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EL INCONSCIENTE Y

LAS AVENIDAS DEL


ALMA
LOS SENTIDOS, LAS AVENIDAS
DEL ALMA
Todos los que llevan el nombre de
Proverbios Cristo necesitan velar, orar y
guardar las avenidas del alma;

4:23
porque Satanás está obrando para
corromper y destruir, si se le
concede la menor ventaja.

Genesis 3: 1
y3
"Pero temo que
como la serpiente
con su astucia
engañó a Eva,
vuestros sentidos
sean de alguna
manera extraviados
de la sincera
fidelidad a Cristo" (2
Corintios 11:3).
Se encarga de guardar
momentos, personas y toda
la información que entre de
tipo emocional.
El consciente lleva a
acciones flexibles y
siguen las instrucciones
dadas. Es
una composición de
todos los procesos
mentales de los
cuales somos
conscientes.

El inconsciente una forma de


percepción en la cual hay ausencia
de conciencia en el procesamiento
y/o en los contenidos perceptuales
(Kihlstrom, 1996); por esto, la
percepción pasa desapercibida
para el individuo, aunque afecta su
conducta y su experiencia.
El momento en que una emoción se convierte en algo
consciente marca su registro como tal en la corteza
frontal.
Somos el 95% inconsciente, y el 5% consciente
“¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡perdóname aquellos de los que
no estoy consciente! Salmo 19:12

El salmista ora en busca de liberación de los errores que le son ocultos (Sal. 19:
12), de "soberbias" (vers. 13) y de los pecados que pueda cometer con palabra o
pensamiento (vers. 14). Se ha dicho, que, con frecuencia, cuando observamos el
pecado en otro, es que nuestro propio pecado latente u oculto nos está irritando
NUESTRO CUERPO NECESITA
LIMPIEZA

El salmista ora en busca de liberación de los errores que le


son ocultos y de los pecados que pueda cometer con palabra o
pensamiento (vers. 14).
Salmo 139: 1,2
No existe mente humana alguna tan perfecta que no corra el
riesgo de que actúe por motivos equivocados, viendo las cosas
desde una perspectiva errada” Elena G. White MCP, pg.23

Sabemos que "Satanás no puede tocar la mente o el


intelecto, a menos que se lo entreguemos" (Elena de
White, MS 17, 1893) Y si esto sucede es porque
descuidamos nuestra devoción con Cristo y no
tendremos cuidado con nuestros sentidos.

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