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• Mar 14:12 El primer día de la

fiesta de los panes sin


levadura, cuando se
sacrificaba el cordero de la
Pascua, sus discípulos le
dijeron: ¿Dónde quieres que
vayamos y hagamos los
preparativos para que comas
la Pascua?
• Mar 14:13 Y envió a
dos de sus discípulos,
y les dijo: Id a la ciudad,
y allí os saldrá al
encuentro un hombre
que lleva un cántaro de
agua; seguidle;
• Mar 14:14 y donde él
entre, decid al dueño de
la casa: "El Maestro
dice: '¿Dónde está mi
habitación en la que
pueda comer la Pascua
con mis discípulos?'"
• Mar 14:15 Y él os
mostrará un gran
aposento alto, amue-
blado y preparado;
haced los prepara-
tivos para nosotros
allí.
EL APOSENTO ALTO
LA SEÑAL PARA
ENCONTRAR
EL APOSENTO
ALTO
• Jue 7:16 Y dividió los
trescientos hombres en
tres compañías, y puso
trompetas y cántaros
vacíos en las manos de
todos ellos, con
antorchas dentro de los
cántaros.
• 1 Re 18:34 Y dijo: Llenad
cuatro cántaros de agua y
derramadla sobre el
holocausto y sobre la leña.
Después dijo: Hacedlo por
segunda vez; y lo hicieron
por segunda vez. Y añadió:
Hacedlo por tercera vez; y lo
hicieron por tercera vez.
EL MISTERIO
DEL
APOSENTO
• G508 anógeon de G507 y
G1093; sobre la tierra,
i.e. (propiamente) según-
do piso de un edificio;
usado para domo o
balcón en el piso
superior: aposento alto.
• 1 Re 6:16 Asimismo hizo al
final de la Casa un edificio
de veinte codos, y lo
recubrió de tablas de cedro
desde el suelo hasta lo más
alto; así hizo en la Casa un
aposento para que fuera el
Lugar santísimo.
EL APOSENTO
DE ELÍAS
• 1 Re 17:19 MN Elías
respondió: "Dame a tu
hijo". Lo tomó del regazo
de la viuda, lo subió al
aposento superior, donde
él dormía, y lo acostó
sobre su lecho.
• 1 Re 17:20 Clamó al
SEÑOR y dijo: Oh
SEÑOR, Dios mío, ¿has
traído también mal a la
viuda con quien estoy
hospedado haciendo
morir a su hijo?
• 1 Re 17:21 Entonces se
tendió tres veces sobre
el niño, clamó al
SEÑOR y dijo: Oh
SEÑOR, Dios mío, te
ruego que el alma de
este niño vuelva a él.
• 1 Re 17:22 El
SEÑOR escuchó la
voz de Elías, y el
alma del niño
volvió a él y
revivió.
EL APOSENTO
DE ELISEO
• 2 Re 4:8 Y aconteció que
un día pasaba Eliseo por
Sunem, donde había una
mujer distinguida, y ella
le persuadió a que
comiera. Y así fue que
siempre que pasaba,
entraba allí a comer.
• 2 Re 4:9 Y ella dijo a
su marido: He aquí,
ahora entiendo que
éste que siempre pasa
por nuestra casa, es
un hombre santo de
Dios.
• 2 Re 4:10 Te ruego que
hagamos un pequeño
aposento alto, con paredes,
y pongamos allí para él una
cama, una mesa, una silla y
un candelero; y será que
cuando venga a nosotros,
se podrá retirar allí.
• 2 Re 4:11 Y
aconteció que un
día vino él por allí,
se retiró al aposen-
to alto y allí se
acostó.
• 2 Re 4:12 Entonces
dijo a Giezi su criado:
Llama a esta suna-
mita. Y cuando la lla-
mó, ella se presentó
delante de él.
• 2 Re 4:13 Y él le dijo a Giezi:
Dile ahora: "He aquí, te has
preocupado por nosotros
con todo este cuidado; ¿qué
puedo hacer por ti? ¿Quieres
que hable por ti al rey o al
jefe del ejército?" Y ella
respondió: Yo vivo en medio
de mi pueblo.
• 2 Re 4:14 El entonces
dijo: ¿Qué, pues, se
puede hacer por ella? Y
Giezi respondió: En
verdad ella no tiene
ningún hijo y su marido
es viejo.
•2 Re 4:15 Y él
dijo: Llámala.
Cuando él la
llamó, ella se de-
tuvo a la entrada.
• 2 Re 4:16 Entonces él
le dijo: Por este tiempo,
el año que viene,
abrazarás un hijo. Y ella
dijo: No, señor mío,
hombre de Dios, no
engañes a tu sierva.
• 2 Re 4:17 Pero la
mujer concibió y
dio a luz un hijo al
año siguiente en el
tiempo que Eliseo
le había dicho.
EL APOSENTO
DE DANIEL
• Dan 6:10 Cuando Daniel supo
que había sido firmado el
documento, entró en su casa
(en su aposento superior tenía
ventanas abiertas en dirección a
Jerusalén), y como lo solía
hacer antes, continuó
arrodillándose tres veces al día,
orando y dando gracias delante
de su Dios.
• Dan 6:11 Entonces
estos hombres, de
común acuerdo,
fueron y encontraron
a Daniel orando y
suplicando delante de
su Dios;
•Dan 6:21 En-
tonces Daniel
respondió al
rey: Oh rey, vive
para siempre.
• Dan 6:22 Mi Dios envió su
ángel, que cerró la boca de
los leones, y no me han
hecho daño alguno porque
fui hallado inocente ante
El; y tampoco ante ti, oh
rey, he cometido crimen
alguno.
EL APOSENTO
DE LOS
APOSTOLES
• Hch 1:13 Cuando hubieron
entrado en la ciudad,
subieron al aposento alto
donde estaban hospedados,
Pedro, Juan, Jacobo y
Andrés, Felipe y Tomás,
Bartolomé y Mateo, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón el Zelote
y Judas, hijo de Jacobo.
• Hch 1:14 Todos éstos
estaban unánimes,
entregados de continuo
a la oración junto con
las mujeres, y con María
la madre de Jesús, y con
los hermanos de El.
• Hch 1:15 Por aquel
tiempo Pedro se puso
de pie en medio de los
hermanos (un grupo
como de ciento veinte
personas estaba
reunido allí), y dijo:
• Hch 2:1 Cuando
llegó el día de
Pentecostés, esta-
ban todos juntos
en un mismo lugar.
• Hch 2:2 De repente
vino del cielo un ruido
como el de una ráfaga
de viento impetuoso
que llenó toda la casa
donde estaban
sentados,
• Hch 2:3 y se les
aparecieron lenguas
como de fuego que,
repartiéndose, se
posaron sobre cada
uno de ellos.
• Hch 2:4 Todos fueron
llenos del Espíritu
Santo y comenzaron a
hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les
daba habilidad para
expresarse.
• Hch 2:12 Todos estaban
atónitos y perplejos, y se
decían unos a otros: —
¿Qué quiere decir esto?
• Hch 2:13 Pero otros,
burlándose, decían: —
Están llenos de vino
nuevo.
EL APOSENTO
DE PEDRO
• Hch 9:36 Había entonces
en Jope una discípula
llamada Tabita (que
traducido al griego es
Dorcas); esta mujer era
rica en obras buenas y de
caridad que hacía
continuamente.
• Hch 9:37 Y sucedió
que en aquellos días
se enfermó y murió;
y lavado su cuerpo,
lo pusieron en un
aposento alto.
• Hch 9:38 Como Lida
estaba cerca de Jope,
los discípulos, al oír
que Pedro estaba allí, le
enviaron dos hombres,
rogándole: No tardes en
venir a nosotros.
• Hch 9:39 Entonces Pedro se
levantó y fue con ellos.
Cuando llegó, lo llevaron al
aposento alto, y todas las
viudas lo rodearon llorando,
mostrando todas las túnicas
y ropas que Dorcas solía
hacer cuando estaba con
ellas.
• Hch 9:40 Mas Pedro,
haciendo salir a todos, se
arrodilló y oró, y
volviéndose al cadáver,
dijo: Tabita, levántate. Y
ella abrió los ojos, y al
ver a Pedro, se incorporó.
• Hch 9:41 Y él le dio la
mano y la levantó; y
llamando a los santos y a
las viudas, la presentó
viva.
• Hch 9:42 Y esto se supo
en todo Jope, y muchos
creyeron en el Señor.
EL APOSENTO
DE PABLO
• Hch 20:7 El primer día de
la semana, reunidos los
discípulos para partir el
pan, Pablo que tenía que
salir al día siguiente, les
enseñaba, y alargó el
discurso hasta la
medianoche.
• Hch 20:8 Había
muchas lámparas
en el aposento
alto donde se
hallaban reunidos.
• Hch 20:9 Un joven llamado
Eutico estaba sentado en la
ventana, y rendido de un
sueño profundo por cuanto
Pablo disertaba largamen-
te, vencido del sueño cayó
del tercer piso abajo, y fue
levantado muerto.
• Hch 20:10 Entonces
descendió Pablo y se
echó sobre él, y
abrazándolo, dijo:
--No os alarméis,
pues está vivo.
• Hch 20:11 Después de
haber subido, partió el
pan, lo comió y siguió
hablando hasta el alba; y
luego se fue.
• Hch 20:12 Llevaron vivo al
joven, y fueron grande-
mente consolados.
EL APOSENTO
DE JESÚS
• Mar 14:16 Salieron,
pues, los discípulos y
llegaron a la ciudad, y
encontraron todo tal
como El les había
dicho; y prepararon la
Pascua.
• Mar 14:17 Al atardecer
llegó El con los doce.
• Mar 14:18 Y estando sen-
tados a la mesa comiendo,
Jesús dijo: En verdad os
digo que uno de vosotros
me entregará; el que come
conmigo.
• Mar 14:19 Ellos comen-
zaron a entristecerse y a
decirle uno por uno:
¿Acaso soy yo?
• Mar 14:20 Y El les dijo:
Es uno de los doce, el
que moja conmigo en el
plato.
• Mar 14:21 Porque el Hijo
del Hombre se va tal y
como está escrito de El;
pero ¡ay de aquel hombre
por quien el Hijo del
Hombre es entregado!
Mejor le fuera a ese
hombre no haber nacido.
• Mar 14:22 Y mientras
comían, tomó pan, y
habiéndolo bendeci-
do lo partió, se lo dio
a ellos, y dijo: Tomad
esto es mi cuerpo.
• Mar 14:23 Y tomando una
copa, después de dar
gracias, se la dio a ellos, y
todos bebieron de ella.
• Mar 14:24 Y les dijo: Esto
es mi sangre del nuevo
pacto, que es derramada
por muchos.
• Mar 14:25 En verdad
os digo: Ya no bebe-ré
más del fruto de la vid
hasta aquel día
cuando lo beba nue-
vo en el reino de Dios.

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