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Unción de los enfermos

Santiago 5, 13-16
"¿Hay entre ustedes alguno desanimado? Que rece.
¿Está alguno alegre? Que cante himnos a Dios.

¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren
por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.

La oración hecha con fe salvará al que no puede levantarse;


el Señor hará que se levante; y si ha cometido pecados, se le perdonarán.

Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que
sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea
perseverante:"
La unción de los enfermos es un sacramento
que la Iglesia celebra en situación de
enfermedad, con el fin de significar la oferta y la
presencia de Dios en el momento del dolor, y
para mostrar la solidaridad de la Iglesia con el
mismo enfermo, en un momento en que
realmente se necesita. Además de pedir, que
de acuerdo a la voluntad de Dios el enfermo se
restablezca y recobre plenamente la salud.

«Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la
Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que
los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de
Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios».
¿por qué la enfermedad y la muerte?; si Dios está con los justos y
los ama, ¿por qué son estos los que muchas veces padecen,
mientras los injustos disfrutan de la vida?

La reflexión del pueblo y su fe lo llevaron a darse cuenta que el


mal, la enfermedad y la muerte no pueden ser atribuidas a Dios.
Tienen su origen en la historia humana y son consecuencias del
pecado, de manera particular del pecado original
¿Es entonces el
pecado un castigo?

«Israel experimenta que la


enfermedad, de una manera
misteriosa, se vincula al pecado y al
mal; y que la fidelidad a Dios, según
su Ley, devuelve la vida: «Yo, el
Señor, soy el que te sana» (Ex.15,
26).» CIC 1502
El sufrimiento no es un absurdo, tiene sentido porque sufre cargando los pecados de
los demás convirtiéndose ante el dolor en oblación y servicio, porque tiene como
motivo principal el amor; y porque confía en que no acabará en la muerte, sino con la
victoria y el triunfo en la resurrección, como sucedió con Jesús.
La enfermedad será
vencida y Dios hará
justicia, y el justo vivirá aún
después de la muerte.

El sufrimiento humano
suscita compasión,
suscita también respeto, y
a su manera atemoriza.
En efecto, en él está
contenida la grandeza de
un misterio específico.
LA UNCIÓN COMO SACRAMENTO

En el Nuevo Testamento nos encontramos no


solo con la enseñanza de Jesús respecto a la
enfermedad y al dolor, sino con su actitud ante
estos. Podemos ver como Jesús no quiere
aparecer como curandero, ni mago y mucho
menos hacer gala de su compasión con los
necesitados para recibir aplausos.

● Los milagros de Jesús, más en concreto sus curaciones


son signos mesiánicos
● manifiestan la actitud de Cristo ante los enfermos, actitud
de lucha y liberación, de cercanía y de consuelo.
● son además signos que fundamentan la esperanza, de
que el mal está vencido, por la victoria sobre el pecado
La Unción,
Es para los enfermos y
no los moribundos

«Esta Unción santa de los enfermos fue instituida por Cristo nuestro
Señor como un sacramento del Nuevo Testamento, verdadero y
propiamente dicho, insinuado por Marcos (Mc.6, 13), y recomendado a
los fieles y promulgado por Santiago, apóstol y hermano del Señor
(Sant.5, 14-15; DS.1695.).» CIC 1511
Este sacramento se aplicó a lo largo de muchos años, a personas que estaban a
punto de morir, por tal motivo se asocia con la muerte, tanto así que hasta antes
del Concilio Vaticano II formaba parte de los “Ritos Finales”, y se le conocía como
“Extrema Unción”

Esto causaba un rechazo natural a participar del sacramento pues el enfermo


lo identificaba con la inminencia de la muerte.

Hoy el Concilio y la Renovación Litúrgica y Pastoral le han devuelto el sentido


pretendido por Jesús y que está expresado en la Carta de Santiago

De manera que la unción es para los enfermos y no solo para los moribundos. «El
Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los
pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo, quiso que su Iglesia continuase,
con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso en sus
propios miembros. Esta es la finalidad de los dos sacramentos de curación: del
sacramento de la Penitencia y de la Unción de los enfermos.»
Quienes la pueden recibir:
● Enfermo con un padecimiento grave
● Las personas ancianas, aun estando con salud
● Mujeres que están prontas a dar a luz

El sacramento de la unción de los enfermos es un sacramento que


da fuerza al enfermo (o al anciano) y en la medida en que es
voluntad de dios, puede restablecerlo totalmente.

«el sacramento de la unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia
especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de
enfermedad grave o de vejez.» CIC 1527
Requisitos para recibir la unción:
● Cumplir los requisitos anteriores ( embarazo, cirugía, tercera edad)
● Estar confesados (para quien aún puede confesarse, si no puede por
padecimiento se omite)
● Estar en estado de gracia
● Capacidad de pedirlo
● Capacidad de que la familia la pide.

Oleo de los catecúmenos y Óleo de los enfermos


se bendicen en la semana santa, por el arzobispo. reúne a los sacerdotes en
una fecha durante la pascua, y después les distribuye a las parroquias.

Se ungen las manos y la frente y se dice una oración mientras se aplica el


sacramento.
● Recordando lo que dice el apóstol Santiago sobre este sacramento, la oración,
debe ser hecha con fe, tanto por aquel que ora como por aquel sobre quien se
ora.

● el sacramento de la Unción es un sacramento que ha de tener carácter


comunitario y participativo. De manera ordinaria, salvo que las circunstancias lo
impidan, la familia debe participar de este momento y todos orar con fe

● Por otro lado, es importante que se respete la libertad del enfermo y que no se
aproveche este momento para “forzarlo” a recibir el sacramento. Recordemos
que este sacramento por muchos años ha estado ligado a la muerte y esto causa
un rechazo del enfermo.

● La preparación al sacramento es una gran oportunidad para la


evangelización desde la misericordia de Dios, que envió a su Hijo a
salvarnos y a darle sentido al sufrimiento humano.
Si el paciente está cerca de la muerte no debemos engañarle haciéndole creer que
todo anda bien. Se trata de un tiempo de suma importancia para que el paciente se
prepare ante Dios. ¡Se está decidiendo su vida eterna! El enfermo debe recibir la
Confesión y la Comunión con frecuencia si está en condiciones de hacerlo.

La Unción de los enfermos se debe recibir tan pronto se sepa que hay enfermedad
seria. Hay que explicar que este sacramento no es solo para pacientes
desahuciados. No es sólo para ayudar el bien morir. Al entregarnos en las manos de
Dios estamos abiertos a la curación o, si Dios lo permite, a llevar la cruz de la
enfermedad con gracia y para nuestro mayor bien.

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