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TODAS LAS SANGRES

RESUMEN DEL PRIMER CAPÍTULO DE TODAS LAS SANGRES. Ahora sin páginas
La historia comienza contándonos como el viejo subía por un túnel oscuro el cual llegaba
arriba del centro de la plaza, el viejo subió arriba donde las campanas en el techo. Este vio
que en el atrio de la iglesia se estaba festejando una fiesta en el cual vendían sus quesos con
flores del cerro Apukintu. El viejo empieza a llorar de como celebraban. Los pobladores
salieron a la plaza y en eso vieron al viejo y este los maldijo, en ese momento apareció Don
Fermín hijo mayor del viejo que ofreció a los indios dinero para bajarlo. Nadie hizo caso, Don
Bruno Hijo menor del viejo este se arrodilló y beso el suelo tres veces como signo de
arrepentimiento. El viejo también maldecía a estos.
El viejo tenía que decir su última voluntad, esta era que dejaba toda su hacienda a los indios,
caballeros pobres, etc. El viejo salió de la plaza a dirigirse a su hacienda donde estaba su
criado Anto el cual le acompaña a la habitación del viejo. El viejo tenía un aguardiente el cual
le echó pastillas y veneno para que este se tomase.
Don Fermín y Don Bruno se fueron hacia la casa de Don Bruno donde estuvieron discutiendo
sobre la muerte de su padre, El viejo. Don Fermín tenía la intención de pedirle 500 indios para
su mina y para que trabajen con él. Así que se los pide y este acepta, pero con la intención con
dejarlo con sus indios en los molinos y en sus chacras. Los hermanos después de que se
anunciara la muerte del viejo con las campanadas se van a la plaza donde el viejo.

Al llegar vieron al cura riéndose de la última voluntad del viejo, Don Fermín le había pedido a
este que acompañase al viejo, pero no lo hizo así que Don Fermín lo hizo entrar a la iglesia a
que rezara apuntándole con un arma. Se encontraron con un alcalde del pueblo que se les
decía Vayarok. Los hermanos vieron a un niño que apellidaba García, García tenía un arma
antigua que era del viejo así que Don Bruno le ofreció un reloj de oro por el arma. García les
dio el arma, pero no quiso el reloj. Los dos hermanos se fueron a la hacienda del viejo a
despedirse de él, encontraron a mujeres llorando como si estuvieran llorando a un indio
muerto. Dentro de la hacienda del viejo encontraron a Anto, este al verlos se les acerco y les
dijo lo que tenían que hacer como signo de arrepentimiento que el viejo les mandó a hacer,
como a Don Bruno le dijo que llore en el corral donde violó a la Gertrudis. En eso llegó Rendón
Willca presentándose como un mozo este también era un criado del viejo que regresaba de
Lima. Don Fermín le propuso trabajar en las minas, el acepta. Siendo capataz de las minas.

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