humanos es microscópico. El ácaro hembra se esconde justo debajo de la piel y hace un túnel donde deposita los huevos. Los efectos de los aradores en la inmunidad, pueden llevar a la inoculación de la piel con bacterias, lo que conlleva el desarrollo de impétigo (llagas en la piel), especialmente en las regiones tropicales. Se pueden encontrar indicios de daño renal agudo en hasta el 10% de la población con infestación por sarna en contextos de escasos recursos. Los humanos pueden tener reacciones cutáneas temporales por el contacto con los ácaros de la sarna de los animales.