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En un país llamado El País de las Ilusiones se encontraba la Ciudad de los Mil Sueños, donde los habitantes expresaban sus sueños y deseos de cambio a través de murales y canciones. Sin embargo, sus expresiones provocaron miedo y enojo en otros, por lo que intentaron silenciarlos con violencia. A pesar de esto, la semilla de los sueños permaneció y los habitantes continuaron luchando juntos por la esperanza y un futuro mejor a través de la unión y la no violencia.
En un país llamado El País de las Ilusiones se encontraba la Ciudad de los Mil Sueños, donde los habitantes expresaban sus sueños y deseos de cambio a través de murales y canciones. Sin embargo, sus expresiones provocaron miedo y enojo en otros, por lo que intentaron silenciarlos con violencia. A pesar de esto, la semilla de los sueños permaneció y los habitantes continuaron luchando juntos por la esperanza y un futuro mejor a través de la unión y la no violencia.
En un país llamado El País de las Ilusiones se encontraba la Ciudad de los Mil Sueños, donde los habitantes expresaban sus sueños y deseos de cambio a través de murales y canciones. Sin embargo, sus expresiones provocaron miedo y enojo en otros, por lo que intentaron silenciarlos con violencia. A pesar de esto, la semilla de los sueños permaneció y los habitantes continuaron luchando juntos por la esperanza y un futuro mejor a través de la unión y la no violencia.
Mural 1 Érase que se era, un país muy especial…llamado… llamado… EL PAÍS DE LAS ILUSIONES, donde todo transcurría entre la dicha y la desdicha, la espera continuada y la angustia cotidiana, porque eran necesarios grandes cambios en múltiples aspectos, para caminar juntos hacia una vida más digna. Y, en este país de misterio, había una ciudad también MUY especial… llamada… llamada…¡¡LA CIUDAD DE LOS MIL SUEÑOS!! Sueños para los nacientes y los murientes, sueños para los que crecen y corren, sueños para ellos y para ellas, sueños para los que piensan distinto y se atreven a cantar, desafiando lo establecido durante varios siglos, sueños para los soñadores y para los pintores, músicos y trovadores. Sueños…al fin y al cabo…sueños. En esta ciudad de encanto y melodía, de ritmo y poesía, pero también de angelitos empantanados, los sueños mayores y los de hoy, quisieron ser realidad, arriesgándose a expresar su molestia y desencanto por mucho tiempo contenidos. De esta manera, realizaron los encuentros cruzando los caminos, las rutas, los senderos y los vericuetos, unos tras otros, unos con otros, en un solo cuerpo, con alma y espíritu, levantando las voces y en puño las manos, buscando su presencia, buscando la esencia perdida, tratando de encontrar la verdadera vida, buscando nuevos sueños, con valentía y arrojo, aunque esto produjo incertidumbre y MIEDO… MIEDO en muchos habitantes de la ciudad de los Mil Sueños… al fin y al cabo… sueños y los sueños, sueños son. Mural 2 Y así, día tras día, noche tras noche y en las inciertas madrugadas, los sueños hechos realidad, en el caminar estaban, yendo y viniendo, cantando en una sola voz, pintando la vida en cada amanecer, en cada hora, en cada instante, sin tregua y sin temor, con las manos unidas en un solo clamor. Pero, resulta que los sueños hechos realidad, se encontraron en su caminar, en su justo accionar, muros de piedra labrada, paredes con garfios punzantes, hirientes y malolientes porque sus músicas y sus cantos provocaron también malestar, disgustos y molestias, entonces las armas decidieron cortar el camino, callar las voces, silenciar la música, parar la danza, atajar los sueños, arrancar la flores que apenas nacían, enfrentar la vida, acariciar la muerte. Y los cantos y los poemas y las voces de los sueños hechos realidad, fueron por muchos, rechazados, no escuchados, lo que produjo ENOJO, ENOJO, frustración, disgusto prolongado, en muchas gentes jóvenes,… pero los sueños quedaron en el aire, en el alma, en la vida, en el más acá y en el más allá… Mural 3 Y la ciudad de los Mil Sueños, convertida en jardín doliente, se estremecía, se agitaba, se irritaba… lloraba, lloraba sus flores arrancadas, sus sueños humillados, porque los sentía, porque eran suyos, porque era la vida… porque despreciaba la muerte… pero, la muerte estaba allí, allí, agazapada, ella hizo de las suyas,…ella hizo de las suyas… Afortunadamente,… la semilla quedó, quedó, quedó…pues… al fin y al cabo, los sueños…sueños son. Es así como los sueños hechos realidad, en la ciudad de los Mil Sueños y en todo el país de Las Ilusiones, mostraron el camino, indicaron la ruta, sembrando nuevas flores, entonando nuevas melodías, uniendo todas las voces, con las manos en alto, con decisión y mucha FORTALEZA por la nueva vida, por los sueños de hoy y los sueños del mañana. Mural 4 La ciudad de los Mil Sueños quiere renacer, realizar los encuentros, los diálogos y la escucha… y ahora sí, caminar juntos para que resurja la ESPERANZA, que es una tarea demasiado humana, de todos los días, puesto que lo cotidiano, los sueños, llegan con sorpresas, con incertidumbre, caminos inciertos e inseguros. Unidas las manos y muchas voces entonando las melodías de la paz, para que los sueños hechos realidad sean de todos, sueños para usted… para usted…y para usted…y usted…y usted…sueños para todos. De esta manera, la ciudad de los Mil sueños, volverá a ser la ciudad del AMOR, del AMOR…del corazón, de los buenos sentimientos, porque los sueños… sueños son, pero ahora, convertidos en realidad.