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Il Microrrelato Ispanico
Il Microrrelato Ispanico
M.A. Garribba
LUMSA
Letteratura spagnola I
LOS NOMBRES
Pero ¿cuál es, en síntesis, la razón por la que este texto tiene tal persistencia en la memoria colectiva? Después de leer los
trabajos dedicados a su estudio, podríamos señalar al menos diez elementos literarios:
1) la elección de un tiempo gramatical impecable (que crea una fuerte tensión narrativa) y la naturaleza temporal de casi
todo el texto (cuatro de siete palabras),
2) una equilibrada estructura sintáctica (alternando tres adverbios y dos verbos),
3) el valor metafórico, subtextual, alegórico, de una especie real pero extinguida (los dinosaurios) y la fuerza evocativa del
sueño (elidido),
4) la ambigüedad semántica (¿quién despertó? ¿dónde es allí?),
5) la pertenencia simultánea al género fantástico (uno de los más imaginativos), al género de terror (uno de los más
ancestrales) y al género policiaco (a la manera de una adivinanza),
6) la posibilidad de partir de este minitexto para la elaboración de un cuento de extensión convencional (al inicio o al final),
7) la presencia de una cadencia casi poética (contiene un endecasílabo); una estructura gramatical maleable (ante cualquier
aforismo),
8) la posibilidad de ser leído indistintamente como minicuento (convencional y cerrado) o como micro-relato (moderno o
posmoderno, con más de una interpretación posible),
9) la condensación de varios elementos cinematográficos (elipsis, sueño, terror)
10) la riqueza de sus resonancias alegóricas (kafkianas, apocalípticas o políticas).
D E F I N I C I Ó N Y R A S G O S ( V I O L E TA R O J O )
a) Son muy breves, no llegan por lo común a las dos páginas impresas, aunque lo más
frecuente es que tengan una sola página.
b) Pueden o no tener un argumento definido. Cuando no lo tienen es porque el
argumento está implícito y necesita de la intervención del lector para completarse.
c) Suelen poseer lo que se llama “estructura proteica”, esto es, pueden participar de las
características del ensayo, de la poesía, del cuento más tradicional y de una gran cantidad
de otras formas literarias: reflexiones sobre la literatura y el lenguaje, recuerdos,
anécdotas, listas de lugares comunes, de términos para designar un objeto, fragmentos
biográficos, fábulas, palíndromos, definiciones a la manera del diccionario,
reconstrucciones falsas de la mitología griega, instrucciones, descripciones geográficas
desde puntos de vista no tradicionales,….
CARATTERISTICHE ESSENZIALI
Minificciones:
He visto ayer por una ventana un tiesto lleno de lilas y de rosas pálidas, sobre un
trípode. Por fondo tenía uno de esos cortinajes amarillos y opulentos, que hacen
pensar en los mantos de los príncipes orientales. Las lilas recién cortadas resaltaban
con su lindo color apacible, junto a los pétalos esponjados de las rosas té.
Junto al tiesto, en una copa de laca ornada con ibis de oro incrustado, incitaban a la
gula manzanas frescas, medio coloradas, con la pelusilla de la fruta nueva y la
sabrosa carne hinchada que toca el deseo; peras doradas y apetitosas, que daban
indicios de ser todas jugo, y como esperando el cuchillo de plata que debía rebanar la
pulpa almibarada; y un ramillete de uvas negras, hasta con el polvillo ceniciento de
los racimos acabados de arrancar de la viña.
Acerquéme, vilo de cerca todo. Las lilas y las rosas eran de cera, las manzanas y las
peras de mármol pintado, y las uvas de cristal.
¡Naturaleza muerta!
I PRECURSORI
I N S PA G N A E A M E R I C A L AT I N A
Las cinco damas de una corte llena de color y poesía, enamoradas las
cinco de un joven misterioso que ha llegado a ella de lejanas tierras. Lo
rondan, lo cercan y se ocultan mutuamente su amor. Pero el joven no les
hace caso. El joven pasea el jardín enamorando a la hija del jardinero,
joven con la piel tostada y de ninguna belleza, aunque sin fealdad, desde
luego. Las otras damas lo rondan y averiguan de qué se trata e,
indignadas, tratan de matar a la joven tostada, pero cuando llegan ya
está ella muerta con la cara sonriente y llena de luz y aroma exquisito.
Sobre un banco del jardín encuentran una mariposa que sale volando y
las ropas del joven.
LEOPOLDO LUGONES (1874-1938)
En un jardín florentino del Cinquecento, dos nobles damas hacían a un viejo profesor, consultas
mitológicas. –Lo que no alcanzo a explicarme –dijo la primera, casada por cierto, aunque tierna a la vez
para un hermoso amigo– es como pudo la antigüedad justificar a Helena. El destino era un agente
cómodo a la verdad. Su interlocutora añadió: –El hipócrita Eurípides llega hasta sostener su virtud, cara
Verónica. Entonces intervino el consultor: –Todo es natural, explicable y discreto –dijo–. Teseo, un rey,
fue el primer raptor y amante de Helena. Después fue su marido Menelao, otro rey. Después la amo
Paris, hijo de rey. Luego Deifobo, hermano de Paris. Luego otra vez Menelao. Luego la sombra elísea
de Aquiles, también rey. Esto la justifica. Mezclar su sangre con la de cinco reyes, es una gloria. Por
eso el yugo del himeneo es ligero para los reyes. En cambio, unirse con plebeyos, es mancharse otras
tantas veces. No solo regocija, sino que ennoblece las ideas, calmar con diversos selectos vinos, la sed
de un banquete. El borgoña no perjudica al chipre, ni este al malvasía. En cambio, el agua turbia causa
más daño cuanto mas se la bebe. En algo se ha de diferenciar, señoras mías, el noble del plebeyo
J U L I O T O R R I ( M É X I C O , 1 9 1 8 )
V I C E N T E H U I D O B R O ( C H I L E , 1 8 9 3 - 1 9 4 8 )
Maria Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga. Se
casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas,
reglamentadas como árboles de paseo.
Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía
soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos.
Ella no podia comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad.
María era fiel, perfectamente fiel. . . ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no
comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba
a su amante.
¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer
consigo?
Así, cuando el marido cogió el revolver, ella abrió los ojos enormes, no asustados, sino
llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo.
Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar
a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue feliz,
muy feliz, sintiendo sólo que es un poco zurda.
JORGE LUIS BORGES (BUENOS AIRES 1899-1986)
La trama
Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por los
impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de
Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú
también, hijo mío! Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve
siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es
agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con
mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no
leerlas): !Pero, che! Lo matan y no sabe que muere para que se repita una
escena.
I “CLASSICI” DEL MICRORRELATO
Lo maté porque me dolía la cabeza. Y él venga hablar, sin parar, sin descanso, de cosas
que me tenían completamente sin cuidado. La verdad, aunque me hubiesen importado.
Antes, miré mi reloj seis veces, descaradamente: no hizo caso. Creo que es una atenuante
muy de tenerse en cuenta
Cuando se emborrachaba lo romp ía doto, a palos, dando vueltas. Aquella sopera era lo único
que me quedaba de mi mamá. ¡Que hubiese acabado con lo demás, pero con la sopera, no! No
fue con un picahielo, señor. Con la plancha.