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“UN RECORRIDO

POR LA ANTIGUA ROMA”


Como vivía la plebe en roma • Para un romano cualquiera entre 
los sesenta millones de habitantes
anónimos del Imperio, la vida era corta,

• las libertades limitadas y la incertidumbre


económica muy elevada.

• Ahora bien, no era lo mismo vivir


en el campo que las ciudades.
Si era urbanita, podía socializarse y
disfrutar de una oferta de ocio
abundante, apta para casi todos
los bolsillos, y tenía un sistema de 
servicios públicos sin parangón
en la Antigüedad.
Como vivía la plebe en roma
• Poca esperanza de vida
• Venir al mundo en un hogar romano no auguraba una vida
larga y próspera.

• Aproximadamente un tercio de los bebés morían antes


del año, y la mitad, antes de cumplir cinco. La esperanza
de vida de un hombre rozaba los cuarenta años, la de una
mujer apenas rebasaba la treintena, debido a los riesgos
del parto.

• Tan solo un 7% de la población superaba los sesenta;


llegar a octogenario no era imposible, pero sí excepcional.

• Con semejante mortalidad infantil, para obtener


suficientes adultos productivos se necesitaban muchos
bebés. En época de Augusto se premiaba a las madres de
familia numerosa: las ciudadanas romanas con más de
tres hijos se emancipaban de la tutela legal de su padre o
marido.
Como vivía la plebe en roma
• La educación del pueblo
Ocho de cada diez romanos vivían en el campo,

donde casi todo el mundo era analfabeto.

• Pero en las ciudades el panorama era muy distinto.


Los muros estaban repletos de publicidad: eslóganes
electorales, carteles de combates de gladiadores y
anuncios de viviendas en alquiler. Sin duda, quienes
escribían estos mensajes prácticos esperaban que un
buen número de gente los entendiera.

• Había incluso grafitis en las calles. Las clases de


educación primaria se impartían en la calle, con ayuda
de pizarras, tablillas de cera, punzones y piedrecitas
(que los romanos llamaban cálculos, de ahí el verbo
calcular).
Como vivía la plebe en roma

El drama de los desahucios

• La romana era una sociedad fuertemente jerarquizada.


Los bloques de viviendas (en la imagen) de Roma
reflejaban a la perfección esta pirámide social, solo
que al revés.

• Los más ricos vivían en la planta baja, en pisos


amplios y bien decorados; a medida que se subía por
la escalera, el hacinamiento aumentaba y menguaban
las comodidades.

• Los esclavos urbanos carecían de espacio propio;


dormían en los pasillos, directamente en el suelo.
Cada seis meses se renovaban los alquileres y durante
esos días era habitual ver familias desahuciadas
durmiendo en la calle.
Como vivía la plebe en roma
La vida precariaUna vida
precaria
• Para la élite romana, trabajar era de mal gusto.
Artesanos (en la imagen, trabajadores del textil) y
soldados, en cambio, estaban orgullosos de su oficio,
hasta el punto de que solían alardear de él en sus
lápidas.

• El salario de un pastor, un peón o un jornalero no


bastaba para alimentar a una familia de cuatro
personas, así que mujeres y niños trabajaban para
redondear los ingresos de la casa.

• La precariedad era enorme. En el campo, una sola


mala cosecha ponía en peligro la supervivencia de los
campesinos.

• En Roma, el paro y los trabajos temporales estaban a


la orden del día, aunque los ciudadanos siempre
podían acogerse al famoso subsidio de cereales.
Como vivía la plebe en roma
Siempre bajo tutela

• El grado de autonomía personal del romano medio era muy


limitado. Ni siquiera los libres eran libres del todo.
Formalmente, un varón alcanzaba la mayoría de edad en la
adolescencia, cuando vestía la toga viril, pero seguía sujeto
a la autoridad del pater familias hasta que este fallecía.

• Entretanto no podía administrar su propio patrimonio ni


decidir con quién casarse, aunque fuera ya un venerable
cuarentón.

• Una mujer siempre dependía de un tutor legal, que podía


ser su esposo, su suegro, su padre o, a la muerte de este,
cualquier otro pariente varón. Únicamente podía aspirar a
emanciparse si era madre de familia numerosa. Estas
limitaciones afectaban incluso a las clases altas.
Como vivía la plebe en roma
• Las restricciones de los esclavos (en la imagen, dos de ellos
junto a su dueña) eran mucho mayores. En realidad, carecían
por completo de derechos.
Vivir sin libertad
• No podían casarse, aunque a veces sus dueños les permitían
formar parejas de hecho. Sus propiedades pertenecían
formalmente al amo, aunque este podía autorizarles a ahorrar
o a invertir en pequeños negocios.

• No podían heredar, ni hacer testamento ni oponerse a la venta


de sus propios hijos.
En ocasiones, el antiguo amo podía heredar los bienes de un
liberto, y, en caso de necesidad, ambos estaban obligados a
alimentarse mutuamente.

• Dependiendo del procedimiento seguido en su manumisión,


los libertos obtenían de manera automática la ciudadanía
romana, o bien una versión reducida de la ciudadanía. Sus
descendientes nacían plenamente libres
Como vivía la plebe en roma
Una ley nada igualitaria

• Los romanos de a pie (en la imagen, una mujer pide


justicia al emperador Trajano) no compartían la
admiración que despierta hoy el derecho romano. La
gente evitaba los tribunales.

• Si pescaba a un ladrón, era probable que lo linchara. Y


prefería resolver los conflictos recurriendo a mediadores,
si era posible. Es fácil entender por qué: los romanos no
eran en absoluto iguales ante la ley. Un ciudadano no
podía ser azotado, un “peregrino” procedente de
provincias, sí.

• El mismo crimen que a un patricio le costaba el destierro,


a un ciudadano corriente le podía suponer ser arrojado a
las fieras. Muchos delitos no lo eran si se cometían
contra esclavos: solo los ciudadanos estaban protegidos
de palizas y abusos sexuales.
Como vivía la plebe en roma
Red de salud pública

En Roma, la higiene era un asunto de Estado. El agua,


omnipresente en las ciudades, corría en fuentes públicas,
en los atrios de los potentados, en el fregadero de algunas
tabernas y casas de comidas y, por supuesto, en las
termas.

La orina (en la imagen, unas letrinas públicas) se recogía


organizadamente para reutilizarla en tareas de tintorería y
curtido.

Las letrinas desembocaban en alcantarillas. Además,


estaban expresamente prohibidos los entierros dentro de
las ciudades. Todas estas medidas intuitivas ofrecían a la
población una protección contra las epidemias
excepcional para la Antigüedad, muy superior a la de
muchas ciudades medievales.
Como vivía la plebe en roma
La medicina de los pobres

• En cuestiones de medicina, los griegos llevaban la delantera.


Fueron ellos quienes introdujeron en Roma la teoría de los
humores, la práctica de la anamnesis (que consistía en
observar los síntomas del paciente y tomar nota de su
historia clínica) y las principales técnicas quirúrgicas de la
época.

• La mayoría no podía permitirse los servicios de un médico


particular, pero la plebe tenía a su alcance otro invento
griego: los templos dedicados al dios Esculapio (en la
imagen).

• Eran una mezcla entre lugar de culto y centro sanitario; los


más grandes incorporaban dependencias para los enfermos y
escuelas de medicina donde se enseñaban, entre otras cosas,
las distintas aplicaciones de las hierbas medicinales.
Como vivía la plebe en roma Divertirse en Roma

Aunque en la Roma rural se trabajaba de sol a sol, en los


núcleos urbanos la jornada laboral no pasaba de seis horas. La
mayoría de los comercios cerraba poco después del mediodía.
En tiempos de Claudio había 159 días festivos.

Los romanos urbanitas tenían una amplia oferta lúdica para


aprovechar ese tiempo libre. Algunas diversiones eran
gratuitas, como el teatro, los juegos y las carreras de carros. El
baño era el placer diario por excelencia, y estaba al alcance de
casi todos.

El precio de entrada al recinto de las termas era simbólico,


aunque una vez dentro era preciso pagar por todos los
servicios extra. Las grandes termas imperiales funcionaban
como auténticos centros de ocio, que contaban con biblioteca,
puestos de comida, instalaciones deportivas, centros de estética
y masaje... En las de Trajano, incluso era posible saborear un
picnic en los jardines.
Como vivía la plebe en roma
Del ocio al vicio

• Cualquier lugar era bueno para dibujar


un tablero de juego: un pórtico, las
gradas del circo, los escalones de
una basílica... Se jugaba a las damas,
al tres en raya o a antecedentes del
ajedrez y el backgammon.

• Los dados eran el juego estrella, aunque


estaban prohibidos, como todos los juegos
de azar que implicaran apostar dinero.

• Tal vez por eso se reservaban para


el interior de las tabernas, donde,
de paso, por el precio de una consumición,
los clientes podían pasar a la trastienda y
jugar a los médicos con la camarera.
Por supuesto, había también burdeles corrientes.
Como vivía la plebe en roma Cooperativas funerarias

Si los romanos no eran iguales en vida, tampoco lo


eran en la muerte.

El rito más habitual hasta el siglo II, la cremación,


no estaba al alcance de todos los bolsillos.

Los indigentes y muchos esclavos eran arrojados a


fosas comunes sin mayor ceremonia.

La gente humilde, que no podía costearse un funeral


con sus propios medios, se asociaba en collegia,
cooperativas funerarias (en la imagen, una estela
funeraria) integradas por artesanos, libertos y
esclavos, que a menudo compartían barrio o
profesión.
Ropas de los romanos y romanas de la antigua roma

La toga romana Las sandalias romanas

Estola y palla Peinado de las romanas


Mercados en la antigua roma
ARQUITECTURAS

El Anfiteatro Flavio, más conocido


como Coliseo 
Acueducto de Segovia

La maison Carree, templo
Puente romano
romano consagrado al culto
de córdoba imperial.
MATERIAL
ES

Hormigón romano

Ladrillo romano
Piedra y mármol

estuco
Tipos de construcción

FORO Basílica teatro templo

Termas Anfiteatr circo


o
viviendas

Domus villa

insula
Estructuras decorativas

Arco de séptimo severo Arco de trajano en


en leptis magna Benevento

Arco de Adriano en gerasa Obelisco vaticano


GRACIAS POR LA ATENCION
LA ROCA TARPEYA
La roca Tarpeya es uno de los símbolos míticos de la historia de Roma, que encarana a
la perfección el trato duro e inmisericorde que se dispensaba a los traidores.

La rupes Tarpeia era una pendiente escarpada junto a la cima Sur de la colina


Capitolina, con vistas al antiguo foro. Se utilizó durante la República como lugar de
ejecución de asesinos y traidores, que eran lanzados sin piedad desde la misma.
La rupes Tarpeia era una pendiente escarpada junto a la cima Sur de la colina Capitolina, con
vistas al antiguo foro. Se utilizó durante la República como lugar de ejecución de asesinos y
traidores, que eran lanzados sin piedad desde la misma.

Según la leyenda, cuando Tito Tacio atacó Roma tras el rapto de las Sabinas, la virgen vestal
Tarpeya, hija de Espurio Tarpeyo, gobernador de la ciudadela de la colina Capitolina, traicionó a
los romanos abriendo las puertas de la muralla. El motivo de tal traición fue bien prosaico:
Obtener lo que los sabinos "traían en sus brazos"... ella poco se esperaba que, en lugar de
brazaletes de oro, obtendría golpes de sus escudos y que sería arrojada al vació desde la roca
que aún hoy porta su nombre.
PROYECTO HELICOITE – DE LA ROCA TARPEYA

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