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“el adolescente necesita aprender a dejar la identidad infantil morir para poder asumir otra identidad de la cual poco
conoce. La exigencia que eternamente acompaña a la tarea heroica del adolescente contraponerse al principio tanático.
Los fracasos y frustraciones son esenciales para propiciar la maduración estructurante. (p.213)
El Arquetipo del Héroe
El estado de dependencia tal vez se instale por una tentativa desesperada del individuo de asociar a una sustancia
inerte, de forma de mantener un duo que aparentemente facilite la vivencia del otro, siendo un engaño. Al
contrario de la libertad creativa, se vivencia su falta. La problemática central del dependiente es la hipertrofia de
la función estructurante narcisista, es una explícita dificultad de encontrar a otro fuera de sí. La droga en esa
dinámica, entraría como un poderoso atenuante del temor de sí mismo, turbando la función estructurante egoísta.
El símbolo tiene como función principal unir los opuestos consciencia /inconsciente -> función trascendente. Uso
de drogas serían facilitadoras de esa función, pudiendo, en circunstancias específicas facilitar la individuación. La
droga hace de puente, promueve, tanto biológica como psicológicamente, un péndulo que presupone por parte
del ego la suficiente capacidad discriminatoria para elaborarlo. Si no es así, el individuo puede desesperarse ante
esa diferencia (Narciso) y aprisionarse por el fascinante poder estructurante del contacto con la diferencia (héroe
inflado).
Dionisio -> de manera simbólica, la emergencia de una
consciencia insular (dificultad de sintetizar, de mantener junto,
de conservar la cohesión egoica), de incorporación del dios –
entusiasmo-, de embriaguez, de descomedimiento. -> el estado
de dependencia sería una identificación con ese principio
dionisíaco (vida, energía, transformación, éxtasis), una
dificultad de elaboración de símbolos, predominantemente
matriarcal, movilizados por ese arquetipo.
La vivencia dionisiaca estructurante abre el camino
incuestionable para la creatividad y la ampliación de
consciencia. Para el dependiente eso parece negado.
El dependiente es un sujeto que vive una realidad
subjetiva/objetiva insoportable y la droga se torna la única
posibilidad de ser, existir. Lo que se puede acrecentar a
propósito de un estado depresivo en cualquier fase de la vida,
si no es elaborado simbólicamente, puede evolucionar como
dependencia.
En relación al sistema familiar
La sintomatología, como por ejemplo los trastornos por dependencia, puede
comprenderse desde la psicología simbólico arquetipal, como un esfuerzo de
desarrollo e individuación personal (Byington, 2003), pero también como
manifestación de lo que el “Self Familiar” necesita integrar. De este modo, se
puede hipotetizar que el síntoma desde una perspectiva sistémica, podría estar
expresando una función estructurarte defensiva o fijación en la dinámica
familiar, entendida como compulsión a la repetición que está obstaculizando el
desarrollo e individuación del sistema familiar e individual de los integrantes,
impidiendo la ampliación de Consciencia (Byington, 2014).
En relación a los padres
• Para algunos padres los hijos/as son facilitadores de sus procesos y otros los
dificultan. Influye en el desarrollo de la personalidad de los padres. La pérdida o
enfermedad de un hij@ modifica sus identidades. Algunos acontecimientos u
acciones de los hij@s pueden funcionar como abuso para los padres y traer un
peso mayor de lo que la psique de los padres pueda soportar. (Galiás, 2003)
IMPLICANCIAS EN PSICOTERAPIA DESDE LA P.A.
logro de la alianza terapéutica. La capacidad de conexión del terapeuta con el paciente desde la angustia que
motiva a este último a consultar, debe convertirse en un símbolo de acogida y empatía. Sin embargo esta alianza
requiere de la disposición del paciente a salir de la dependencia.
deconstruir su estereotipo de victima, buscando su singularidad. La relación que el paciente tiene con la droga
debe ser modificada reconociendo las motivaciones para el consumo.
el terapeuta se convierte en un facilitador para que el paciente busque “autoridades competentes”, recupere su
dignidad y se legitime frente al extranjero que sería la droga.
El terapeuta necesita el ejercicio de una paciencia atenta y acogedora, moviéndose desde el dinamismo
matriarcal.
ir introduciendo poco a poco leyes y códigos para volver al centro que se perdió. Es una tarea de reasignación en
donde se debe movilizar tanto el dinamismo matriarcal como patriarcal en la búsqueda de una consciencia de
alteridad. La base de la mirada terapéutica es redirigir al paciente en busca de si mismo, de su ser y del sentido
de su existencia.
la co terapia permite que cada terapeuta aporte un rol en la relación de transferencia, desarrollando un mejor
dialogo en un campo mas enriquecedor y creativo.
La presencia del grupo terapéutico ha dado muy buenos resultados para minimizar la angustia de la adicción que
acompaña al paciente. Y por supuesto, para activar la consciencia de alteridad es fundamental la simetría
terapeuta-paciente, para ello es preciso
la atención del analista a su propia herida, y a reconocer sus propios complejos activados en presencia del otro,
por ese camino van apareciendo las posibilidades de ir enfocando la terapia.
¿y en la pareja?
• Narciso y eco
Gracias…