Escuchar es un acto de amor que requiere que nos preocupemos
más por lo que hay en el corazón de la otra persona que por el punto siguiente de nuestra agenda o plan. Pida a Nuestro Padre Celestial que le ayude a entender lo que digan los integrantes de la clase. A medida que preste atención detenidamente a los mensajes verbales y no verbales, llegará a entender mejor las necesidades, las inquietudes y los deseos de los participantes. El Espíritu le ayudará a saber cómo enseñarles, qué preguntas de seguimiento plantear y cómo ayudar a satisfacer sus necesidades.