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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES DE TAMAULIPAS

AC. LEO
ENFERMERÍA EN SALUD LABORAL
8º. CUATRIMESTRE

DOCENTE: LIC. EN ENF. MA. CONCEPCION D. PUENTE OLIVA


SÍNDROME DEL EDIFICIO
ENFERMO
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) introduce el término «síndrome del
edificio enfermo» (SEE) en la medicina
ocupacional en la década de 1980 tras un
estudio epidemiológico llevado a cabo en
el Reino Unido.
Puede aplicarse a otros ambientes como hospitales, centros de
día, hoteles, grandes superficies, polideportivos, etc.

Los síntomas incluyen molestias por irritación cutánea y de


mucosas (nariz, ojos y tracto respiratorio superior e inferior),
letargia, cefalea y malestar general.

El SEE debe considerarse en un sentido amplio más que una


única entidad clínica, ya que es el resultado de la interacción
del ambiente físico social y la salud bienestar del individuo.
En primer lugar, al no tratarse de un
solo cuadro clínico, el diagnóstico
individual no es fácil porque es posible
que un determinado síntoma sea la
expresión de otras enfermedades.
En segundo lugar, los síntomas
pueden deberse a una o varias causas
ambientales de diversa naturaleza
física o social. Por último, una misma
exposición puede causar diferentes
efectos patológicos.
Calidad ambiental
En el análisis de la calidad ambiental del medio laboral
hemos de tener en cuenta las características tanto del
ambiente físico como de los factores psicosociales.

Ambiente físico
Comprende el clima, los campos electromagnéticos y
lumínicos, y los contaminantes químicos y biológicos. La
vía principal de exposición ambiental es la inhalatoria.
AMBIENTE FISICO
• Origen del aire externo: clima, ubicación del edificio,
cercanía a plantas industriales, tráfico, torres de
refrigeración, calefacción, etc. Los contaminantes
implicados son el NO, CO, SO2, materia particulada y polen.

• Cubiertas del edificio: estructura, aberturas y sistemas de


ventilación. Estos factores determinan la penetración del aire
exterior al interior del edificio y las concentraciones de
contaminantes.

• Ocupantes: constituyen un importante origen de polución del


aire interior a través de la respiración y la piel; productos
metabólicos (CO2, CO, NH3, acetona, alcohol y otros gases
orgánicos olorosos), agentes infecciosos, agentes procedentes de
las ropas de trabajo y de las actividades (manejo del papel,
trabajos de impresión con exposición a gases y partículas), y la
exposición al humo del tabaco.
• Factores de origen físico interno: el tipo de materiales utilizados en
grandes superficies (suelo, paredes y techo) son potenciales fuentes de
exposición de compuestos orgánicos volátiles, así como también el
mobiliario, cortinas y alfombras. Las deficiencias estructurales pueden
causar humedad en cualquiera de ellos, estimulando el crecimiento de
bacterias, hongos y ácaros, entre otros. También contribuyen los
productos utilizados para la limpieza.

• Sistema de ventilación, calefacción y humidificadores: los factores


térmicos ambientales afectan directamente a las terminaciones
neurosensoriales de las membranas mucosas y de la piel y también
pueden provocar respuestas indirectas por cambios en la circulación
sanguínea.
El intercambio del aire influye en la dilución y distribución de
los contaminantes, y el mínimo nivel recomendado es de 10-15
l/s por persona.

Contrariamente, el exceso de ventilación puede también resultar


nocivo.

Con temperaturas superiores a 23 °C pueden aparecer síntomas


del tracto respiratorio y la piel, así como cefalea y letargia.

La humedad relativa influye de forma independiente y también


sinérgica con la temperatura en los síntomas del SEE.
Por debajo del 20% aparece irritación de las mucosas.
Los humidificadores podrían evitar los síntomas derivados de la
sequedad del aire, pero también pueden servir como reservorio
microbiano.
Compuestos orgánicos volátiles (COV): su origen
procede de los materiales y equipamiento del edificio,
productos de mantenimiento (limpieza, desinfectantes y
abrillantadores, insecticidas), derivados del consumo de
alimentos, procesos de combustión de los ocupantes, aire
externo, actividades y aire exterior.

En ocasiones, bajas concentraciones de varios COV


pueden funcionar como un cóctel químico. Los
mecanismos de actuación propuestos son alteración en la
percepción sensorial, leve respuesta inflamatoria y estrés
ambiental.
• Polución microbiana: a través de escapes de agua, goteras y
condensación se producen humedades que estimulan el
crecimiento de hongos, algunas bacterias y ácaros, con sus
productos metabólicos, que mediante reacciones alérgicas,
inflamatorias o tóxicas, ocasionan rinoconjuntivitis, asma, NH
e infecciones.

• Humo del tabaco: podrá evitarse mediante normativas


específicas que prohíban su consumo en los
inmuebles.
Ambiente psicosocial

Existen evidencias de la relación entre la percepción de


estrés de los trabajadores y el ambiente laboral. El origen
del estrés es el resultado del desequilibrio entre la demanda
externa y la capacidad de respuesta, Especialmente bajo
determinadas condiciones como el exceso de trabajo, que
puede llevar a insatisfacción, o la implicación en la toma de
decisiones, que puede tener efectos fisiológicos y
psicológicos (somatizaciones).
Cuadro clínico
La aparición de síntomas y signos varía con las
características individuales de edad, sexo y estado previo
y actual de salud.
Las entidades nosológicas incluidas en el SEE son:
asma, rinitis y conjuntivitis y neumonitis por hipersensibilidad.
La cefalea y la letargia son síntomas inespecíficos que aparecen
en gran número de circunstancias y pueden o no estar
relacionadas con el SEE.
Diagnóstico
• La valoración clínica del individuo

• Investigar si los casos se encuentran agrupados, en una


determinada ubicación del edificio.

• Valoración ambiental
Para la valoración ambiental el médico del trabajo requiere la ayuda
del higienista industrial, que le suministrará los datos sobre la medida
de los diferentes contaminantes implicados.
Prevenció
n
Se tendrán en
Cuando se proyecte
un gran inmueble,
cuenta las emisiones
deberán considerarse de los ocupantes,
Se utilizarán que el mínimo Se prohibirá el
explícitamente, en la materiales con baja
arquitectura e aceptable de consumo de
emisión de sustancias
ingeniería del edificio,
químicas y se efectuará
ventilación sea de tabaco,
los factores 10-15 l/s por circunstancia ésta
medioambientales que el diseño adecuado del
intercambio del aire. persona, y que el ya legislada.
van a influir en la control de la
salud de los
ocupantes. temperatura oscile
entre 19 y 25 °C;
Tratamiento
• La reducción o retirada de la exposición ambiental.
• El tratamiento específico o meramente sintomático, de
acuerdo con el cuadro clínico y la naturaleza de los
síntomas.

• Si la enfermedad continúa después de mejorar los


sistemas de ventilación, podría deberse a la persistencia de
una ventilación inadecuada, a que continúe la presencia de
contaminantes (obligando en algunos de estos casos a un
nuevo diseño de los sistemas de mantenimiento o
acondicionamiento del edificio), o a que exista una
predisposición individual.

• Por último, se tratará de mejorar los factores sociales que


puedan causar síntomas del SEE o contribuir
a ellos.

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