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Esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que suele
manifestarse entre los 20 y los 40 años. Aunque no están claras sus causas, algunos estudios
apuntan que posiblemente se trata de un mal autoinmune. En todo caso, no es contagioso o
hereditario, pero se da más frecuentemente en las mujeres que en los hombres. En esencia, causa
daños en la capa de mielina, una cubierta de proteínas que cubre y protege las células nerviosas.
Este fenómeno afecta a los axones, esto es, las prolongaciones de las neuronas que participan en la
conducción de los impulsos nerviosos, y a las propias conexiones nerviosas o sinapsis. Esto puede
llegar a provocar muy distintos síntomas y discapacidades que en cada paciente
Epilepsia
Para empezar, tener epilepsia no siempre significa sufrir unas convulsiones descomunales o perder la
consciencia. Esta enfermedad neurológica se define por una excesiva descarga eléctrica de las células
cerebrales, lo que provoca ser más propenso a sufrir convulsiones. Además, no existe un único tipo de
epilepsia, sino varias modalidades y cada una con sus particularidades. La más peligrosa es la
denominada fármacoresistente, pues los medicamentos no surten efecto para controlarla, por lo que el
paciente que la sufre está mucho más expuesto a una muerte prematura o a sufrir traumatismos severos.
Párkinson
Fue descrita por primera vez hace más de 200 años por el Doctor James Parkinson, concretamente en el año
1817, en su ensayo titulado ‘An essay on the shaking palsy’, y desde entonces, la descripción de la enfermedad de
Parkinson no ha cambiado significativamente. Esta se define como un trastorno neurodegenerativo
multisistémico que afecta al sistema nervioso central y se caracteriza por movimientos temblorosos involuntarios,
rigidez, inestabilidad de la postura del cuerpo, entre otros síntomas. Según la calificó en su día Parkinson, es una
“parálisis agitante". Sin embargo, a pesar de los avances, la mejora de la calidad de vida de los afectados y a larga
convivencia histórica, esta enfermedad sigue siendo un misterio sin resolver para la comunidad científica y
médica, pues tanto sus causas como prevención aún se desconocen.
 Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se conoce comúnmente como enfermedad de Lou Gehrig y es una enfermedad
neurológica progresiva. Afecta al movimiento muscular al evitar que los nervios que controlan estos movimientos
funcionen correctamente. A medida que pasa el tiempo, los nervios disfuncionales causan debilidad muscular y los
músculos debilitados gradualmente provocan parálisis. Las últimas etapas de la ELA pueden afectar a la respiración y a
otras funciones corporales cruciales, que pueden conducir a la muerte. Esto se debe a que los nervios que controlan
estas funciones se ven gravemente afectados por la enfermedad. Podemos encontrar los primeros indicios de ELA hacia
la segunda mitad del siglo XIX, cuando el pionero neurólogo francés y profesor de anatomía patológica (también fue el
primer profesor de neurología del mundo), Jean-Martin Charcot, fue asignado al Hospital de la Pitié-Salpêtrière. En
dicho lugar, Charcot se interesó por este tipo de problemas neurológicos y comenzó a investigarlo, clasificando y
diferenciando la enfermedad de otras afecciones nerviosas. Definió la Esclerosis Lateral Amiotrófica en 1869.
Alzheimer
El alzhéimer es una enfermedad cerebral en la que las neuronas se degeneran progresivamente. La
enfermedad de Alzheimer generalmente va pasando por ciertas etapas que provocarán cambios en la vida
tanto del paciente como de la familia que le rodea. Debido a que la enfermedad afecta a cada individuo de
manera diferente, los síntomas, el orden en que aparecen y la duración de cada etapa varían de individuo a
individuo. En la mayoría de los casos, la enfermedad progresa lentamente y los síntomas de cada etapa
pueden superponerse, lo que a menudo hace que el cambio de una etapa a otra sea bastante sutil.

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