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Este documento discute la evolución del uso y comprensión de los órdenes arquitectónicos (Dórico, Jónico y Corintio) desde la antigüedad hasta el siglo XVIII. En los siglos XV y XVI, los órdenes se consideraban una expresión de la belleza inherente a la arquitectura romana. En el siglo XVII, los teóricos empezaron a cuestionar la naturaleza y uso apropiado de los órdenes. En el siglo XVIII, nuevas teorías propusieron que los ór
Este documento discute la evolución del uso y comprensión de los órdenes arquitectónicos (Dórico, Jónico y Corintio) desde la antigüedad hasta el siglo XVIII. En los siglos XV y XVI, los órdenes se consideraban una expresión de la belleza inherente a la arquitectura romana. En el siglo XVII, los teóricos empezaron a cuestionar la naturaleza y uso apropiado de los órdenes. En el siglo XVIII, nuevas teorías propusieron que los ór
Este documento discute la evolución del uso y comprensión de los órdenes arquitectónicos (Dórico, Jónico y Corintio) desde la antigüedad hasta el siglo XVIII. En los siglos XV y XVI, los órdenes se consideraban una expresión de la belleza inherente a la arquitectura romana. En el siglo XVII, los teóricos empezaron a cuestionar la naturaleza y uso apropiado de los órdenes. En el siglo XVIII, nuevas teorías propusieron que los ór
Y DE LA ARQUEOLOGÍA El uso del lenguaje clásico de la arquitectura ha implicado una cierta filosofía, en las épocas en las que no ha alcanzado una gran elocuencia.
No se pueden apreciar los órdenes a menos de estar convencidos que
encarnan un principio absoluto de verdadera belleza.
La fe más simple en la autoridad fundamental de los órdenes puede
expresarse en estos términos: Roma fue la más grande, Roma fue la más sabia. La profunda veneración de Roma nosotros difícilmente podemos compartir porque sabemos demasiadas cosas sobre ella.
Pero debemos adoptar una actitud más ingenua para comprender la
mentalidad reinante a este respecto en los siglos XV y XVI. La sencillez de esta fe estimulaba a la investigación y la crítica, y aunque se sabía que Roma fue la mejor, se necesitaba saber el porqué.
Existían algunas respuestas para esta inquietud, pero la más profunda
era que la arquitectura romana descendía, a través de la griega, de la época más primitiva de la historia humana por lo que estaba dotada de una especie de rectitud natural. Fue en Francia donde la arquitectura se formuló con mayor fuerza, el porqué de la arquitectura romana.
A mediados del siglo XVII empezaron las preguntas sobre la auténtica
naturaleza de los órdenes y el modo en que debían utilizarse en los edificios modernos. La nueva llamada al orden llego en una serie de libros.
En 1706, se publicó Nuevo tratado sobre el conjunto de la arquitectura,
donde se quería acabar con la utilización ornamental de los órdenes, quería acabar con lo que él llamaba arquitectura en relieve.
Quieren que los órdenes hablen de nuevo su propio y primigenio
lenguaje funcional. La hipótesis de los teóricos era que esta se originó cuando el hombre primitivo construyo una cabaña primitiva, de la cabaña paso al templo, y mediante una perfección se llegó a inventar la versión en madera del dórico, lo cual después se elaboró en piedra.
Por primera vez los órdenes eran desplazados, por un prototipo
funcional y racional. Desde 1755 toda obra, o está influenciada por estos conceptos opiniones o implican un rechazo explícito de las mismas.
Cuando la gente vio por primera vez representaciones fieles del
Partenón y el Teselón las dos muestras mayores del dórico griego en la época de Pericles, cada quien lo interpretaba de diferente forma, unos pensaban que eran burdas y crudas, y que eran más puras por ser más cercanas de la fuente. Para el filo del cambio del siglo se convencieron de que el dórico, jónico y corintio griegos eran más puros y mejores, lo que ocasionó que existieran 8 órdenes para escoger, los cinco ordenes romanos y los tres órdenes griegos que podían copiarse en los libros donde se mostraban claramente.