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El patrimonio se compone pues de elementos o componentes patrimoniales que son los distintos bienes,

derechos y obligaciones que forman el patrimonio. El dinero en caja, los derechos de cobro sobre clientes, las
deudas con proveedores (de existencias), las existencias en almacén o los edificios de la empresa.
Conviene agrupar dichos elementos en grupos y subgrupos según la naturaleza o función que cumplen en la
empresa, para facilitar el análisis patrimonial de la empresa. Estas agrupaciones se llaman masas patrimoniales,
o conjuntos de elementos ligados entre sí por alguna característica común. Si los grupos son más pequeños y
concretos, se habla de submasas patrimoniales.
El primer nivel de agrupación es el que distingue entre elementos de “Activo”, “Pasivo” y “Neto” o “Patrimonio
Neto”.
Como ya hemos comentado:
La Masa patrimonial de Activo agrupa todos los bienes y derechos de cobro y son los elementos que la empresa
ha ido adquiriendo para el desarrollo de su actividad.
Las Masas patrimoniales de Neto y Pasivo se refieren a elementos que indican el origen de las fuentes de
financiación, es decir los fondos aportados por sus propietarios o por la propia empresa (Neto) o los procedentes
de fuentes de financiación ajenas; obligaciones o deudas (Pasivo).
Dado que este primer nivel de agrupación da lugar todavía a grupos muy heterogéneos estas masas a su vez
deben dividirse en submasas para facilitar o hacer más cómodo el análisis y elaboración del Balance de
Situación. La disciplina contable establece al respecto las siguientes submasas:
Clasificación de Activos.
Teniendo en cuenta la función que desempeñan en el seno de la empresa, diferenciamos entre los Activos
ligados a la empresa de forma duradera o a largo plazo, representando sus inversiones permanentes, y los que
están ligados al llamado ciclo de producción y constituyen sus llamadas inversiones de funcionamiento. El primer
subgrupo reciben el nombre de “Activos no corrientes” y el segundo de “Activos corrientes”. Así tenemos pues
que:
Activo no corriente: Lo forman los bienes que “aseguran” la vida de la empresa a largo plazo. Su permanencia en
ella es indefinida o a largo plazo y se encuentran en su seno de manera permanente (Edificios, instalaciones,
maquinaria…), se consideran “inmovilizados”.
Activo corriente: Lo forman bienes o elementos relacionados con el ciclo de explotación de la empresa (materias
primas, productos terminados, dinero en efectivo o en cuentas corrientes bancarias…), se renuevan
continuamente y se ven ligados al ciclo productivo y comercial de la empresa (aprovisionamiento-
transformación-venta-cobro).
Clasificación de Patrimonio Neto y Pasivos.
Se clasifican según su carácter de “Exigibilidad”, diferenciándose entre los “No exigibles” y lo “Exigibles” dividiéndose estos últimos a
su vez entre “Exigibles a largo plazo” y “Exigibles a corto plazo”. Así vemos que existen dentro de las Fuentes de financiación
empresarial:
1. Según su carácter de exigibilidad o no:
Patrimonio neto o no exigible: Fondos propios o capital aportado por los socios o dueños así como las reservas con origen en
beneficios no distribuidos.
Pasivo o exigible: Formado por todas las deudas que la empresa deberá de satisfacer o pagar en el futuro. A su vez en este
subgrupo diferenciamos entre:
• Pasivo exigible a largo plazo. Formado por deudas a pagar a largo plazo o con vencimiento previsto superior al año. (Préstamos a
varios años…)
• Pasivo exigible a corto plazo. Formado por deudas a pagar a corto plazo o con vencimiento previsto inferior al año. (Deudas con
Proveedores…).
2. Según el carácter más o menos permanente de los fondos: Considerando el Patrimonio Neto y Pasivo en su conjunto, hay dos
tipos de recursos:
• Recursos permanentes: Lo forman el Neto y el Pasivo a largo plazo en su conjunto y suelen financiar el Activo no corriente y una
pequeña parte del Activo corriente.
• Recursos a corto plazo o Pasivo corriente: Lo forman la deuda a corto plazo y suelen financiar buena parte del Activo corriente.

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