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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA

ARQUITECTURA VIRREYNAL
ESTRUCTURA
ARQUITECTONICA DE
TEMPLOS Y EXTROVERSION
DE CULTO

ALUMNOS:

 BARRENO VASQUEZ JUNIOR

 CAMPOS CAICEDO MARIANELA

 LIZANA VASQUEZ KATTY

 BERRU RAMON JOHANS

ARQUITECTURA PERUANA 2
ARQ. HAYDEÉ CHIRINOS CUADROS
1
METODOLOGÍA DE TRABAJO

LA ARQUITECTURA DE LA REGIÓN DEL COLLAO:


LA EXTROVERSIÓN DEL CULTO
1. MARCO HISTORICO: Antecedentes históricos en el contexto geográfico y sociocultural
1.1. Ubicación Geográfica
1.1.1. Topografía de la zona
1.1.2. Clima
1.1.3. Recursos
1.2. Ubicación Histórica
1.2.1. Contexto histórico
1.2.2. Condición social, cultural y económica
1.2.3. Extroversión del culto
2. ARQUITECTURA: Conceptos generales
2.1. Antecedentes
2.1.1. España
2.1.2. México
3. EXPRESION FORMAL
3.1. Capilla abierta
3.2. Capilla poza
3.3. Atrio
4. PRODUCCION ARQUITECTONICA
4.1. Periodo de implantación
4.2. Punto de inflexión
4.3. Primeros ejemplos
4.4. El Collao
4.5. Arequipa y Charcas
4.6. Puno
4.7. Las riberas del Lago Titicaca
5. CONCLUSIONES
6. BIBLIOGRAFÍA

ARQUITECTURA PERUANA II 2
INTRODUCCION

En la mayor parte de América las órdenes mendicantes son las encargadas de


introducir la Buena Nueva entre la población aborigen del continente. Desde un
principio lo hacen por medio de unos métodos evangelizadores extraordinariamente
drásticos, con frecuencia a través de una enérgica y a veces desmesurada actitud
misionera. Misionera. Por un lado, para alcanzar la finalidad que se proponen, en el
campo espiritual les condenan sus principios básicosi2', en el material destruyen todas
las manifestaciones de arte religioso. Muestras de sus sentimientos religiosos que por
lo general se materializan, como se ha indicado, en unas artes plásticas de una
extraordinaria vitalidad, calidad, técnica y perfección artística. Por el otro, los alejan de
sus lugares de asentamiento tradicional, utilizando métodos totalmente inadecuados
e incluso inhumanos al tratar de congregarlos en los nefastos pueblos de indios. Todo
ello se realiza con la finalidad de evangelizar a la población indígena más
cómodamente, pero más que evangelizarla se trata de desestructurarla.

ARQUITECTURA PERUANA II 3
1. MARCO HISTORICO

1. Ubicación Geográfica:

Puno es un departamento del Perú situado en el sureste del país. Ocupa 67 mil km²
de territorio conformado por la mitad occidental de la Meseta del Collao al oeste del
lago Titicaca, y las yungas amazónicas al norte ;a: 13°0066’00” y 17°17’30” de latitud
sur y los 71°06’57” y 68°48’46” de longitud oeste del meridiano de Greenwich.
Limita al este con territorio boliviano, al suroeste con los departamentos de Tacna,
Moquegua y Arequipa, al oeste con el del Cuzco y al norte con Madre de Dios.

La región Puno se encuentra en el Altiplano entre los 3,812 y 5,500 msnm y entre la
ceja de selva y la Selva alta entre los 4,200 y 500 msnm. Cabe mencionar que la
capital del departamento es la ciudad de Puno y está ubicada a orillas del lago
Titicaca.
Mapa Físico Político del Departamento de Puno

fuente: www.ingemmet.gob.pe

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METODOLOGÍA DE TRABAJO

1. Ubicación Geográfica:
1.Topografía de la zona
El espacio físico está comprendido desde la orilla oeste del lago Titicaca, en la
bahía interior de Puno (antes Paucarcolla), sobre una superficie ligeramente
ondulada (la parte céntrica), rodeada por cerros . La parte alta de la ciudad tiene
una superficie semiplana (Comunidad Mi Perú, Yanamayo). Oscilando entre los
3.810 a 4.050 msnm (entre las orillas del lago y las partes más altas). Puno es una
de las ciudades más altas del Perú y la quinta del mundo.

Altiplano, se encuentra en el área de influencia del Lago Titicaca, comprende las


altitudes entre 3,812 –3,900 msnm, está conformado por dos áreas: Circunlacustre
y Resto del Altiplano. El primero se caracteriza por estar situado en las
proximidades del Lago Titicaca. Cuenta con tierras y clima apropiado para la
actividad agrícola y el segundo por contener grandes extensiones de tierras de
vocación productiva pecuaria.

Ladera o Área Intermedia, se encuentra ubicado entre las altitudes comprendidas


entre 3,900 y 4,200 msnm. Su topografía se caracteriza por presentar laderas
empinadas, desfiladeros y quebradas con formaciones ecológicas; estepa,
montano, páramo y tundra; que permite la explotación pecuaria de crianza
extensiva de ovinos, camélidos y vacuno en forma limitada

Cordillera, comprende las altitudes desde 4,200 msnm, hasta las alturas que
sobrepasan los 5,500 msnm. Se encuentra mayormente en el ramal oriental y
parte occidental de la Cordillera de los Andes, su topografía es accidentada y
heterogénea; con presencia de colinas, quebradas pronunciadas y picos elevados,
suelos erosionados con escasa vegetación, formaciones ecológicas de páramo
húmedo y tundra, que permite la crianza de camélidos sudamericanos. En la parte
oeste y suroeste de la Región, se aprecia numerosos nevados como: Lorianca,
Milloco, Hatun Pasto, San Luis, Lamparasi, y Saramayo que son testimonios de
procesos glaciálicos; asimismo, al noreste los nevados de Shalluyo, Ananea,
Nacaria, Aricoma e Ipante.

fuente: DIAGNÓSTICO AMBIENTAL REGIONAL (DAR) PUNO

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fuente: http://www.regionpuno.gob.pe/web/mapas-tematicos

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2. Clima de la zona:
En general el clima de Puno varía entre frío y cálido. En las orillas del lago y en los
valles formados por sus afluentes hasta los 4 000 m.s.n.m. es frío, aunque,
atemperado por la influencia del lago; a mayores alturas es muy frío y glacial; en la
selva el clima es cálido con precipitaciones pluviales y temperaturas muy superiores
a las de la sierra. La temperatura promedio máxima es de 22°C y la mínima de 1,4°C.
Las precipitaciones pluviales en el altiplano, obedecen a una periodicidad anual de
cuatro meses (diciembre a marzo); esta periodicidad, a pesar de determinar las
campañas agrícolas, puede variar según las características pluviales del año,
originando inundaciones o sequías, así como la presencia de heladas y granizadas.

La principal característica de la Región Puno, en lo que corresponde a la vertiente


del Titicaca es su elevada altitud, en general, superior a los 3,810 msnm lo que hace
que su clima sea frío, aún durante el verano. Además, la organización del relieve a lo
largo del altiplano central, enmarcado por las altas cordilleras longitudinales, hace
que estas actúen como barreras naturales para los vientos húmedos provenientes de
las vertientes y llanuras exteriores, especialmente del oriente. No obstante, al
interior del altiplano, la presencia del extenso Lago Titicaca constituye una
importante fuente de humedad y un elemento moderador del clima.

Mediante la información meteorológica de cada una de las 69 estaciones del


SENAMHI-Puno, y tomando como base el sistema de clasificación climática
propuesta por el Dr. Warren Thornthwaite, han sido determinados 09 tipos
climáticos, de los cuales 07 son de tipo semi lluvioso: 03 fríos, 03 frígidos, 01 polar,
distribuidos, desde los 3,800 msnm hasta las altitudes superiores a 5,000
msnm(corresponden a la parte alto andina de la Región).Por otro lado, existen 02 de
tipo lluvioso: de estos los 02 son cálidos y húmedos, distribuidos, desdelos 250
msnm hasta las altitudes de 2,000 msnm(corresponden a la parte amazónica de la
Región

fuente: DIAGNÓSTICO AMBIENTAL REGIONAL (DAR) PUNO

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Gobierno Regional de Puno - G.R.PUNO mapas temáticos

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3. Recursos
3.1.Recursos Hídricos
La Región Puno, cuenta con un enorme potencial hidrográfico, compuesta de 316 ríos
y 354 lagunas, siendo el principal y de mayor importancia la hoya hidrográfica del
Titicaca que abarca casi toda la superficie de esta unidad geográfica, seguido de las
lagunas de Arapa, Lagunillas, Loriscota, Umayo, Ananta y Saracocha; el caudal
proviene principalmente de aguas superficiales de las precipitaciones pluviales (que
registran una mayor descarga los meses de diciembre-marzo), deshielos de nevados
glaciares, que forman y dan origen a los ríos con caudales permanentes los mismos
que se constituyen en afluentes del Titicaca, Atlántico y del Pacífico.

El Sistema Hidrográfico del Titicaca, está conformada por 8 cuencas hidrográficas que
vienen a constituir afluentes del lago Titicaca, registran una mayor descarga en los
períodos de precipitaciones pluviales (diciembre - marzo), disminuyendo su caudal
en el resto del año, por ausencia de lluvias y bajas temperaturas

3.2.Recursos Mineros
Las reservas de la región por excelencia es una zona minera aurífera y polimetálica,
sobre todo ubicados en las provincias de Lampa, Carabaya y Melgar; que están
asociadas con el cobre, uranio, estaño, plata, plomo y hierro. En lo que se refiere a
los productos no metálicos donde su explotación en bruto y derivados es muy
limitado, por el bajo interés para la inversión; pese a que existen importantes
yacimientos en yeso, puzolana, mármol, carbón, piedra materiales de construcción,
grava, arena, arcilla, limonitas (ocre), entre otros

3.3.Recursos Forestales
De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Recursos Naturales de 2007, la
Región Puno, cuenta con una superficie de 146 033 Hás., de tierras deforestadas
(2,04%) del total nacional 7 172 554 Hás., localizadas principalmente en la unidad
geográfica de la selva entre las provincias de Carabaya y Sandia; adicionalmente estas
tierras se encuentran en la parte de laderas de la sierra, que corresponde a la
subunidad geográfica del altiplano. Sin embargo, es necesario señalar que existen
grandes potencialidades de tierras para la producción forestal en todo el ámbito de la
zona, a excepción de la parte alta o cordillera.

3.4.Recursos Paisajísticos
Uno de los atractivos de trascendencia natural, es el Lago Titicaca, conocido como el
Lago navegable más alto del mundo que como sistema hidrográfico compone 316
ríos y 354 lagunas que en conjunto encierra una diversidad de atractivos turísticos
culturales (quechua y aymara); paisajísticos, flora y fauna; presencia natural de
penínsulas, bahías, islas flotantes de los uros, Taquile, Amantani, etc. Donde su
sistema hidrográfico está conformado por las cuencas de los ríos Ramis, Coata, Ilave,
Huancané, Suches, Illpa, Zapatilla, Azángaro y Desaguadero

fuente: DIAGNÓSTICO AMBIENTAL REGIONAL (DAR) PUNO

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3.5.Recursos Suelos
La superficie de capacidad de uso mayor de suelos de la Región Puno según el
cuadro 81 indica que es de 6 697 649 Hás. (INRENA 1998)89; de las cuales el
70,15% (4 768 250,28 Hás.) corresponde a tierras de protección y otros, que
presentan limitaciones para las actividades productivas; seguido de pastos
naturales con 21,32% (1 506815,85 Hás.), que están localizadas en especial en
la subunidad de altiplano, ladera y alta, constituyéndose como insumo para la
explotación extensiva de ganado vacuno, ovino y camélidos sudamericanos;
tierras de labranza o agrícola con 6,27% (270 151,64 Hás.), son destinados para
cultivos en limpio de productos anuales permanentes; y, de menor extensión
corresponde a tierras de vocación forestal, que ocupa el 2,24% (152 431,23
Hás), las mismas están ubicadas básicamente en la unidad geográfica de selva y
laderas de la subunidad geográfica del altiplano y ladera oriental de los andes y
ceja de selva.

3.6.Parque Nacional Bahuaja Sonene


Abarca una superficie de 1 091 416 Hás; de las cuales corresponde el 70% a
Puno y el 30% a Madre de Dios, posee una alta diversidad biológica,
presentando especies endémicas para el Perú y el mundo; además cuenta con
ecosistemas únicos en el Perú como es la sabana húmeda tropical y tipos de
bosque especial, como el bosque de nube desarrollándose a una baja altitud
(bosque de nube del Candamo). Asimismo, conserva una fauna de población de
peces de importancia ecosistémica, el ciervo de los pantanos y el lobo de crin,
especies de roedores, 14 aves de conservación internacional, y especies de
anfibios.

3.7.Reserva Nacional Titicaca


Comprende una superficie de 36 180 Hás, dividida en dos partes: Puno, en la
provincia del mismo nombre, con 29 150 Hás., Protege los totorales que sirven
de sustento a las comunidades de Uros-Chulluni y, el sector Rámis en la
provincia de Huancané, con 7030 Hás., conserva extensiones de totorales.
Presenta un paisaje bellísimo para el desarrollo de la actividad turística.
Conserva una fauna y flora silvestre excepcional, en su ámbito se han registrado
60 variedades de aves, entre las que destaca el endémico zambullidor del
Titicaca, yanavico, el cormorán y el totorero; 14 especies de peces nativas y 18
anfibios, entre ellas la rana gigante del lago Titicaca.
La flora, está compuesta por totoral y llacho principalmente, que son utilizados
para el engorde de ganado vacuno. Las aves residentes y migratorias
constituyen la fauna más atractiva de la zona, como representantes de las
familias residentes, existen patos, chocas; mientras dentro de las familias
migratorias, se encuentran los chorlos y flamencos.

fuente: DIAGNÓSTICO AMBIENTAL REGIONAL (DAR) PUNO

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METODOLOGÍA DE TRABAJO

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2. ARQUITECTURA: Conceptos generales
1. Antecedentes :
La conquista del Perú y la región andina fue tardía respecto de otras regiones del continente.
Ello significó la posibilidad de acumular experiencias en la acción de los conquistadores y
dilucidar aspectos ideológicos y jurídicos con referencia al indígena.
Sin embargo la propia situación del Perú y del imperio incaico, así como las modalidades del
proceso de conquista trajeron aparejadas guerras civiles y la prolongada resistencia del
último inca en Vilcabamba que retrasaron aún más la definitiva organización territorial hasta
el último tercio del siglo XVI. Por ello, la experiencia hispana respecto a las formaciones
urbanas indígenas era amplia al producirse la ocupación del área andina.Por una parte la
"etapa caribeña" (1492-1519)los había enfrentado a la realidad de comunidades indígenas
sin grandes centros urbanos, tal cual habrían de encontrar en áreas de la periferia del
imperio incaico en las regiones de Chile y Río de la Plata.

En esta circunstancia el peso de la idea renacentista de civilizar urbanizando tendió a la


congregación de la población indígena generando un nuevo patrón de asentamiento
territorial.
Ya las "Instrucciones" de 1503 señalaban que era "necesario que los indios se repartan en
pueblos, que vivan juntamente y que allí tenga cada uno su casa".
En el trasfondo de estas decisiones la potencialidad de la utilización de la mano de obra
indígena tendió a estructurar al territorio con ciudades de españoles con barrios o poblados
indígenas satelizados. Sin duda que a las razones laborales podemos sumar las del contralor
militar y fiscal, así como las intencionalidades de catequización del indígena cuya tarea, si se
encontraban diseminadas, se convertía en ímproba. Pero esta reorganización de la forma de
asentamiento debía a la vez tener ciertos criterios y aquí se apelaría tanto al conjunto de
teorías urbanas en boga a comienzos del siglo XVI como a las más recientes experiencias
urbanas y militares españolas: las ciudades regularizadas. Así vemos que una instrucción
dada a los frailes Jerónimos que iban a actuar en la evangelización indígena enfatizaba que
en los pueblos de indios se hiciese Iglesia "lo mejor que pudieran y plaza y calles en tal lugar.
Una casa para el cacique cerca de la plaza, que sea mayor y mejor que las otras porque allí
han de concurrir todos sus indios y otra casa para el hospital“
Si analizamos los criterios aquí expuestos podemos encontrar ciertas pautas que se
mantendrán en los poblados de indios en el proceso de la conquista cuando en los mismos
predomina la faceta de la evangelización. En primer lugar la Iglesia como elemento
dominante y generador en el poblado, es decir la referencia precisa para los indígenas que
caracteriza el sentido misional de la conquista.3 De allí la plaza adyacente y las calles que
saldrán de ella, es decir una conformación urbana de carácter renacentista con una plaza
como núcleo ordenador y calles trazadas a-priori abandonando el antiguo sistema medioeval
de la conformación de la calle por simple adición de viviendas.
Un elemento adicional de importancia es el reconocimiento del cacique como jerarquía
dentro del poblado, es decir la persistencia de antiguas referencias tribales. Esta decisión,
que se prolongaría en otros casos con la instalación del Cabildo indígena constituido por los
caciques y curacas de diversas parcialidades, señala una actitud pragmática del conquistador
al buscar alianzas con los sectores dominantes, evitando conflictos secundarios y asegurando
interlocutores con ascendiente."

ARQUITECTURA PERUANA II
Los pueblos de indios además de sus potenciales funciones específicas configuraban en
muchos casos el hinterland rural que complementaba las estructuras urbanas españolas.
Sólo la actividad evangelizadora, el incipiente gobierno municipal y la producción de
subsistencia del poblado de indios constituían las actividades centrales del mismo, pues
las demás, como los servicios personales, encomiendas, yanaconazgos y mitas -por
mencionar las más habituales- estaban en directa relación con las modalidades del
dominio del conquistador y sus núcleos urbanos y rurales que satelizaban a aquellos
poblados. Esta forma de integración del indígena era idónea para los objetivos del
español en la medida que aseguraba el abasto y subsistencia del núcleo urbano principal
cuya hegemonía jurisdiccional y territorial se prolongaba en una red de aldeas vinculadas .

Así los esquemas de Castilla en el siglo XVI de ciudades, villas, cabeceras, pueblos
sujetos, aldeas y lugares, se busca adaptarlos a las formas de organización indígena que
tenían ciudades, villas, barrios y estancias. La reorganización territorial no afectó
solamente la vertebración de los sistemas políticos y administrativos sino que atendió a
la propia localización de los poblados indígenas.

fuente: Cuadernos de arquitectura virreinal FACULTAD DE ARQUITECTURA UNAM

ARQUITECTURA PERUANA II
1.2.2. CONDICIÓN SOCIAL, CULTURAL Y ECONÓMICA
Cuando los conquistadores españoles establecidos en el Cusco tuvieron noticias de
las riquezas de la región del Collao, empezaron a llegar al altiplano. Los primeros
españoles que llegaron a la meseta del Altiplano fueron Pedro Martínez y Diego
Agüero, en 1543 descubrieron el Lago Titicaca.Posteriormente en los años 1 600
muchos grupos expedicionarios llegaron al área andina, los más importantes fueron
los andaluces y vizcaínos. A 7 km de de la ciudad de Puno (centro histórico) los
hermanos andaluces Melchor y José Salcedo descubrieron la mina de Laycacota,
debido a este gran hallazgo decidieron fundar la primera villa española en Puno,
denominada "San Luis de Alba"
A mediados del siglo XVII se originaron terribles disputas por el control de las minas
de Laykacota entre las familias más poderosas de la época, andaluces y vizcaínos, de
modo que el propio virrey Pedro Antonio Fernández de Castro,  Conde de Lemos se
vio obligado a viajar a la zona para aplacar los disturbios. A raíz de intrigas urdidas
por grupos rivales, pese a la suntuasa recepción organizada para la recepción
del Conde de Lemos, este sumariamente mandó ejecutar a José Salcedo, y mando
arasar la villa San Luis de Alba.
Posteriormente fundó la actual ciudad de Puno en 1668, con el nombre de San
Carlos de Puno, a orillas del Lago Titicaca, en el lugar denominado "Puñuy-pampa"
que significa "Paraje de ensueño".
Durante el siglo XVIII, la población indígena de la región apoyó la rebelión de Túpac
Amaru II y la de Túpac Catari, exigiendo poner fin a los abusos cometidos por las
autoridades.".
Al fundarse el Virreinato del Río de la Plata, la región de Puno fue unida al mismo,
pero pocos años más tarde pasó nuevamente a depender del Virreinato del Perú.

La tradición campesina se ha mantenido en la región, y sus principales actividades


continúan siendo la agricultura y la ganadería con miras al mercado regional del sur
andino. A partir de los años 1990 el turismo ha incrementado sustancialmente su
importancia en la economía de la ciudad y sus alrededores

ARQUITECTURA PERUANA II
1.2.3. EXTROVERSION DEL CULTO

La necesidad de facilitar la asistencia a los actos de culto a las masas de indios


recién convertidos determino la creación de una solución inseparable de la
arquitectura conventual: la capilla de indios.
Una mención de fray Toribio de Benavente hace referencia explícita a la función que
cumplían:
"...los atrios son muy grandes y muy gentiles, porque la gente no cabe en las
iglesias, y en los patios tienen su capilla para que todos oyan misa los domingos y
fiestas y las iglesias sirven para entre semana".
Fray Toribio de Benavente
La construcción de capillas abiertas para que un número crecido de fieles
pudiera asistir a los oficios no era algo completamente nuevo, habiéndose señalado al
respecto por estudiosos como Bonet numerosos precedentes españoles. Lo que sí es
completamente nuevo, en cambio, es su sistematización hasta convertirla en una
tipología arquitectónica regularizada e integrada en la arquitectura conventual.
En la construcción de las capillas abiertas se atendió de forma especial la
conexión del espacio cubierto en que se hallaba situado el altar y el espacio abierto en
que se situaban los fieles. La finalidad no era otra que conseguir una clara visibilidad
del altar desde todos los puntos del atrio.
En Perú esta exigencia de visibilidad se resolvió situando la capilla abierta
como una ventana en el ábside (Santo Domingo de Cuzco), como un balcón sobre la
portada principal (la Merced del Cuzco. Esta solución que tiene precedentes en
España, estaba determinada para que los días de feria y mercado se pudiese asistir a
misa.
Cabe señalar que la misa fue la función mas importante de la capilla abierta,
sin embargo hubo muchos usos de estos espacios, tales como la ubicación de coro y
orquesta para procesiones en el atrio o plaza, “descendimiento” de la imagen de
Cristo durante Semana Santa, bendiciones colectivas y alocuciones religiosas, hasta
su uso como palco para corridas de toros u otros regocijos y fiestas cívicas.

ARQUITECTURA PERUANA II 15
1.2.3. EXTROVERSION DEL CULTO

Las razones de espacio interior en los templos no parece haber tenido la


gravitación que pudiere tener en México ante la necesidad de albergar millares de
indígenas para determinar la construcción de capillas abiertas. La misma dimensión
menor de los templos iniciales señalan la atención al problema cuantitativo.
La adopción de esta propuesta funcional tiene mas relación con las ideas de
extraversión del culto y sacralización del espacio urbano que con la necesidad de
solucionar un problema de capacidad espacial para la feligresía, cuando se continuaba
realizando aun cuando la población ya había disminuido. Obviamente este no fue el
caso de las capillas abiertas ubicadas en mercados indígenas urbanos.
En la mayoría de los pueblos de indicios donde luego de la reducción habían
controlado las dimensiones de la comunidad para evitar grandes aglomeraciones y
donde el templo se construía por la propia población, lo que aseguraba satisfacer las
necesidades de escala, no aparece como justificada la capilla abierta por razones
numéricas a excepción de las necesidades que la fiesta patronal y la feria simultanea
pudieran plantear.

Iglesia y atrio en Huarocondo, Cuzco.


Atrio sacral y plaza-mercado.

ARQUITECTURA PERUANA II 16
1.2.3. EXTROVERSION DEL CULTO

Desde el punto de vista formal predominan en la región capillas abiertas de


tipo balcón, ubicadas sobre la portada principal como continuación del coro y
cubiertas por el avance del techo a dos aguas o tejaroz independiente.
Del mismo modo pero sin balcón, es decir utilizando espacio de la propia iglesia hay
otro conjunto solucionado con arcos de adobe o piedra con un frente adintelado que
ocupa la fachada o con arquerías que se ubican en el costado del templo. Esto sin
contar los pequeños balcones puntuales de la Merced del Cusco o el que existió en San
Pedro de Juli.
En algunos pequeños casos estas capillas tiene mesas de altares y escasas veces
presentan hornacinas con imágenes porque lo habitual son las pinturas murales
alusivas.

Iglesia sin balcón, pero con arco de adobe.

ARQUITECTURA PERUANA II 17
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.


La valoración del aporte europeo a la arquitectura hispanoamericana y el peso en
ella de la componente indígena ha sido uno de los temas importantes del debate
historiográfico.
En "Renacimiento y manierismo en la
arquitectura mestiza" , José de Mesa y Teresa
Gisbert hacen un detenido análisis de los temas
iconográficos y compositivos del Alto
Renacimiento y del Manierismo en Europa, con
la finalidad de comprobar su presencia y vigencia
en América. Para ello presentan la arquitectura
americana en comparación con su posible
original europeo. En general, sostienen la tesis
del origen e influencia europea, que Justificaría
la aplicación de las categorías estilísticas del
viejo continente a las obras americanas. La escalera dorada Catedral de Burgos.

Posición similar es la que sostiene Santiago Sebastián en "La decoración llamada


plateresca en el mundo hispánico« referente a la multitud de temas ICONOGRÁFICOS.

Más matizada es la posición de E. Palmen "El arte del Nuevo Mundo después de la
conquista", porque trata de explicar, no tanto las similitudes, cuanto las diferencias
entre la arquitectura de la metrópoli y la de ultramar. Considera la arquitectura colonial
como esencialmente ¨reproductiva¨ de los tipos arquitectónicos europeos, pues éstos
permiten trasladar en una sola operación sus contenidos, un modo de sentir conocido.
La traslación de tipos seria el componente metropolitano, que en la arquitectura
religiosa se haría por los artistas y artesanos al servicio de las órdenes religiosas,
especialmente los jesuitas.

Los aspectos diferenciales, según Palo, se deberían a diversos mecanismos: variaciones


de los tipos por mezcla con otras formas, provincialización, y desarrollo parcial de
elementos metropolitanos. Las variaciones y mezclas en la traslación tipológica
pueden deberse a la heterogeneidad en la procedencia regional de los artistas
españoles.

La PROVINCIALIZACIÓN se refiere a las


influencias locales en la ornamentación,
la capa más externa y vulnerable del
cuerpo arquitectónico. Y el desarrollo de
elementos parciales tiene como
ejemplos, entre otros, los de la
FACHADA, RETABLO y el ESTÍPITE.

Iglesia San Jerónimo -Puno

ARQUITECTURA PERUANA II 18
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.

G. Kubler, en "Indianismo y mestizaje como tradiciones americanas y clásicas«,


establece un paralelismo entre pre conquista, colonia y era moderna en América con la
antigüedad clásica, la edad media y la era moderna en Europa, para plantear
la tesis de que la época colonial es la edad media de América, para lo cual previamente
ha identificado el indigenismo como una actitud contemporánea de Interés por el
mantenimiento de los estilos que preceden a la conquista.
La analogía entre la edad media europea y el periodo colonial Justificaría la idea de
mestizaje en base a la disyunción que se da en Europa entre forma y significado, que se
traduce en el amaneramiento deformado o antiacadémico con que son
utilizados los códigos lingüísticos. Así se explicaría la arquitectura colonial desde los
parámetros de comparación que ofrece la propia historia europea con solo trasladarlos
en el tiempo.
 
G. Gasparini hace su aportación a este debate en "Las influencias indígenas en la
arquitectura barroca colonial de Hispanoamérica". Adscrito a las posiciones de Bruno
Zevi, califica de ineducados espacialmente y critica a historiadores del arte como
Angulo, Dorta o el Marqués de Lozoya, acusándoles de aplicar las mismas categorías
analíticas a las tres artes plásticas y, puesto que los valores espaciales son la esencia de
la arquitectura, propugna una crítica arquitectónica basada en ellos. Su tesis afirma la
ausencia de influencia indígena: los esquenas espaciales presentes en América son
rígidos y de origen español y centroeuropeo. En sus argumentaciones se habla de la
arquitectura como si se tratase de un fenómeno único y homogéneo en todo el ámbito
colonial. Sus variaciones son lenguaje dialectal de la arquitectura popular o varias
expresiones regionales. "Invariantes de la arquitectura hispanoamericana", de F.
Chueca, se centra en defender la unidad de Hispanoamérica como fiel reflejo a la
unidad de Intervención, mediante los tres elementos tradicionales, religión, idioma y
arquitectura.
Sitúa el problema de la arquitectura
hispanoamericana en dilucidar si se
trata o no de una simple y exacta
proyección de la peninsular,
pronunciándose por un nuevo
concepto, que define con el siguiente
argumento:unos pueblos
previamente afinos se encuentran, se
confunden y se compenetran.

TEMPLO SAN JUAN BAUTISTA HOY SANTUARIO DE LA


MAMITA CANDELARIA

ARQUITECTURA PERUANA II 19
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.

El estilo no se concibe sino partiendo de la evolución, del sentido direccional y


progresivo del arte. Un estilo que se mantuviera estático, no sería estilo.
Centrado en la corriente evolucionista de los historiadores franceses –cuyo
representante español es Vicente Lampérez- aprovecha para oponer a su rígida actitud
el método de los invariantes. Establecida la premisa de la evolución y vinculada a la
idea de estilo, consigue dejar libre el camino para referirse a lo que permanece, que
ilustra con el Juego de palabras SER EL MISMO PERO NO LO MISMO.
La idea de mismidad, como sinónimo de ESENCIA, tiene sus raíces en la intrahistoria y
se asocia a un profundo carácter popular; es un concepto confuso y artificial acuñado
por este autor y sobre el que E. Palm opina, naturaleza a su método a través de los
invariantes, algo abstracto, confuso, que se desvanece, pero que es la metodología a
aplicar a un arte arbitrario como el español, aunque no caprichoso.
 

Iglesia de Sanliago de Papuja. De planta Je cruz latina, su portada se caracteriza por una
rigurosa simetría y por las robuslas lorn'í que la flanquean.

ARQUITECTURA PERUANA II 20
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.

La manía clasificatoria nos lleva a establecer inventarios cada vez más complejos y,
quizás también, cada vez más falsos, para terminar con la siguiente idea: la historia
suramericana no es solamente la pariente pobre de la europea: sobre un mismo reloj
básico las agujas marcan otra hora, la suya propia. Y es precisamente la diferencia lo
que hace Interesante la Investigación, y no la sempiterna búsqueda de lo Igual.
Las ideas centrales aquí extractadas, le servirán para desarrollar una obra más amplia
en 1974.de amplia difusión en los países de habla hispana: Sociedad y arquitectura
colonial hispanoamericana.
La primera de ellas corresponde a Antonio Bonet Correa y aborda la cuestión de la
"Integración de la cultura indígena en el arte hispanoamericano, empezando por
admitir la destrucción del pasado prehispánico como un hecho político irreversible,
cuya Justificación puede hacerse desde varios puntos de vista, pero todos ellos ligados
a la lógica de una conquista que incluía, entre otros objetivos, el establecimiento
de un nuevo credo religioso, aceptanto la destrucción del pasado indígena, Bonet se
adhiere a la posición defendida por Robertson, según la cual la ACULTURACIÓN y
YUXTAPOSICIÓN artística de los indígenas, pronto asimilaron no solo los temas, sino
las técnicas europeas

La arquitectura del siglo XVIII, desarrolló formas decorativas y ornamentales de una


pujanza personal inconfundible, para ello se traslada a la Galicia del XVII y encuentra
coincidencias casi literales con el Collao, siendo la única explicación posible la
existencia de un modelo común, un mismo estado cultural y una realización técnica
paralela: El barroco gallego es el resultado de la revitalización de las formas feudales,
de las que los principales agentes y gestores fueron las órdenes religiosas que desde la
Alta Edad Media tenían en sus manos las riendas del poder y la economía de una
sociedad agraria rígidamente estructurada.
 
Tras analizar otros ejemplos, indica el camino a seguir por la investigación, el estudio
más profundo de un arte cuya principal dirección fue la de conmover el espíritu de los
fieles para concluir que la tradición iconográfica se expresó, entonces, de manera
primitiva, medieval, ya que el indígena hubo de aceptar como suyos los nuevos
conceptos al perder sus propias formas culturales, destruidas por la conquista.
G.Gasparini, afirma: De vez en cuando la actividad decorativa de artesanos Indígenas
basada en una manera personal de Interpretar las formas trasmitidas y respaldada por
un oficio imperfecto, produce en lugares periféricos, una expresión formal que se
aparta de las normas estéticas que tienen un contacto más directo con los modelos
europeos. Estos casos han originado no pocos capítulos extensos en la historiografía de
la arquitectura colonial y han producido Interpretaciones que quieren identificar en
esas obras, los aportes autónomos y autóctonos de la sensibilidad Indígena.

ARQUITECTURA PERUANA II 21
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.

Se trataría de una interacción cultural de tal manera que: Cuando el artesano


indígena actúa bajo la Intención de reproducir obras culturales que no pertenecen a su
cultura, más que un resultado Igual al original, logra una Interpretación del mismo,
1legando a la conclusión de que el Indígena no entiende bien las formas que representa
y por tanto las reproduce de una forma 1nexperta.
Finalmente, el trabajo de J. Mesa y T. Gisbert, "Lo indígena en el arte
hispanoamericano", comienza refutando las tesis de A. Bonet Correa, pues sostienen
que la cultura autóctona no desapareció tan radicalmente, ya que en muchas partes de
América quedó fosilizada y enquistada en la cultura de los vencedores. Defienden su la
pervivencia de la cultura indígena mediante la ambivalencia de algunos signos
cristianos, el sol y la luna entre otros, así cono otros ritos de doble significado, lo que
equivale a decir que la cultura precolombina se mimetizó durante los siglos XVI y XVII
para subsistir.
En el mismo sentido consideran que la tipología de los atrios y posas y, en general, las
manifestaciones de culto al exterior son también concesiones a lo indígena durante el
siglo XVI. Sin embargo en el s.XVIII los indios empiezan a expresarse con cierta libertad
y a ser respetados como artistas, tal como documentan los autores. Y este hecho les
peralte asegurar la influencia indígena en el arte de ese siglo, aunque lo hicieron con su
propia sensibilidad, por lo que a veces incluyen elementos precolombinos: más que
una sensibilidad indígena, se puede hablar de una sensibilidad americana determinada
por el aporte indígena, ya que los logros de esa época se deben al fruto de una labor
colectiva en la que intervienen indios, mestizos, criollos y aun españoles.

Finalmente rechazan las adjetivaciones de provincial y primitiva y, en cuanto al


concepto de popular, manifiestan: Podemos aceptar la palabra popular, no en el
sentido peyorativo, sino en cuanto indica aceptación de la mayoría, en el mi sao
sentido que el mudéjar o el barraco fueron un tiempo considerados estilos populares,
llegando a reconocerse hoy en ellos, las formas más castizas de la arquitectura
española. La relación del barroco americano con el estilo mudéjar no solo estriba en
que ambos fueron 'populares', sino que ambos son fruto de una sociedad híbrida que
recoge en sí el aporte de dos o sus culturas diferentes.
Siguiendo en la línea de los estudios que tratan de la influencia europea, la historiadora
argentina Marina Vaismann, en "Algunos conceptos críticos para el estudio de la
arquitectura latinoamericana , comienza con una exposición del concepto de tipo
arquitectónico basado en los criterios de Guillo Cario Argán, afirmando que su
utilización corresponde a las sociedades y arquitecturas históricas, mientras que la de
los modelos corresponde al funcionamiento de las arquitecturas y las sociedades
marginadas de la historia. Expone de manera un tanto confusa las diferencias entre
tipo y modelo, y coincide con Humberto Eco cuando afirma que:
 

ARQUITECTURA PERUANA II 22
II. ARQUITECTURA

2.1. INFLUENCIA EUROPEA Y COMPONENTE INDIGENA.

"El tratamiento decorativo debe ser considerado independientemente de la estructura,


concluyendo que el significado de los espacios considerados en su
plenitud, solo se alcanza por la conjunción de la organización espacial y el lenguaje de
sus límites concretos.
Al comparar la singularidad de las obras americanas con la evolución del barroco
alemán, observa como éste último se caracteriza por lo contrario, por la elaboración
una y otra vez de la espacialidad. De ahí deduce que mientras éste es el resultado de la
interacción entre circunstancias y pensamiento humano, las obras americanas
aparecen como un producto de las circunstancias y de la ideología dominante.
El resultado es que en la historia de la arquitectura hispanoamericana parezca hasta el
momento imposible hacer una historia de las ideas interconectada con la historia de
las obras. Afirmación bastante acertada, en tanto que resume la incapacidad aparente
de innovación tipológica, es decir ideológica, en la arquitectura hispanoamericana.
Esta separación entre elaboración teórica y desafío, y entre ambas con la arquitectura
histórica -europea-, hace que resulte inviable su realización, por carecer de ese aspecto
esencial interactivo entre producción arquitectónica e ideología, en el sentido de que
ésta última se vea determinada por la primera.

¿Acaso la evolución en América de los diversos tipos no conlleva la redefinición de


aspectos ideológicos? Una vez más surge la cuestión de las aportaciones a la cultura
arquitectónica europea. Pues X. Vaisman considera como tal las manipulaciones
espaciales del barroco alemán y sin embargo no considera de la misma manera las que
se van produciendo en diversos aspectos del plano decorativo, de la estructura
compositiva o del papel de la pintura y los retablos en los interiores. En todo caso
permanece un concepto de arquitectura hispanoamericana reconocible e identificable,
y dotada por tanto, de suficientes caracteres para ser considerada de forma
homogénea.

ARQUITECTURA PERUANA II 23
3.2. EL ATRIO

“…la unidad arquitectónica “atrio – capilla abierta” era muy importante: Bajo el
signo de vida cristiana, los atrios eran propiamente la casa espiritual de los
indios.”
P. Rojas (1963)
Sincretismo, Religión y Arquitectura en Mesoamérica, Jordi Gussinyer i Alfonso

Como viene anunciándose, los primeros frailes mendicantes con el fin de


lograr la implantación definitiva del catolicismo acuden a un singular sincretismo que
abarca diversas facetas de orden cultural. En el arquitectónico se materializa por
medio de unos, criterios y planteamientos constructivos en cierta manera nuevos o al
menos ausentes, tal vez desconocidos u olvidados, a finales de la Edad Media en sus
lugares de origen. Al mismo tiempo, recurren a unas formas de asentamiento
opuestas a las tradicionales en el mundo rural precolombino, pero de alguna manera
presentes en su tierra.
Se trata en el primer apartado de los atrios, pocas veces utilizados en la
arquitectura tardía de Europea, junto con las capillas abiertas una forma de proceder
arquitectónico genuinamente americanos.
El atrio americano a diferencia de su homólogo europeo toma, por lo general ,
una dimensión arquitectónica e incluso religiosa, propia. Con frecuencia menos
elitista, mas amplia y participativa a partir de la matriz precolombina (la plaza
ceremonial), junto con un significado bastante diferente de la supuesta y lejana idea
original. Circunstancia que excluye su origen occidental. Mas todavía si tenemos en
cuenta que los patios, las plazas y otros temas arquitectónicos a cielo abierto
conforman el principio mas significativo de la arquitectura precolombina de todas las
épocas.
En los atrios se juntas dos componentes religiosos pertenecientes a los dos
ambientes culturales en pugna. Por un lado, la materialización de la liturgia católica
en unos espacio diferentes de los tradicionales. Un amplio espacio abierto frente a los
templos si se quiere de antigua tradición, utilizado como un espacio muy significativo
de culto al aire libre de muy entrañable y pretérita tradición precolombina.
Otros componentes del atrio son nuevos, ausentes de arquitectura española.
Sobresalen las capillas posas, las abiertas e incluso las cruces de atrio.
Presenta un comportamiento que contrasta con la escasa utilización de la
iglesia en actos multitudinarios y la importancia dada al atrio y sus anexos en un
amplio abanico de actividades relacionadas con el culto, y algunas ajenas a el.

ARQUITECTURA PERUANA II 24
3.2. EL ATRIO

Con el fin de evangelizar, se trata de introducir los nuevos preceptos religiosos,


en este momento se dan cuenta que la población indígena esta dispersa. Con el fin de
resolver el problema, nada mas fácil que reunir, por decreto, a la población para
facilitar su evangelización, el control político y administrativo, pero sobre todo
desestabilizarla en su vertiente material y espiritual.
Dese un principio los frailes evangelizadores se dan cuenta que la formula
arquitectónica – religiosa no funciona a la hora de transmitir y materializar, a través
del culto, la nueva religión. Las razones son básicamente dos: La existencia una alta
demografía por cristianizar incapaz de absorber el templo tradicional. Esta
singularidad obliga a los frailes a buscar otras alternativas. Idear nuevos espacios para
concentrar verdaderas muchedumbres y llevar a cabo de manera satisfactoria la
evangelización y la nueva población aborigen. Por otro lado, es indispensable adecuar
la distribución y capacidad tradicional del templo cristiano a unos nuevos
sentimientos religiosos y participación litúrgica. En fin se trata en realidad de una
reinterpretación del templo católico con el fin de adaptarlo a unos comportamientos
religiosos y rituales ajenos a la tradición cristiana.
Primero se trata de ampliar la capacidad interior del templo con la
construcción de iglesias de una a tres naves. En un principio se trata de solucionar el
problema con la construcción de templos de tipo basilical de tres naves con techo de
carpintería. De inmediato se recurre a la nave única mayormente abovedada de una
gran amplitud. Amplitud que será mayor a las iglesias coetáneas en España.
Finalmente se llega a la solución definitiva. Templo de una sola nave abovedada para
ciertas actividades religiosas y un gran atrio a cielo abierto para actos mas
multitudinarios.
Ante la posibilidad de atender a toda la comunidad cristiana en espacios
cubiertos junto con la animadversión a ellos para realizar el culto entre los indígenas
da lugar, finalmente, a la aparición de la llamada capilla abierta en su aspecto mas
desarrollado. Se trata de una capilla cubierta, mejor dicho de un presbiterio fuera del
templo: colocando enfrente de un extenso espacio descubierto y limitado-el atrio-
destinado a reunir en su “interior” un gran numero de creyentes a los actos
multitudinarios de carácter religioso.

ARQUITECTURA PERUANA II 25
3.2. EL ATRIO

“…Es bien conocido que los atrios, las capillas posas y abiertas son algunos de los
temas mas característicos de la arquitectura religiosa del siglo XVI. Componentes
arquitectónicos que se incorporan a la distribución monancal de estructuras
religiosas traídas por los españoles, conforman de esta manera una unidad
religiosa en cierta manera nueva y muy significativa.”
Kubler (1948)
Sincretismo, Religión y Arquitectura en Mesoamérica, Jordi Gussinyer i Alfonso

Restos de Monasterio del siglo XVI. Concepto del espacio y unidad arquitectónica
precolombino. Templo descubierto con el atrio, capilla posas y abiertas conformando
una unidad de arquitectura religiosas cristiana.

ARQUITECTURA PERUANA II 26
3.3. CAPILLAS ABIERTAS

En las iglesias de la región es posible verificar los indicios de una extraversión


formal y funciona que tiende a sacralizar el ámbito urbano.
Analizando veremos la intencionalidad de crear un retablo externo en la fachada
formando nichos u hornacinas; en esta proyección del retablo mayor hacia el exterior
implica compartir desde el inicio, la visión sacral del indígena en cuanto a que toda
actividad esta sujeta a ritualizaciones religiosas, lo que no se reservan exclusivamente
para e templo sino para todo lo cotidiano.
La presencia del retablo exterior es una referencia hacia la plaza que adquirirá
paulatinamente mas fuerza desde fines del s. XVII con las concepciones del barroco
que adicionaran retablos de piedra externos a antiguas iglesias del s. XVI, como es el
caso de la iglesia San Juan de Juli o colocara una nueva portada sobre la antigua, tal es
el caso de la iglesia Santa Cruz de Juli, creara portadas-retablos de piedra de gran
envergadura e inclusive las colocaran dentro de grandes arcos-hornacinas. El planteo
de la extraversión del culto se complementa con las capillas abiertas cuya función la
reafirma a la vez que le da renovada importancia.
La capilla abierta tiene un área de difusión en toda la región, encontrando escasos
ejemplos en Venezuela, Colombia, Ecuador, Chile y con variadas y múltiples
propuestas en Perú, Bolivia, Argentina y Paraguay.
En este tipo de capilla abierta urbana, se habían formado balcones-capillas abiertas
desde donde se había misa a los indígenas desde el s. XVI. La permanencia de esta
estructuras modifico inclusive, como es el caso del Cusco, proyectos urbanos del
Virrey Toledo.

Iglesia de Maca, Valle del Colca. Atrio con barda y pináculos.


Templo quedo en ruinas a causa de un terremoto en 1991,

ARQUITECTURA PERUANA II 27
3.3. CAPILLAS ABIERTAS

“…a estos dos espacios estructurales monacales, uno abierto y otro cubierto,
opuesto y complementarios al mismo tiempo se les quiere adjudicar diferentes
funciones, una de carácter estrictamente religiosa y otra de índole socio-
religiosa”
Gómez (1989)
Sincretismo, Religión y Arquitectura en Mesoamérica, Jordi Gussinyer i Alfonso

“…la capilla abierta, que es la adaptación al ritual cristiano del modo de


participación tradicional americano en las ceremonias cívicas religiosas, que no
tiene nada de provisional.”
C. Chantón Olmos (1992)
Sincretismo, Religión y Arquitectura en Mesoamérica, Jordi Gussinyer i Alfonso

ARQUITECTURA PERUANA II 28
3.3. PORTADAS RETABLO

Otro aspecto señalado en la presente obra es el de la participación directa de


maestros, artesanos, arquitectos y grupos humanos en general que se dedicaron a la
arquitectura dándole en cada momento un carácter singular a la obra realizada con
influjos europeos en la época y con la participación casi total del indígena europeos en
la época y con la participación casi total del indígena en un segundo momento cuando
este asume los roles de diseño y dirección, reflejando la arquitectura del Collao un
rezago renacentista donde la idea de movimiento, la estructura de los templos y los
efectos de la luz se perciben claramente como características de las pinturas murales
del siglo XVII, los marcos de gran tamaño demuestran transito al XVIII incluyendo las
decoraciones escenográficas y los retablos blancos o dorados para desembocar a los
de estuco en el siglo XIX. Las obras del siglo XVI jerarquizan las portadas interiores de
las capillas y sacristías, las del siglo XVII y XVIII acentúan con la portada retablo la
extraversión del culto al pueblo y manifiestan lo sacro en lo cotidiano; las posas, atrios
y plazas incorporan el sentido procesional o festivo en el exterior.
La idea de las portadas retablo se traslada, en la cual se aplica como un tapis de
piedra sobre los muros de adobe (San Juan de Juli) o piedra y podemos encontrar
hasta notables capillas absidiales de dos plantas que identifican la persistencia
insólita de extroversión del culto.

Perú- Cuzco, Capilla abierta en Perú-Asilla (Collao), Portada


portada de la Merced, 1657. retablo, Siglo XVII.

ARQUITECTURA PERUANA II 29
CAPILLAS POSAS

Han servido generalmente como estación de las procesiones en torno al pueblo.


También han sido utilizadas según otros autores como centros de la catequesis
diferenciando los sexos y edades.

Descripción del conjunto


En la actualidad, el conjunto conventual de Santiago Apóstol aún conserva parte de su
disposición arquitectónica original; recientemente fue fragmentada parte de su
superficie, cuando se construyó una vía sobre los terrenos del conjunto.
El templo se encuentra dispuesto en forma paralela a la plaza principal, guarda una
relación directa con ella a través del ingreso lateral del conjunto.
Originalmente, el conjunto conventual de Santiago Apóstol estuvo dispuesto a partir de
tres áreas arquitectónicas, el atrio con su cruz de piedra y sus capillas posas, el templo y
la casa cural situada a un lado del templo.
Ramón Gutiérrez aporta valiosa información a partir de imágenes gráficas del siglo XVII
(1664), que forman parte de una serie de cuadros de exvotos dedicados a la Virgen de
Pomata; por medio de los cuáles se puede interpretar que el diseño original del
conjunto contó con un atrio con capillas posas, una portada de acceso en la fachada
lateral, un templo con nave, una sola torre cubierta a dos aguas y un presbiterio con
cubierta elevada.

http://www.patrimonioculturalperu.com/wp-content/uploads/2014/06/UNA-MIRADA-AL-PATRIMONIO-
ARQUITECT%C3%93NICO-DE-LA-PROVINCIA-DE-CHUCUITO.pdf

ARQUITECTURA PERUANA II
CAPILLAS POSAS

El atrio se encuentra dispuesto frente al templo, originalmente estuvo cercado por


una barda atrial coronada por almenas; misma que fue sustituida por una barda
contemporánea. Al lado derecho del atrio, aún se conserva una cruz de piedra;
este espacio surgió por la necesidad de evangelizar a los naturales del lugar.

ARQUITECTURA PERUANA II
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.1. PERÍODO DE IMPLANTACIÓN.

El área virreinal peruana asentada sobre el primitivo Tahuantinsuyo se apoyaba en dos


focos principales: Lima, capital administrativa, y Cuzco, ciudad símbolo en la que la
dominación hispánica concentró un considerable esfuerzo para demostrar a la
población indígena el cambio histórico y cultural. Ambas ciudades fueron objeto de las
mayores inversiones por parte de la Iglesia y de las principales órdenes religiosas, como
lo testimonian las tempranas obras de sus catedrales y de los conventos franciscanos y
dominico, que con cierta provisionalidad habían ocupado en las postrimerías del s. XVI
los grandes solares asignados a raíz de la fundación.

En cambio la acción urbanizadora y edificatoria fuera de estos grandes núcleos estuvo


marcada por pautas bien diferentes. Los edificios eclesiásticos tenían la elemental
organización indispensable a la catequesis y la predicación, tal como recogen
testimonios de la época como el de Diego de Valdés. La calidad de éstos edificios era
no obstante muy superior a la de la arquitectura civil y administrativa.

La evolución del templo estuvo condicionada por el rango, éxito y papel asignado a la
fundación pero, en cualquier caso, la provisionalidad, carencia de recursos y
agresividad del medio favorecieron un continuado proceso de remodelación que
tenía como objetivo alcanzar la construcción de "cal y canto".

Una característica de aquella primera arquitectura colonial alejada de los grandes


núcleos fue la puesta en marcha de un amplio programa de construcciones que casi
siempre tuvo que asentarse sobre terreno virgen y solo en algunas ocasiones como
en El Collao, lo hizo en un área cargada de preexistencias culturales. El tejido urbano
que pudiera haber sido un referente para el templo o no existía o estaba en una
incipiente fase de desarrollo.
Hay que anotar también el acusado aislamiento de muchas zonas, especialmente las
apartadas del Camino Real del Inca.
En términos generales, el territorio se articula en pequeñas poblaciones donde, tanto
la Iglesia cono las Ordenes cuando al lugar, tratan de implantar en paralelo al poder
civil la Infraestructura necesaria para sus labores respectivas de evangelización y
colonización, configurando unos ambientes urbanos en los que los espacios civiles y
religiosos están claramente diferenciados y cargados de su simbología especifica
cono ha analizado acertadamente Marcello Faggiolo.
Multiplicándose de pueblo en pueblo, van surgiendo las primeras Iglesias sobre el
presupuesto de conseguir el acercamiento de las masas a la fe cristiana, una vez
"reducidos" gracias a las ordenanzas del virrey Toledo. A veces, como el caso
de los Jesuitas en Julí, la acción va más allá de la simple catequesis alcanzado niveles de
asistencia social, ejemplo de lo cual son el padre Bertonio o las crónicas de Bernabé
Cobo.

ARQUITECTURA PERUANA II 32
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.1. PERÍODO DE IMPLANTACIÓN.

Como ya hemos indicado, los recursos eran muy limitados, especialmente los
constructivos. Así que la menoría de origen de clérigos y artesanos tuvo que apoyarse
al máximo en la técnica autóctona. El resultado fue el tipo de templo que la
historiografía define cono mudéjar.
Estos edificios de los que apenas queda alguno sin alteraciones Incorporan un variado
repertorio de conceptos trasladados desde la Península. Tienen una gran nave con
muros de tapial o adobe muy largo y estrecho en razón de la madera disponible,
cubierta mediante pares con tablazón y "tumbadillo" y, solo excepcionalmente, con
auténticas artesas de tipo mudéjar.

Era la única posibilidad de lograr un espacio cubierto con los medios tecnológicos
disponibles en las áreas rurales. De esta estructura elemental se separa el presbiterio,
una veces recto y otro ochavado, con un potente arco toral en piedra o ladrillo.
Ya entrado el siglo XVII se incorporará a los pies de la nave un coro alto sobre columnas
o arcos rebajados para permitir la instalación del órgano.

El ingreso principal, situado hacia la mitad de la nave, se subrayaba con una sencilla
portada de corte clasicista que permitía organizar lateralmente la relación con el
espacio religioso del atrio, Interpuesto entre el templo y la Plaza de Armas.
Completa la estructura una pesada torre campanario, anexa a los pies de la nave o
exenta, con la función simbólica de reclamo, de punto de referencia en la Inmensa
horizontalidad del Altiplano, hasta el punto de asumir en algunos casos para la
población indígena el carácter de una huaca. La razón está, según María Rostworosky
en que "la idea de huaca surge cobo una oposición a la idea de un dios en el sentido
abstracto del mismo.

ARQUITECTURA PERUANA II 33
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.1. PERÍODO DE IMPLANTACIÓN.

En el Habito andino, lo sagrado envolvía al mundo y le comunicaba una dimensión y


profundidad muy particular".
En el ámbito virreinal y durante este primer periodo, se configura un espacio sacra
específicamente americano mediante la disposición de “capillas posas" y "capillas
miserere" en las esquinas y centro del atrio. Su inventario para el área andina ha
sido realizado por la historiadora T. Gisbert.
Este esquema de relación con lo urbano tiene variaciones. En los valles al sur de Cuzco
la iglesia adopta una posición axial respecto a la plaza y, como en San Jerónimo, está
dotada de una "logia" elevada para actos litúrgicos. Aquí el elemento
simbólico de la torre campanario es sustituido por una espadafia.
Pero el concepto tipológico de estas Iglesias de finales del siglo XVI y primera mitad del
XVII no queda limitado al organismo constructivo, sino que incluye como aspecto
sustantivo la imaginería propagandística de la fe, tanto para fines catequéticos como de
fomento de las devociones. El interior es enormemente expresivo: además del gran
retablo mayor, las paredes se cubrían con pintura mural y, cuando los medios lo iban
permitiendo, con enormes lienzos ricamente enmarcados que llegaban a estructurar un
espacio inicialmente neutro. Esta actividad dio trabajo a importantes talleres, capaces
de realizar grandes en cargos en poco tiempo, como tiene ampliamente
documentado J. de Mesa.
El esfuerzo artístico que ello suponía estaba más que justificado pues, como afirma
María Rostworosky 'es Interesante Juzgar cómo los naturales veían al Dios de los
cristianos a través de las prédicas de los evangelizadores. Lo consideraban al igual que a
los santos, cono las butacas personales de los españoles, que cuidaban de sus Intereses
pero eran totalmente indiferentes con la suerte de los pueblos andinos".
En el siglo siguiente esa visión cambiará sustancialmente a través del sincretismo.
La formación del espacio religioso cubierto respondió por tanto a la necesidad
perentoria de organizar, con los recursos disponibles y para una específica población
pagana, una teoría y una praxis litúrgica acorde con la evangelización, la
Contrarreforma y las culturas locales.
Hemos estudiado en esta ocasión Andahuayllllas y San Blas de Cuzco, a los que se
podría añadir Chucuito, por los ejemplos menos alterados que se conservan y por
haber documentación suficiente sobre ellos.

ARQUITECTURA PERUANA II 34
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


Hacia la mitad del siglo XVII la colonización había generado ya un si tema de ciudades,
pero la primacía seguía perteneciendo a Lima y Cuzco.
Lima, a orillas del Pacífico, relativamente próxima al antiguo núcleo de Pachacamac y
sede del virreinato, es el punto de conexión con la metrópoli. Las flotas arribaban
periódicamente a su puerto de EL Callao, trayendo hombres, ideas
y mercaderías . Su localización le dá un carácter específico, común a la mayor parte de
la costa peruana: terrenos llanos, escasos de vegetación y carentes de piedra, y con
frecuentes terremotos.
Estas circunstancias y el singular microclima condicionaron su evolución y la de su
arquitectura: materiales ligeros, cubiertas frágiles y, desde el punto de vista formal,
preferencias por el pilar frente a la columna. Sobre estas bases se edificaría el escenario
barroco limeño, muy bien caracterizado por J. Bernales.
Lina es desde la fundación un mundo sociológico y cultural que mira hacia el mar y a
través de él hacia Europa y que vive de espaldas al gran mundo que tiene detrás. Aún
hoy pervive en Perú esta peculiaridad que diferencia notablemente al costeño del
serrano. Tamayo Herrera, refiriéndose a Vargas LLosa, afirma que según éste, lo peor
que puede pasarle a un criollo costeño es ser ascendido al páramo altiplánico.
Cuzco, en el corazón de la gran cordillera, representa un conjunto de valores bien
diferentes. Al contrario de la capital, su estructura urbana no parte de cero; se asienta
sobre la capital anterior a la invasión, cabecera del Tahuantinsuyo de carácter tan radio
céntrico que desde el Haucaypata, el mundo andino se dividía en cuatro partes.
Además, la ciudad disponía de piedra y buena arcilla para cocer ladrillos, y contaba con
una antigua tradición de cantería, cuyos artífices trabajaron durante la colonia al
servicio de los españoles.
Mientras en Lian se arrancaba de un simple parcelario, Cuzco se apoyaba en una
memoria histórica que por otra parte había que acallar, porque era un profundo signo
de la identidad indígena. Quienes tenían derecho a visitar la capital –según cuenta José
Hé Arguedas -los nobles de los pueblos conquistados, los emisarios y los guerreros que
volvían, se arrodillaban en las abras, o en el primer sitio de donde podían divisar la
ciudad; y saludaban con una frase que se ha conservado y que expresa la veneración
que los súbditos sentían por la ciudad sagrada: Xapaykukuykim Jhatua K'osk'o, Oh, gran
ciudad, yo te saludo. Los indios actuales que llegan de las provincias, siguen
observando ésta costumbre, a pesar del trastorno que han sufrido
la ciudad y el pueblo nativo, lo que demuestra que, mientras todo lo antiguo ha
acabado y se ha destruido o transformado, la fidelidad por el Cusco ha permanecido en
los Indios a través del desconcierto y de la noche total en que fueron sumergídos.

ARQUITECTURA PERUANA II 35
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


Si en Lima las principales órdenes ocupan solares relativamente distanciados de la Plaza
de Armas, reservada al gobierno virreinal y a la Iglesia secular, en Cuzco las órdenes
fueron autorizadas a implantarse sobre los principales edificios incaicos. El ejemplo más
notable es el de la orden dominica, favorecida por Felipe II, que se instaló sobre el Cori
cancha, yuxtaposición de nuevas construcciones con las antiguas.
Arabas ciudades llevaban adelante el azaroso proceso de construcción de sus
respectivas catedrales, según esquemas compositivos atribuidos a Francisco Becerra y
claramente vinculados a modelos peninsulares como han demostrado varios
estudios, en particular los de Angulo y Bernales. Eran obras financiadas y controladas
por la Iglesia de la metrópoli, cobo las demás catedrales del Virreinato, lo que las
convierte en casos singulares en la situación general de la arquitectura colonial.
Pero un fenómeno natural y frecuente en Perú, los terremotos, influyeron en su
aspecto formal. El de 1650 afectó a la de Cuzco cuando aún no se había completado su
portada y sí las laterales. Soguera había terminado la de Lina en 1642 según
cánones clasicistas con la única licencia del frontón partida que, a decir de Angulo,
sentaría precedente en el virreinato.
La portada principal de la catedral de Cuzco se labraría ya entre 1651 y 1654,
introduciendo ya una composición con órdenes de columnas en distintos planos cuyo
origen en los retablos parece indudable pero cuya significación arquitectónica
está, a nuestro nodo de ver, en su espacialidad. Es un artificio en piedra que exalta la
vibración de las formas bajo la luz andina, enmarcando el acceso a la gran cueva
sagrada y que adopta un papel protagonista en la Plaza que va dejando de ser "de
armas" para pasar a ser "Kayor" o del aereado.
Pero no solo es la portada central: Las torres campanarios consolidan también un
modelo de gran valor plástico sobre el azul intenso del cielo cuzqueño.
La catedral de la antigua capital incaica incorpora dos elementos arquitectónicos muy
elaborados formalmente, de gran aceptación a la vista del éxito y la difusión que
alcanzaron, y que daban respuesta a la espectacularidad que requerían dos
fragmentos singulares de la principal y única escena urbana: el campanario y la entrada
al recinto sagrado.

ARQUITECTURA PERUANA II 36
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


Por las mismas fechas y en Sevilla otro campanario, diseñado por Hernán Ruiz II, se
levantaría sobre la arquitectura de la cultura sometida y serviría de modelo por más do
una centuria Las órdenes religiosas venían trabajando desde ílnales del siglo XVI en la
mejora de sus instalaciones sobre la base de una organización claustral anexa a la
Iglesia conventual, dejando como plaza una pequeña parte del solar, con acceso
independiente al templo y al claustro bajo la imagen dominante de la torre
campanario. La Iglesia conventual, amplia y comunicada lateralmente con el resto del
complejo, disponía habitualmente sus tres naves según modelos españoles o
europeos, como la historiografía se ha ocupado sobradamente en señalar. Ya fuera su
origen renacentista en general o Jesuítico en particular, el tipo que se desarrolló en el
ámbito peruano fue un templo de nave central cubierta por un cañón con lunetos,
presbiterio plano cúpula sobre el crucero, coro a los pies y naves laterales bajas con
capillas. Este tipo es en realidad el resultado de una evolución que se remonta a la Baja
Edad Media al intensificarse la relación entre las órdenes zendicantes y la ciudad, basta
llegar al activo papel que adquieren tras la Contrarreforma las ordenes de predicadores
en un proceso muy bien analizado entre otros por Jeszek X. Zawlsza.
Es un edificio pensado para un sistema de accesos independientes: desde el claustro la
comunidad puede llegar a la nave y al coro alto, y los fieles desde el exterior por una
puerta lateral enfrentada a la del claustro o por la más solemne a los pies de la nave.
En España estas construcciones tenían que ir acomodando ampliaciones sucesivas al
complejo tejido urbano, sin posibilidad de una ordenación regular. En América, la
parcela asignada en el reparto fundacional de la ciudad permitía una composición
geométricamente más simple: se dejaba libre un espacio urbano con función de atrio y
para dar a la fachada la perspectiva que no tenía al estar lejos de la Plaza de Armas: en
la esquina más exterior, y haciendo de rótula con la trama urbana, se situaba el
elemento identificador del convento en la silueta de la ciudad, la torre campanario.
En muchas ciudades andaluzas el anuncio de los oficios se hace desde una simple
espadaña añadida sobre alguno de los muros principales. En el virreinato, donde las
ciudades estaban por hacer y faltaban elementos de imagen urbana, había que crear
esos puntos de referencia, hitos que se grabaron en la memoria de los fieles. El ejemplo
más claro lo tenemos en la orden dominica, que tanto en Lima como en Arequipa,
eleva torres octogonales casi exentas de la edificación, revelando una actitud que
metafóricamente podemos emparentar con el minarete musulmán.

ARQUITECTURA PERUANA II 37
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


En la mayoría de los casos se trata de un cubo al pie de la nave de la epístola coronado
con un campanario más o menos complejo; es un elemento único en la tradición
monástica y original en su relación con el edificio y con la ciudad: el muro
del lado del evangelio se prolonga más allá de los pies de la iglesia para limitar el atrio,
y en él se abre la puerta del convento. La fachada de la iglesia conventual no es
simétrica pues lleva anexo el conjunto claustral; sin embargo se produce una esquina
importante en la trama urbana que es la que ocupa el campanario.
La espacialidad interior de la iglesia incorpora la síntesis entre la cruz latina y la
centralidad de la cúpula, así como un amplio repertorio de devociones en la sucesión
de capillas laterales. Este dispositivo permite una utilización múltiple del espacio
religioso: mientras unos fieles oran en dirección al retablo mayor, otros lo hacen ante
un altar menor en las naves lateral sin interferir con los otros. Uno de los efectos de la
Contrarreforma, muy agudizado en España y consecuentemente en América, es la
multiplicación de imágenes objeto de devoción probablemente basada en la capacidad
mítica tanto del pueblo mediterráneo como de las culturas prehispánicas.
Esa actitud mítico - devocional. muy vinculada a un sentido pagano de la naturaleza,
da pie al desarrollo de la imaginería como un arte específico, protagonista en las
iglesias.
En este contexto debemos situar dos iglesias que por su capacidad de ruptura y
renovación completarán la iniciada en la portada mayor de la catedral de Cuzco: la de
la Compañía en la ciudad de los incas, y San Francisco en la ciudad de los Reyes.
La Compañía de Jesús estaba instalada, desde su llegada a América en 1568, en la
Plaza de Armas de Cuzco y, tras las numerosas vicisitudes que describe Vargas Ugarte
<11 > consiguió levantar una iglesia en la parte más baja de la plaza.
El terremoto de abril de 1650, que hizo vibrar los edificios durante casi un mes, arruinó
por completo la iglesia jesuita, dando origen a un activo programa de reconstrucción
que se completó en apenas diecisiete años. Por razones históricas no bien conocidas se
proyectó un edificio, de una sola nave con capillas laterales poco profundas y un
crucero de brazos sobresalientes sobre el que se elevaba una cúpula.
Habría que investigar si la parcela de que disponía en ese momento la Compañía era
suficientemente ancha y cuál era la coyuntura de sus relaciones con el poder civil y con
el cabildo catedralicio. En la obra de Damián Bayon <12> se hacen algunas
consideraciones en este sentido, pero baria falta documentarlas mejor. En cualquier
caso, lo más significativo en nuestra opinión es que una orden religiosa adoptara una
composición de fachada de rango catedralicio frente a la ciudad. Para ello situó la cruz
latina de la iglesia con los pies hacia la plaza, levantó dos torres gemelas y compuso
una rica fachada en competencia con la de la Catedral. Simultáneamente construyó la,
según Angulo, primera cúpula con tambor de todo el virreinato.

ARQUITECTURA PERUANA II 38
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


El modelo que describimos más arriba y que siguieron dominicos, mercedarios y
franciscanos en la propia Cuzco, fue notablemente alterado por los jesuitas al construir
el edificio mis moderno y avanzado de aquellas tierras, superando en más de un metro
todas las dimensiones verticales de la catedral, aunque por la esbeltez de su
composición la diferencia parecería aún mayor. Los casi treinta y cinco metros de
altura de los campanarios en la Plaza de Armas del Cuzco de 1668 no pudieron
por menos que causar un gran impacto tanto para las otras ordenes como para el
sentido de la escala del pueblo indígena. Pensamos que en ese momento se consagró
"la imagen urbana" por excelencia de la Iglesia en América latina.
Los aspectos estilísticos y compositivos de la fachada han sido suficientemente
analizados pero creemos que su trascendencia radica, además de en la audacia de la
solución, en la eficacia funcional del conjunto pues cumplía con los requisitos
contrareformlstas y la solución constructiva era compatible con la tecnología
disponible.
Iniciada la construcción del templo Jesuita en Cuzco, un intenso terremoto arruinó en
1656 la mayor parte de las construcciones de Lima y entre ellas el convento de San
Francisco, que de la mano del portugués Vasconcelos tenía en carcha un ambicioso
programa de renovación.
Caracterizado por las pautas señaladas para las edificaciones conventuales, ofrece no
obstante una alteración sustancial: la portada principal de la iglesia que daba frente al
pequeño atrio se concibió con un carácter de autonomía y monumentalidad. Adopta el
esquema simétrico de dos torres que acogen entre si una portada labrada siguiendo las
directrices cuzqueñas. Pero, cono en toda obra de arquitectura, no solo el plano
estético y compositivo es determinante.
La esbeltez proyectada para las torres, la carencia de piedra y la frecuencia de los
terremotos hicieron que su basamento tuviera que ser muy grande, hasta el punto que
literalmente comprimen la portada; y una de ellas, la que se yuxtapone al testero del
convento preexistente, hubo de hacerse de menores dimensiones, casi un metro y
medio menos que la otra.
Así, al proyecto de Vasconcelos, posiblemente el representado por Pedro de Holasco,
hubo que corregirle la desigualdad de las torres apoyándose en un efecto óptico, para
lo cual se duplican las pilastras de sus caras al tiempo que se añadió un profuso
almohadillado que enmascara aún más la anomalía. La interpretación habitual de este
último como un resabio claroscurista de origen renacentista, creemos que debe
complementarse con esta otra que se apunta.

ARQUITECTURA PERUANA II 39
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.


En cuanto a la portada, se Incorporan todos los hallazgos lingüísticos de ese momento:
el fragmento de cornisa curva y casi vertical de la catedral, las columnas de diferentes
tamaños de la Compañía y la superposición de los órdenes en varios planos de la
Catedral cuzqueña. En esta cuestión debe tenerse en cuenta, no obstante, la opinión
de Hart-Terré que propone tres fechas diferentes para los tres cuerpos de la
portada en paralelo con los terremotos de 1687 y 1746.
El resultado fue una nueva versión de la monumentalizarían de una fachada
conventual asegurando un importante impacto urbano dramatizado hasta el límite de
los cuarenta y dos metros que alcanzan las linternas de los campanarios.
Seria precisa una Investigación para fijar con mayor precisión aún la cronología de las
tres construcciones que se llevan a cabo en el corto periodo de tiempo que va de 1651 a
1672 en que se termina la portada de San Francisco. Sin embargo sea
cual fuere su orden de prelación, lo trascendente, es la Incorporación de nuevos valores
lingüísticos, compositivos y urbanos, que cambiaron el curso seguido hasta ese
momento por la arquitectura religiosa virreinal.
Sin olvidar la composición de la portada de San Francisco en Quito de finales del XVI o
del convento del mismo nombre en Cuzco, terminada en 1642 y que inició el uso de
ordenes en distinto plano, creemos que fue hacia la mitad del siglo XVII
con los tres ejemplos citados cuando se introducen cambios profundos en la
funcionalidad del templo, en su relación con la ciudad y, qué duda cabe, en el lenguaje
formal, constituyendo la nueva imagen a que aspiraron clérigos, obispos y artesanos
durante ciento cincuenta años.
La arquitectura religiosa en el alto Perú entre 1650 y 1790 constituye un fragmento
diferenciado en el programa de construcciones abordado por la Iglesia y se caracteriza
además de por la realización de un amplio patrimonio por un especifico y
peculiar proceso de evolución tipológica. Pensamos que el factor étnico unido a las
particularidades del contexto histórico, la cualificaron de tal manera que debe
considerarse con cierta autonomía en el conjunto de la arquitectura colonial.
Los ejemplos citados son determinantes para el devenir de la arquitectura religiosa en
el Tahuantinsuyo, pero hemos de añadir que las transformaciones también están en
relación estrecha con la diferente catequética que se venía aplicando desde principios
del siglo. XVII. Se había cumplido una primera etapa de la colonización, el siglo de la
plata (1550-1650) estaba dando a su fin, y la sociedad colonial era ya más compleja.

ARQUITECTURA PERUANA II 40
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.

En el tercio final del siglo. XVII estaba formada por criollos, mestizos e indígenas, y en
lo religioso, correspondía con la consolidación de la cristianización, la asimilación de la
liturgia contra reformista y la exteriorización del culto. Las poblaciones ya ofrecían una
cierta imagen urbana configurada por el tejido residencial y un grado de diversidad
funcional propiamente ciudadano.
Asimismo habían cambiado las relaciones del poder político y en esos momentos los
grandes centros daban carta de naturaleza a una organización civil más o menos
participativa e integradora de las diferentes etnias aunque fuertemente Jerarquizada.
El modelo de ciudad conocido por el obispo D. Manuel de Xolllnedo y Angulo en
España y vivido en el Cuzco colonial se impondrá como conjunto de valores a imitar por
todas aquellas poblaciones que hablan superado los niveles críticos de supervivencia.
Ello dio lugar a una progresiva remodelación del conjunto urbano por excelencia, la
Plaza Mayor y con ella del templo matriz, que deberá dignificarse para mayor gloria de
Dios, trayendo consigo una importante inversión de la comunidad indígena apoyada
en viejos sentimientos de reciprocidad, asumiendo colectivamente el
engrandecimiento de sus iglesias y vehiculando con ello un sentido de orgullo local en
un contexto a veces tan depauperado que hace Inexplicable las energías y los caudales
Invertidos para fines religiosos.
La Recopilación de Leyes de los Reinos de Indias, preveía no obstante el sistema
institucional de financiación: La reglamentación establecía que de los diezmos
recaudados por los oficiales de la Real Hacienda por diócesis, se proveyeran las
iglesias, dividiéndose el total en cuatro partes Iguales. Una de ellas había de entregarse
íntegra al obispo, otra se repartía entre el deán, cabildo eclesiástico y demás miembros
de la catedral de la diócesis. Los otros dos cuartos se dividían en
nueve partes: cuatro para los párrocos, tres para la fábrica de alguna iglesia y para los
hospitales, y los dos novenos restantes serian para el Rey".
A esta provisión de fondos había que añadir la capacidad de gestión de los párrocos,
que incrementaban los caudales mediante el comercio a pesar de estar expresamente
prohibido. En un memorial al Rey de 1645, el franciscano Fray Buenaventura de Salinas
relata cómo un cura de la Sierra Sur peruana enviaba a vender el trigo a Cuzco pues allí
otro sacerdote amigo se lo vendía a 20 reales mientras que en su doctrina lo pagaban a
6.

ARQUITECTURA PERUANA II 41
III. PRODUCCION ARQUITECTONICA

3.2. PUNTO DE INFLEXION.

Las tres visitas efectuadas por Mollinedo a su diócesis entre 1673 y 1699 supusieron el
inicio de un proceso de remodelación y construcción que se tradujo en una ingente
actividad arquitectónica cuyos mecanismos tratamos de observar desde una visión que
no se detenga en los aspectos estilísticos o de filiación iconográfica. Pensamos que la
explicación completa del fenómeno representado por éste fragmento de la
arquitectura colonial debe buscarse en las especificas condiciones en las que se realizó
y los objetivos que pretendían sus promotores.
Resumiendo, superadas las provisionalidades propias de los años del oro (1530-1550)
durante la centuria siguiente se consolidarían las aspiraciones, necesidades y
posibilidades del templo parroquial en el tipo arquitectónico comúnmente
denominado "mudéjar" produciéndose un punto de inflexión hacia la mitad del
siglo XVII sobre la base de las especificas aportaciones señaladas.
 
En unión de otros factores, se inicia a partir de este momento un proceso evolutivo
cuyas primeras obras se sitúan en el último tercio del siglo y su pleno desarrollo ocupa
todo el siglo XVIII. Consideramos, además, que la generalización o el rigor cronológico
son improcedentes, pues la evolución tipológica está sujeta a factores locales y de área
cultural variables, máxime si tenemos en cuenta que no se trata de una ruptura, sino de
la incorporación fragmentaria de elementos con diverso grado de complejidad, que
dependerá de la prosperidad, capacidad o coyuntura de cada población.
Con los mismos límites culturales y cronológicos podría abordarse el estudio de otros
tipos arquitectónicos como los edificios de la administración monárquica, las casas y
palacios de los hidalgos o la propia Plaza Mayor, como una expresión más de la
evolución seguida por la sociedad colonial. Obviamente no se Tarata de categorías
estancas, ni tienen en general, la trascendencia y el significado artístico del templo
cristiano al que la historiografía ha dedicado su principal atención.

ARQUITECTURA PERUANA II 42
4.3. PRIMEROS EJEMPLOS

A FINALES DE 1673 SE INSTALO EN EL CUZCO EL OBISPO MANUEL DE MOLLINEDO Y ANGULO,


SU MECENAZGO SE EXTENDIÓ AL PATRIMONIO ECLESIÁSTICO DEL ALTIPLANO COMENZANDO
SU LABOR EN LA PROPIA SEDE CON LA CONSTRUCCION DE TRES NUEVAS PARROQUIAS: SAN
SEBASTIAN, SAN PEDRO Y BELEN.

IGLESIA SAN SEBASTIAN

IGLESIA SAN PEDRO

ARQUITECTURA PERUANA II
4.3. PRIMEROS EJEMPLOS

IGLESIA BELEN

Estas tres iglesias fueron los que mas resaltaron en cuzco la cuales fueron
de ejemplo para ser tomadas en Puno, uno de los aspectos tomados es la
monumentalidad ante el espacio publico de la gran portada dando una
mejor sensación a los fieles , tenían fachadas laterales y un ábside de la
nave, los materiales utilizados eran la cal y la piedra

LIBRO : R. GUITIERRES, ARQUITECTURA DEL ALTIPLANO PERUANA, primera edicion

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

LA EXTENSION DEL COLLAO

La difusión de un movimiento arquitectónico esta muy vinculada a razones históricas


diversas. Si en Europa se puede hablar de una cierta autonomía en la evolución del
quehacer artístico, en el área andina la baja densidad urbana y los niveles de mera
supervivencia de la mayor parte de su población, solo permitieron el desarrollo de
una actividad constructiva que se encaminaba a cubrir las necesidades mas
perentorias.
El programa de remodelación y acondicionamiento que acometió el obispo Molllinedo
hacia 1675, tras su primera visita a la diócesis, se concreto de inmediato y a partir de
1977 comenzaron las obras en las parroquias mas deterioradas.
Desde el punto territorial, la región geográfica de ese nombre se ajustaba a la
altiplanicie de 3800 m. que rodea el Lago Titicaca según los siguientes limites. Una
frontera natural N.O. formada por las cumbres del Vilcanota que cierran los valles
cuzqueños situados entre los 3300 y los 3400 mts. Y un limite al N.E. que se va
elevando hasta alcanzar la ceja de la selva. El fianco S.O. desciende suavemente hacia
los valles costeños de Arequipa y Moquegua con alturas entre 2000 y 2200 mts. Y en
el limite S.E., tras alcanzar los 4000 mts. En La Paz, se abren las punas que conducen a
través de Oruro hacia Potosi y Chuquisaca
La penetración del imperio procedente del Cuzco expuso introducir una cuña quechua
en el Altiplano hasta los limites de la antigua capital lupaca, Hatuncolla, sin que llegara
a trascender mas hacia el Sur una autentica influencia cultural aunque si la
dominación política.
La ruptura de la implantación lupaca, dio como resultado, ya en la época colonial, a las
diócesis de Lampa, Azangaro, Sandia y Carabaya de difícil aclimitacion para los grupos
quechuas. A partir de Puno, se mantuvo la presencia aymara que se prolongaba hacia
el S.O. en dirección a la costa a través de los valles del Colca y de Arequipa. Hacia el
S.E. se extendia desde Tihuanacu hasta Potosi, si bien alrededor de esta ciudad y por
efecto de la mita la población indígena pertenecía a todas las etnias. Los españoles se
localizaron casi exclusivamente en la vecina y mas benigna Chuquisaca.

Indudablemente, la segunda colonización, la española, supuso una alteración en


función de los específicos objetivos de la conquista. Arequipa, por sus particulares
condiciones climáticas, concentro un numero importante de españoles gracias a su
posición estrategia a los pies del ALTIPLANO, comunicada a través de la cercana costa
con lima y a mitad de camino entre la capital virreinal y los centros mineros de la
audiencia de Charcas.

LIBRO : R. GUITIERRES, ARQUITECTURA DEL ALTIPLANO PERUANA, primera edicion

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

Tamayo Herrera resumen gráficamente el nuevo orden:

Es decir, que en los sesenta años posteriores a la conquista, la coyuntua demográfica,


social, económica y psicológica, produjo una alteración radical del sistema social del
Altiplano: la desestructuración.

Caída demográfica de hombres y auquénidos, introducción del ganado europeo,


implantación de los gérmenes del sistema de hacienda que combinaron la gran
propiedad territorial con el mantenimiento de las costumbres y relaciones de trabajo
prehispánicas, el permanente drenaje de la mita para el servicio permanente de
Potosí; y en general Puno, fue un espacio trastocado, colonizado desde fuera ( los
encomenderos Vivian en buena parte en Cusco y Arequipa) y toda la economía
orientada hacia fuera; carnes, lanas, alimentos, tejidos y sobre todo “ hombres”;
todos encaminados a alimentar el pozo insondable de Potosí.

En este contexto territorial e histórico comienzan obras de remodelación en


1677/1678 en las iglesias de Ayaviri, Asillo y Lampa, todas ellas terminadas hacia
finales del siglo, situándonos cronológicamente en paralelo con las iglesias cuzqueñas
ya citadas.

La iglesia parroquial de Ayaviri constituye uno de los ejemplos mas temprano que se
realizan según las nuevas directrices del obispado. La descripción que hace del edificio
en 1689 su párroco expresa con nitidez como se entendía un templo en esos
momentos y permite, gracias a la abstracción formal que requiere una narración,
reconocer los elementos arquitectónicos que lo caracterizan desde el punto de vista
tipológico:
…luego que llegue a tomar posesión me determine a hacer templo nuevo el cual es de
cal y canto, de 67 varas de largo, 11 ¾ de ancho, muy bien compartidas sus oficinas,
diferentes hornacinas ene l cuerpo, crucero de 28 varas de fondo en cruz, hermosos
arcos en que se ha de mantener la media naranja y todo con cimientos de 6 varas de
hondura y 10 de ancho y en las testeras del crucero arcos de resalteria de cinco golpes
según todo lo que habrá visto V.Illma, en la planta de perspectiva que le tengo
remitida con el capitán Hilario de Villeta, que acabada esta obra (que tengo en buen
estado) porque todo el cuerpo esta en altura de 9 varas y la capilla mayor cerca de 7
quedara la mas selecta parroquia que halla en el Reino en el tiempo presente y
costara la cantidad de plata como se deja entender en esta relación

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

Cuatro años mas tarde, el visitador José Gallegos estando casi finalizadas
las obras, nos ofrece una escueta pero completa descripción del tipo
arquitectónico:
La iglesia es todo de bóveda con un hermoso crucero, media naranja.
Portada muy galana y dos torres a proporción

Francisco de Asís, Ayaviri

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

Lo mas significativo de esta iglesia era la imposición del estribado de la nave


completamente hacia el exterior, lo que se tradujo en la perdida de las capillas laterales.
No obstante, se observa como en el primer cuerpo se excavaron en el grueso muro dos
hornacinas para la colocación de pequeños retablos. Los muros siguen siendo, por tanto
unos planos lisos rematados por un ´potente cornisamento en correspondencia con los
arcos fajones del medio cañon. Hacia 1768 se recubrieron de marquerias con lienzos de
Isidoro Moncada, acentuando los intervalos mediante columnas de madera situadas en
los extremos de cada marco. El cuerpo de campanas incluye un almohadillado que
reproduce literalmente el efecto del modelo de la catedral de Cuzco a pesar de tener un
solo vano.

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

La iglesia de la cercana población de Lampa, representa el caso mas claro de actuación


fragmentaria, pues las obras duraron casi cien años, dando como resultado un
conjunto ecléctico y complejo.
En primer lugar, llama la atención la pervivencia de la torre exenta como reminiscencia
del s. XVI, si bien seria preciso conocer mas detalles acerca de la aparición de
cimientos de una torre simétrica a la existente, ambas separadas del cuerpo de la
iglesia, citada por este autor.
Otra permanencia de las iglesias del siglo anterior es la organización constructiva del
coro sobre pilares en la posición que debían ocupar las torres. Enmarcan la portada y
son completamente simétricas hasta el punto que observando solo la planta inducen a
pensar en dos torres campanario.

La disposición del conjunto en relación con el espacio urbano es quizás el aspecto mas
sugestivo del proceso de transformación realizado, ya que se mantuvo con el eje
mayor de la nave paralelo a la Plaza de Armas como los templos del s. XVI. Como
consecuencia, la fachada a esta plaza ofrecía una imagen lateral del edificio, no
llegando a disponer de una de las características claves del nuevo concepto: la
posición frontal del eje mayor respecto a la Plaza de Armas. No obstante y para paliar
esta circunstancia, la primitiva portada lateral fue sustituida por un retablo en piedra
como ocurriera en San juan de Juli.

La fachada de los pies, donde se debía armar el conjunto de torres y portada principal,
dispuso únicamente esta ultima con un retablo de épocas precedentes como la
prolongación de los muros de la nave para soportar un gran arco que encuadre la
portada. Ello debió ser el motivo junto con la presencia de la torre, para la apertura de
la actual Plaza Grau, con el cual el templo adopto una posición de ángulo, articulando
ambas plazas en una situación que no tiene precedentes ni continuadores en el
ámbito peruano.

LIBRO : R. GUITIERRES, ARQUITECTURA DEL ALTIPLANO PERUANA, primera edición

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO
Analizando ambas configuraciones, Lampa y Umachiri, nos parece reveladora la relación
entre uno y otro caso, pues la primera debió ser como la segunda, lo que hace posible
observar tres estados de un único proceso evolutivo según este orden: Umachiri, Lampa
y Ayaviri. Se ilustraría de este modo la transformación de índole tipológica con
suficiente claridad, independientemente de los aspectos lingüísticos y estilísticos que se
debían a coyunturas locales
Cerrando el ciclo las parroquias de Asillo y Azangaro, paonen de relieve el mismo
proceso. En la iglesia de Asillo se planteo la transformación completa como en Ayarivi;
se suprimió el coro sobre pilares, incorporando una gran portada de tres cuerpos en la
espacialidad de su composición es notable pero sin alcanzar la perfeccion de su
precedente. La nave no llega a formar capillas laterales si bien en el tramo mas próximo
al crucero el muro reduce su espesor hasta mediaaltura para alojar dos retablos,
manteniendo marquerias en el resto. Los pies de la iglesia presiden de espacio de la
plaza desde una grada
Azangaro representa un estado intermedio entre Asillo y Lampa, pues aunque dispone
dos torres enmarcado la portada retablo, mantuvo la tribuna del coro sobre columnas
como en lampa pero, a diferencia de esta. Conservo el arco el arco toral de separación
entre el presbiterio y la nave sin llegar a realizar la cúpula.
Dos iglesias mas, también muy próximas, completan muy tardíamente la casuística que
venimos analizando: Santiago de Pupuja, 1760/1802 y Santa Isabel de Pucara,
1760/1803

ARQUITECTURA PERUANA II
4.4. COLLAO

SAN JERONIMO DE ASILLO

PUNO, EL ESPLENDOR DE LA ARQUITECTURA VIRREINAL

ARQUITECTURA PERUANA II
4.5. AREQUIPA Y CHARCAS

Como ya era habitual desde los primeros asentamientos en los valles


interandinos , Arequipa Constituía una isla sociocultural e histórica .siendo su
progreso tan importante que hacía competencia a Lima

Los edificios Arequipeños se mantuvieron en gran medida ajenos a los


acontecimientos de CUZCO , mantuvieron el carácter de colonia que le asignaron
los lupacas y conservaron los incas.
Sin embargo las ordenes religiosas junto con los españoles laicos eligieron como
alternativa al próximo áspero ALTIPLANO.

AREQUIPA tiene un sitial particular en la arquitectura peruana ; de un lado la idea


de tipo arquitectónico del autor de el papel del aparato decorativo y de otro,
refleja el recelo de la visión limeña.

Las parroquias adyacentes al centro de Arequipa , ofrecen características


similares , a excepción de la iglesia de Cayma ,no se observan cambios .

Es suficiente por el momento comprobar que la arquitectura evolucionó en Potosí


a lo largo del s.XVII y s.XVIII .las ordenes religiosas desarrollaron los esquemas
organizativos conocidos y la población estaba muy nucleada por lo q apenas había
iglesias parroquiales de identidad.

La arquitectura religiosa potosina ofreció su primera respuesta renovadora


coetáneamente a las iglesias a las iglesias cusqueñas y collavinas ,en 1687 a través
de del convento de la merced .

Por lo tanto que la ornamentación en Potosí se aproximara mas a una talla en


madera y en Arequipa pareciera un bordado.

La portada de San Lorenzo es en si misma obra maestra cargada de símbolos bajo


la vibra de un mundo indígena y una sensibilidad que se mueve entre 2
cosmovisiones diferentes.

ARQUITECTURA PERUANA II
LA COMPAÑÍA AREQUIPA
En el interior del templo se pueden apreciar retablos de
madera tallada recubiertos con pan de oro. En la
sacristía está la capilla de Ignacio, con murales
polícromos que muestran la flora y la fauna tropicales.
Los claustros fueron edificados en el siglo XVIII

iertos

ARQUITECTURA PERUANA II
CAYMA:

El material que se usó para su construcción fue el sillar y


la mayor parte de la iglesia está construida en un estilo
barroco mestizo propio del siglo XVIII. Tiene dos torres
en forma de pirámide, es de buena y sólida construcción
de sillar labrado, cubierta de bóvedas con cúpula o
media naranja con adornos de pirámide. La puerta
principal mira a la cuidad y al sol naciente. Su fachada es
de estilo corintio, con cuatro columnas, dos en cada
lado, delante de pilastras con sus correspondientes
bases, alquitranes y capiteles y cornisas sobre las cuales
se encuentra un nicho en forma de concha, que al mismo
tiempo sirve de ventana para dar luz al coro, en la cual se
encuentra sobre una piedra la Virgen de la Candaleria

ARQUITECTURA PERUANA II
4.6. PUNO

A comienzos del siglo XVIII los conceptos desarrollos en el Cuzco y


posteriormente en el Collao y las ideas puestas en práctica en Arequipa y Potosí,
confluyen en el área fronteriza de ambas representando por la ciudad de Puno.
Actualmente sigue vigente esta situación y la calle que discurre por el lateral que
corresponde al evangelio de la iglesia matriz es considerada como la frontera.
Puno asumirá durante el siglo XVIII un papel relevante como cabecera regional
entre las Audiencias y Obispados del Norte y el Sur del Virreinato, situación que
mantuvo en el periodo republicano.
La construcción de su iglesia vino determinada por dos hechos singulares, el
ya citado carácter de encrucijada y lo tardío de su constitución como villa en
Septiembre de 1668 tras culminar el proceso revolucionario originado por el creciente
poder de los Salcedo en relación con la mina Laicacota, drásticamente sofocada por el
virrey Conde de Lemos.
Es a partir de esta fecha cuando comienza los trabajos de la iglesia en la nueva
villa de San Carlos de Puno que siguieron una lenta progresión estratégica de la iglesia
en el centro de una trama en cuadricula en dirección al lago y al Camino Real. En ella
se reservó una manzana vacía como Plaza de Armas y las dos siguientes en dirección
opuesta al lago, para la iglesia que, de esta manera, se planteó al igual que en Ayaviri
como un objeto arquitectónico exento en el que la frontalidad de la portada asume el
papel dominante sobre el espacio cívico de la Plaza, acentuando por una grada como
en la Catedral de Cuzco. Reúne, por tanto, los planteamientos urbanísticos y
arquitectónicos originados en la segunda mitad del Siglo XVII en una coyuntura
histórica y cultural bien diferente. El grabado de Vienner creemos que ilustra mejor
que ningún otro la síntesis que representa esta obra.
El edificio es absolutamente simétrico respecto a su eje longitudinal y dispone
de todas las características propias del tipo, con una salvedad: a pesar de acusar los
estribos de la nace al exterior, expresa la misma secuencia en el interior mediante
pilastras que se corresponden con los arcos fajones de la bóveda, mejorando con ello
la síntesis de este espacio. Sin embargo no llega a plantear el tema en su totalidad
como en la Campiña o, más tarde Santiago de Pomata, en la que se forman auténticas
capillas laterales.
Destacan otras cuestiones compositivas que denotan la lejanía en el tiempo y
en el espacio respecto al europeísmo cuzqueño. Campanarios, portada y trasdós de la
cúpula son fieles a una corriente de pensamientos que proviene del histórico estrato
inferior Lupaca: Arequipa.

ARQUITECTURA PERUANA II 56
4.6. PUNO

El campanario es de un solo vano por lo que está enmarcado por dos columnas
que se acompañan de potentes pedestales y fragmento de entablamento, dejando
expresada la arista del cubo. El resultado es de una plástica más precisa y permite un
contraste más acusado con el intenso azul del cielo a diferencia de los campanarios
cuzqueños que optan por una envolvente muy labrada, en la que se pierden las
formas básicas.
Las portadas, como ya indicamos, y como ocurre en toda la audiencia del
Charcas, carecen de sentido espacias, sustituyéndolo por la exuberancia del bajo
relieve. La composición es esquemática y nos atrevemos a decir que aleatoria, pues el
énfasis esta puesto en el minúsculo tallado a bisel de la piedra, con una técnica en la
que se mezclan la doble influencia de Arequipa y Potosí, muy bien caracterizada.
La cúpula presenta al exterior los pináculos de contrarresto habituales en la
zona de Arequipa, así como en las de los campanarios. Se cree que el esquema
compositivo, aunque no de modo explícito, era un pretexto y al tiempo una
imposición inevitable. La despreocupación por las más elementales normas del orden,
como lo demuestra la redundancia del molduraje o que las cornisas se resuman en
una sucesión de hasta seis estrías decrecientes, son indicativas de que solo interesaba
lograr un frontal para el escenario de la plaza. El intenso claroscuro del bajo relieve
entroncaba con la tradición prehispánica mientras que el juego de formas complejas y
extrañas como los órdenes que el juego de formas complejas y extrañas como los
órdenes clásicos formaban parte de la cultura de los conquistadores.

Plano de la Villa San Carlos de Puno, 1870.

ARQUITECTURA PERUANA II 57
4.6. PUNO

Catedral de Puno. Planta


General de Situación.

Catedral de Puno. Gravado de Vienner, s. XIX

ARQUITECTURA PERUANA II 58
4.7. LAS RIBERAS DEL LAGO TITICACA

La arquitectura religiosa desarrolladle en el Alto Perú se apoyo en los caminos


incaicos y en el sistema colonial formado por Lima, Cuzco, Arequipa y Potosí que
estructuraban con Cajamarca y Trujillo, los Andes Centrales. El elemento común entre
ambas formas de organizar el territorio, si exceptuamos Cusco, es el sector
comprendido entre Hatuncolla y Tiahuanaco, centro cultural y religiosos del los reinos
del lago.
El significado que tanto para el incanato como para la corona de España
tuvieron los apenas 50 kms. que separaban ambos enclaves ha sido determinante,
pues así se encuentran las fuentes de buena parte de la etnografía andina además del
modelo de un sistema productivo y organizativo que permitió el mejor
aprovechamiento de los recursos y que hizo de una tierra inhóspita y aparentemente
pobre, la mas codiciada de incas y españoles.
A lo largo del s. XVI, sus riberas se fueron dotando de iglesias que seguían el
tipo ya citado y que hoy podemos contemplar bien conservado en la Asunción de
Chucuito, una de las cuatro que llego a tener esta población. La razón de esta
pervivencia hay que buscarla en el ensordecimiento de que fue objeto, a pesar de ser
la sede de las Cajas Reales, como consecuencia de la brillante gestión que en la vecina
Juli venia desarrollando la Compañía de Jesús desde 1576, tras el fracaso de la
experiencia dominica.
Sobre los aspectos sociológicos e históricos de la actuación en Juli de los
jesuitas, nos parece suficiente la sinopsis que aporta Gutiérrez, pues permite
comprobar la fuerte relación que existe entre la arquitectura y los promotores de las
mismas, hasta el punto de difícilmente se puede explicar estas sin un buen
conocimiento de los móviles aquellos.
Mientras en el Cuzco el obispo Molliendo y sus antecesores inmediatos se
esforzaban por imponer principios europeos sobre un contexto étnico amoldable
como el quechua, en el altiplano los jesuitas se enfrentaban con las características
antropológicas mas recias del hombre aymara.
En los últimos años del s. XVI Juli disponía de un trazado urbano que en parte
procede del periodo fundacional de los dominicos y que se fue colmatando gracias a
las ordenanzas de reducción del virrey Toledo de 1572 que propiciaron el
reagrupamiento de los ayllus de la zona.
De acuerdo con los datos que aporta Gutiérrez, en los primeros años del s.
XVII, Juli contaba con cuatro iglesias terminadas según las pautas propias de este
periodo, manteniéndose con esa configuración durante la mayor parte de la centuria,
a lo largo de la cual completaron un rico equipamiento que incluía el órgano..

ARQUITECTURA PERUANA II 59
4.7. LAS RIBERAS DEL LAGO TITICACA

La iglesia matriz, San Pedro, inicio en primer lugar un lento pero sustancial
proceso de renovación aun no suficiente documentado, según el cual se va
produciendo la situación de sus rasgos tipológicos con la incorporación del crucero, la
portada de los pies y la remodelación de la nave hasta disponer de capillas laterales, la
cubierta inicialmente se abovedo con quincha y ya bien entrado el s. XVIII, con un
cañón de piedra y arcos fajones. También en este siglo se construyo la única torre
campanario, pues en el lado del evangelio se encontraba el colegio que impedía
adoptar el esquema doble.
Destaca el diseño del cuerpo de campanas que aun siendo de dos vanos
dispone, en contra de lo habitual,, ordenes de columnas exentas apoyadas en grandes
ménsulas que invaden el cuerpo de la torre al igual que luego aparecería en Puno.
La iglesia de San Juan inicio también a finales del S. XVII un proceso similar
que este caso alcanzo a la construcción de un crucero sobre el que debería ir una
cúpula apoyada en los cuatro arcos sobre columnas pareadas que tiene en la
actualidad. La otra modificación significativa fue la colocación de una portada retablo
en el acceso lateral a la plaza con un trazado que no responde al tipo cuzqueño sino al
esquema compositivo con decoración planimetría. Según Gutiérrez a la expulsión de
transformación y ello implica que no fue concluido según las nuevas ideas de diseño.
La iglesia de la Asunción, quizás por ser la mejor estado presentaba, tan solo
añadió un arco de ingreso al atrio y una de las mas ambiciosas torres campanario de
la región que no quedo terminada pues las piedras están todas labradas al pie de
dicha torre que no falta mas que armarlas.
Los inventario soportados por Gutiérrez, permitente comprobar a nivel de
detalle la magnificencia de los templos en el momento de la expulsión y el nivel de
desarrollo de las transformaciones en curso de cada uno de ellos. Nos parece
oportuno destacar que a partir de cuatro iglesias, mudéjares, las obras que reproduce
las constantes que vinimos observando con la inclusión de la diferentes expresión
lingüística del área aymara.
Dos ellas lograron parcialmente la reforma de la nave, San Pedro con
autenticas capillas laterales y Santa Cruz con pilastras compuestas, y ambas, con
bóveda de cañón en piedra. Las cuatro llegan a organizar el crucero y al menos San
Pedro y Santa Cruz construyen la cúpula. San Pedro y la Asunción desarrollan la nueva
idea de Torre, aunque ninguna consigue el esquema completo, que en el caso de la
matriz si integra el coro sobre arco rebajado. A excepción de la Asunción, reemplazan
la portada principal, muy sobriamente San Pedro, plenamente entroncada San Juan y
muy decadente, Santa Cruz.

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4.7. LAS RIBERAS DEL LAGO TITICACA

Se sintetiza, por tanto, en una misma ciudad, la mayor parte de los nuevos
elementos arquitectónicos planteados en la ruptura del ultimo tercio cuzqueño,
denotado con ello hasta que punto la idea de tipo es versátil como para ser aplicado
de forma parcial en razón a unas condiciones históricas que justificaron actuar de esta
forma. En Juli, el fervor religioso creado y alentado por los jesuitas, fue el impulso que
llevo a cada una de las cuatro comunidades de la ciudad a mejorar su templo
parroquial. Se hubieran concentrado los esfuerzos en uno solo, como ocurrió en la
mayoría de poblaciones, a buen seguro que este hubiera sido soberbio.
La singularidad de Juli requiere investigaciones complementarias para
dilucidar los planteamientos de índole urbano, ya que es el único caso de una
pequeña ciudad en la que dan cuatro iglesias parroquias simultaneas y un solo espacio
cívico. Una hipótesis que apunta es la que explicaría esta situación por la perdida de
sentido que tendría el espacio simbólico de la Plaza Mayor en un contexto de fuerte
implantación indígena bajo la protección de los jesuitas. El 1767 descubre en Santa
Cruz el equipamiento de Semana Santa, constituido por cuatro pasos” que hacen
pensar en un sentido litúrgico que incorpora el recorrido urbano, es decir un carácter
procesional independiente de los calvarios, que tan solo alcanzaron grandes ciudades
como Cuzco y Lima.

Santa Cruz

San Pedro

San Juan

La Asunción

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CONCLUSIONES

La influencia indígena en la arquitectura monacal gira entorno de grandes espacios


abiertos materializados en los atrios y capillas abiertas.
En fin se trata en realidad de una reinterpretación del templo católico con el fin de
adaptarlo a unos comportamientos religiosos y rituales ajenos a la tradición cristiana.

ARQUITECTURA PERUANA II 62
BIBLIOGRAFIA

SINCRETISMO, RELIGION Y ARQUITECTURA EN MESOAMERICA (1521 – 1571)


Jordi Gussinyer i Alfonso
Universidad de Barcelona
NUEVOS DATOS SOBRE CAPILLAS ABIERTAS
Alfredo J. Morales
ARQUITECTURA DEL ALTIPLANO PERUANA, reseñas
Gutiérrez Ramón
Universidad de Nordeste, Resistencia Argentina

ARQUITECTURA Y URBANISMO EN IBEROAMERICA


Capitulo 7.- Arquitectura en Sudamérica durante los siglos XVII y SVIII
Gutiérrez Ramón
Universidad de Nordeste, Resistencia Argentina

ANALISIS ARQUITECTONICO DE LAS IGLESIAS DEL ALTO PERÚ


Diañez Rubio, Pablo
Escuela Superior Técnica de Arquitectura

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