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Ivan Espinoza
Capitulo #9: Prevención
La respuesta es prevención
En 1984, el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH)
norteamericano estimó en un 19 el porcentaje de població n
que padecía alguna forma de trastorno o sufrimiento
psicoló gico. No le van a la zaga en extensió n y gravedad otros
problemas psicosociales no conocidos aun con tanta
precisió n. Parece claro, por otro lado, que las soluciones
actuales a esos problemas (tratamiento y represió n) resultan
—por sí solas— notoriamente ineficaces para erradicar
globalmente esos problemas, no pasando de ser parches
parciales má s o menos eficaces (tratamiento o asistencia) o
meros dispositivos de contenció n para ganar tiempo hasta
encontrar otras soluciones má s racionales (represió n), ya
que se dirigen a los efectos, no a las causas de esos
problemas y trastorno.
Ivan Espinoza
La respuesta es prevención
En la realidad psicosocial y de salud mental
(SM), sin embargo, la prevenció n no pasa de
ser (si se excluye el campo de la salud) mucho
má s que un artículo de fe (y un recurso
retó rico) generalizado en el ideario de
mú ltiples disciplinas científicas y programas
políticos, pero apenas practicado en la
realidad, dado el extendido escepticismo
sobre su factibilidad y eficacia (y a otras
razones profundas que comentamos algo má s
abajo).
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1. ¿Qué tiene que ocurrir para
que se pase de la retórica verbal
a la realidad; de la afirmación y
aceptación de la lógica de la
prevención a su práctica
generalizada?
Ivan Espinoza
Es muy posible que hayamos de asistir a una
escalada de los problemas de salud, SM y
psicosociales y al crecimiento disparado de los
costos de los sistemas asistenciales profesionales
(como ya está sucediendo con los de salud) o de
algú n otro de los pará metros y outputs que tiene
verdadera incidencia en la determinació n de las
prioridades socio-políticas (muertes, costos
humanos y sociales excesivos y perturbaciones o
protestas sociales poderosas o con incidencia en la
opinió n pú blica) antes de que se logre la conciencia
—y voluntad de acció n social— de la prevenció n y
educació n como alternativas globales
indispensables (y viables) para resolver a largo
plazo algunos de esos problemas.
Ivan Espinoza
2. Qué tarea corresponde al
psicólogo mientras esa voluntad
social se concreta en forma de
recursos?
Ivan Espinoza
Diseñ ar y ensayar (junto a otros
profesionales, se sobreentiende)
cuidadosamente programas eficaces —al
nivel de posibilidad acorde con los
recursos disponibles— para resolver
algunos problemas seleccionados;
acumular los conocimientos necesarios
sobre los problemas a prevenir y aportar
las investigaciones evaluativas y datos
apropiados para probar la viabilidad —y
deseabilidad— de las alternativas
preventivas.
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9.2. Epidemiología: conceptos y de
resultados en salud mental
El modelo de Salud Pú blica asume una
causació n o determinació n, no interna o
endó gena, sino bá sicamente exó gena.
En ella un problema puede explicarse
por la combinació n de 3 factores en los
que habrá de centrarse la intervenció n
—y prevenció n— para erradicarlo:
Entorno, huésped y agente.
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El Entorno
Sería, para nosotros, el conjunto de
características (físicas, bioló gicas,
construidas, psicoló gicas, relació nales,
sociales, etc.) significativamente
implicadas en la predisposició n,
generació n o mantenimiento del
problema de interés (por ejemplo,
dieta, normas culturales o clima).
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El Huésped
Es el individuo vulnerable, má s propenso
por tanto a contraer, desarrollar y
manifestar el problema en virtud de
características constitutivas o
culturalmente transmitidas (sexo,
dotació n genética, clase social), y su
"estilo de vida" y comportamiento (fumar,
beber, expresar o controlar las
emociones, delegar responsabilidad y
control, etc.).
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El Agente
Para desarrollar el problema, el huésped
debe entrar en contacto con un vehículo o
intermediario entre él y el entorno. Esto
es, con el agente: Las estructuras o
secuencia de acontecimientos que median
la transmisió n —o "traspaso"— del
problema desde el entorno al huésped, de
forma que, a través de él los aspectos
estresantes del entorno se "internalizan"
en —o pasan a ser parte de— el huésped
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El Agente
que se convierte así en un caso, o
portador identificable —y manifiesto a
través de signos o síntomas
identificables— del problema.
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Varias cosas deben ser puntualizadas a partir
de lo escrito y en relación a la temática de
SM y psicosocial que centra nuestro interés :
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1) Los factores influyentes y causales
en la formació n de esta problemá tica
son má s globales e inespecíficos que los
implicados en los problemas
biomédicos
2) Esos factores (entorno, huésped,
agente) está n casi inextricablemente
interrelacionados
3) La definició n de un caso es mucho
má s difícil y cuestionable que en los
problemas biomédicos
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4) La distinció n entre huésped (que alberga
larvadamente el trastorno pero no ha
desarrollado externamente sus síntomas) y
caso establecido (con el problema
desarrollado hasta sus manifestaciones
sintomá ticas), que en los trastornos médicos
se basa usualmente en pruebas de laboratorio,
no es factible en nuestro caso, por lo que la
diferenciació n entre prevenció n primaria y
secundaria —que se basa en esa distinció n—
es casi imposible de determinar en muchos
casos. (Por ejemplo, ¿cuá ndo empiezan la
depresió n, el alcoholismo o la delincuencia?)
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Tasas: Incidencia, prevalencia y riesgo
La incidencia designa el nú mero de casos nuevos
producidos en una població n durante un período
de tiempo dado (un añ o frecuentemente).
La tasa de prevalencia es el nú mero total de
casos existentes en una població n en un momento
dado.
La prevalencia se obtiene multiplicando la
incidencia por la duració n media del problema. El
riesgo viene dado por la probabilidad de un
individuo de ser afectado por un problema en la
població n
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Epidemiologia
La epidemiología se ocupa de la
distribució n y determinantes de los
trastornos o problemas en una
població n.
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Las “3P”
Podemos distinguir tres clases de factores asociados con la
causació n de un trastorno: predisponentes, precipitantes y
perpetuantes (las "3P"). Los primeros vulnerabilizan o
predisponen genérica o específicamente al individuo para
desarrollar el trastorno en el futuro (una pérdida paternal en
la infancia, por ejemplo). Los precipitantes coadyuvan en el
desencadenamiento de ese trastorno en el individuo ya
vulnerabilizado; por ejemplo, una ruptura de pareja. Los
factores perpetuantes ayudan a mantener o perpetuar el
trastorno (por ejemplo, la falta de trabajo respecto de una
depresió n). El interés de estudiosos y trabajadores en el
campo de la causació n —y prevenció n— en SM ha pasado
gradualmente de los factores predisponentes a los
precipitantes y mantenedores.
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Importantes diferencias del enfoque
epidemiológico con el comunitario:
a) Este se centra en sistemas sociales, o sea
conjuntos de personas interdependientes e
interrelacionadas; la epidemiología (y
Salud Pú blica) en poblaciones.
b) El enfoque epidemioló gico es
objetivista, má s centralizado y —para toda
una regió n o país— y desde arriba; el
comunitario tiende a ser má s
descentralizado, desde abajo, focalizado en
la comunidad local
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Prevención: definiciones
El modelo de prevenció n fue
introducido en el campo comunitario
por G.Caplan (1964/1979) a partir de la
Salud Pú blica que lo había utilizado con
éxito notable en las enfermedades
transmisibles.
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Prevención: definiciones
"Actividades dirigidas hacia grupos
vulnerables de alto riesgo
específicamente identificados en una
comunidad, que no han sido
etiquetados como psiquiá tricamente
enfermos y para los cuales se pueden
adoptar medidas para evitar el inicio
del trastorno mental y/o incrementar
su nivel de salud mental positiva
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Sobre lo que es y lo que no es
Prevención Primaria:
1) Es fundamentalmente proactiva, intentando desarrollar
fortalezas, recursos adaptativos y salud en las personas; no reducir
o contener déficits o problemas ya manifiestos.
2) Va dirigida al conjunto de la población, sobre todo a grupos
de alto riesgo; está menos orientada hacia individuos y hacia la
provisió n de servicio individualizado.
3) Las principales estrategias y modelos de prevención
primaria son los educativos y de ingeniería social, no la terapia
o rehabilitació n, aunque algunas ideas de aquellos modelos han
sido derivadas de la experiencia clínica.
4) El modelo de prevención primaria asume que el mejor
procedimiento de evitar problemas y maladaptaciones no es
intentar eliminar (retrospectivamente) problemas que ya han
florecido y germinado, sino proporcionar recursos adaptativos
personales y socio-ambientales
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Prevención Primaria, Secundaria y
Terciaria
La primaria, que intenta disminuir la incidencia de un
problema.
La prevención secundaria trata de reducir la
prevalencia (virulencia o gravedad y duració n) del
trastorno, dirigiéndose a los individuos ya afectados de
la població n para: a) Descubrir los casos existentes; b)
proporcionarles tratamiento o asistencia lo má s rá pido
posible; c) usar el remedio eficaz para el problema
La prevención terciaria busca minimizar las
consecuencias (físicas, psicoló gicas y sociales) del
trastorno a través de la rehabilitació n y reinserció n
social.
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Componentes del Programa Preventivo
Consta de 4 componentes bá sicos:
Objetivos, blanco (y nivel)
poblacional; estrategia y
metodología; y contenido.
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Componentes del Programa Preventivo
1. Objetivos del programa (qué se
intenta conseguir), que será n
coherentes con los objetivos generales
ya definidos para la prevenció n.
2. Población blanco o diana a la que va
destinado el programa y nivel (o
niveles) en que se desenvuelve
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Componentes del Programa Preventivo
3. Estrategia y metodología: Có mo, de qué forma
se va a realizar el programa y qué procedimientos se
van a usar para conseguir los objetivos preventivos
marcados.
Una estrategia o proceso general de prevenció n —
ligada a la epidemiología— constaría de los
siguientes pasos:
a) Identificació n de un problema o trastorno
relevante —y prevenible— en una població n.
b) Realizació n de estudios sobre: El problema
mismo, sus determinantes, manifestaciones y
factores acompañ antes.
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Componentes del Programa Preventivo
4. Contenido del programa
preventivo: Aquellas acciones y
componentes que forman —integradas
en una estrategia coherente— el Corpus
del programa, estando dirigidas a
alcanzar los objetivos preventivos
planteados.
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Componentes del Programa Preventivo
1. Objetivos del programa
2. Població n (y nivel) poblacional
3. Estrategia y metodología;
4. Contenido del programa preventivo
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Estrategias Generales para la identificación
de grupos en programas preventivos
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Estrategias Generales para la identificación
de grupos en programas preventivos
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Principios de acción y cambio
conductual
Una primera recomendació n de los
autores, a la hora de elegir objetivos o
elementos a modificar en un programa
preventivo, es ocuparse má s de "atacar"
los mecanismos y procesos psicoló gicos y
psicosociales causales subyacentes que
de las conductas externa y
superficialmente ligadas con el problema
a prevenir, como fumar o beber en exceso.
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Procesos de Control
a) Control social; por ejemplo, el control del grupo de iguales
implicado cuando se empieza a fumar (podría ampliarse a
otros fenó menos como delincuencia o drogadicció n).
b) Control emocional; el control sobre las propias emociones
o reacciones —sobre todo en situaciones de estrés—, y cuya
pérdida puede estar ligada al desarrollo del problema en
cuestió n
c) Control sobre los síntomas; el control relacionado con los
primeros signos o síntomas del problema que no se reconocen,
sin embargo, como manifestaciones iniciales de algo que má s
adelante será un problema o há bito incontrolable
d) Control conceptual (o cognitivo en el lenguaje psicoló gico
actual); el control relacionado con los diversos procesos
intelectivos de causalidad, atribució n e implicació n de uno
mismo en relació n al problema en cuestió n.
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e) Autocontrol. Es importante —sobre todo en la
etapa de mantenimiento de un programa—
preservar la capacidad de control personal del
sujeto sobre las recomendaciones a seguir que
afectan su propia conducta o vida, dá ndole el
má ximo auto—control posible sobre el proceso. Si,
por el contrario, el programa preventivo es una
retahila de prescripciones restrictivas ("no fume",
"no beba", "no tome café"; "no haga esto", "no haga
aquello..."), el sujeto tenderá (principio de
reactancia de Brehm) a recuperar reactivamente
los "grados de libertad" que le estamos
implícitamente arrebatando, usualmente,
haciendo lo contrario de lo que le prescribimos.
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Procesos de Control
Control social
Control emocional
Control sobre los síntomas
Control conceptual
Autocontrol
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Prevención primaria
Korchin (1976) divide las acciones
conducentes a la prevenció n primaria
en 4 escalones segú n que el nivel en que
realicen sea, la sociedad, la comunidad,
el pequeñ o grupo, y el individuo.
Ivan Espinoza
Niveles de Atención Primaria
1) Nivel social: Desde la postura
preventiva generalista derivada de él, la
prevenció n primaria se alcanzaría en
principio garantizando los aportes
físicos, psicosociales o socio-culturales
disponibles para los miembros de una
sociedad y que posibilitan su desarrollo
humano global.
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Niveles de Atención Primaria
2) Nivel comunitario. Acciones y
programas posibles a este nivel
incluirían:
• Educació n de los líderes comunitarios
sobre las necesidades de aportes físicos,
psicosociales y socio-culturales de los
segmentos de població n má s
desfavorecidos.
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Niveles de Atención Primaria
3) Nivel familiar y pequeño-grupal.
Como ya se indicó antes al mencionar
los criterios de éxito de los programas
preventivos, el sistema familiar es
bá sico en prevenció n primaria por su
influencia y papel socializador.
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Niveles de Atención Primaria
4) Nivel individual. Las acciones
preventivas a este nivel son
fundamentalmente de fortalecimiento del
individuo ante situaciones de crisis y
transiciones vitales (capítulo 10), sea
como preparació n anticipatoria para
reaccionar ante tales situaciones
(previsibles), sea como intervenció n
terapéutica a posteriori para evitar sus
consecuencias.
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Niveles de Atención Primaria
Nivel Social
Nivel Comunitario
Nivel Familiar
Nivel Individual
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Capítulo 10
Intervención de crisis y terapias
breves
Ivan Espinoza
El modelo de crisis
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Proceso y componentes básicos de las
crisis
1. Elevació n de la tensió n emocional y bú squeda inicial de
soluciones entre los recursos habituales disponibles.
2. Si esas respuestas fallan, se buscan nuevas soluciones y
recursos de emergencia que son sometidos a "prueba y
error" (triol and error) ya que no se tiene experiencia previa
sobre su funcionamiento y efectos.
3. Si esas respuestas no tienen éxito para reducir la tensió n
y resolver el problema, se producirá un estado de gradual
agotamiento de las reservas intelectuales y emocionales
acompañ ado de un aumento de tensió n como reacció n
(secundaria) al propio fracaso del sujeto, que puede llevarle
al autoaislamiento, encerrá ndose en sí mismo y generando
patologías autodeformantes, o a pedir ayuda externa.
Ivan Espinoza
Elementos o componentes
característicos de las situaciones de
crisis y estrés agudos —que debemos
tener en cuenta a la hora de intervenir
— son los siguientes:
a) Emociones o sentimientos negativos
como temor, ansiedad, ira, frustració n o
culpabilidad generados como señ al y
reacció n de alarma ante el estresor.
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b) Sensació n de impotencia e ineficacia
como percepciones subjetivas
acompañ antes de la incapacidad de resolver
el problema planteado (valoració n
primaria) y controlar las emociones
desatadas en el propio sujeto (valoració n
secundaria).
c) Bú squeda intensiva de soluciones: El
sujeto está "fijado" en el problema y, como
consecuencia de esta focalizació n de la
conciencia, comienza a tener fallos de
memoria, concentració n y atenció n respecto
al mundo externo y asuntos vitales
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d) Desorganizació n conductual en
aspectos bá sicos del funcionamiento,
rutinas habituales y vida de relació n y
trabajo que delatan externamente la
absorció n crítica del sujeto.
e) El contexto social inmediato —o
general— en que se dan las crisis es
también importante.
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Tipos de crisis y problemas implicados
Las crisis se han clasificado desde distintas
perspectivas. Baldwin (1968) distinguió los seis
tipos siguientes de crisis:
1) De disposició n terapéutica (evaluació n y
derivació n al centro o servicio apropiado)
2) transiciones vitales anticipadas (divorcio,
jubilació n, etc.)
3) resultantes de estreses traumá ticos
4) que reflejan psicopatología
5) crisis evolutivas
6) emergencias psiquiá tricas.
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Intervención: objetivos y evaluación
ICTB estructurada en tres secciones:
1) Delimitació n de objetivos y
evaluació n
2) principios bá sicos de intervenció n;
3) prá ctica, proceso y casuística
desglosada, a su vez, en tres apartados:
Intervenció n inmediata o de crisis,
asesoramiento y terapia breve
subsiguiente y seguimiento
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Objetivos mínimos y máximo de la ICTB
Los primeros corresponden, grosso modo, a la IC; los
segundos a la terapia breve subsiguiente.
Objetivos mínimos (intervención de crisis).
Persiguen retornar a la persona a la situació n
precrítica, restaurando su nivel de funcionamiento
—interno y externo— previo
Los objetivos máximos u óptimos (terapia breve)
se superponen a los mínimos persiguiendo: El
fortalecimiento adaptativo del sujeto, la
minimizació n de las consecuencias de la crisis
(prevenció n terciaria) y la evitació n de futuras
repeticiones (prevenció n primaria).
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Principios de actuación
Ivan Espinoza
Práctica de la ICTB: intervención de
crisis
A partir de los principios de acció n
descritos en la secció n anterior,
proponemos organizar la intervenció n en
tres fases:
1) Intervenció n inmediata o de crisis;
2) asesoramiento o terapia breve
subsiguiente (si fuera precisa)
3) seguimiento de los efectos de la
intervenció n, sobre todo si se han hecho
derivaciones a otros centros o servicios
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Intervención externa o situacional
Se asume como prerequisito que:
a) Se ha evaluado adecuadamente la
situació n global
b) hay recursos (centros, equipos,
medios, etc.) disponibles.
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Las tareas básicas son:
1. Alejar a los afectados del lugar o entorno
estresante lo antes posible. Es tanto más
fundamental cuanto mayor sea el potencial (real o
percibido) de peligro, amenaza o letalidad de la
situación.
2. Resolver o recomponer la situación creada y
organizar las tareas urgentes e inmediatas:
Hospitalización y trámites asociados; alojar y
alimentar a las personas adultas; buscar una casa o
estancia temporal para los niños; llamar a la
familia, otras personas o el trabajo explicando lo
sucedido; ocuparse de las responsabilidades
judiciales o policiales y de las rutinas de un domicilio
que queda deshabitado; etc.
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3. Transferencia de responsabilidades:
debe hacerse cuando el interventor juzgue
que su trabajo ha finalizado considerando
tanto la situación presente como su
disponibilidad para otros casos. Pueden
darse dos posibilidades, Que el afectado (o
afectados) pueda funcionar y tornar
responsabilidad por sí mismo o que no.
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Intervención interna o psicológica
4. Tranquilizar y bajar el nivel de excitación generados en
forma de ansiedad y otras emociones que, además de hacer
sufrir intensamente al sujeto, interfieren con su capacidad de
pensar y actuar, dificultando considerablemente el progreso
de la intervención.
5. Facilitar la catarsis o expresión de los afectos
acumulados (ansiedad, temor, impotencia, frustración, ira,
agresividad, culpa, tristeza, etc.) que son una fuente de
sufrimiento para la persona, interfiriendo a la vez con su
capacidad de pensar y actuar para salir de la situación.
6. Actuar para resolver las cuestiones pendientes y evitar que
se vuelva a repetir la situación crítica. En general, la acción
corresponde al sujeto, debiendo limitarse el interventor a
facilitarla, guiando y apoyando al propio sujeto
Ivan Espinoza
Asesoramiento y terapia breve
seguimiento
Dos aclaraciones breves sobre la terapia breve:
a) Puede llevarse a cabo en el servicio (por el equipo) de
crisis o no, de acuerdo a los principios de derivació n
mencionados. Como trabajo má s psicoló gico es
aconsejable que sea realizado en servicios –o por
personas— entrenadas y especializadas que también
puedan existir, en todo caso, en los centros de crisis ya
que, por otro lado, los servicios generales de terapia no
suelen tener preparació n en terapias breves.
b) A diferencia de la intervenció n de crisis, la terapia
breve sí precisa un contrato o acuerdo previo (en cuanto
a fines, duració n, seguimiento, etc.) al encontrarnos ya
con una persona funcional y con capacidad de decisió n.
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Las 7 acciones básicas a realizar en esta
etapa
7. Restablecer el sentido de autocontrol y
dominio sobre las poderosas emociones
provocadas por la crisis. Esto es esencial para que
la persona pueda proseguir su vida sin temor a que se
puedan volver a desatar (o a no poderlas controlar) y
a normalizar su autoestima al no creerse la persona
"distinta", "malvada", "odiosa", etc.
8. Restablecer la capacidad de funcionamiento
vital y social habitual, substituyendo
progresivamente los restos de evitación y fijación
obsesiva con lo sucedido por el contacto con la
realidad y las responsabilidades de la vida diaria
Ivan Espinoza
9. Examen de las causas —externas e
internas— de la crisis, para que el
sujeto halle una explicación de ella y
sepa a que atenerse en el futuro.
10. Aumentar la capacidad de
confrontación de crisis (o resolución de
problemas) del sujeto, tanto en el tipo
específico de problema presentado
(muerte, ruptura interpersonal), como su
capacidad genérica, respecto a cualquier
crisis.
Ivan Espinoza
11. Mejorar el conocimiento —y
capacidad de utilización— de la red
de recursos —formales o informales
— existentes: Centros de acogida o
ayuda del barrio, casas y hogares de
edad, servicios sociales, dispensarios o
guarderías. administraciones o
instituciones relevantes, etc.
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12. Mejorar, en general, la capacidad y
habilidades de comunicación de las
personas atendidas es muy útil para
paliar déficits básicos de la persona o las
insuficiencias en la resolución de
problemas y afrontamiento de
situaciones que ayuden a prevenir
futuras crisis.
13. Aumentar la autoestima y respeto
propio de la persona.
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Tareas Básicas de la ICTB
1. Alejar a los afectados del lugar o entorno estresante lo antes posible
2. Resolver o recomponer la situación creada y organizar las tareas
urgentes e inmediatas.
3. Transferencia de responsabilidades
4. Tranquilizar y bajar el nivel de excitación
5. Facilitar la catarsis o expresión de los afectos acumulados.
6. Actuar
7. Restablecer el sentido de autocontrol y dominio sobre las poderosas
emociones provocadas por la crisis.
8. Restablecer la capacidad de funcionamiento vital y social habitual.
9. Examen de las causas —externas e internas.
10. Aumentar la capacidad de confrontación de crisis (o resolución de
problemas) del sujeto
11. Mejorar el conocimiento —y capacidad de utilización— de la red de
recursos —formales o informales— existentes.
12. . Mejorar
13. Aumentar la autoestima y respeto propio de la persona.
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Capitulo 11
Consulta
Ivan Espinoza
Consulta
A diferencia de la ICTB, la consulta no se
refiere só lo a la prestació n de servicios de
salud mental (SM), sino de servicios humanos
en general (SM, educació n, justicia, servicios
sociales, ocio, etc.), y humano-productivos
(industrias, organizaciones). Má s que un
mé todo concreto, la consulta es, en realidad,
un enfoque con una cierta tradició n y
mú ltiples variantes, dentro del campo de la
psicología (tambié n en otros campos).
Ivan Espinoza
Tres perspectivas o ámbitos conceptuales
básicos de consulta
1. La de SM (Salud Mental) se origina, entre clínicos de orientació n analítica
que tienen que atender zonas rurales extensas o poco desarrolladas con
una població n grande y dispersa y escaso nú mero de profesionales de SM.
La consulta con "cuidadores" locales es ahí la alternativa apropiada a la
asistencia directa a la població n, imposible en tales condiciones.
2. La consulta conductual resulta de la extensió n al campo real de la
experimentació n de aprendizaje de laboratorio, intentando cambiar la
conducta de las personas a través de los mediadores comunitarios (y
"otros significativos") como dispensadores de refuerzos minimizá ndose, a
la vez, los problemas de "generalizació n" del aprendizaje al contexto de la
vida diaria de los sujetos.
3. La consulta organizativa (desarrollo organizacional, DO), se origina al
intentar potenciar el desarrollo humano de los trabajadores junto a su
productividad y desarrollo de la organizació n, que priman habitualmente,
ocasionando problemas productivos y psicosociales como alcoholismo
laboral, sabotaje y trabajo deficiente, desmoralizació n, conflictos
personales y grupales, etc.
Ivan Espinoza
Que es consulta?
Es una estrategia de trabajo
comunitario que pretende la reforma de
los sistemas sociales mediante el
cambio o renovació n de sus programas
y la mejora o ampliació n de la
capacidad de trabajo de los agentes de
socializació n, cuidadores comunitarios
primarios y personal relacionado.
Ivan Espinoza
El método de consulta asume (en general
y en sus diversas variantes) que:
Ivan Espinoza
Proceso de Consulta
Fases;
1) Entrada en el sistema;
2) contrato y establecimiento de la
relació n;
3) evaluació n del sistema y definició n
del problema;
4) intervenció n; y
5) terminació n y evaluació n de
resultados.
Ivan Espinoza
Modelos: consulta de salud mental y
comunitaria
Hay tres modelos (o "tipos") bá sicos de
consulta desarrollados en la literatura:
De salud mental, conductual y
organizativo-industrial. Un cuarto,el
comunitario o de abogacía social
Ivan Espinoza
Consultas: Organizacional y Conductual
La consulta organizacional-industrial está centrada
en el desarrollo organizacional (DO) y bascula entre la
consulta misma y la diná mica grupal de los grupos de
sensibilizació n y formació n (training groups) donde se
cuestionaría su cará cter de consulta frente al de
terapia.
El modelo conductual de consulta es la traslació n al
entorno natural del trabajo clínico y de laboratorio
basado en las "leyes del aprendizaje" (adquisició n y
mantenimiento) de la conducta "desajustada" desde
una perspectiva distinta de la psicodiná mica
predominante en el modelo de consulta de SM de
Caplan. L.
Ivan Espinoza
Etapas básicas en la consulta conductual
(similares a las de cualquier programa de
modificació n de conducta) serían:
1) Definició n clara del problema en
términos conductuales
2) observació n y registro preciso de la
conducta a modificar
3) selecció n de los refuerzos (y del
mediador que los "expenderá")
4) establecimiento de contingencias
sistemá ticas entre conducta deseada y
refuerzos pertinentes a través del mediador
que tiene acceso a esos refuerzos
Ivan Espinoza
Enfoques en el DO (Desarrollo Organizacional):
Ivan Espinoza
Caplan ha distinguido tres tipos de consulta:
Ivan Espinoza
Cuatro Críticas a la consulta como
método de cambio
1. No todos los trabajadores de servicios humanos pueden
beneficiarse de la consulta (por su preparació n o
características personales).
2. El método de consulta asume una razonable disposició n al
cambio en la organizació n o agencia consultante y una
congruencia básica entre los fines de aquéllas y el consultor
3. Los beneficios de la consulta pueden ser usados (como ya se
ha explicado) para fines de opresió n, explotació n o promoció n
de la conformidad en nombré de "la ciencia psicoló gica".
4. La rigidez o conflictividad interna de una agencia o sistema
pueden hacer que los métodos de consulta disminuyan —en
lugar de aumentar— su eficacia y deterioren gravemente la
situació n al destruir un equilibrio interno tenue y precario,
desencadenando problemas de consecuencias incalculable
Ivan Espinoza
Capítulo 12
La comunidad terapéutica
Ivan Espinoza
Que es una comunidad terapeutica?
Un grupo artificial duradero y
residencialmente localizado (de
cará cter comunitario, por tanto), pero
con una finalidad terapéutica respecto a
problemas compartidos por sus
residentes —drogadicció n y trastorno
mental, habitualmente—.
Ivan Espinoza
Aspectos Comunes de la Comunidad Terapéuticas
Ivan Espinoza
3) Común denominador de las
diversas CCTT es la reproducción —
dentro de un contexto institucional—
de un microgrupo o microsistema social
en que se promueve —dentro de la
familia de estrategias de cambio supra-
individual en que participa la
intervenció n comunitaria— el
aprendizaje social y psicosocial.
Ivan Espinoza
Modelos Históricos de CCTT
Dos modelos generales de CCTT
claramente diferenciados en cuanto a su
origen, problemá tica abordada y
metodología usada y llamados, en
funció n de su origen geográ fico,
modelo anglosajón o europeo
(también, modelo "democrá tico") y
modelo americano (o "autoritario").
Ivan Espinoza
Primera Utilización del termino CCTT
El modelo europeo es el que alumbró el
fenó meno de la CT. El término
"comunidad terapéutica" aparece por
primera vez en 1946 de la mano de T.F.
Main, psiquiatra britá nico del hospital
de Birmingham, en el artículo "The
Hospital as a Therapeutic Institution",
publicado en un nú mero especial del
"Bulletin of the Menninger Clinic".
Ivan Espinoza
Capitulo 13
Ayuda mutua (autoayuda)
Ivan Espinoza
Porque la ayuda mutua es central entre los procedimientos de cambio social desde la perspectiva comunitaria?
Ivan Espinoza
Origen de los GAM
El origen de los GAM se sitú a en EE.UU. en
los añ os 1930-40 tras la Gran Depresió n.
En 1935 Bill W. y el "doctor B", alcohó licos,
deciden reunirse para permanecer
sobrios, originando así el primer nú cleo
del movimiento de Alcohó licos Anó nimos,
posteriormente (1957) complementado
con Alateen, para adolescentes y
familiares de los alcohó licos y Manon, para
familias de alcohó licos.
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Componentes Básicos de la Ayuda Mutua
1. Mutualidad (y reciprocidad). Es el mecanismo básico de los GAM,
esencialmente distinto —sobre el papel al menos— de los ingredientes
básicos de otros tipos de ayuda o prestación de servicios asimétricos.
2. Experiencia común de los miembros, todos los cuales han padecido el
mismo problema o pasado por la misma situación vital en un momento u
otro.
3. Compromiso individual de cambio, de estar dispuesto a involucrarse
como igual en el grupo y de hacer de modelo de rol para otros.
4. Autogestión —o autogobiemo— del grupo
5. Control social del grupo. Mecanismo de los grupos para facilitar el
cambio actitudinal y conductual de sus miembros a través de la
conformidad individual con las normas y conductas definidos por el grupo
como aceptables y apropiadas
6. Importancia de la acción que parece ser —junto a la información y el
apoyo social— ingrediente básico para facilitar —desde el grupo, no desde
el individuo, esta vez— el cambio de sus miembros
Ivan Espinoza
Tipos de GAM
a) Grupos conducidos por profesionales con
fines básicamente terapéuticos
b) Movimientos de autoayuda; el polo opuesto
c) Grupos (o movimiento) de potencial
humano (grupos de encuentro, de entrenamiento
de la sensitividad, de crecimiento, etc.)
d) Grupos de concienciación sobre un factor o
tema humano (edad, comportamiento sexual,
raza, sexo...) que sufre discriminació n o maltrato
social.
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Mecanismos básicos de los GAM
1. Sentido (psicológico) de comunidad y pertenencia, derivado, como ya
se señaló, de la experiencia compartida con el grupo y de ser aceptado
como de igual.
2. Ideología (creencias o fe), que funciona como "antídoto cognitivo" y da
sentido vital a los individuos que carecen de él.
3. Oportunidad de catarsis, confesión y crítica, que ayuda a liberar la
tensión y sentido de culpa interno, a la vez que desarrolla un sentido de
solidaridad afectiva entre los miembros como fruto de la experiencia
común.
4. Modelos de roles de ayudador (suministrador de apoyo, informació n,
etc.) y ayudado, que son intercambiables y reversibles segú n el principio
terapéutico del ayudador de Riessman.
Aprendizaje de estrategias y formas de confrontar problemas, que se
descubren y comparten —y se ponen a prueba cuando es factible— en las
discusiones del grupo
Red de relaciones sociales potenciales (proyectos comunes, socialización
fuera del grupo, posibles amistades, compañía, etc.), que ayudan a resolver
el estado previo de aislamiento y soledad inicial del nuevo miembro.
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