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• Una de las fuerzas más importantes que el niño debe aprender a controlar es el
estrés causado por el temor y la ansiedad. Las dos emociones no son sinónimos.
• El temor es la respuesta ante una situación o un estímulo concretos: un niño puede
tener miedo a la oscuridad, a los relámpagos o a los truenos, tener fobia a los perros
grandes o a los lugares elevados.
• La ansiedad es un estado emocional generalizado. Algunos niños sentirán ansiedad
en determinadas situaciones; en cambio, aquellos a quienes se califica de “ansiosos”
muestran en forma regular y continua aprensión y malestar, a menudo sin que sepan
por qué.
• La mudanza a otro barrio o un cambio repentino en las expectativas de los padres
digamos, el inicio del entrenamiento en el control de esfínteres puede provocar una
ansiedad que no parece tener explicación.
• Muchos psicólogos consideran que la ansiedad acompaña siempre al proceso de
socialización, ya que el niño trata de evitar el sufrimiento de la disciplina y el enojo de
sus progenitores .
Teorías del aprendizaje social
• En el lenguaje de los niños de dos años abundan las afirmaciones de posesión, que
implican un “yo” frente al “tú”.
• En un estudio con niños de dos años que jugaban en parejas, la mayoría comenzaban
el juego con muchas aseveraciones referentes a sí mismos. Definían sus fronteras y
sus posesiones: “mi zapato, mi muñeca, mi carro”. La asertividad puede considerarse
un logro cognoscitivo, no un mero egoísmo: los niños entienden cada vez mejor al yo
y al otro como seres individuales (Levine, 1983).
• En una revisión de estudios sobre el autoconcepto y el juego social de los niños, se
llegó a la conclusión de que los más sociables son también los que tienen un
autoconcepto más desarrollado (Harter, 1983). Por tanto, el conocimiento de uno
mismo guarda estrecha relación con el conocimiento del mundo social.
Teorías del desarrollo cognoscitivo:
conocimiento del yo y de los otros
• Durante la etapa preescolar, el niño aprende ciertas actitudes generalizadas acerca de
sí mismo: por ejemplo, un sentido de bienestar o de que es “lento” o
“malhumorado”.
• Muchas de estas ideas comienzan a surgir a edad muy temprana y a nivel no verbal.
• El niño muestra gran ansiedad ante algunos de sus sentimientos e ideas; con otras se
siente muy cómodo.
• Comienza a forjarse una serie de ideas y a compararse con aquellos a quienes desea
parecerse.
• A menudo su autoevaluación es un reflejo directo de lo que la gente piensa de él.
• Imagine a un encantador niño de dos años con un talento especial para meterse en
problemas, cuyo hermano mayor lo llama “buscapleitos” siempre que se mete en
uno. A los siete años, podría hacer un esfuerzo por conservar su reputación de ser un
chico malo. En conclusión, las primeras actitudes terminan convirtiéndose en
elementos básicos del autoconcepto.
Teorías del desarrollo cognoscitivo:
conocimiento del yo y de los otros
• El preescolar está fascinado consigo mismo; muchas de sus actividades y de sus
pensamientos se concentran en el aprendizaje de su persona.
• Compara su estatura, el color de su cabello, su ambiente familiar, sus preferencias y
aversiones con los de otros niños.
• Se compara con sus padres e imita su conducta.
• Se formula varias preguntas para saber de dónde viene, por qué le crecen los pies,
si es un niño bueno o malo, etcétera. Saber qué impresión damos a los demás es
un paso clave en la adquisición del autoconocimiento y del autoconcepto.
Teorías del desarrollo cognoscitivo:
conocimiento del yo y de los otros
• Los preescolares de corta edad tienden a definirse en función de características
físicas (“Tengo pelo castaño”) o de las posesiones (“Tengo una bicicleta”).
• Los de mayor edad suelen describirse más en función de sus actividades: “Voy a la
escuela”, “Juego béisbol”. También lo hacen mediante relaciones y experiencias
interpersonales.
• Los preescolares acostumbran definirse por medio de historias relativas a su familia.
La tendencia a describirse por medio de contactos sociales aumenta en el periodo
preescolar. Las historias personales que narran los padres pueden ser un medio
importante para transmitir las normas morales y sociales a los hijos.
Amistades de los niños
• Se han estudiado en forma exhaustiva los conceptos y las reglas sociales que rodean
las amistades del niño. Éste no adquiere un conocimiento claro de la amistad antes de
la niñez media; los conceptos de confianza mutua y de reciprocidad son demasiado
complejos para el preescolar.
• Sin embargo, sí se comporta de manera distinta con amigos y con extraños; algunos
niños de entre cuatro y cinco años mantienen relaciones estrechas y afectuosas
durante mucho tiempo.
• No sólo verbalizan lo que es la amistad, sino que siguen algunas de sus reglas
implícitas, Por ejemplo, en un estudio, un grupo de preescolares al que se presentó
una función de marionetas en la que un amigo o conocido estaba en problemas
reaccionaban de modo diferente según el personaje en cuestión. Respondían con
mayor empatía ante un amigo y se mostraban más dispuestos a ayudarle.
Disputas de los niños
• Cuando los niños discuten con compañeros, con hermanos y parientes, a menudo
muestran un nivel mucho muy depurado de conocimiento social y de capacidad para
razonar a partir de reglas y conceptos sociales. A los tres años justifican su conducta
mencionando reglas sociales (“¡Ahora es mi turno!”) o a las consecuencias de una
acción (“¡Alto, vas a romperlo si haces eso!”) disputas verbales en la etapa preescolar
demuestra un desarrollo sistemático en su comprensión de las reglas sociales, su
conocimiento del punto de vista de la otra persona y su capacidad para razonar con
base en las reglas sociales o en las consecuencias de sus acciones.
Video
https://www.youtube.com/watch?v=Fm6UbP8bTK0