ENFERMEDAD DE LA VESICULA BILIAR Los cálculos biliares afectan del 10 al 20% de las poblaciones adultas. Las tasas de prevalencia en adultos son mayores en los países iberoamericanos (del 20 al 40%) y son bajas en los países asiáticos (del 3 al 4%). Hay dos tipos principales de cálculos biliares, 80% son cálculos de colesterol, que contienen colesterol monohidrato cristalino. El resto están compuestos predominantemente de sales cálcicas de bilirrubina y se denominan cálculos pigmentados. La bilis es la única vía significativa de eliminación del exceso de colesterol del organismo, ya sea como colesterol libre o como sales biliares. El colesterol no es hidrosoluble y se convierte en hidrosoluble mediante la agregación de sales biliares y lecitinas segregadas con la bilis La formación de cálculos de colesterol implica cuatro situaciones que ocurren de forma simultánea: 1) Sobresaturación de la bilis con colesterol. 2) Establecimiento de sitios de nucleación mediante microprecipitados de sales de calcio. 3) Hipomotilidad de la vesícula biliar (estasia), que favorece la nucleación. 4) Hipersecreción mucosa que atrapa los cristales, favoreciendo la agregación para formar cálculos. La presencia de bilirrubina no conjugada en el árbol biliar aumenta la probabilidad de cálculos pigmentados, como ocurre en las anemias hemolíticas y en las infecciones del tracto biliar. Los precipitados son, principalmente, sales de bilirrubinato cálcico insolubles. FACTORES DE RIESGO PARA LOS CÁLCULOS BILIARES • Edad y sexo. La prevalencia de cálculos biliares aumenta a lo largo de la vida y 40 años tiene cálculos. La prevalencia en mujeres blancas es cerca del doble que en hombres. • Raza y localización. La prevalencia de cálculos biliares de colesterol es cercana al 75% en las poblaciones nativas americanas (indios Pima, Hopi y Navajos) mientras que los cálculos pigmentados son infrecuentes; la prevalencia parece estar relacionada con la hipersecreción del colesterol biliar. Los cálculos biliares son más prevalentes en las sociedades industrializadas occidentales y menos frecuentes en las sociedades en desarrollo. • Herencia. Además de la raza, los antecedentes familiares por sí solos imparten un riesgo aumentado, al igual que una serie de errores innatos del metabolismo como los asociados a la síntesis y secreción alteradas de las sales biliares. • Ambiente. Las influencias estrogénicas, incluyendo los anticonceptivos orales y el embarazo, aumentan la captación y síntesis hepáticas de colesterol, conllevando un exceso de secreción biliar del mismo. La obesidad, la ganancia rápida de peso y el tratamiento con el agente hipocoleste rolemiante clofibrato también se han asociado fuertemente con una secreción biliar aumentada de colesterol. • Trastornos adquiridos. Cualquier situación en la que la motilidad de la vesícula biliar esté disminuida predispone a los cálculos biliares, como embarazo, pérdida rápida de peso y lesión de la médula espinal. En la mayoría de los casos, sin embargo, la hipomotilidad de la vesícula biliar está presente sin una causa obvia. CÁLCULO DE COLESTEROL
Los cálculos de colesterol surgen exclusivamente de la
vesícula biliar y consisten en un 50 a un 100% de colesterol. Los cálculos puros de colesterol son de un color amarillo pálido; las mayores proporciones de carbonato cálcico, fosfatos y bilirrubina le confieren un color gris- blanco a negro. Son ovoides y firmes; pueden ocurrir aislados pero más a menudo son varios, con superficies facetadas debido a su colocación uno al lado del otro. La mayoría de los cálculos de colesterol son radiolúcidos. CÁLCULOS PIGMENTADOS
Los cálculos pigmentados pueden surgir de cualquier lugar del
árbol biliar y se clasifican como negros y marrones. Cálculos pigmentados negros se encuentran en la bilis estéril de la vesícula biliar, mientras que los cálculos marrones se encuentran en los conductos intrahepáticos o extrahepáticos infectados. Los cálculos contienen sales de calcio de bilirrubina no conjugada y cantidades menores de otras sales de calcio, glucoproteínas de mucina y colesterol. Los cálculos negros son, por lo general, pequeños y se presentan en grandes cantidades. Los cálculos marrones tienden a ser únicos o en escaso número y son blandos, de consistencia grasa, jabonosa, que resulta de la presencia de sales de ácidos grasos retenidas liberadas por la acción de las fosfolipasas bacterianas sobre las lecitinas biliares. Debido a los carbonatos cálcicos y los fosfatos, del 50 al 75% de los cálculos negros son radiopacos. Los cálculos marrones, que contienen jabones de calcio, son radiolúcidos. CARACTERÍSTICAS CLINICAS
70 al 80% permanecen asintomáticas a lo largo de la vida, mientras que el resto se
hacen sintomáticas a una tasa del 1 al 3% anual. Los síntomas son abruptos: el dolor tiende a ser muy intenso, ya sea constante o de tipo cólico. La inflamación de la vesícula biliar en asociación con los cálculos también genera dolor. Las complicaciones más graves incluyen empiema, perforación, fístula, inflamación del árbol biliar y colestasis obstructiva o pancreatitis. COLECISTITIS
La inflamación de la vesícula biliar puede ser aguda, crónica
o aguda superpuesta a crónica, y casi siempre ocurre en asociación con cálculos biliares. La vesícula biliar en la colecistitis aguda, por lo general, aumentada de tamaño (de dos a tres veces) y tensa, y adquiere un color rojo brillante o moteado, violáceo, incluso hasta verde-negro, debido a las hemorragias subserosas. La capa serosa está frecuentemente tapizada de fibrina y, en los casos graves, por un exudado supurado En el 90% de los casos, los cálculos están presentes, a menudo obstruyendo el cuello de la vesícula biliar o el conducto cístico. La luz de la vesícula biliar está llena de una bilis turbia que puede contener fibrina, sangre y claramente pus. COLECISTITIS LITIÁSICA AGUDA
La inflamación aguda de la vesícula biliar que contiene
cálculos y está precipitada por la obstrucción del cuello de la vesícula o del conducto cístico. Es la complicación más frecuente de los cálculos biliares y la razón más frecuente de colecistectomía de urgencia. Los síntomas pueden aparecer de forma muy abrupta y constituir una urgencia quirúrgica aguda. Por otro lado, los síntomas pueden ser leves y resolverse sin intervención médica. COLECISTITIS NO LITIÁSICA AGUDA Entre el 5 y el 12% de las vesículas biliares extraídas por colecistitis agudas no contienen cálculos biliares. La mayoría de estos casos ocurre en pacientes muy enfermos: 1) El estado postoperatorio después de una cirugía no biliar; 2) Traumatismo grave (ej: Accidentes de tráfico); 3) Quemaduras graves, 4) Sepsis. Contribuyen incluyendo la deshidratación, la estasia de la vesícula biliar y formación de barro, el compromiso vascular y, finalmente, la contaminación bacteriana. COLECISTITIS CRÓNICA
La colecistitis crónica puede ser la secuela de episodios
repetidos de colecistitis aguda, pero en la mayoría de los casos se desarrolla sin unos antecedentes de ataques agudos. Como en la colecistitis aguda, casi siempre se asocia a cálculos biliares. La sobresaturación de la bilis predispone a la inflamación crónica y, en la mayoría de los casos, a la formación de cálculos. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
La colecistitis litiásica aguda puede dar escasos síntomas o
anunciarse de forma aguda con dolor intenso en el abdomen superior, a menudo irradiado al hombro derecho. Cuando los cálculos están presentes en el cuello de la vesícula biliar o en los conductos, el dolor es cólico. La fiebre, las náuseas, la leucocitosis y la postración son clásicos; la presencia de hiperbilirrubinemia conjugada sugiere la obstrucción del conducto colédoco. La región subcostal derecha está marcadamente dolorosa y rígida como consecuencia del espasmo de los músculos abdominales; en ocasiones, se puede palpar una vesícula distendida y dolorosa. Los síntomas de la colecistitis alitiásica aguda están habitualmente enmascarados por la situación clínica del paciente, generalmente grave. La colecistitis crónica carece de las manifestaciones llamativas de las formas agudas y, habitualmente, se caracteriza por ataques recurrentes de un dolor continuo o de tipo cólico, en el epigastrio o hipocondrio derecho. Las náuseas, los vómitos y la intolerancia a las comidas grasas acompañan frecuentemente. ES IMPORTANTE PRESTAR ATENCIÓN A ESTE TRASTORNO PORQUE PUEDEN SURGIR LAS SIGUIENTES COMPLICACIONES:
1) Sobreinfección bacteriana con colangitis o sepsis.
2) Perforación de la vesícula biliar y formación de un absceso local. 3) Rotura de la vesícula biliar con peritonitis difusa. 4) Fístula entérica biliar (colecistoentérica), con drenaje de la bilis a los órganos adyacentes, entrada de aire y bacterias. Obstrucción intestinal inducida por cálculos biliares (íleo). 5) Agravamiento de trastornos médicos previos, con descompensación cardíaca, pulmonar, renal o hepática. TRASTORNOS DE LOS CONDUCTOS BILIARES EXTRAHEPÁTICOS
• Coledocolitiasis y colangitis
La coledocolitiasis es la presencia de cálculos dentro del árbol biliar.
La coledocolitiasis puede no obstruir de forma inmediata los conductos biliares principales; los cálculos asintomáticos se encuentran en cerca del 10% de los pacientes en el momento de la colecistectomía quirúrgica. Los síntomas pueden desarrollarse por: 1) obstrucción biliar; 2) pancreatitis; 3) colangitis; 4) absceso hepático; 5) hepatopatía crónica con cirrosis biliar secundaria, o 6) colecistitis litiásica aguda. • La colangitis es el término utilizado para la inflamación aguda de la pared de los conductos biliares, casi siempre causada por infección bacteriana de la luz normalmente estéril. Puede ser la consecuencia de cualquier lesión que obstruya el flujo biliar, más frecuentemente la coledocolitiasis, y también por reconstrucción quirúrgica del árbol biliar. Las causas infrecuentes incluyen tumores, catéteres o endoprótesis, pancreatitis aguda y fibrosis benignas. Colangitis bacteriana ascendente se refiere a la propensión de las bacterias, una vez dentro del árbol biliar, a infectar los conductos biliares intrahepáticos. Los patógenos habituales son E. coli, Klebsiella, Clostridium, Bacteroides o Enterobacter; los estreptococos del grupo D. Colangitis parasitaria es un problema significativo: la Fasciola hepatica o la esquistosomiasis en Iberoamérica y el Oriente Próximo, Clonorchis sinensis u Opisthorchis viverrini Produce fiebre, escalofríos, dolor abdominal e ictericia. La forma más grave de colangitis es la colangitis supurada en la que la bilis purulenta llena y distiende los conductos biliares, con un riesgo potencial de formación de absceso hepático CIRROSIS BILIAR SECUNDARIA
La obstrucción prolongada del árbol biliar extrahepático
produce un daño profundo del propio hígado. La causa más habitual de obstrucción es la colelitiasis extrahepática. Otras situaciones obstructivas incluyen la atresia biliar, cánceres del árbol biliar y la cabeza del páncreas, y las bridas por procedimientos quirúrgicos previos. La inflamación secundaria por la obstrucción biliar inicia una fibrogénesis periportal, que finalmente conlleva cicatrización y formación de nódulos, generando una cirrosis biliar secundaria, la obstrucción incompleta puede favorecer la infección bacteriana secundaria del árbol biliar (colangitis ascendente), que contribuye aún más al daño. ATRESIA BILIAR
La atresia biliarse define como la obstrucción completa del
flujo biliar causada por destrucción o ausencia de todos o parte de los conductos biliares extrahepáticos. Responsable de un tercio de las causas de colestasis neonatal del lactante con una frecuencia de 1 de cada 10.000 nacidos vivos. Es la causa más frecuente de muerte por enfermedad hepática en la primera infancia y la responsable de más de la mitad de los niños remitidos para trasplante hepático. LAS CARACTERÍSTICAS SOBRESALIENTES DE LA ATRESIA BILIAR INCLUYEN:
1) Inflamación y cicatrización fibrosante de los conductos hepáticos
o colédoco; 2) Inflamación de los conductos biliares intrahepáticos, con destrucción progresiva del árbol biliar intrahepático; 3) Características floridas de obstrucción biliar en la biopsia hepática (es decir, proliferación marcada de los dúctulos biliares, edema y fibrosis del tracto portal, y colestasis parenquimatosa), 4) Fibrosis periportal y cirrosis en el plazo de 3 a 6 meses del nacimiento. CARACTERÍSTICAS CLINICAS
• Los lactantes con atresia biliar presentan colestasis neonatal,
hay una leve preponderancia del sexo femenino. Tienen peso normal al nacimiento y buena ganancia de peso posnatal. Las heces cambian de un color normal hacia acólicas a medida que la enfermedad progresa. Biopsia hepática proporciona la evidencia de la obstrucción de los conductos biliares en el 90% de los casos de atresia biliar. TUMORES
Carcinoma de la vesícula biliar que se desarrolla desde el
epitelio de revestimiento del órgano, es el tumor maligno más frecuente del tracto biliar. Es ligeramente más habitual en mujeres y ocurre más frecuentemente en la séptima década de la vida y la supervivencia media a los 5 años ha permanecido en una deplorable tasa del 5%. Los cálculos biliares están presentes en el 60 al 90% de los casos. Las vesículas que contienen cálculos o agentes infecciosos desarrollan cáncer como consecuencia del traumatismo recurrente y de la inflamación crónica. La función de los derivados carcinógenos de los ácidos biliares es incierta, pero la presencia de una unión de los conductos colédoco y pancreático anormal es considerada un factor de riesgo. MACRO Y MICROSCÓPICO
Los carcinomas de la vesícula biliar pueden mostrar patrones
de crecimiento exofíticos o infiltrantes. El patrón infiltrante es más frecuente y, por lo general, se presenta como un área mal definida de engrosamiento e induración difusos de la vesícula biliar que puede abarcar varios centímetros cuadrados o la totalidad de la vesícula biliar. Estos tumores son escirros y muy firmes. El patrón exofítico crece en la luz como una masa irregular en forma de coliflor, pero al mismo tiempo invade la pared subyacente Pueden ser tumores papilares, escasamente diferenciados o infiltrantes indiferenciados. Cerca del 5% son carcinomas epidermoides o tienen diferenciación adenoescamosa. Una minoría son tumores carcinoides. Cuando los cánceres de la vesícula biliar se descubren, la mayoría ha invadido el hígado directamente, y muchos se han extendido al conducto cístico y los conductos biliares adyacentes y ganglios linfáticos portohepáticos. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
El diagnóstico preoperatorio del carcinoma de la vesícula
biliar es la excepción, lo cual ocurre en menos del 20% de los pacientes. Los síntomas de presentación son insidiosos y asociados con la colelitiasis: dolor abdominal, ictericia, anorexia, y náuseas y vómitos. La persona afortunada desarrolla obstrucción precoz y colecistitis aguda antes de la extensión tumoral a las estructuras adyacentes, o es sometida a colecistectomía por cálculos biliares sintomáticos coexistentes COLANGIOCARCINOMAS
Los colangiocarcinomas son adenocarcinomas con
diferenciación biliar que surgen de los colangiocitos de los conductos dentro y fuera del hígado. Los colangiocarcinomas extrahepáticos, que constituyen aproximadamente dos tercios de estos tumores, pueden desarrollarse en el hilio, o más distalmente en el árbol biliar, tan lejos como la porción peripancreática del conducto colédoco distal. Ocurren, principalmente, en individuos en edades de 50 a 70 años. Puesto que los colangiocarcinomas intrahepáticos y extrahepáticos son, por lo general, asintomáticos hasta que alcanzan un estadio avanzado, el pronóstico es malo y la mayoría de los pacientes tiene tumores irresecables. Los factores de riesgo incluyen la colangitis esclerosante primaria (ya descrita), las enfermedades fibroquísticas del árbol biliar. MACRO Y MICROSCÓPICO
Más o menos bien diferenciados, típicamente con una
estroma fibrosa abundante (desmoplasia), que explica su consistencia arenosa y firme. La obstrucción parcial o completa de los conductos biliares conduce rápidamente a la ictericia, los tumores biliares extrahepáticos tienden a ser relativamente pequeños en el momento de su diagnóstico. Pueden ser lesiones difusamente infiltrantes, creando un engrosamiento mal definido de la pared; otros son lesiones papilares polipoideas. Infrecuentemente, hay características escamosas. Pueden diseminarse minarse a lugares extrahepáticos como los ganglios linfáticos regionales, pulmones, huesos y glándulas suprarrenales CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
La característica común para los factores de riesgo de
colangiocarcinomas es que todos producen colestasis crónica e inflamación. El colangiocarcinoma intrahepático se detecta por la presencia de una masa hepática y síntomas inespecíficos como pérdida de peso, dolor, anorexia y ascitis. Los síntomas que se producen por los colangiocarcinomas extrahepáticos ictericia, pérdida del color de las heces, náuseas y vómitos, y pérdida de peso y son el resultado de la obstrucción biliar. La supervivencia media varía desde 6 a 18 meses, independientemente de que se aplique una resección agresiva o una cirugía paliativa.