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• Las competencias parentales han de interpretarse desde una visión holística e integrar
cada una de las partes que las componen, en la forma de educar a los hijos. Los padres
asumen el rol de orientadores y guías en el crecimiento y desarrollo de sus hijos.
• Principio de vinculación: referido a la sensibilización parental hacia los temas que
repercuten directamente en el niño, ofreciendo una respuesta emocional ajustada y
afectiva e implicación e interés sobre todo el proceso de crianza y enseñanza del menor.
• Principio formativo: es multidireccional y no solo pone el foco en el proceso de
enseñanza- aprendizaje del niño, sino que también lo hace sobre las posibilidades
formativas de los progenitores o personas vinculadas en la educación de los niños.
• Principio de protección: garantiza la seguridad física, psicológica y
emocional del menor, además quedan satisfechas sus necesidades básicas.
• Principio de reflexión: autocuidado parental, imprescindible para que los
niños estén bien; si el cuidador principal del niño se siente bien física,
psicológica y emocionalmente, están preparados para anticipar situaciones
y escenarios que puedan ofrecer una respuesta ajustada a las
circunstancias.
TIPOS DE COMPETENCIAS PARENTALES
Existen diferentes tipos de competencias parentales, pero todas deben estar interrelacionadas para
garantizar el óptimo desarrollo integral del niño. A continuación, explicamos los tipos de competencias
parentales más importantes:
COMPETENCIAS EDUCATIVAS
Las relaciones están basadas en el afecto y en el cariño, así como en el reconocimiento de los logros.
Entiende el error como una maravillosa oportunidad de aprendizaje, y trata de fomentar que el niño se
visualice desde sus fortalezas y no desde sus limitaciones.
Capacita al niño evitando la sobreprotección, haciéndole entender que puede conseguir lo que se
proponga y que siempre contará con el apoyo y acompañamiento incondicional de su familia.
Se promueve el desarrollo de actitudes que inviten al autocontrol y gestión emocional; es importante el
papel que juega la comunicación dentro de la familia y la posibilidad de compartir juntos tiempo de ocio.
Promueve la comprensión y respeto hacia las características propias del menor.
El padre o madre desarrolla una autoevaluación que le permita analizar sus fortalezas y debilidades y
cómo mejorar su práctica parental.
COMPETENCIAS PARENTALES A NIVEL PERSONAL Y
EN PAREJA (O EXPAREJA)
Este aspecto es importante, porque si no se desarrolla desde una perspectiva respetuosa y positiva o no se le concede la importancia que tiene, el
resto de las competencias y habilidades tan solo quedarán en buenas intenciones. Para ello, es importante realizar un trabajo de introspección y
autoconocimiento. En este artículo encontrarás cómo saber cuándo ir al psicólogo/a. Las habilidades de vida personal que son beneficiosas y que
han de adquirir los padres para la crianza de sus hijos son:
• Control de los impulsos
• Asertividad
• Autoestima
• Habilidades sociales
• Estrategias de afrontamiento ante situaciones de estrés
• Resolución de conflictos interpersonales
• Capacidad para responder a múltiples tareas y retos
• Planificación y proyecto de vida
• Visión optimista y positiva de la vida
• Competencias de organización y rutina diaria
En casa, los padres se preocupan de proporcionar un ambiente tranquilo y relajado, pero también limpio y ordenado en cuanto a espacios y rutinas.
Cuidan que todos los miembros de la casa adquieran hábitos de vida saludable relacionados especialmente con la alimentación, la higiene y el
descanso.
• ACTIVIDADES PARA TRABAJAR COMPETENCIAS PARENTALES
¿Cómo potenciar las competencias parentales? A continuación, veremos
dinámicas para mejorar habilidades y competencias parentales. Están
especialmente orientadas a la reflexión de la práctica parental tratando de
involucrar y contar con la opinión de todos los miembros de la familia.
¿Cómo es mi hijo? Es un ejercicio de reflexión en el que se pone en práctica
la capacidad empática para conocer cuáles son los gustos, inquietudes e
intereses del niño con el fin de mejorar la respuesta que se le puede ofrecer en
diferentes situaciones.
Mi estilo educativo:
Es una actividad muy recomendable para desarrollar en pareja, pues se hace
una reflexión en la que se pueden poner puntos en común y cómo llegar a
acuerdos ante las diferentes perspectivas en torno a la crianza de los hijos.
Hay que plantear las siguientes cuestiones “Soy autoritario cuando…” “Soy
permisivo cuando…” “Soy democrático cuando…”
¿Cómo resuelvo los conflictos?
• Esta actividad está pensada para realizarse con toda la familia teniendo en
cuenta las edades de los hijos y su nivel de comprensión, tratando de
favorecer la comunicación y establecer pautas de acción comunes. Cada
participante debe hacer un ejercicio de reflexión y sinceridad y responde a
la pregunta: ¿Cómo resuelvo los conflictos? Y a continuación: ¿Qué debería
hacer para no alterarme y dar una respuesta más calmada? Después se hace
una lluvia de ideas sobre situaciones que desencadenan en conflictos y se
hace una puesta en común de cómo podría solucionarse de una forma
amable y respetuosa para toda la familia.