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Universidad Nacional de Asunción

Facultad de Ciencias Económicas


Filial Caacupé

Juicio de Quiebra
Docente: Abog. Laura Marecos
Convocación de Acreedores y Quiebras

UNIDAD 5

JUICIO DE QUIEBRA
Concepto
Es un proceso especial, de carácter universal, único,
de ejecución colectiva forzosa, que tiene por objeto
realizar, liquidar y distribuir el patrimonio del fallido y
con las sumas obtenidas, satisfacer a los acreedores
manteniendo el principio de que patrimonio del deudor
es la prenda común de sus acreedores, la pars condictio
creditorum y respetando las causas legitimas de
preferencias.
Es un proceso especial, de carácter universal, único,
de ejecución colectiva forzosa, que tiene por objeto
realizar, liquidar y distribuir el patrimonio del
fallido y con las sumas obtenidas, satisfacer a los
acreedores manteniendo el principio de que
patrimonio del deudor es la prenda común de sus
acreedores, la pars condictio creditorum y respetando
las causas legítimas de preferencias.
Características
1-Es de orden Público
2-Es universal
3-Ejerce fuero de atracción
4-Es de carácter eminentemente voluntario
5-Es un juicio especial
Es de orden Público:

Porque legisla una materia que es


de orden público y sus
disposiciones no pueden ser
modificadas por voluntad de las
partes.
Es universal:
Porque tiene por objeto la liquidación
integral del patrimonio de deudor,
considerado en su universalidad jurídica.
Comprende a todos los acreedores del
deudor, cualquiera sea la naturaleza de sus
créditos, fecha de vencimiento, calidad y
origen.
Ejerce fuero de atracción ya que alcanza a
todos los juicios de contenido económico
patrimonial donde el fallido es parte, como
actor o demandado.

Es de carácter eminentemente voluntario


aunque también tiene etapas contenciosas,
como por ejemplo la de verificación de los
créditos.
Es un juicio especial
Porque su tramitación está regida por
disposiciones procesales especiales,
contenidas en la Ley de quiebras, por lo que
se halla excluido de las normas generales
que rigen el procedimiento ordinario. Es la
razón por la cual la ley de quiebras es una de
carácter dual, de fondo y de forma.
Objeto
Tiene por objeto, realizar y liquidar en un
procedimiento único los bienes de una persona
natural o jurídica, sea o no comerciante, que
hubiese sido declarada en quiebra. Comprende
todos sus bienes, derechos, acciones y
obligaciones, salvo aquellos que fueren
expresamente exceptuados por la ley.
Intervención del Ministerio Público

El agente fiscal será parte en los juicios de


convocación y quiebra, a efecto de prevenir o
perseguir todo dolo o fraude o violación de las
disposiciones legales.
El síndico, el agente fiscal, el deudor y los
interesados en el juicio estarán obligados
a comparecer en secretaría del juzgado
entendido en la causa, a los efectos
legales, los días designados, desde el día
siguiente de su primera presentación al
juzgado o del conocimiento que
tuviesen de la convocación o de la
quiebra.
Se considerarán que los interesados tienen
conocimiento desde la primera
notificación expresa que hubiesen
recibido o desde la fecha del
vencimiento de las publicaciones
respectivas. No podrán alegar en ningún
caso, que no tuviesen conocimiento de
tales publicaciones.
Quiebra póstuma
Artículo 4º. Si un deudor muriere en estado de
insolvencia, sus herederos o acreedores podrán
pedir la declaración de su quiebra, siempre que
la solicitud sea presentada dentro de los seis
meses siguientes al día del fallecimiento.
La declaración de quiebra póstuma producirá de
derecho el beneficio de la separación del
patrimonio a favor de los acreedores del difunto.
Las disposiciones de la quiebra se aplicarán solo al
patrimonio del causante de la sucesión.
Los herederos del difunto podrán continuar la
convocación de acreedores que él hubiese iniciado
o iniciarla dentro de los seis meses contados desde
el día de su fallecimiento.
Quiebra de Sociedades
Colectivas
Artículo 5º. La quiebra de las sociedades anónimas o de
responsabilidad limitada no podrá ser declarada después
de terminada su liquidación.
Artículo 6º. Las sociedades en liquidación podrán
obtener la convocación de sus acreedores o ser declaradas
en quiebras. Podrán, igualmente, ser declaradas en
quiebras las sociedades irregulares.
Artículo 7º. La declaración de quiebra de una
sociedad produce la de sus socios de
responsabilidad ilimitada.
Todas las quiebras se tramitarán separadamente ante
un mismo juzgado.
La quiebra de un socio no produce la de la
sociedad a que pertenece. La parte que el fallido
tenga en el activo social corresponde a los
acreedores sociales, con preferencia a los
particulares del socio.
La misma disposición es aplicable al caso en que
un individuo sea miembro de dos o más
sociedades de las cuales una es declarada en
quiebra.
Artículo 15º. Esta decisión será inapelable.
(Artículo 15º. La solicitud de convocación de
acreedores o de declaración de quiebra de las
sociedades y de las asociaciones será
formulada por intermedio de sus
representantes legales y autorizadas en los
casos de asociaciones, sociedades anónimas,
cooperativas y de responsabilidad limitada, por
asamblea de asociados, accionistas o socios).
Dicho plazo comenzará a computarse desde el
día siguiente al de la última publicación del
edicto:
•La comunicación al Registro General de
Quiebras:
•La intervención del Ministerio Público, y
•La publicación de edicto, en la forma prevista
en el Artículo siguiente.
DE LAS PEQUEÑAS
QUIEBRAS
El régimen de las pequeñas quiebras se
halla establecido en nuestro
ordenamiento jurídico, en favor de
aquellos comerciantes de pequeñas
escala económica, con un procedimiento
especial.
Tiene como objeto principal evitar que
los gastos del juicio insuman todo el
activo, en cuyo caso los acreedores
dejan de percibir sus créditos y
fácilmente la quiebra se convierte en
insuficiente, debiendo seguirse el
procedimiento de la quiebra dolosa,
aparte de la abrumadora tarea que
implica mover toda la maquinaria
judicial, la más de las veces sin ningún
resultado práctico.
Cuando el activo del deudor no exceda
de cincuenta mil guaraníes y su pasivo
de doscientos mil guaraníes, o de las
sumas que periódicamente fuesen
fijadas por acordadas de la Corte
Suprema de Justicia, se aplicará al
concurso el régimen de esta ley con las
siguientes normas:
1. El procedimiento establecido para la convocación
será un preliminar obligatorio de la quiebra, ya se
trate de deudor civil o comerciantes.
2. Para la aceptación de un concordato bastará la
mayoría de votos acreedores presentes que
representen la mayoría de capital, computados en la
forma establecida en el Artículo 46. El concordato
podrá disponer una quita hasta el 70% y un plazo
máximo de espera de dos años; y
3. Bastará que las publicaciones de edicto ordenadas
por esta ley se hagan en un diario de gran circulación.
Actualmente el régimen se rige por la
Acordada Nº 52 del 26 de noviembre
de 1985, en la que se establece que la
cantidad de Activo no debe ser
superior al equivalente a 500 jornales
mínimos legales para actividades
diversas no especificadas en la Capital
de la República y el Pasivo no superior
a los 1500 jornales mínimos legales
para actividades diversas no
especificadas en la Capital de la
República.
QUIEBRA DE LAS EMPRESAS DE
SERVICIOS PUBLICOS
Las sociedades que explotan servicios públicos
pueden ser declaradas en quiebra.
O La declaración de quiebra de una empresa
unipersonal o societaria que presta un servicio
público, no interrumpirá el servicio de que se
trate.
No obstante, podrán suspenderse en tales
empresas las obras que estuviesen en
construcción, siempre que esta suspensión
no cause perjuicio al funcionamiento
regular de la parte que se encuentre en
explotación.
Notificada la quiebra a la persona de derecho
público concedente del servicio, designará ésta
un interventor que le represente y asista a la
ocupación e inventario de los bienes de la
empresa fallida, realizados por el síndico.
Tendrá este derecho aunque no fuese acreedora.
La explotación de la empresa continuará bajo la
dirección del síndico y con el contralor del
interventor nombrado según lo dispuesto en el
Artículo anterior. El juzgado nombrará un
consejo asesor formado por un representante de
la empresa fallida, otro de los acreedores, otro
del personal de la empresa, bajo la presidencia
del interventor ya designado.
Los acreedores designarán al miembro que
haya de representarlos en asamblea convocada
y presidida por el juez de la quiebra, por
simple mayoría de votos presentes, que
presente mayoría de capital.

Si se dividiera la mayoría entre los votados, el


juez designará al que haya reunido mayor
suma de capital.
El síndico procederá en época oportuna a la
liquidación y aplicará a las disposiciones de
esta ley en lo que fuese posible.
TRATADO DE DERECHO
COMERCIAL TERRESTRE
INTERNACIONAL DE
MONTEVIDEO
1939/ 1940.
Ratificado por Ley Nº 266
del 19 de julio de 1955
Resultado del Segundo Congreso de
Derecho Internacional Privado,
celebrado en Montevideo, en los años
1939/1940 ha sido el Tratado de
Derecho Comercial Internacional, que
establece el régimen internacional de la
quiebras, en sus artículos 40 al 53.
Dicho Tratado integra nuestro derecho positivo
nacional, en grado de jerarquía superior a la ley
interna, conforme así lo tiene establecido el art.
137(Primera Parte) de nuestra Carta Magna, de
1992, que expresa:
¨La Ley suprema de la Republica es la
Constitución. Esta, los tratados, convenios y
acuerdos internacionales aprobados y ratificados,
la leyes dictadas por el Congreso y otras
disposiciones jurídicas de inferior jerarquía,
sancionadas en consecuencia, integran el derecho
positivo nacional en el orden de prelación
enunciado¨.
Por ley Nº 266 del 19 de julio de 1955,
fue ratificado por Paraguay el Tratado ut
supra, habiéndose hecho el depósito de la
ratificación, en Montevideo, el día 29 de
enero de 1958.

Los países que han suscrito dicho tratado


fueron; Paraguay, Argentina y Uruguay.
4º Otras disposiciones jurídicas de
inferior jerarquía
3º Las leyes dictadas por el
Congreso
2º LOS TRATADOS,
CONVENIOS Y
ACUERDOS
INTERNACIONALES
APROBADOS Y
RATIFICADOS

Constituci
ón
Nacional
Orden de Prelación
El Tratado de 1940 contempla la hipótesis
de que exista una pluralidad de juicios de
quiebras, por una parte, y bienes del deudor
situados en el territorio de otro Estado en el
cual no se ha declarado la quiebra, el
concurso civil u otro procedimiento
análogo. En este supuesto, los bienes
concurrirán a la formación del activo de la
quiebra cuyo juez hubiere prevenido
En caso de pluralidad de juicios, los Tratados
de Montevideo coinciden en reconocer
competencia al juez en cuya jurisdicción está
domiciliado o reside el deudor, para la
adopción de medidas de carácter civil que
afecten personalmente al fallido.
La rehabilitación en el Tratado de 1940 es
única, pronunciada por el juez del domicilio del
fallido, goza efectos extraterritoriales y se
opera de pleno derecho en los demás Estados
signatarios.
Art. 40. Son jueces competentes para declarar
la quiebra, los del domicilio del comerciante o de
la sociedad mercantil, aun cuando practiquen
accidentalmente actos de comercio en otro u
otros Estados, o tengan en alguno o algunos de
ellos, agencias o sucursales que obren por cuenta
y responsabilidad del establecimiento principal.
Art. 41. Si el fallido tiene dos o
más casas comerciales
independientes en distintos
territorios, serán competentes para
conocer del juicio de quiebra de
cada una de ellas, los jueces o
tribunales de sus respectivos
domicilios.
Art. 42. La declaración de quiebra y demás actos
concernientes a ella cuya publicación esté
prescripta por las leyes del Estado en donde la
quiebra ha sido declarada se publicarán en los
Estados en donde existan agencias, sucursales o
establecimientos del fallido, sujetándose a las
formalidades establecidas por las leyes locales.

Este artículo se aplica tanto para procesos únicos


como para pluralidad de proceso.
Art. 43. Declarada la quiebra en un Estado, las
medidas preventivas de seguridad y
conservación dictadas en el respectivo juicio,
se harán también efectivas sobre los bienes que
el fallido tenga en los otros Estados, con
arreglo a las leyes locales.

Art. 44. Una vez cumplidas las medidas


preventivas por medio de las respectivas cartas
rogatorias, el juez exhortado hará publicar
durante treinta días en los lugares donde el
fallido posea bienes, avisos en los cuales se dé
a conocer el hecho de la declaración de quiebra
y las medidas que se hubieren dictado.
Art. 45. Los acreedores locales podrán, dentro
del término de sesenta días, contados a partir
de la última publicación a que se refiere el
artículo anterior, promover en el respectivo
Estado un nuevo juicio de quiebra contra el
fallido, o concursado civilmente si no
procediese la declaración de quiebra.

En tal caso, los diversos juicios de quiebra se


seguirán con entera separación y serán
aplicadas, respectivamente, en cada uno de
ellos, las leyes del Estado en donde el
procedimiento se radica.
Asimismo, se aplicarán las leyes
correspondientes a cada juicio distinto y
separado para todo lo concerniente a la
celebración de concordatos preventivos u otras
instituciones análogas.

Todo ello sin perjuicio del cumplimiento de las


medidas a que se refiere el art. 43, de lo
dispuesto en el art. 47, de este título y de las
oposiciones que puedan formular los síndicos o
representantes de la masa de acreedores de los
otros juicios.
Art. 46. Entiéndase por acreedores locales que corresponden a la
quiebra declarada en un Estado, aquellos cuyos créditos deben
satisfacerse en dicho Estado.

Art. 47. Cuando proceda la pluralidad de los juicios de quiebra,


según lo establecido en este título, el sobrante que resultare en un
Estado a favor del fallido, quedará a disposición del juez que conoce
de la quiebra en el otro, debiendo entenderse con tal objeto los jueces
respectivos.
Art. 48. En el caso de que se siga un solo juicio
de quiebra, porque así corresponda según lo
dispuesto en el art. 40, o porque los titulares de
los créditos locales no hayan hecho uso del
derecho que les concede el art. 45, todos los
acreedores del fallido presentarán sus títulos y
harán uso de sus derechos de conformidad con
la ley y ante el juez o tribunal del Estado que
ha declarado la quiebra.
En este caso, los créditos localizados en un
Estado tienen preferencia con respecto a los de
los otros, sobre la masa de bienes
correspondientes al Estado de su localización.
Art. 49. La autoridad de los síndicos o
administradores de la quiebra única, cualquiera
que sea su denominación o la de sus
representantes, será reconocida en todos los
Estados contratantes.

Podrán tomar medidas conservativas o de


administración, comparecer en juicio y ejercer
las funciones y derechos que les acuerdan las
leyes del Estado en donde fue declarada la
quiebra pero la ejecución de los bienes situados
fuera de la jurisdicción del juez que entiende en
el juicio, deberá ajustarse a la ley de la
situación.
Art. 50. Aun cuando exista un solo, juicio de
quiebra, los acreedores hipotecarios o
prendarios, anteriores a la fecha de la definitiva
cesación de pagos, podrán ejercer sus derechos
ante los jueces del Estado en donde están
radicados los bienes hipotecados o dados en
prenda.

Art. 51. Cuando exista pluralidad de juicios de


quiebra, los bienes del deudor situados en el
territorio de otro Estado en el cual no se
promueva juicio de quiebra, concurso civil u
otro procedimiento análogo, concurrirán a la
formación del activo de la quiebra cuyo juez
hubiere prevenido.
Art. 52. En el caso de pluralidad de quiebras, el juez o
tribunal en cuya jurisdicción esté domiciliado el fallido
será competente para dictar todas las medidas de carácter
civil que le conciernan personalmente.

Art. 53. Las reglas referentes a la quiebra, serán


aplicables, en cuanto corresponda, a las liquidaciones
judiciales, concordatos preventivos, suspensión de
pagos u otras instituciones análogas contenidas, en las
leyes de los Estados contratantes.
 
El art. 53 del Tratado de 1940 dispone que las
reglas referentes a la quiebra serán aplicables,
en cuanto corresponda, a las liquidaciones
judiciales, concordatos preventivos, suspensión
de pagos y otras instituciones análogas
contenidas en las leyes de los Estados
contratantes.
Partiendo del reconocimiento de la
competencia de los jueces del domicilio
comercial del fallido, han reconocido,
principalmente la extraterritorialidad de un
aspecto del instituto: la declaración del estado
de quiebra, la que gozará de eficacia ipso jure
(en el acto o inmediatamente), sin necesidad de
someterla en cada Estado a requisitos o
exigencias de ninguna clase.

Ello satisface según algunos autores, el primer


principio aplicable a la Quiebra Internacional,
que versa: “quien es fallido en un Estado deber
serlo en los Demás”
Esa competencia del juez del domicilio
comercial rige aún cuando el comerciante
practique actos de comercio aislados o tenga
sucursales, es decir casas con dependencia
jurídica y económica de la matriz. Según las
Actas del Congreso de Montevideo, el criterio
revelador de la dependencia o independencia
de una sucursal respecto de la casa central es
económico.

Este criterio, sin embargo, no excluye otros


indicios reveladores o signos objetivos que
contribuyan a crear razonablemente el
convencimiento general de los acreedores
locales respecto del carácter de dependiente o
independiente de una sucursal.

Convocación de Acreedores y Quiebras


Una vez declarada la quiebra en un Estado, las
medidas preventivas de seguridad y
conservación dictadas en el juicio se harán
efectivas sobre los bienes que el fallido tenga
en otros Estados. Una vez cumplidas dichas
medidas el Juez exhortado deberá publicar
durante treinta días en los lugares donde el
fallido tenga bienes, avisos en los que hará
conocer la declaración de la quiebra y las
medidas adoptadas.

Exhorto: Se denomina exhorto, en Derecho procesal, a una solicitud en el


marco de un procedimiento judicial por la cual un juez o un tribunal, en uso
de sus funciones, se dirige hacia otro juez o tribunal de su misma jerarquía, a
efectos que el juez destinatario ejecute un acto procesal necesario para el
litigio a cargo del juez remitente.
En este caso se seguirá un solo
juicio de quiebra, y todos los
acreedores del fallido
presentarán sus títulos y harán
uso derechos de conformidad
con la ley y ante el juez del
Estado que haya declarado la
quiebra,
Casas comerciales Independientes:
“Si el fallido tiene dos o más casas comerciales
Independientes en distintos territorios, serán
competentes para conocer el juicio de quiebra
de cada una de ellas, los jueces o tribunales de
sus respectivos domicilios.”

“En este supuesto se refieren a filiales, que a


diferencia de las sucursales tienen dependencia
a nivel jurídico de la central, pero son
independientes a nivel económico”, señala
Ricardo R. Palestra.

Convocación de Acreedores y Quiebras


El Tratado de Montevideo de 1940 extiende la aplicación de las
diferentes leyes a las materias de concordatos preventivos u otras
análogas, sin perjuicios de las medidas preventivas o de los que
dispone más adelante en materia de sobrantes o de la intervención que
corresponda a los Síndicos.
Quiebra Directa e Indirecta
Se llama quiebra directa a aquella que se declara de
manera directa a pedido del propio deudor, de sus
herederos o de alguno de sus acreedores, sin que haya
pre existido un juicio de convocación de
acreedores, o este ha sido dejado sin efecto por
algunas de las caudas previstas en la ley.
Quiebra Indirecta
Se llama así a aquella que sobreviene
en los casos en que habiendo
preexistido un juicio de convocación
de acreedores no se haya llegado a
la aprobación y homologación de
un concordato.
El auto declarativo de este tipo de
quiebra debe contener las
disposiciones mencionadas en la Ley.
Artículo 67. En los casos previstos en el Artículo 50 el auto de declaración
de quiebra dispondrá:
1. La orden de asegurar todos los bienes y derechos cuya administración y
ejercicio se prive al fallido y de ocupación y ejercicio de los mismos por el
síndico.
2. La retención de la correspondencia del deudor.
3. La inhibición general del fallido para la disposición y administración de sus
bienes, la que se inscribirá en el registro correspondiente.
4. La determinación de si el deudor es o no comerciante.
El deudor comerciante Artículos 64 y 65 de la ley
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Artículo 64. El acreedor que solicite la quiebra de su deudor


comerciante presentará la prueba del incumplimiento de
una o más obligaciones exigibles y líquidas, o la de otro
hecho revelador de la insolvencia.
Cuando el pedido de quiebra se funde en un
incumplimiento, el acreedor no podrá formularlo antes de
haber transcurrido diez días desde la fecha del protesto o
intimación notarial o judicial. El deudor comerciante podrá
ser declarado en quiebra aunque hubiese un solo acreedor.
Artículo 65.
Podrá pedir la quiebra del deudor no comerciante el
acreedor de deuda liquida y exigible cuyo título traiga
aparejada ejecución.
Probará la existencia de dos o más ejecuciones
promovidas contra el deudor por distintos acreedores
quirografarios, fundadas en obligaciones diversas y en
las cuales el deudor no hubiese satisfecho el
requerimiento del pago que se hubiese formulado.
El Auto de declaración de quiebra
Artículo 66. El juez a la mayor brevedad posible, oirá al
deudor a quien citará bajo apercibimiento de lo que se
dispone en este Artículo. Resolverá de inmediato, salvo que
haya dispuesto diligencias para mejor proveer, hubiese o no
comparecido el deudor en el plazo fijado, declarando la
quiebra si de los incumplimientos o hechos alegados
mencionados en el Artículo 64, o de las circunstancias
previstas en el Artículo 65 , surgieran la comprobación del
estado de insolvencia del deudor. En caso contrario,
rechazará el pedido.
Artículo 67.
En los casos previstos en el
Artículo 50 el auto de declaración
de quiebra dispondrá:

1. La orden de asegurar todos los


bienes y derechos cuya
administración y ejercicio se prive al
fallido y de ocupación y ejercicio de
los mismos por el síndico.
2. La retención de la correspondencia
del deudor.
3. La inhibición general del fallido
para la disposición y administración
de sus bienes, la que se inscribirá en
el registro correspondiente.
4. La determinación de si el deudor es o no
comerciante.

5. La designación como síndico de la quiebra al


de la convocación.

6. La publicación del edicto por el que se haga


saber la quiebra, y

7. Su inscripción en el Registro General de


Quiebras
Artículo 68. En los demás casos de declaración de
quiebra el auto respectivo contendrá, además de las
disposiciones expresadas en el Artículo anterior, las de los
incs. 1, 3 y 5 del Artículo 18.
Artículo 69. La declaración de quiebra será notificada al
fallido por cédula. Si no pudiera practicarse en esta forma
la notificación, se la tendrá por notificación con los avisos
publicados de conformidad con el Artículo siguiente.
Artículo 70. El edicto que haga saber la declaración de
quiebra, contendrá solamente las menciones
fundamentales del auto respectivo, y se publicará por
cinco días en dos diarios de gran circulación de la capital.
El síndico designado actuará en la forma prevista en el
Artículo 20.
Quiebra por incumplimiento
del concordato
Artículo 62.

Si por culpa imputable al deudor o a los fiadores del


concordato no se cumpliesen las estipulaciones del
mismo, cualquier acreedor quirografario podrá
pedir al juzgado la rescisión del concordato, previa
interpelación al deudor. La rescisión deberá ir
acompañada de la declaración de quiebra del
deudor.
Desistimiento y revocación del Auto de quiebra
Artículo 71.

El acreedor que hubiese solicitado la declaración de quiebra


podrá desistir de su pedido antes de la firma del auto
declarativo de la misma, previo pago de los gastos
causídicos. Con el desistimiento, se dará por finiquitado el
juicio sin efectos ulteriores.
El acreedor que hubiese desistido de su pedido de quiebra
no podrá presentar otro nuevo sino tres meses después del
desistimiento.
Artículo 72.
El deudor o cualquier interesado podrá pedir la
revocación del auto de quiebra dictado en los
casos de los arts. 64 y 65, hasta cinco días
después de la última publicación del edicto.
La revocación procederá únicamente si el peticionante hubiere
probado la solvencia del deudor al tiempo de la declaratoria de
quiebra. El pedido de revocación no procederá si la quiebra
hubiera sido dictada en un juicio comenzado con un
procedimiento de convocación de acreedores.
La ejecución de las medidas contenidas en el auto de quiebra no
será suspendida por la interposición del pedido de revocación.
Artículo 73. Revocado el auto de quiebra se retrotraerán las
cosas al estado que antes tenían, respetando los actos de
administración legalmente realizados por el síndico y los
derechos adquiridos por terceros de buena fe. El deudor podrá
demandar el resarcimiento de daños y perjuicio contra quién
pidió la quiebra de mala fe.
La revocación será publicada e inscripta en el Registro General
de Quiebras.
Medidas cautelares
Al recibir la presentación del deudor, el juzgado
podrá proveer las medidas de seguridad que
estimare conveniente sobre los bienes del
mismo, incluso el embargo de todos o parte de
ellos y la inhibición general del deudor. Podrá
también designar un funcionario de la
sindicatura general de quiebras para que vigile
la actuación del deudor.
Desistimiento del pedido
El deudor podrá desistir del procedimiento
previsto en solamente antes de ser dictado el
auto que admite la convocación o declara la
quiebra y no podrán repetirlo hasta transcurrido
sesenta días del auto que declara el
desistimiento.
Admitido el desistimiento quedará sin efecto la
presunción la insolvencia del deudor.
De la apertura del juicio de
convocación de acreedores
El auto que admita la convocación de acreedores será
fundado y dispondrá:
1. La designación del síndico;
2. La determinación de si el deudor es o no
comerciante;
3. El señalamiento de un plazo no menor de veinte días,
ni mayor de cuarenta , para que los acreedores
presenten en la secretaría del juzgado los títulos
justificativos de sus créditos o , la falta de ellos, la
manifestación firmada con expresión del monto exacto
del crédito, su origen o causa y el privilegio que
pretendieran tener;
Dicho plazo comenzará a computarse
desde el día siguiente al de la última
publicación del edicto:
4. La comunicación al Registro General
de Quiebras:
5. La intervención del Ministerio
Público, y
6. La publicación de edicto, en la forma
prevista en el Artículo siguiente.
Artículo 19º. Un extracto del auto que admita
la convocación se hará saber mediante edicto
publicado por cinco días en un diario de gran
circulación de la capital. El deudor iniciará las
publicaciones dentro de los tres días de
notificado el auto que admita la convocación,
so pena de dárselo por desistido de la
convocación y de declararse su quiebra.
Artículo 20º. El síndico transcribirá a cada uno
de los acreedores, en carta certificada o
telegrama colacionado, el extracto indicado en
el Artículo anterior. La falta de remisión o
recepción de este aviso no producirá la nulidad
del procedimiento.
De los efectos jurídicos de la admisión
del pedido de convocación de acreedores
Artículo 21º. El deudor a quien fuere
acordada la convocación de sus acreedores,
conservará la administración de sus bienes y
proseguirá hasta la homologación de
concordato, la realización normal de las
actividades a que estaba dedicado, bajo la
vigilancia del síndico designado, salvo
oposición fundada de éste, y hasta donde lo
permitan, en su caso, las medidas que se
decreten de acuerdo con lo dispuesto en el
Artículo 16º.
Admitida la convocación, serán ineficaces
respecto de los acreedores los actos a título
gratuito los de constitución de hipotecas,
prenda o anticresis y cualesquiera otros que
alteren la situación de sus acreedores.
El juzgado podrá, a pedido del convocatorio
autorizar estos actos, con excepción de los
título gratuito, en los casos de necesidad y
urgencia evidentes.
Si el deudor realizare alguno de los actos
prohibidos por este Artículo que a juicio del
juzgado revistiere suficiente gravedad, podrá este
dictar la quiebra de aquel luego de escuchar al
mismo y al síndico. Cualquier acreedor podrá
también denunciar al juzgado la realización de
alguno de tales actos. La resolución que recayese
será apelable en relación y en ambos efectos.
Atribuciones del Síndico
Artículo 22º. El síndico estudiará la situación
del deudor, investigará sus libros y papeles,
vigilará la contabilidad y todas las
operaciones que efectuase, levantará el
inventario general de sus bienes y los
comparará con el presentado por el deudor
al efectuar su pedido.
Artículo 23º. El síndico está autorizado
para realizar investigaciones en el
dominio del deudor. Este está
obligado a permitirle la inspección de
sus libros y papeles y suministrarle,
juntamente con sus empleados, todos
los datos e informaciones que solicite.
Artículo 24º. El síndico informará al
juzgado, inmediatamente de llegar a
su conocimiento la realización por el
convocatorio de alguno de los actos
prohibidos en el Artículo 21º. Podrá
pedir, igualmente, que el juzgado dicte
medida de seguridad sobre los bienes
del deudor si no lo hubiere hecho en la
oportunidad prevista en el Artículo
16º.
MUCHAS GRACIAS…

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