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Visitaba a todas Cosía ropa

esas viudas. para ellas y sus


hijos

Les daba poco dinero


Les llevaba sopa
para que no para que compren lo
sintieran hambre. que necesitaban.
Pero un día, Dorcas se enfermó y no podía coser más, ni hacer comida. La enfermedad se agravó
hasta que un día murió. Sus amigas lloraron mucho; todos estaban muy tristes.
Pero alguien tuvo una idea:
Vamos a pedirle al discípulo Pedro que venga a la casa y haga una oración por esta mujer.
Pedro llegó y vio a las mujeres que lloraban, y comenzaron a contarle todo lo que Dorcas había
hecho; como cuidaba a las personas y las amaba.
Entonces, Pedro fue hasta donde habían puesto a Dorcas, hizo una oración y le dijo:
Tabita, levántate. Y el milagro se realizó.
Dorcas se levantó, y pudo continuar su trabajo usando sus dones.
¡Qué alegría para todos!
¿ustedes quieren
descubrir sus dones y
trabajar para Dios?
Intentemos descubrir los
dones que tienen.

¿A quién le gusta jugar a hacer comida?

Creo que podrían


ayudar a hacer
buenas comidas
para las personas.
¿A quién le gusta jugar a hacer el culto con las muñecas?

Entonces, puedes
enseñar a otros
sobre el amor de
Jesús.
¿A quién le gusta organizar los equipos cuando van a jugar?

Puedes ser un
líder, un diácono
aprendiz en la
iglesia.
¿Vieron qué fácil
es descubrir los
dones?

Hacer lo que a uno le gusta para ayudar a las


personas son dones que Dios nos da.

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