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El Adulto Mayor y sus

Redes

CAROLINA LÓPEZ
DÍAZ
ENFERMERA
Adulto Mayor y Enfoque Social
• El envejecimiento concebido como un proceso que
experimentan los individuos puede ser visto desde dos
enfoques, uno biológico y otro social. Para el profesor Thomae
(1982), la vejez es un destino social, puesto que
son las características de la sociedad las que condicionan
tanto la cantidad, como la calidad de vida. Peter Thownsend,
citado por Barros (1993) plantea algo similar cuando sostiene
que la situación actual de dependencia de los ancianos ha sido
creada por la política social.

• Chawla (1988) afirma que los ancianos “no siempre son


dependientes a causa de su decadencia física, sino que
lo son frecuentemente debido a la forma cómo son
categorizados socialmente y a las presiones que se
ejercen sobre ellos
• Si bien es cierto que el envejecer implica un
deterioro biológico, son las condiciones sociales de
carencia de servicios y las ideas contenidas en el
modelo médico tradicional las que restan
oportunidades para que el “viejo” se mantenga
activo y autovalente.

• La carencia de una definición sociocultural del


conjunto de actividades que serían específicas de
los ancianos les hace sentirse inútiles y sin
reconocimiento social.

• La falta de tareas específicas conlleva la


dificultad para saber en qué concentrar los
esfuerzos y en qué volcarse de modo de actualizar
las propias potencialidades.
•Cada individuo que envejece debe crearse un personaje e improvisar su
actuación: la dificultad de esto implica que sólo algunos lo logran y otros
deben resignarse al estrecho mundo de las cuatro paredes del hogar (Barros,
1994; Anzola et al., 1994).

•Un envejecimiento exitoso y saludable tiene que ver con la funcionalidad


biológica y social que permite la plena integración social y familiar de los
que envejecen, lo que implicará superar las barreras sociales y culturales que
aún persisten e impiden a los adultos mayores desarrollar sus
potencialidades.
• El principal sistema social del anciano y el apoyo que recibe viene de su
familia. Se trata de una unidad social sujeta a las presiones y condiciones
de su entorno cultural, económico y político de un momento dado. La
definición más aceptada del concepto de familia es la de varias personas
relacionadas por los lazos de parentesco, sanguíneos, de matrimonio o por
adopción.

• La familia del anciano brinda apoyo social, funcional, económico o


material, afectivo y asistencia en diversas formas. Aun cuando la gran
mayoría de las personas adultas mayores son relativamente independientes
y físicamente aptas y funcionales, el grupo de los
mayores de 80 son más dependientes, más aún si su nivel
socioeconómico y estado de salud son limitados (Sánchez, 1994).

• La O.M.S. ha definido la salud del anciano por su capacidad para


funcionar, y no por las limitaciones, discapacidad o enfermedad que
presente.
• La posibilidad de controlar una enfermedad está condicionada por la
aptitud social para integrar a la persona enferma a un sistema de vida que
le ayude a resolver sus problemas ambientales y particularmente la aptitud
para desenvolverse en la actualidad. De igual forma, la capacidad social
para integrarse varía según el individuo que envejece. (O.P.S./OMS, 1985)

• La persona mayor ha de tomar una actitud positiva en la vida y la primera


de estas actitudes básicas es aprender a ser uno mismo, aprender a saber
vivir consigo mismo, a conocerse tal y como uno es, con sus dimensiones
reales, espaciales, temporales, corporales, espirituales.
• Se puede precisar que el papel que una persona desempeña en sociedad
está influido por las nociones propias y expectativas acerca de cómo debe
comportarse; las nociones y expectativas de
otros relevantes, la norma del grupo o de la población; las sanciones
positivas o negativas que imponen otras personas (y posiblemente el
mismo individuo), cuando el rol de conducta relevante se encuentra en
discusión. El desempeño de un rol social determinado adquiere gran
relevancia, por cuanto es el mecanismo que permite la integración de una
persona al sistema social en el cual se inserta. Para medir estas
dimensiones se ha considerado la mirada que otorga el Groningen Social
Disabilities (Wiersma et al., 1990).
Adulto mayor y familia
• En relación a las configuraciones familiares de los adultos mayores Según
cálculos obtenidos a partir de los censos, se puede constatar que más de la
mitad de los adultos mayores vive en hogares extensos, con presencia de
otros familiares, especialmente hijos.

• En 2002 un 48% de la tercera edad encabezaba como jefe o pareja un


hogar con presencia de otros familiares y/o no familiares de distintas
edades y un 12% vivía en casa de otros en posición principalmente de
padres o suegros (es decir, estarían “allegados” en hogares de otras
personas).

• Un 30% de los adultos mayores vive en hogares independientes


(18% en pareja y 12% solos) y un 10% de los hogares corresponden a
formas compartidas, por ejemplo, hermanos o amigos
Entonces…
• El contexto social que rodea hoy al anciano es la familia, la cual
juega un papel determinante para su participación como apoyo o
aislamiento en su rol, ya que la familia como bien sabemos es la
célula de la sociedad y en ella es donde se nos enseña a
socializar y hacer individuos que aporten a la sociedad.

• La familia crea el bagaje con el que contamos durante todo nuestro


desarrollo si consideramos que la población anciana vive dentro de
una familia, esta es su principal fuente de apoyo psico-social desde
un contexto social y familiar y desde ellas ayudar a comprender
mejor al anciano.

• La enfermedad en esta población adulta mayor trasciende más


profundamente en el núcleo familiar que cuando se presenta en
otros grupos de edad.
• El grado de dependencias físicas, mentales o ambas serán
determinantes en el funcionamiento familiar por las nuevas
obligaciones, a veces de manera permanente que deben confrontar las
personas que rodean al anciano.

• Independientemente de la voluntad del hombre nace en el seno de una


familia, vive en una interacción dinámica en su entorno natural, social y
legal pero por todo ello cuando sufre una enfermedad temporal, crónica o
terminal, tiene el derecho a esperar de la sociedad el soporte necesario
para mitigar su padecimiento físico mediante cuidados paliativos si fuese
su caso que lo conlleven a un agradable fin de su existencia.

• El adulto mayor tiene derecho a ser abordado de una forma integral en los
efectos de la enfermedad terminal y su repercusión con el entorno socio
familiar permitiendo brindar atención en todas las esferas de su vida,
física, emocional, social y espiritual.
• La familia reacciona de diferente manera, como familias que se
adaptan adecuadamente pese a las circunstancias o determinadas crisis
y sus lazos se unen más se integran y responden
adecuadamente ante la enfermedad de su familiar se reorganizan y se
fortalecen.
• En cambio hay familias que se encierran en si mismos y quedan atrapados
en el exceso de responsabilidad de la enfermedad del cuidado del paciente
y familias que se distancian a causa de la presión de la misma.
Por eso no podemos dejar pasas por desapercibido la participación del
• anciano en su seno familiar ya que es de suma y valioso el papel que
juega y es determinante en su salud mental.
• Podemos concluir: que la familia juega un papel determinante ante el
cuidado del adulto mayor cuando padece alguna enfermedad.

• Sabemos que las crisis son difíciles, pero hablar de crisis en la ancianidad
es mucho más difícil , sin embargo la familia tendrá que aprender a
adaptarse con estos cambios , ya que el seno familiar es el mejor lugar
para cuidar al anciano, siendo importante la participación de cada uno de
sus miembros y los roles que tengan
dentro de la familia y no dejar el cuidado a un solo miembro identificando
al cuidador principal y así apoyarse entre la misma familia, para después
no decir como en el poema olvide, hace tiempo que murió la abuela o el
abuelo y no hice nada por el o ella.

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