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AUSENCIA SIMPLE

Facultad de Derecho UBA

Justina María Díaz – Silvina A. Di Vincenzo – Damián A.


Lopez Pigliapoco
Concepto

La desaparición de una persona del lugar de su domicilio real, sin que se tengan noticias de ella y sin que
haya dejado apoderado que se ocupe de administrar sus bienes, da lugar a la declaración de ausencia
simple, por la cual se le nombra un curador al ausente a fin de asegurar la conservación de sus bienes. La
función del curador terminara si el ausente se presenta, si el ausente fallece o si se declara su
fallecimiento presunto

Requisitos

La ausencia simple se configura cuando una persona:

1. Desapareció de su domicilio sin tenerse noticias de ella


2. Tiene bienes que requieren ser administrados o protegidos
3. No dejo apoderado, o el apoderado que dejo tiene poderes insuficientes, o no
desempeña convenientemente el mandato
Para declarar ausente a una persona humana se debe iniciar un procedimiento judicial (un juicio) de
Ausencia Simple.

Legitimados

Pueden pedir la declaración de ausencia, el Ministerio Publico, y toda persona que tenga interés legitimo
respecto de los bienes del ausente.

Competencia del Juez

Es competente el juez del domicilio del ausente. Si este no lo tuvo en el país, o no es conocido, es
competente el juez del lugar en donde existan bienes cuyo cuidado es necesario, si existen bienes en
distintas jurisdicciones, el que haya prevenido.
Procedimiento
Una vez iniciado el proceso judicial de ausencia simple, el presunto ausente debe ser citado por edictos
durante cinco días y si vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención al defensor oficial, o en su
defecto, nombrarse defensor del ausente. El ministerio público es parte necesaria en el juicio. Si antes de la
declaración de ausencia se promueven acciones contra el ausente, debe representarlo el defensor. En caso de
urgencia el juez puede designar un administrador provisional o adoptar las medidas que las
circunstancias aconsejan

Una vez oído el defensor, y si concurren los extremos legales, se declara la ausencia y se nombra un
curador. El curador solo puede realizar los actos de conservación y administración ordinaria de los
bienes (como por ejemplo, pagar deudas, impuestos, etc.). Todo acto que exceda la administración
ordinaria (como por ejemplo, la venta de un bien) debe ser autorizado por un juez: La autorización debe
ser otorgada solo en caso de necesidad evidente e impostergable. Los frutos de los bienes administrados
deben ser utilizados para el sostenimiento de los descendientes, cónyuge, conviviente y ascendientes del
ausente.

Conclusión de la curatela

Termina la curatela del ausente por:

1. La presentación del ausente, personalmente o por apoderado.


2. Por su muerte
3. Por su fallecimiento presunto judicialmente declarado

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