Las personas de la ciudad de Tesalónica habían oído hablar de Jesús, a través de los sermones de Pablo,

pero no sentían el deseo de investigar y aprender otras cosas sobre la Palabra de Dios.
 Los bereanos también escucharon predicar al apóstol Pablo, escucharon también a Silas y
quedaron bien atentos, prestaron atención, pero al llegar a casa investigaron sobre el asunto.
Así se parecen a ustedes que escuchan bien quietos todo lo que dice el predicador. Además ellos también
anotaban el sermón para estudiarlo mejor después y así aprendieron mucho más sobre el amor de Jesús.
¿se dan cuenta de la
diferencia entre los
bereanos y los
tesalonicenses?
Exactamente,
cuando los bereanos
llegaron a su casa
tomaron la Biblia,
que en aquella
época era un rollo, y
comenzaron a
estudiar, leyendo
otra vez los textos
que Pablo les había
leído. Ellos querían
ver si Pablo había
dicho todo conforme
a lo que estaba
registrado en la
Biblia, pues no
querían ser
engañados.
Y no fue solo una persona la que hizo esto, eran muchos los que creyeron, porque estudiaban bastante. Había
judíos, griegos, un buen número de mujeres de posición elevada y muchos hombres. Imaginen a todas esas
personas reunidas para hacer un segundo culto y estudiar la Palabra de Dios por mucho tiempo. ¡Qué bendición!
Hay mucha gente que siente una gran tristeza en su vida, y le gustaría estudiar la Biblia,
aprender y conocer más sobre la salvación en Cristo.
 Niños ¿ustedes se consideran bereanos o tesalonicenses? Todos
deberíamos ser llamados personas nobles y especiales porque nos
gusta estudiar y escuchar más de Jesús y contárselo a otros.