EL PUESTO DEL HOMBRE EN EL COSMOS El problema en la idea del hombre.
Tenemos tres círculos de ideas, totalmente inconciliables entre si:
La tradición judeocristiana (antropología teológica) El hombre Ser de conciencia (antropología filosófica) Teoría de la evolución (antropología científica)
Pero no poseemos una idea unitaria del hombre.
Diferencia esencial entre el hombre y el animal. (Max Scheler) ¿Qué es el hombre? Una primer respuesta a esta pregunta tendrá como consecuencia las características que lo componen en el tiempo y el espacio en que habita; es decir que definir el término hombre, es trazar los limites que suscriben ese ser y lo distinguen de otro mostrando aquello propio y exclusivo de él. Primeramente se puede definir al hombre como: ser corporal que es un organismo, como ser psíquico que es conciencia sensitiva y como ser espiritual que trasciende todos los niveles conociendo y apeteciendo la verdad. Todo esto concluye a investigar cuál es su esencia, y en última instancia cuál es su antropología. Max Scheler define: “la palabra hombre indica en primer lugar los caracteres morfológicos distintivos que posee el hombre como subgrupo de los vertebrados y de los mamíferos” además se debe entender al hombre como el ápice de los vertebrados mamíferos. Según esta definición el hombre sigue subordinado al concepto de animal. Una mejor definición de hombre será: “la palabra hombre designa un conjunto de cosas que se oponen del modo más riguroso al concepto del animal en general”. Sin embargo el ser humano por su propia voluntad muchas veces decide vivir no como un ente superior dentro de su entorno, sino como uno más sin proyectos y por lo tanto a la deriva. El primer concepto sería una definición sistemático natural.
En cambio,
El segundo concepto representa la definición esencial de
¿cuál es la diferencia esencial entre el hombre y el animal? La diferencia esencial no es la inteligencia ya que los animales la poseen en algún grado.
El nuevo principio que hace del hombre un hombre, es ajeno a
todo lo que podemos llamar vida.
Lo que hace del hombre un hombre es un principio que se opone a
toda vida en general.
Es un principio que no puede reducirse a la “evolución natural de
la vida”. Los griegos a ese principio le llamaron “RAZÓN”
Sin embargo ese principio ya no es la razón, ese principio es “EL
ESPÍRITU”.
Denominaremos PERSONA al centro activo en que el espíritu se
manifiesta dentro del ser finito. A diferencia de todos los centros funcionales de vida, “centros anímicos.” El hombre es el único animal (racional-espíritu) de la naturaleza que es capaz de preguntarse y cuestionarse sobre su propia condición. Jamás veremos a un perro preocupado por saber si se va a morir o no, o si su vida tiene algún sentido concreto, este vive en una realidad estática. EL ENTORNO, MEDIO Y MUNDO
ENTORNO: es el conjunto de las cosas que rodean
al ser humano y demás seres vivos que de alguna manera puede alcanzar con los sentidos. Las cosas del entorno se dejan percibir por el ser humano, se ofrecen a los sentidos y el ser humano se abre a las cosas, esta es la relación entre el ser humano y las cosas. MEDIO: el subconjunto de cosas que dentro del entorno pueden servir para determinados objetivos. De esta forma las cosas que nos rodean adquieren un carácter meditativo, por ser útiles para fines que benefician al ser humano o animales. Es decir, que las cosas se convierten en medios de vida. Entonces sin entorno no habría medio. Sin embargo la trascendencia del hombre radica indiscutiblemente, no en tener medio y entorno; ya que los animales los poseen, sino en tener MUNDO, lo cual significa ir más allá del instinto de supervivencia transformando esos medios que el entorno le proporciona. Al tener un mundo (el hombre), no está encerrado en los límites del entorno y medio; por tanto conoce toda la realidad; el ser humano está abierto a la totalidad del mundo. EL ESPÍRITU COMO ACTUALIDAD PURA El espíritu es el único ser incapaz de ser objeto: es actualidad pura. Tampoco las personas no son objetos en cuanto personas. Sólo podemos llegar a ellas realizando en nosotros y por nosotros mismos sus actos libres. (voluntad, amor)… CARACTERES HUMANOS DE LA REALIDAD Sentido: es el carácter intencional que se le confiere a las cosas y se determina con expresiones como: tiende a… sirve para… se orienta hacia… Valor: por su condición de posibilidad las cosas tienen valor para el ser humano. Las cosas por sí mismas tienen un valor: valor objetivo. Pero ese valor se resalta en cuanto su relación directa con el ser humano que le proporciona un valor subjetivo. EL HOMBRE: ANIMAL SIMBÓLICO ERNEST CASSIRES Todos los hombres por naturaleza desean conocer. En la naturaleza, como en el conocimiento humano las formas de vida superior se originan de las formas inferiores. Percepción sensible, memoria, experiencia, imaginación y razón se hallan ligadas entre si por un vinculo común. De estas formas también de algún modo participan los animales y toda la vida orgánica. Partiendo de este punto de vista meramente biológico, diríamos que en primera instancia el conocimiento humano proviene del ambiente exterior, por lo que se refiere a sus necesidades inmediatas y prácticas. Sin embargo lo que le viene de fuera al hombre le es nulo y vano; su esencia no depende de circunstancias externas, sino exclusivamente, DEL VALOR QUE SE PRESTA ASIMISMO. Lo único que importa es la tendencia, la actitud interna del alma, y este principio interno no puede ser perturbado. El hombre tiende a considerar el estrecho horizonte en el que vive como centro del universo y a convertir su vida particular como pauta del universo; pero tiene que renunciar a esta vana pretensión que es una mezquina manera de pensar y juzgar. Según las investigaciones del biólogo: Johannes Von: La vida es perfecta por doquier, es la misma en los círculos más estrechos y en los más amplios, cada organismo se halla adaptado y coordinado con su ambiente; por ello niega la existencia de vidas inferiores y superiores. Según Von todo organismo posee un sistema “receptor” y un sistema “efector”, sin la coordinación y el equilibrio de estos dos, la vida sería imposible El receptor por el cual una especie biológica recibe los estímulos externos y el efector por el cual reacciona ante los mismos se hallan estrechamente entrelazados. Son eslabones de una misma cadena descritos como un: “CIRCULO FUNCIONAL”. ¿Es posible emplear este esquema para la descripción y caracterización del mundo humano? Es obvio que este esquema con sus leyes puede ser aplicado al mundo humano. Sin embargo, en el mundo humano, encontramos una característica nueva que parece constituir la marca distintiva de la vida del hombre. Su círculo funcional no sólo se ha ampliado cuantitativamente, sino que ha sufrido también un cambio cualitativo. Entre el sistema receptor y el efector, que se encuentran entre todas las especies animales, hallamos en él como eslabón intermedio, algo que podemos señalar como: SISTEMA SIMBÓLICO. Esta nueva adquisición transforma la totalidad de la vida humana, comparado con los demás animales el hombre no sólo vive en una realidad más amplia, sino en una nueva dimensión de la realidad. El hombre no puede escapar de su propio logro, no le queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida; ya no vive en un puro universo físico sino en un “universo simbólico”. El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen este universo. En lugar de tratar con las cosas mismas, en cierto sentido, conversa constantemente consigo mismo. Vive en medio de emociones, esperanzas y temores, ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio de sus fantasías y sus sueños. Muchos han definido al hombre como animal racional, no es equivoco pero si inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas estas formas son formas simbólicas. Por lo tanto, en lugar de definir al hombre como animal racional, lo definiremos como animal simbólico. El éxito no es alcanzar la meta sino ir descubriendo nuevas metas que nos conduzcan a él...