• El lloro de salomón por su hijo.

• A los siete años: Papá es un sabio que todo lo sabe.

• A los catorce años: Me parece que papá se equivoca en algunas de las cosas
que dice.
• A los veinte años: Papá está un poco atrasado en sus teorías; no es de esta
época.
• A los veinticinco años: El "viejo" no sabe nada... Está chocheando
decididamente.
• A los treinta y cinco: Con mi experiencia mi padre a esta edad hubiera sido
millonario.
• A los cuarenta y cinco: No sé si ir a consultar con el viejo este asunto. Tal vez
pudiera aconsejarme.
• A los cincuenta y cinco: ¡Qué lástima que se haya muerto el viejo! La verdad es
que tenía unas ideas y una clarividencia notables.
• A los sesenta: ¡Pobre papá! ¡Era un sabio! ¡Qué lástima que yo lo haya
comprendido demasiado tarde!
• 1. Comience en la infancia dándole todo lo que quiera. Crecerá
creyendo que el mundo entero tiene obligaciones para con él.
• 2. Ríase cuando dice palabras sucias. Esto le hará pensar que él es
muy gracioso y lo que dice muy chistoso.
• 3. Nunca le dé enseñanza espiritual. Espere hasta que tenga 18 años y
que él "decida por sí mismo".
• 4. Evite la palabra "equivocado", porque puede desarrollar en él un
complejo de culpabilidad. Esto le llevará a creer después, cuando es
arrestado por robar un automóvil, que la sociedad está contra él y le
persiguen injustamente.
• Recoja todo lo que él deja tirado por todas partes: zapatos, calcetines,
juguetes, libros, pañuelos, etc. Haga usted todo lo
que tiene. que hacer él, para que crezca pensando que puede tirar
siempre las responsabilidades sobre otros.
Permítale leer cualquier cosa que caiga en sus manos.
Sea muy cuidadoso de que las cucharas y los vasos estén siempre bien
limpios, pero no se preocupe si su mente se revuelca en la basura.
• Discuta frecuentemente con su cónyuge en presencia de sus hijos. Así
no se sorprenderá cuando un día el hogar quede destruido.
• Dele a su hijo todo el dinero que quiera. Nunca le permita ganárselo
por sí mismo. ¿Por qué va a tener que sufrir como usted sufrió?
• Satisfaga todos sus deseos de comida, bebida y comodidades. Así
sabrá que todo deseo sensual es gratificado. Negárselo puede llevarle
a dolorosas frustraciones. Póngase de su lado en contra de vecinos,
maestros y policías. Ellos le han tomado manía y tienen prejuicios
contra su hijo. Cuando se meta en serios problemas, nunca le eche la
culpa de nada, échese usted mismo la culpa de todo. Obrando así
prepárese para una vida de continuo dolor porque eso es lo que
probablemente va a conseguir. Circular escrita y distribuida por el
Departamento de Policía de la ciudad de Houston, Texas
• Una persona con seis hijos está mucho más satisfecha que una
persona con seis millones de pesos. La razón es que la que tiene seis
millones quiere tener más.