• La filosofía occidental tiene como fin conceptualizar la
felicidad, convirtiéndola en un elemento tan lejano del individuo. De manera que el único fin de la filosofía occidental es expresar con palabras el camino que se ha de tomar para que se pueda convertir en concepto la felicidad.
Según Racionero (2001), esto se
traduce en que el único fin de la filosofía es expresar con palabras el camino que se ha de tomar para que se pueda convertir en concepto la felicidad. Tal como afirma Matei (2015), el único límite existente entre todas las culturas debería ser el respeto hacia los derechos humanos e intentar actuar siempre de forma que exista respeto por los derechos humanos de las personas y se priorice su felicidad siempre y cuando no se opriman los derechos humanos de la sociedad.
• Por esto la felicidad es
necesaria tanto a nivel personal como a nivel colectivo, pero siempre y cuando dicha felicidad no afecta de forma negativa a los demás.