cuales
ora, por ejemplo).
• Las familias de la
iglesia pueden estar
atentas a los que
viven solos, como los
solteros, los viudos,
los divorciados, o los
que no tienen
familiares que formen
parte de la comunidad
cristiana.
“El sábado y la familia fueron instituidos en el
Edén, y en el propósito de Dios están
indisolublemente unidos. En ese día, más que en
cualquier otro, podemos vivir la vida del Edén (...).
Todos los que aman a Dios deben hacer lo que
puedan para que el sábado sea una delicia, santo y
honorable. No pueden hacer esto buscando sus
propios placeres en diversiones pecaminosas y
prohibidas. Sin embargo, pueden hacer mucho para
exaltar el sábado en sus familias y hacer de él el día
más interesante de la semana”.

E. WHITE, CONDUCCIÓN DEL NIÑO,


P. 507

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