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COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN

LATINOAMÉRICA
2000-2020
Desde inicios de la década del 2000, la cooperación internacional y el sistema internacional
de ayuda, han sido objeto de un fuerte debate y de grandes cambios, tanto en su estructura
como en los modos y criterios bajo los cuales dicha ayuda se distribuye.

La región de América Latina y el Caribe necesita cooperación internacional, entre otras cosas,
para combatir la desigualdad, ya que carece de capacidades propias para interrelacionar las
políticas para abordar este fenómeno. La complejidad de las políticas públicas para combatir
la desigualdad es mayor que aquellas para enfrentar la pobreza. Por ello requiere de políticas
universales así como de políticas focalizadas que se deben aplicar al mismo tiempo.
LA DISTRIBUCIÓN DE LA AYUDA
El criterio predominante para la asignación de los fondos de ayuda al desarrollo
es el de la clasificación de los países de acuerdo a su renta per-cápita.

Aunque tener a la renta per-cápita como medición de “desarrollo” impide ver


la complejidad de las realidades económicas y sociales de los países y es un
indicador ciertamente insuficiente para medir la multidimensionalidad y
multicausalidad del desarrollo como fenómeno.

Países de renta media de América Latina y el Caribe: estadísticas descriptivas del ingreso per cápita, promedios
de 2000-2009a (En dólares)
Todos los países de América Latina (excepto Haití) son
considerados países de renta media baja y renta media alta
La compleja realidad de los países de renta media a nivel mundial en general y de
América Latina en particular, no son consideradas por los donantes tradicionales
y los organismos multilaterales a la hora de establecer las prioridades en la
asignación de la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo).

Es por esto, que los donantes tradicionales y los organismos multilaterales de


ayuda ven a América Latina como una región que debe asumir la responsabilidad
de su propio desarrollo, ya que han alcanzado un nivel de ingreso suficiente para
esto.
Frente a este escenario, América Latina se enfren­tan a importantes desafíos. El
actual sistema global de ayuda, a pesar de los múltiples debates y compromisos
asumidos para lograr una mayor eficacia del mismo, está bajo una severa re­visión
por parte de los actores, tanto países como organismos multilaterales o financieros.

Tal cual está organizado, no ha sa­bido cumplir con los compromisos establecidos en
relación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ni generar las capaci­dades
nacionales suficientes en los países menos avanzados y con mayores niveles de
pobreza relativa, para enfrentar los principales desafíos de desarrollo que tienen
dichas naciones
Desafío Institucional
La experiencia nos muestra la enorme carencia de coordinación y articulación de políticas
entre las instituciones nacionales y las instituciones existentes a nivel regional y/o sub-
regional. Esto dificulta la definición de estrategias y posiciones regionales comunes en los
foros internacionales tanto políticos como financieros.

Algunos de los puntos que se han intentado instaurar en estos últimos 20 años están:

• Fortalecer y promover sistemas de información nacionales flexibles y amigables que


respondan a las necesidades y particularidades de la cooperación que cada país realiza.
• Fortalecer los sistemas de registro y de estadísticas que faciliten la toma de decisiones.
• Consolidar los mecanismos de monitoreo y evaluación de proyectos y/o programas y
reducir la fragmentación y duplicación de acciones.

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