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DIEGO VELÁSQUEZ
LINEA DEL TIEMPO
1618 1630
1631 1631
1599
San Pedro de Sevilla. Sobre la fecha de su
nacimiento, Bardi se aventura a decir, sin dar más
detalles, que probablemente nació el día anterior a su
bautizo, es decir, el 5 de junio de 1599.
Sus padres fueron Juan Rodríguez de Silva, nacido en
Sevilla, aunque de origen portugués (sus abuelos
paternos, Diego Rodríguez y María Rodríguez de
Silva, se habían establecido en la ciudad procedentes
de Oporto), y Jerónima Velázquez, sevillana de
nacimiento. Se habían casado en la misma iglesia de
San Pedro el 28 de diciembre de 1597. Diego, el
(06/06/1599) primogénito, sería el mayor de ocho hermanos.
Velázquez, como su hermano Juan, también «pintor
de imaginería», adoptó el apellido de su madre según
la costumbre extendida en Andalucía, aunque hacia la
mitad de su vida firmó también en ocasiones «Silva
Velázquez», utilizando el segundo apellido paterno.
Aprendizaje
Diego Velázquez realizó su aprendizaje en Sevilla, en
1609
el taller de Francisco Pacheco. Su talento afloró a
edad muy temprana. Recién cumplidos los diez años,
según Antonio Palomino, comenzó su formación en
el taller de Francisco Herrera el Viejo, pintor
prestigioso en la Sevilla del siglo XVII, pero de muy
mal carácter y al que el joven alumno no habría
podido soportar. La estancia en el taller de Herrera,
que no ha podido ser documentada, hubo de ser
necesariamente muy corta, pues en octubre de 1611
Juan Rodríguez firmó la «carta de aprendizaje» de su
hijo Diego con Francisco Pacheco, obligándose con
él por un periodo de seis años, a contar desde
diciembre de 1610, cuando pudo haber tenido lugar
la incorporación efectiva al taller del que sería su
suegro.
Vieja friendo huevos
Vieja friendo huevos es un cuadro de juventud de Velázquez, pintado
1618
en Sevilla en 1618, solo un año después de su examen como pintor. Se encuentra
en la Galería Nacional de Escocia, en Edimburgo, desde 1955, adquirido a los
herederos de sir Francis Cook por 57 000 libras. El cuadro pertenece al género
del bodegón, según lo entendía Francisco Pacheco, como escena de cocina o de
mesón con figuras a veces ridículas o, cuando menos, vulgares, pero estimables
«sí son pintados como mi yerno los pinta alzándose con esta parte sin dejar lugar
a otros», pues por esta vía «halló la verdadera imitación del natural»
Traslado a Madrid
Por entonces pintó inusitados cuadros de temática
1623
religiosa ambientados en escenarios cotidianos,
como Cristo en casa de Marta o Cristo en Emaús; de
hecho, la capacidad de convertir escenas de la vida
de Jesucristo en algo cercano y realista constituye
una característica del barroco sevillano que
Velázquez legó a otros artistas de su tiempo.
Estas obras, de un estilo por lo demás muy distinto
del de su época de madurez, le valieron cierta
reputación, que llegó hasta la corte, por lo que en
1623 Diego Velázquez fue llamado a Madrid por
el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV,
para que pintara un retrato del rey; tanto gustó la
obra al soberano que lo nombró pintor de corte.
Primer viaje a Italia
Velázquez solicitó licencia al rey para viajar
1629
a Italia a completar sus estudios.El 22 de julio de
1629 le concedieron para el viaje dos años de
salario, 480 ducados, y además disponía de otros 400
ducados por el pago de varios cuadros. Velázquez
viajó con un criado, y llevaba cartas de
recomendación para las autoridades de los lugares
que quería visitar. Partió del puerto de Barcelona en
la nave de Espínola, general genovés al servicio del
rey español, que volvía a su tierra. El 23 de agosto
de 1629 la nave arribó a Génova, de donde sin
22/08/1629) apenas detenerse marchó a Venecia, donde el
embajador español le gestionó visitas a las
principales colecciones artísticas de los distintos
palacios.
La Fragua de Vulcano
La fragua de Vulcano es una obra de Diego Velázquez pintada
1630
en Roma en 1630, según informa Antonio Palomino, durante su primer
viaje a Italia , opinión compartida por la crítica. El cuadro fue pintado sin
mediación de encargo, por iniciativa del propio pintor quien los conservó
en su poder hasta 1634, vendiéndolo a la corona en esta fecha, junto con
otras obras de mano ajena, para la decoración del nuevo Palacio del Buen
Retiro. Se encuentra desde 1819 en el Museo del Prado.
Regreso a Madrid
Desde principios de 1631, de nuevo en Madrid,
1631
volvió a su principal tarea de pintor de retratos reales
en un periodo de amplia producción. Según
Palomino, inmediatamente después de su regreso a
la corte se presentó al conde-duque, quien le ordenó
acudir a dar las gracias al rey por no haberse dejado
retratar por otro pintor en su ausencia. También se le
aguardaba para retratar al príncipe Baltasar Carlos,
nacido durante su estancia en Roma, al que retrató
en al menos seis ocasiones. Estableció su taller en el
Alcázar y tuvo ayudantes. Al mismo tiempo,
prosiguió su ascenso en la corte
Juan Bautista
En 1631 entró en su taller un joven ayudante de
1631
veinte años, Juan Bautista Martínez del Mazo,
Mazo se casó el 21 de agosto de 1633 con la hija
mayor de Velázquez, Francisca, que tenía 15 años
de edad. En 1634 su suegro le cedió su puesto de
ujier de cámara, para asegurar el futuro
económico de Francisca. Mazo apareció desde
entonces estrechamente unido a Velázquez, como
su ayudante más importante, pero sus propias
obras no pasarían de ser copias o adaptaciones
del maestro sevillano, destacando, según
el aragonés Jusepe Martínez, por su habilidad en
la pintura de pequeñas figuras.
Cristo Crucificado
El Cristo crucificado, o Cristo de San
1632
conservada en el Museo del Prado. Es conocida popularmente como Los
borrachos.
El cuadro lo pintó unos cinco años después de su llegada a Madrid procedente
de Sevilla, y poco antes de su primer viaje a Italia. En los Sitios
Reales Velázquez pudo contemplar la colección de pintura italiana del rey y
hubo de quedar impresionado por los cuadros mitológicos con desnudos que
tenía la colección, sumamente raros en su Sevilla natal; por lo cual se animó a
tratar el mismo género, si bien con un enfoque muy personal.
Felipe IV a caballo
Para el Palacio del Buen Retiro, Velázquez realizó entre 1634 y 1635 una
1635
serie de cinco retratos ecuestres de Felipe III, Felipe IV, las esposas de ambos
y el príncipe heredero. Estos decoraban los testeros (extremos) del gran Salón
de Reinos, concebido con la finalidad de exaltar a la monarquía española y a
su soberano.
Las Lanzas
Para sus muros laterales se encargó también una amplia serie de
lienzos con batallas mostrando las victorias recientes de las
1649
embarcaría con una pequeña flota el 21 de enero de 1649 en dirección
a Génova, permaneciendo en Italia hasta mediados de 1651, con el fin de
adquirir pinturas y esculturas antiguas para el rey. También debía contratar
a Pietro da Cortona para pintar al fresco varios techos de estancias que se
habían reformado en el Real Alcázar de Madrid. Al no poder comprar
esculturas antiguas tuvo que conformarse con encargar copias
en bronce mediante vaciados o moldes obtenidos de originales famosos.
PAPA Inocencio X
El cuadro se realizó durante el segundo viaje a Italia de Velázquez entre
1650
principios de 1649 y mediados de 1651. Hay constancia documental de que
el papa posó para Velázquez en agosto de 1650. El cuadro aparece firmado en
el papel que sostiene el pontífice
De nuevo a Madrid
En junio de 1651 regresó a Madrid con numerosas obras de arte. Poco
1651
después, Felipe IV lo nombró Aposentador Real, lo que le encumbró en la
corte y añadió fuertes ingresos que se sumaron a los que ya recibía como
pintor, ayuda de cámara, superintendente y en concepto de pensión. Aparte
recibía las cantidades estipuladas por los cuadros que realizaba.Sus cargos
administrativos le absorbieron cada vez más, incluido el de Aposentador
Real, que le quitaron gran cantidad de tiempo para desarrollar su labor
pictórica. Aun así, a este periodo corresponden algunos de sus mejores
retratos y sus obras magistrales Las meninas y Las hilanderas.
Las Meninas
Las meninas (como se conoce a esta obra
1656
desde el siglo XIX) o La familia de Felipe
IV (según se describe en el inventario de
1734) se considera la obra maestra del
pintor del Siglo de Oro español Diego
Velázquez. Acabado en 1656,
según Antonio Palomino, fecha
unánimemente aceptada por la crítica,
corresponde al último periodo estilístico del
artista, el de plena madurez. Es una pintura
realizada al óleo sobre un lienzo de grandes
dimensiones formado por tres bandas de
tela cosidas verticalmente, donde las
figuras situadas en primer plano se
representan a tamaño natural. Es una de las
obras pictóricas más analizadas y
comentadas en el mundo del arte.
Fallecimiento
Cayó enfermo a finales de julio y, unos días después, el 6 de
agosto de 1660 murió a las tres de la tarde en Madrid. Al día