Surge como oposición al Romanticismo y la vulgaridad del Realismo y del Naturalismo. Resalta la belleza y la armonía formal Huyen de la realidad Rubén Darío y el Modernismo (Félix Rubén García Sarmiento) Este movimiento con gran presencia a nivel mundial a finales del siglo XIX Con la publicación de Azul…, la obra de poemas del escritor nicaragüense. Darío es considerado como el principal representante, y en sus escritos se observan muchos de los elementos que dieron fama mundial al Modernismo. Sonatina https://www.youtube.com/watch?v=Kv_TLtwj6OQ La princesa está triste.. Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro; está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de
China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de Mayo, o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte; los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real; el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal ¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste; la princesa está pálida.) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe (la princesa está pálida; la princesa está triste), más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
"Calla, calla, princesa" -dice el hada madrina-,
"en caballo con alas hacia aquí se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con su beso de amor..." Características El Modernismo en el Ecuador
Medardo Ángel Silva
Ernesto Noboa y Caamaño Arturo Borja Humberto Fierro, Félix Valencia Visuete latacungueño Libertad absoluta de creación, desechando las reglas impuestas por las academias de arte. Admiración de la naturaleza frente al asombro de la tecnología. Valoración por lo bello. (el arte por el arte) Utilización de las palabras exóticas e invención de términos, que dan notoriedad, ritmo y musicalidad al texto. Simbolismo (musicalidad, la forma) Buscaba por medio de la escritura una forma sensible, posee intenciones metafísicas, además intenta utilizar el lenguaje como un instrumento para dar a conocer el ser, por lo cual se encuentra impregnada de misterio y misticismo. Parnasianismo (musicalidad) Parnaso un monte de Grecia es el conjunto de los poetas de un tiempo determinado. Los parnasianos abogaban por una poesía despersonalizada, realista, alejada de los sentimientos y con temas que tuvieran que ver con el arte, con temas sugerentes y exóticos, con una marcada preferencia por la Antigüedad clásica, especialmente la griega, y por el lejano Oriente. En cuanto al estilo, cuidaban mucho la forma. El contenido debía ser perfecto. Obras del Modernismo ecuatoriano “El alma en los labios” Medardo Ángel Silva https://www.youtube.com/watch?v=hBoo0yJ5_vE
Para mi amada
Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro de tu pecho amante contemples extinguida, ya que sólo por ti la vida me es amada, el día en que me faltes me arrancaré la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariño
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo, Lejos de tus pupilas es triste como un niño que se duerme soñando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca; ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento, para poder estar más cerca de tu boca. Vivo de tu palabra, y eternamente espero llamarte mía, como quien espera un tesoro. lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora; para expresar mi amor solamente me queda rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda ¡Dejar mi palpitante corazón que te adora! “Emoción vesperal” Ernesto Noboa y Caamaño Hay tardes en las que uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cierto, y, silenciosamente, de algún puerto, irse alejando mientras muere el día; Emprender una larga travesía y perderse después en un desierto y misterioso mar, no descubierto por ningún navegante todavía. Aunque uno sepa que hasta los remotos confines de los piélagos ignotos le seguirá el cortejo de sus penas, y que, al desvanecerse el espejismo, desde las glaucas ondas del abismo le tentarán las últimas sirenas. Dolores Veintimilla de Galindo (poeta ecuatoriana) “Quejas” Dolores Veintimilla de Galindo
¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma... Perdió mi pobre corazón su calma desde el fatal instante en que le hallé. Sus palabras sonaron en mi oído como música blanda y deliciosa; subió a mi rostro el tinte de la rosa; como la hoja en el árbol vacilé Su imagen en el sueño me acosaba siempre halagüeña, siempre enamorada; mil veces sorprendiste, madre amada, en mi boca un suspiro abrasador; y era él quien lo arrancaba de mi pecho; él, la fascinación de mis sentidos; él, ideal de mis sueños más queridos; él, mi primero, mi ferviente amor Sin él, para mí el campo placentero en vez de flores me obsequiaba abrojos; sin él eran sombríos a mis ojos del sol los rayos en el mes de abril. Vivía de su vida apasionada; era el centro de mi alma el amor suyo; era mi aspiración, era mi orgullo... ¿Por qué tan presto me olvidaba el vil? No es mío ya su amor, que a otra prefiere. Sus caricias son frías como el hielo; es mentira su fe, finge desvelo... Mas no me engañará con su ficción... ¡Y amarle pude, delirante, loca! ¡No, mi altivez no sufre su maltrato! Y si a olvidar no alcanzas al ingrato, ¡te arrancaré del pecho, corazón! Alfonsina Storni (poeta argentina) https://www.youtube.com/watch?v=6R 2t3Pku2Qc Tú me quieres alba, me quieres de espumas, me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada . Ni un rayo de luna filtrado me haya. Ni una margarita se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, tú me quieres blanca, tú me quieres alba. Tú que hubiste todas las copas a mano, de frutos y mieles los labios morados. Tú que en el banquete cubierto de pámpanos dejaste las carnes festejando a Baco. Tú que en los jardines negros del Engaño vestido de rojo corriste al Estrago. Tú que el esqueleto conservas intacto no sé todavía por cuáles milagros, me pretendes blanca (Dios te lo perdone), me pretendes casta (Dios te lo perdone), ¡me pretendes alba! Huye hacia los bosques, vete a la montaña; límpiate la boca; vive en las cabañas; toca con las manos la tierra mojada; alimenta el cuerpo con raíz amarga; bebe de las rocas; duerme sobre escarcha; renueva tejidos con salitre y agua: Habla con los pájaros y lévate al alba. Y cuando las carnes te sean tornadas, y cuando hayas puesto en ellas el alma que por las alcobas se quedó enredada, entonces, buen hombre, preténdeme blanca, preténdeme nívea, preténdeme casta. Juana de Ibarborou Sor Juana Inés de la Cruz