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2 DE OCTUBRE 2021
INDICE
Hay siete saberes fundamentales que la educación del futuro debería tratar en
cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna, ni rechazo según
los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada cultura. Además, el saber
científico sobre el cual se apoya este texto para situar la condición humana no sólo
es provisional, sino que destapa profundos misterios concernientes al Universo, a
la Vida, al nacimiento del Ser Humano. Aquí se abre un indecidible en el cual
intervienen las opciones filosóficas y las creencias religiosas a través de culturas y
civilizaciones.
LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA
EDUCACIÓN DEL FUTURO
LA CEGUERA DEL CONOCIMIENTO; EL ERROR
Y LA ILUSIÓN
• El conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. La educación del futuro
debe afrontar el problema desde estos dos aspectos: error e ilusión. El mayor error
sería subestimar el problema del error; la mayor ilusión sería subestimar el problema
de la ilusión. El reconocimiento del error y de la ilusión es tan difícil que el error y la
ilusión no se reconocen en absoluto.
• Existe en cada mente una posibilidad de mentira a sí mismo que es fuente
permanente de error y de ilusión. El egocentrismo, la necesidad de autojustificación,
la tendencia a proyectar sobre el otro la causa del mal hacen que cada uno se
mienta a sí mismo sin detectar esa mentira de la cual, no obstante, es el autor.
LA CEGUERA DEL CONOCIMIENTO; EL ERROR
Y LA ILUSIÓN
• Nuestros sistemas de ideas (teorías, doctrinas, ideologías) no sólo están sujetos
al error sino que también protegen los errores e ilusiones que están inscriptos en
ellos. Forma parte de la lógica organizadora de cualquier sistema de ideas el
hecho de resistir a la información que no conviene o que no se puede integrar.
• La racionalidad es el mejor pretil contra el error y la ilusión. Por una parte, está la
racionalidad constructiva que elabora teorías coherentes verificando el carácter
lógico de la organización teórica, la compatibilidad entre las ideas que componen
la teoría.
LA CEGUERA DEL CONOCIMIENTO; EL ERROR
Y LA ILUSIÓN
• La racionalización es cerrada, la racionalidad es abierta. La racionalización toma
las mismas fuentes de la racionalidad, pero constituye una de las fuentes de
errores y de ilusiones más poderosas. De esta manera, una doctrina que obedece a
un modelo mecanicista y determinista para considerar el mundo no es racional sino
racionalizadora.
• La racionalidad no es una cualidad con la que están dotadas las mentes de los
científicos y técnicos y de la cual están desprovistos los demás. Los sabios
atomistas, racionales en su área de competencia y bajo la coacción del laboratorio,
pueden ser completamente irracionales en política o en su vida privada.
LOS PRINCIPIOS DE UN CONOCIMIENTO
PERTINENTE
• El conocimiento de las informaciones o elementos aislados es insuficiente. Hay que
ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido.
Para tener sentido la palabra necesita del texto que es su propio contexto y el texto
necesita del contexto donde se enuncia. Por ejemplo, la palabra «amor» cambia de
sentido en un contexto religioso y en uno profano; y una declaración de amor no tiene
el mismo sentido de verdad si está enunciada por un seductor o por un seducido.
• Lo global más que el contexto, es el conjunto que contiene partes diversas ligadas de
manera inter-retroactiva u organizacional. De esa manera, una sociedad es más que
un contexto, es un todo organizador del cual hacemos parte nosotros.
LOS PRINCIPIOS DE UN CONOCIMIENTO
PERTINENTE
• La educación debe favorecer la aptitud natural de la mente para hacer y resolver
preguntas esenciales y correlativamente estimular el empleo total de la
inteligencia general.
• En la misión de promover la inteligencia general de los individuos, la educación
del futuro debe utilizar los conocimientos existentes, superar las antinomias
provocadas por el progreso en los conocimientos especializados (cf. 2.1) a la vez
que identificar la falsa racionalidad.
ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA
• La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la
condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de
los humanos donde quiera que estén.
• La importancia de la hominización es capital para la educación de la condición
humana, porque ella nos muestra como la animalidad y la humanidad constituyen
juntas nuestra humana condición.
• La hominización desemboca en un nuevo comienzo. El homínido se humaniza. Desde
allí, el concepto de hombre tiene un doble principio: un principio biofísico y uno psico-
socio-cultural, ambos principios se remiten el uno al otro.
ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA
• La educación del futuro deberá velar por que la idea de unidad de la especie humana
no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de la unidad. Existe
una unidad humana. Existe una diversidad humana. La unidad no está solamente en
los rasgos biológicos de la especie homo sapiens.
• La diversidad no está solamente en los rasgos psicológicos, culturales y sociales del
ser humano.
• En el campo individual, hay una unidad/diversidad genética. Todo humano lleva
genéticamente en sí la especie humana e implica genéticamente su propia
singularidad anatómica, fisiológica.
ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA
La democracia supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas.
El respeto de la diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura de la
mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las minorías y contestatarios a la
existencia y a la expresión, y debe permitir la expresión de las ideas heréticas y marginadas.
La democracia necesita tanto conflictos de ideas como de opiniones que le den vitalidad y
productividad. Pero la vitalidad y la productividad de los conflictos sólo se pueden expandir en la
obediencia a la norma democrática que regula los antagonismos reemplazando las batallas físicas
por las batallas de ideas, y determina por la vía de los debates y las elecciones un vencedor
provisional de las ideas en conflicto, el cual, a cambio, tiene la responsabilidad de dar cuenta de la
realización de sus ideas.
CONCLUSIÓN