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• Cielos Abiertos (5min.) Señor te damos gracias por este día, gracias por tu amor
y misericordia cada día, eres el Todopoderoso, bueno y maravilloso, hasta hoy has
sido fiel. Declaramos cielos abiertos en este grupo vida, creemos que hoy vamos a
recibir palabra de bendición para nuestra vida, desatamos milagros de
restauración, provisión y sanidad, en el nombre de Jesús, amén.
Dios nos ha dado fe para vencer toda imposibilidad en la vida. Las áreas donde
nuestra fe está establecida son las mismas áreas donde nuestra fe es fuerte. Si nuestra fe
no es establecida, seremos inestables. Hoy vamos a aprender cómo caminar en la fe
sobrenatural en el ahora.
La fe es la mente del Espíritu Santo revelada a los hombres para poder operar y
tener dominio sobre la dimensión natural del tiempo, espacio y materia.
Fe es la habilidad divina dada a los hombres para ir más allá del ámbito natural y
poder entrar en el ámbito sobrenatural.
La razón nunca va a estar del lado de la fe. Es más, la razón nos separa de la fe y
siempre quiere entender cómo y por qué suceden las cosas. Pero en Dios, primero se
cree y después se entiende.
2. La incredulidad
3. El temor
4. La vista
También le dijo Dios a Abraham: “A Sarai tu esposa, ya no la llamarás Sarai, sino que su
nombre será Sara”. —Génesis 17:15.
A pesar de los milagros que Dios realizó en su vida, Sara es uno de esos
personajes bíblicos tan parecido a nosotros que hasta nos hace sentir bien.
Ella forma parte de aquel grupo de seres humanos que intentamos hacer las cosas
como Dios manda, obedecemos algunas de sus órdenes, somos sumisos en algunas
ocasiones, disfrutamos de su poder en algunos momentos; pero que nos reímos (en
secreto o no tanto) en ciertas circunstancias, no creemos en sus promesas cuando nos
parecen fuera de nuestro alcance, intentamos ayudarlo cuando creemos que su poder es
ilimitado para todo, menos para nuestro caso.
Seguramente, como buena esposa, la influencia de Sara sobre Abraham debió de
haber sido grande. Por más que ella lo acompañó en su salida de Ur, por más que
compartió la mentira en Egipto, también fue ella quien lo convenció para que tomara a
Agar como su esposa, a fin de conseguir tener el hijo de la promesa.
Imagino que cuando aquel pequeño milagro en forma de bebé, llamado Isaac,
ocupó su antiguo seno estéril, se llenó de fe en el Señor. Una fe muy similar a la que
nosotros sentimos cuando el mensaje nos toca en una Semana de Oración, o en una
situación especial desde el punto de vista espiritual, que nos produce fuertes emociones.
Quizás, lo más importante de la caminata espiritual que la vida de Sara nos
enseña es que, a pesar de los altibajos, a pesar de la poca estabilidad espiritual, a pesa r
de todos los pesares, Dios nos mira con aquellos ojos que brillan por la luz de una suave
sonrisa dibujada en los labios, y con la misma voz que hace miles de años le anunció a
Abraham.
Y hoy nos dice: “Ustedes dejen de ser lo que son porque los voy a transformar en
príncipes y en princesas, que serán partícipes de las mayores bendiciones, de los
mayores milagros. Príncipes y princesas de un Reino de amor, con alcance eterno y
celestial”.
La ofrenda es siempre expresión de gratitud, gozo y amor por todas las bendiciones
que recibimos de parte del Señor
Den, y se les dará; se les echara en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y
desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. Lucas
6:38
De la manera como prepares el tiempo para tomar la ofrenda de esa manera que
den de esa misma manera recibirán, porque Dios supera con creces la nuestra pues es
Dios quien nos sorprende y nos bendice abundantemente cuando damos con
generosidad.
1) Sacrificio; si queremos recibir de parte del Señor debemos estar dispuestos a sacrificar.
3) Gracia, es la que obtenemos por medio de ella Dios nos habilita para actuar de forma
correcta.
Cuando damos cosecharemos los frutos del bien en nuestras vidas, hoy decidimos ser
ejemplo de amor y reciprocidad.
• HABLANDO CON PAPÁ (5 min.): Hoy queremos darte las gracias por la palabra
que nos has dado, la recibimos en mi corazón tus promesas y voluntariamente nos
comprometemos contigo a hacer lo que nos corresponde. Papá te presentamos
todas nuestras necesidades y peticiones personales, tu palabra dice: “Clama a mí,
y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
Jeremías 33:3. Creemos que nuestras oraciones serán contestadas, que aquí en
este lugar contaremos los milagros de sanidad, restauración familiar, de provisión,
financieros y aún más de lo que pedimos harás.
(Esta oración es un modelo, una dirección para sellar este tiempo, orando por os
presentes, sus necesidades y peticiones; por protección y activación de todos
en el Grupo Vida).