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JORGE LUIS BORGES EN TETUÁN*

Encuentro con Borges

La sala de ventanales gigantescos se halla repleta media hora antes de la


llegada del escritor argentino. (1)

Borges se afirma en su inseparable bastón, lleva un traje café claro,


camisa blanca y corbata. Una apariencia elegante que disimula una figura
delgada. Desde lejos sólo se observa esa cabeza que semeja el busto mitológico
de un sabio de la antigüedad. Su rostro irradia más que nada satisfacción, goce,
un asombro inextinguible ante las cosas. Borges se deja querer. Cuando escucha
su nombre o la lectura de uno de sus poemas, sonríe y mueve la cabeza como
siguiendo un ritmo que sólo el percibe. “La única música que yo conozco, -
responde a un joven-, es la música de las palabras”. Las respuestas de Borges
son breves, a veces apenas audibles, nunca banales, a menudo desconcertantes,
casi siempre cargadas de una fina ironía. He ido aprendiendo a ser Borges, dice
el anciano que sonríe todo el rato, amable y enigmático. Los escritores
latinoamericanos son herederos de todas las tradiciones y Culturas,-dice- en ese
sentido más europeo que los mismos europeos. (2)

En Borges no hay amargura alguna. Su ceguera lo ha Liberado de este


mundo. Y en el mundo de Borges todo es posible. Ha escrito el prólogo a un
libro de fotografías que Nunca ha visto y nos introduce en el mundo de las
imágenes Por medio de las palabras que se escriben a sí mismas. Borges no
pensaba en el más allá. No se cansaba de escribir (o dictar) hasta en sus últimos
días, y se hallaba trabajando en tres libros. A lo mejor es cierto. Si bien el título
de uno de ellos, aún no le ha sido revelado, los laberintos borgianos no nos
dejarán en paz. Borges nos habla desde el pasado, desde un lugar sin fronteras,
quizás desde la eternidad. Más allá de Borges mismo. (3)

Enigmas y Anécdotas
Cuenta Ibrahim Jativ, crítico literario marroquí y traductor de una antología
de cuentos de Borges (el espejo y los Laberintos), en un artículo reciente que
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hace más de trece años, cuando empezó a interesarse por Borges, fue a la
Biblioteca del centro cultural español en Rabat para prestar un libro de Borges.
Le dijo la encargada de la biblioteca: ”no tenemos ningún libro de este autor.-y
ante mi asombro añadió:”-usted sabe que este escritor no es español” (4)

El Doble de Borges

Cuando Jativ empezó la traducción y elaboración de la Antología de


cuentos de Borges, llamó a la embajada de Argentina en Rabat para que le
facilitaran la dirección del escritor, ya que quería pedirle que escribiera una
introducción a la antología de cuentos en árabe Y en una llamada telefónica, le
dijo una voz femenina: «Lo siento, señor, no tenemos la dirección de este
escritor. Pero, como usted dice que es un escritor, puede contactar la academia
nacional en Buenos Aires y después de una breve pausa, añadió: -”en Buenos
Aires hay un director de banco que se llama Jorge Luís Borges, está Ud. seguro
de que es un escritor?

Borges En Tetuán
En el libro de cuentos el Aleph, surge el nombre de Tetuán, “el fondo de un
pozo”. Después de una larga investigación sobre la estancia del escritor en
Tetuán, no se halló nada escrito, ni en sus Biografías, ni en su entrevistas, ni en
su breve Biografía que se publicará en el año 2074 en Santiago”, en la que
dedica muchas páginas a su estancia en España, entre los años 1919-1921.
Recientemente se ha sabido que Borges, cuando estaba escribiendo su libro la
Historia de la Eternidad, había estado en Tetuán, el año 1936, cuando aún no
tenía cuarenta años, según esta fuente “se le vio atravesando la Plaza Cervantes
(Plaza de La Victoria), con su estatura mediana, su cabello negro peinado hacia
arriba, buscando a una mujer de identidad desconocida. Miraba con indiferencia
a la gente y a las cosas, asombrado ante los colonos españoles, y los hombres de
la Falange española, también observaba con asombro el nacimiento de un
movimiento nacionalista marroquí, en aquella pequeña y tranquila ciudad del
Norte de Marruecos. (5)

En sueños de Jativ con Borges, le dijo: hay una tercera persona Que sueña con
nosotros dos. Esa tercera persona era yo.
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* Bajo este título publica Jativ su artículo en al- Mauya, N°2, junio1993.

(1) en el aeropuerto de Marrakech, cuando llega Borges para asistir al congreso internacional de poetas, 1984.
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(2).(3) Revista Kipu. No. 3. 1981

(4) Ibrahim Jativ, al- Mauya N°2,1993.

(5) Ibrahim Jativ, al- Mauya N°2, 1993.

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