Está en la página 1de 15

ALLEGARNOS MÁS AL

SALVADOR
POR EL ÉLDER NEIL L. ANDERSEN

DEL CUÓRUM DE LOS DOCE APÓSTOLES


AL PROCURAR CONOCER Y AMAR AL SALVADOR, NOS SEPARAMOS DEL
MUNDO MEDIANTE CONVENIOS CON DIOS, SIENDO DIFERENTES,
ATÍPICOS Y ESPECIALES, SIN AISLARNOS DE OTRAS PERSONAS QUE
TENGAN OTRAS CREENCIAS.
• Mis queridos hermanos y hermanas, esta noche me dirijo a los humildes y devotos seguidores de
Jesucristo. Al ver la bondad de sus vidas y su fe en nuestro Salvador aquí, en este país, y en las naciones
de todo el mundo, los amo aún más.
• Hacia el final de Su ministerio, los discípulos de Jesús le pidieron que les hablara acerca de la “señal
[…] de [Su segunda] venida y del fin del mundo”.
• En la última conferencia general escuché muy atentamente estas palabras del presidente Henry B.
Eyring: “Cada uno de nosotros, allí donde nos encontremos, sabe que vivimos en tiempos cada vez más
peligrosos […]. Todo el que tenga ojos para ver las señales de los tiempos y oídos para oír las palabras
de los profetas sabe que eso es verdad”
EL TRIGO Y LA CIZAÑA

• El Señor explicó que, en ese período final antes de Su regreso, el “trigo”, como Él describe a
“los hijos del reino”, crecería al lado de la “cizaña”, aquellos que no aman a Dios y no
guardan Sus mandamientos. Ambos “crecer[ían] juntamente”, lado a lado.
• Este será nuestro mundo hasta que el Salvador regrese, con mucho que es bueno y mucho
que es malo a cada lado.
• Quizás a veces no se sientan como una espiga de trigo fuerte y madura. Sean pacientes con
ustedes mismos.
• El Señor dijo que el trigo incluirá tiernas hierbas que brotan. Todos somos Sus Santos de los
Últimos Días y, aunque todavía no somos todo lo que queremos ser, somos serios en nuestro
deseo de ser Sus verdaderos discípulos.
FORTALECER NUESTRA FE EN JESUCRISTO
• Nos damos cuenta de que a medida que aumenta la
maldad en el mundo, nuestra supervivencia
espiritual, y la supervivencia espiritual de nuestros
seres queridos, requerirá que nutramos,
reforcemos y fortalezcamos más plenamente las
raíces de nuestra fe en Jesucristo.
• Hoy y los días venideros requieren un esfuerzo más
específico y concentrado, y que nos protejamos de
las distracciones y el descuido.
• Sin embargo, incluso ante las crecientes influencias
mundanas que nos rodean, no tenemos por qué
temer; el Señor nunca abandonará a Su pueblo del
convenio.
• Existe un poder compensatorio de dones espirituales y
guía divina para los justos.
• Sin embargo, esta bendición adicional de poder
espiritual no recae sobre nosotros simplemente porque
formemos parte de esta generación; llega cuando
fortalecemos nuestra fe en el Señor Jesucristo y
guardamos Sus mandamientos, cuando llegamos a
conocerlo y a amarlo.
• Como bien sabemos, tener fe en Jesucristo y ser un
verdadero discípulo es más que una decisión que se
toma una vez, más que un acontecimiento único. Es un
proceso sagrado y constante que crece y se expande a
lo largo de las estaciones de nuestra vida, que
continuará hasta que nos arrodillemos a Sus pies.
CON EL TRIGO CRECIENDO ENTRE LA
CIZAÑA DEL MUNDO,

¿CÓMO PODEMOS PROFUNDIZAR Y


FORTALECER NUESTRO COMPROMISO
CON EL SALVADOR EN LOS DÍAS
VENIDEROS?
SUMÉRJANSE EN LA VIDA DE
JESÚS
• Primero, podemos sumergirnos más completamente en la vida de
Jesús, en Sus enseñanzas, Su majestuosidad, Su poder y Su
sacrificio expiatorio.
• El Salvador dijo: “Mirad hacia mí en todo pensamiento”.
• El apóstol Juan nos recuerda: “Nosotros le amamos a él, porque él
nos amó primero”.
• A medida que experimentamos mejor Su amor, lo amamos todavía
más y, de manera muy natural, seguimos mejor Su ejemplo de
amar y cuidar a quienes tenemos a nuestro alrededor. Con cada
movimiento en rectitud que hacemos hacia Él, lo vemos con más
claridad.
• Lo adoramos y tratamos de imitarlo de maneras sencillas.
HAGAN CONVENIOS CON EL SEÑOR
• Luego, al conocer y amar mejor al Salvador, aumenta todavía más nuestro deseo de
prometerle nuestra lealtad y confianza. Hacemos convenios con Él; comenzamos con
nuestras promesas en el bautismo y confirmamos esas promesas y otras a medida que nos
arrepentimos diariamente, pedimos perdón y esperamos con anhelo recibir la Santa Cena
cada semana. Nos comprometemos “a recordarle siempre, y a guardar sus mandamientos”.

• Cuando estamos preparados, aceptamos las ordenanzas y los convenios del templo. Al
sentir la influencia de la eternidad en nuestros momentos sagrados y tranquilos en la Casa
del Señor, hacemos con alegría convenios con Dios y fortalecemos nuestra determinación
por cumplirlos.

• el presidente Russell M. Nelson dijo: [Nuestros] convenio[s] nos acercará[n] más y más a
Él […]. Dios no abandonará Su relación con aquellos que han forjado tal vínculo con Él”.
Y tal como el presidente Nelson dijo esta mañana de una manera tan hermosa: “Con la
dedicación de cada nuevo templo, el mundo recibe poder divino adicional para
fortalecernos y contrarrestar los esfuerzos del adversario, que se intensifican cada vez
más”.
¿PODEMOS VER POR QUÉ EL SEÑOR INDICARÍA A SU PROFETA
QUE ACERCARA MÁS LOS SANTOS TEMPLOS A NOSOTROS Y
NOS PERMITIERA ESTAR EN SU CASA MÁS A MENUDO?
• Al entrar en el templo, nos
liberamos por un tiempo de las
influencias mundanas que se
ciernen sobre nosotros mientras
aprendemos acerca de nuestro
propósito en la vida y los dones
eternos que se nos ofrecen por
medio de nuestro Salvador,
Jesucristo.
SALVAGUARDEN EL DON DEL ESPÍRITU
SANTO
• Finalmente, mi tercera idea: en este cometido sagrado, atesoramos,
protegemos, defendemos y salvaguardamos el don del Espíritu Santo.
• Tanto el presidente M. Russell Ballard, hoy más temprano, como el élder Kevin
W. Pearson, hace unos momentos, hablaron de la advertencia profética del
presidente Nelson que yo volveré a repetir: “[N]o será posible sobrevivir
espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante
del Espíritu Santo”.
• Este es un don que no tiene precio. Hacemos nuestro mejor esfuerzo por
proteger nuestras experiencias diarias, a fin de que la influencia del Espíritu
Santo permanezca con nosotros.
• Somos una luz al mundo y, cuando es necesario, elegimos voluntariamente ser
diferentes de los demás. El presidente Dallin H. Oaks preguntó recientemente a
los jóvenes adultos: “¿Se atreven [ustedes] a ser diferentes? […]. Las
decisiones que toman en su vida personal son [especialmente] importantes […].
¿Siguen adelante contra la oposición del mundo?”.
DECIDAN SER DIFERENTES DEL MUNDO
• En una reciente publicación en las redes sociales, pedí a mis condiscípulos que compartieran las decisiones que
habían tomado y que les exigían ser diferentes del mundo. Recibí cientos de respuestas. Estas son algunas de
ellas:
• Rachel: Soy cantante de ópera y a menudo se da por sentado que me pondré cualquier vestido que me den, sin
tener en cuenta la modestia. [Como he recibido la investidura], les dije [a los productores] que mi vestimenta
debía ser [modesta]. No estaban contentos […], pero hicieron las modificaciones, aunque de mala gana. No
cambiaría la paz que proviene de ser testigo de Cristo en todo momento.
• Lauren: Estaba escribiendo una breve obra con mis compañeros de la escuela secundaria. Querían que mi
personaje, tranquilo y reservado, tuviera un repentino arrebato de lenguaje vulgar. Me presionaron mucho, pero
me negué y me mantuve firme.
• Adam: Muchas personas no me creen cuando digo que guardo la ley de castidad y me abstengo de consumir
pornografía. No entienden la ventaja que suponen el gozo y la tranquilidad que siento por ello.
• El presidente Nelson ha dicho: “Sí, ustedes están viviendo en el mundo, pero tienen normas muy diferentes
del mundo para ayudarlos a evitar la mancha del mundo”
• Anastasia, una joven madre de Ucrania, estaba en el hospital
luego de haber dado a luz a un niño cuando comenzaron los
bombardeos en Kiev el pasado mes de febrero.
• Una enfermera abrió la puerta de la habitación del hospital y
dijo con voz urgente: “¡Tome a su bebé, envuélvalo en una
cobija y salga al pasillo ahora!”.
• “Ahora mismo […] puede parecer imposible llegar a
perdonar a quienes han causado tanta destrucción y daño […]
pero, como discípula de Cristo, tengo fe en que podré
[perdonar] […].
• “No sé todo lo que ocurrirá en el futuro […] pero sé que
guardar nuestros convenios permitirá que el Espíritu esté con
nosotros continuamente […] y eso nos permitirá sentir gozo
y esperanza, incluso en los momentos difíciles”
LA PROMESA DE VIDA ETERNA Y GLORIA
CELESTIAL
• Todos nosotros somos “hijos del convenio”, nos extendemos por toda la tierra, en naciones y
culturas en cada continente, y nos contamos por millones mientras esperamos el glorioso regreso de
nuestro Señor y Salvador.
• Al ser una luz brillante para quienes están a nuestro alrededor, damos forma conscientemente a
nuestros deseos, pensamientos, elecciones y acciones.
• Al procurar con todo el corazón conocer y amar al Salvador, nos separamos del mundo mediante
convenios con Dios, siendo diferentes, atípicos y especiales al honrarlo a Él y a Sus enseñanzas, sin
aislarnos de otras personas que tengan otras creencias .

También podría gustarte