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FE VERDADERA
La enfermedad está
debilitando no solo el
cuerpo, sino que también
está creando caos en
nuestra mente.
Una de las grandes
consecuencias de esta
pandemia es que el
virus es tan contagioso
que los individuos con
frecuencia padecen su
enfermedad solos.
¿y si usted sufriera una
enfermedad devastadora
por doce años?
• En Mateo, el octavo y noveno
capítulos presentan nueve milagros
presentados uno tras otro.
• Cada uno de estos milagros está en
una secuencia de tres.
JESÚS QUE TIENE PODER
SOBRE LA ENFERMEDAD
Cristo se preocupaba
por los marginados, los
parias y los rechazados.
Los primeros tres
milagros nos llaman a
alcanzar a los que son
pasados por alto, a los
que el mundo olvida.
“Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus
hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo
alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin
que el Padre celestial lo note, sin que tome en ello un interés
inmediato. El sana a los quebrantados de corazón, y venda
sus heridas (Salmo 147:3). Las relaciones entre Dios y cada
una de las almas son tan claras y plenas como si no hubiese
otra alma por la cual hubiera dado a su Hijo amado”.
- El camino a Cristo, página 100
Tenemos un Salvador
que comprende nuestras
necesidades y está
ansioso por suplirlas.
El tema de estos milagros
es el poder de una fe
vivificante,
transformadora y que
cambia la vida.
“Y he aquí una mujer enferma de
flujo de sangre desde hacía doce
años”.
- Mateo 9:20
“había sufrido mucho de muchos
médicos”.
- Marcos 5:25 e 26
Ella no solo estaba
desesperada, sino
también desanimada y
sin esperanzas.
ENTONCES CONOCIÓ AL
MÉDICO MAESTRO
JESÚS.
Esta pobre mujer se
preguntaba si en algún
momento podría
acercarse lo suficiente
para rogar por sanación.
Él había curado a otros.
¿La curaría a ella?
“Porque decía: Si tocare tan
solamente su manto, seré salva”
- Marcos 5:28
“por ninguno [de los médicos]
había podido ser curada”.
- Lucas 8:43
Todo paciente quiere algo
que cure su enfermedad,
lo que sea que les de
alivio.
“Al pasar él, se le adelantó la mujer, y logró tocar apenas el
borde de su vestido. En el acto notó que había sanado. En
aquel único toque habíase concentrado la fe de su vida, e
inmediatamente desaparecieron su dolor y debilidad. Al
instante sintió una conmoción como de una corriente
eléctrica que pasara por todas las fibras de su ser. La
embargó una sensación de perfecta salud”
- El ministerio de curación, p. 39
DIOS NOS BUSCA
ANTES QUE
NOSOTROS LO
BUSQUEMOS A ÉL
Él pone en nuestros
corazones la semilla de
la fe. A medida que
ejercemos la fe que él
nos da, nuestra fe crece.
“Hija, tu fe te ha
salvado; ve en paz”
(v. 48).
¿QUÉ ES LA FE?
Fe es confiar en Dios. Fe es creer que
lo que Dios dice es cierto. Es creer su
Palabra, aceptar sus promesas y
actuar según lo que él dice.
Lo que Dios dice es
realidad porque él tiene
el poder de realizarlo.
LA FE NO SE TRATA DE
COMPRENDER, SINO DE
APROPIARNOS DE LAS
PROMESAS DE DIOS
CUANDO NO
ENTENDEMOS.
Fe es confiar en la
Palabra de Dios, no en
mis sentimientos, mis
circunstancias o mis
alrededores.
El objetivo de Jesús es a
través del evangelio
restaurar su imagen en
la humanidad.
Cuando Cristo nos toca
con su gracia sanadora,
anhelamos tocar a otros
con el toque de Cristo
para que puedan ser
sanados.
Jesús nos envía a un
mundo quebrantado
como embajadores de
Cristo para tocar a otros
con su amor.
“En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos
con los otros”.
- Juan 13:35

Y nosotros tenemos este


mandamiento de él: El que ama a
Dios, ame también a su hermano”.
- 1 juan 4:21

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