Está en la página 1de 4

¿Cuándo se puede decir que un papá es responsable de la fe que se fortalece en su

hijo por la Confirmación?

¿Qué diferencias hay del trato entre padrinos y ahijados de antes y de ahora?

¿Qué compromisos contrae el padrino con el ahijado y con el compadre? ¿Qué le


corresponde a la demás gente de la comunidad?

¿Qué es El Sacramento de Confirmación?


La Confirmación es el sacramento que hace completo el bautismo; en ella se otorga el
don del Espíritu Santo sobre nosotros. En la Confirmación el alma de un cristiano
bautizado se imprime con un sello permanente que puede recibirse sólo una vez y
marca individuales para siempre como un cristiano. El don del Espíritu Santo es la
fuerza de anterior en que esta persona pone la gracia de su bautismo en práctica a
través de su vida y actúa como un "testigo" de Cristo. Estar confirmado dice que usted
toma responsabilidad por su fe y destino. La niñez es el tiempo que uno sigue lo que
mandan los padres. Aprendemos y cambiamos nuestras acciones dependiendo de las
acciones positivas o el castigo que traen. A llegar a la edad adulta, una persona hace
lo que es correcto por su propia voluntad. No lo hace para receiver recompensa
positiva, pero porque es la acción correcta. Con el acta de Confirmación, enfocamos
en el día de Pentecostés. Ese día los apóstolos fueron llenos del Espíritu Santo
(Hechos 2:1-4), y con eso encontraron el valor para poner su fe en acción. Como
católicos, la doctrina nos dice que en el Sacramento de Confirmación, el mismo
Espíritu Santo confirme a los candidatos y les da el mismo don

RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES Y PADRINOS FRENTE AL SACRAMENTO


DE LA CONFIRMACIÓN.

Los padres de familia son los primeros y principales responsables de "formar a sus hijos
en la fe y en la práctica de la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo" (CDC
774.2), y es tarea de ambos "alimentar la vida que Dios les ha confiado" (CIC 1251); en
este sentido se podría decir que la celebración de los sacramentos tiene una dimensión
marcadamente familiar, y es que la familia es la comunidad privilegiada para la
transmisión y la educación de la fe (ver CT62).

Los papás deben facilitar el "despertar religioso" de sus hijos, iniciarlos en la oración
personal y comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompañarlos en el desarrollo
del sentido del amor humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el
mundo, dentro de una perspectiva cristiana. Los papás, más que transmitir contenidos,
introducen a sus hijos, y en especial a los más pequeños, en un ambiente de vida propio
de una familia cristiana. Lamentablemente, en nuestro ambiente, muchos padres de
familia piden los sacramentos para sus hijos sólo por tradición, porque se acostumbra,
pero no por una decisión de seguir a Jesucristo en sus vidas.
Es muy recomendable que quien se va a confirmar tenga un padrino a quien le
corresponde procurar que su ahijado: "Se comporte como un verdadero testigo de Cristo
y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento" (CDC 892). Es
conveniente que se escoja como padrino de la confirmación a quien continúe formando
a el ahijado según como lo ha hecho los padrinos de bautismo (ver CDC 893.2; CIC
1311). El padrino o madrina comparten responsablemente con los papás todos los
compromisos y exigencias que de la Confirmación surgen (ver CDC 774.2),
especialmente, son invitados a preocuparse y actuar, junto con los papás, por la
educación cristiana de su ahijado. Pueden verse obligados, en ciertos casos, a
reemplazar a los papás en esta tarea. Ocupan un lugar importante en el espíritu y
ambiente familiar.

Tristemente, los padrinos o madrinas han perdido mucho del sentido de ser
representantes de la comunidad cristiana que garantizan, junto con los papás, la
educación e iniciación progresiva del ahijado en la vivencia de la fe dentro de la
comunidad eclesial. Con frecuencia notamos que se da más importancia al "compadre"
o la "comadre" por las relaciones, apoyo económico o influencia que al mismo ahijado
en la tarea de educarlo cristianamente. De ahí que la Iglesia pide ciertas cualidades o
características para que alguien pueda ser invitado de padrino o madrina. Cualidades
que se pueden sintetizar así:

• Ser elegido por los papás del niño, a quienes faltando éstos ocupan su lugar (ver
CDC 874.1).
• Debe tener la suficiente madurez para cumplir esta responsabilidad (ver CDC
874.2).
• Ser católico y haber recibido los tres sacramentos de iniciación cristiana:
Bautismo, Confirmación y Eucaristía (ver Código de Derecho Canónico 874.3).
• No estar impedido por el derecho canónico para cumplir con esta obligación (ver
CDC 874.4).
• No ser el papá o la mamá de quien se confirmará (ver CDC 874.5).
• Ser invitado a ser padrino de alguien, además de ser motivo de alegría implica
un replantear la manera como asumo en la vida diaria mi fe, un hacer una pausa
en el camino, para avanzar con nuevos bríos decididamente hacia la
construcción del Reino de Dios en nuestro tiempo y lugar.

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO EN LA FAMILIA.

"La familia cristiana es una comunión de personas, signo e imagen de la comunión del
Padre y del Hijo en el Espíritu Santo" (CIC 2205). El Espíritu que une al Padre y al Hijo
en una relación de amor, también une en el sacramento del matrimonio a los esposos
y los hace participar del amor divino.

Es el Espíritu Santo quien, a través del sacramento del matrimonio, da a los esposos
como regalo "el corazón nuevo y hace al hombre y a la mujer capaces de amarse como
Cristo nos ha amado" (FC 1 3).
El amor que viene del Espíritu Santo hace posible la verdadera unidad entre los esposos
y en las familias. Es el Espíritu quien prepara y conduce a los novios hacia el matrimonio
y acompaña a los esposos y a la familia durante toda su vida. Hace crecer el amor día
a día y nos transforma en una familia de verdaderos testigos dentro de la sociedad,
haciéndonos familia "evangelizadora y misionera" (CIC 2205). Lamentablemente, en
ocasiones, nuestra familia se encierra en prácticas religiosas estériles, frías y rutinarias,
ya que sólo queremos evitar el reproche divino. A esto, podemos llamarlo egoísmo (ver
Gal 5, 1-12). Quien ha recibido al Espíritu Santo no se preocupa por no pecar, sino por
amar.

La familia de creyentes ha de considerarse "esclava de Cristo". Y, en la vida diaria


solucionarlo todo pensando que somos de Cristo y estamos al servicio de nuestro
prójimo. Es ahí donde se manifiestan en nuestra familia los dones del Espíritu Santo,
que son verdaderos regalos que nos invitan a caminar en nuestra vida hacia Dios,
siguiendo las huellas de Jesús.

• La sabiduría, que da el gusto por las cosas divinas.


• La inteligencia, que ayuda a la familia a descubrir el designio de Dios sobre si y
sobre cada uno de sus miembros.
• El consejo, que ilumina a los padres de familia en las decisiones que se deben
de tomar para el bien de todos, para vivir según el plan de Dios la paternidad y la
maternidad responsables, para la educación de los hijos, etc.
• La fortaleza, para afrontar las inevitables pruebas de la vida, en un camino de
ascender hacia la santidad.
• La ciencia, para que Dios sea puesto siempre en primer lugar en la familia y se
valoren las cosas y los acontecimientos a su luz.
• La piedad, que conduce a la oración, a la unión con Dios y al amor hacia el
prójimo.
• El temor de Dios, que ayuda a creer en su amor misericordioso.

Consejos paro Padrinos


Abajo encontraras sugerencias en cómo construir y sostener una relación fuerte con
su candidato. Una relación que soporta las metas del proceso de preparación y que
hace el Rito de Confirmación una celebración genio para los dos. Deje que estas ideas
precipiten su imaginación y creatividad. Tenga confianza en su intuición en que ideas
tengan más éxito con su candidato, particularmente mientras se familiarizan uno con
el otro. Si la relación entre los dos ya es una cercana, esta es otra oportunidad para
conectar uno al otro. Lo más importante es que estén relajados y que disfruten estos
tiempos juntos. ¡Usted hace lo que puede, y deja a Dios lo que no puede!
•Participe con el joven en actividades. Trate de atender actividades importantes en la
vida del joven como juegos de deporte o conciertos en que el joven esta participando.
•Establece un tiempo regular para estar con el candidato. Dele tiempo a platicar con
usted adonde usted escucha lo que está expresando el joven. Hágase un copiloto en
el trayecto de fe de los dos. Hágalo saber que la amistad entro usted y el joven hace
una diferencia en la vida de usted también.
•Este abierto a conversaciones de los diferentes morales en nuestro mundo y afirme
las elecciones sanas y vivificantes del joven. Modele elecciones y relaciones sanas y
vivificantes en su propia vida. Comparte relatos, corrientes e históricos, de gente que
ha batallado con tener honra.
•Participe en servicios comunitarios con su ahijado
•Busquen juntos diferente formas de rezar
•Mande notas al joven dándole apoyo o llame al joven antes de un examen diciéndolo
buena suerte. Enséñele al joven que estas pensando en él o ella.
•Soporte a mama y papa dándoles un oído empático.
•Lleve al candidato de Confirmación a rituales católicos en la iglesia o la comunidad.
Un ejemplo es participar en las Estaciones de la Cruz cuando se rezan en la iglesia.
•Comparte con el joven experiencias en la iglesia o con su fe que han hecho una
diferencia en su vida, incluyendo tiempos de duda.
•Rece por el candidato y déjelo saber a él o ella.
•pidale al joven que rece por usted

Los siete dones del Espíritu Santo, pertenecen en plenitud a Cristo, y, en


nosotros completan y llevan a su perfección nuestra disposición habitual y firme
por hacer el bien y nos hacen dóciles a obedecer con prontitud a las
inspiraciones divinas (ver CIC1831, 1833).
Una Oración para LOS PADRINOS
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE CONOCIMIENTO: Que siempre tengas
buen conocimiento de tu voluntad y de la voluntad de otras personas, que tu visión de
la vida este claro, y que Dios entre en tu corazón.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE SIMPATIA: Que usted va pueda
desenredad los nudos de la vida, que no critiques a otros, y que Dios abre su corazón
para querer como Dios en el cielo quiere a los humanos.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE SABIDURIA: Que siempre encuentres a
Dios en los tiempos de la vida que te sientes inquieto, desierto, tranquilo o concurrido.
Que entiendes el misterio y las verdades de la vida.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE VALOR: Que mientras caminas el
camino de la vida en este mundo, te sientas preparado en encontrar a Dios y el valor
de pedirle ayuda con cualquier daño que se presenta.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE PIEDAD: Que sepas la reverencia y el
respeto para todo, y la piedad que te enseñara a orar, perdonar, y construir una
relación con Nuestro Dios.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE TERMERLE A ÉL: Porque a través de
este don tendrás una actitud abierta hacia Dios, a la virtud de la humildad y
esperanza. Serás alguien que experimenta entusiasmo cuando está en su presencia.
•Yo le ruego a Dios que te regale el DON DE CONSEJO: Que siempre busques
consejo y des consejo cuando es necesario. Rezo que este don te ayuda hacer
decisiones que son buenos para su vida y que sean decisiones moralmente sanas.

También podría gustarte