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SANCION AL NEGOCIÓN

JURIDICO MERCANTIL
ALEXANDER MORENO
ABRAHAM JATTIN

El negocio jurídico es fuente normativa para
las partes que en él intervienen. Es el poder
que tienen para regular sus relaciones
privadas.

Según el maestro Luigi Ferri
Cuando el negocio jurídico se enfrenta a la ley
imperativa o dispositiva, decimos que se
encuentra afectado de invalidez, pues ese
principio de autonomía de la voluntad no es
absoluto como lo señala Augusto Morello,
sino que se encuentra sometido al orden
público, la moral y las buenas costumbres.
Como potestad particular en ejercicio del
principio de la autonomía de la voluntad, el
negocio jurídico se encuentra supeditado a la
ley. Por ello no puede derogar la ley, a menos
que esta sea supletiva, es decir, cuando opera
solo en defecto del pacto de los particulares.
La misma ley se ha encargado de crear
categorías dentro de las cuales se encuadre
cada una de las irregularidades, en términos
de la denominada "patología del contrato"
utilizada por Francesco Messineo para
designar las diferentes transgresiones en la
actividad contractual de los individuos.
Con fundamento en tal clasificación la ley
entiende como categorías de la invalidez de
los actos contractuales, los siguientes:
ineficacia,inexistencia, nulidad, inoponibilidad.
INEFICACIA
EN SENTIDO AMPLIO

Se refiere a la reacción del ordenamiento jurídico ante aquellas hipótesis que de darse en un contrato, hacen que no esté llamado a producir efectos o de producirlos,
están destinados a desaparecer. Sería aquella expresión general a todas las demás, en virtud de la cual un negocio no produce los efectos perseguidos. Lo anterior
significa que la nulidad, la inexistencia, la inoponibilidad y demás sanciones son todas, especies de ineficacia.
EN SENTIDO ESTRICTO

se refiere a aquella sanción que se presenta cuando un acto, a pesar de formarse de manera válido en su inicio, no produce los efectos esperados por un acto posterior a él, externo. Ejemplo: Una compraventa que se incumple por no pago o
por no entrega de la cosa, existe, se formó válidamente pero no produce los efectos perseguidos por las partes o una de ellas; el mandato otorgado que posteriormente se revoca, existe pero no produce los efectos que perseguía.
SUI GÈNERIS

Se trata de una ineficacia consagrada de manera expresa en nuestro sistema positivo por no encuadrar en ninguna de las categorías anteriormente
mencionadas, en el artículo 897 del Código de Comercio, cuando expresa:

"Cuando en este código se exprese que un acto no produce efectos, se entenderá que es ineficaz de pleno derecho, sin necesidad de declaración judicial".
Algunos autores consideran que esta figura es inútil, difusa e innecesaria, dado que aparece esparcida por diferentes
normas del código, sus efectos podría equipararse a la nulidad absoluta, en la medida que cumplirían con la finalidad del
acto, igualmente en la práctica la ineficacia requiere declaratoria judicial pues difícilmente sus efectos se obtendrían sin ella.
LA INEXISTENCIA
Nació para sancionar la omisiones de los requisitos en un contrato y ha sido la nulidad absoluta o la anulabilidad,
Desde la redacción del Código Napoleónico es célebre la intervención de Napoleón ante la comisión redactora del proyecto, a la cual explicaba que existía una
contradicción en las figuras que señalaban, por ejemplo, la nulidad del matrimonio por falta de consentimiento, lo que implicaba aceptar que el matrimonio se podía
configurar y ser nulo, aún ante la inexistencia de consentimiento.
En la mayoría de las legislaciones latinoamericanas, no se consagra la inexistencia como una
figura autónoma y las causales que la configurarían se encuentran clasificadas como nulidad.
Nuestro Código Civil no la contempla aunque se refiere de manera asistemática en algunos
artículos como por ejemplo el 1501, cuando expresa que son requisitos de la esencia
determinados elementos y que el contrato que adolezca de ellos degenera en otro contrato.
Según el doctor GUILLERMO OSPINA FERNANDEZ en
palabras su libro Régimen General de las Obligaciones , la
inexistencia haya su fundamento en especial, en el artículo
1502 del Código Civil, en virtud del cual son condiciones para
la existencia de un acto, las siguientes condiciones:
a) la voluntad del agente en los negocios jurídicos unilaterales.

b) el consentimiento de las partes en los negocios bilaterales y


plurilaterales.
c) la posibilidad física y la determinación del objeto.

d) la forma solemne exigida para ciertos actos.

SI falta algunos de estos el acto no se perfeccionara ni


producirá algún efecto .
La Corte Suprema de Justicia de nuestro país, ha admitido la figura de manera teórica pero le ha restado eficacia procesal, en cuanto a sus efectos prácticos,
dado que, como el legislador no previó camino expreso para su declaratoria judicial, si el fallador la reconoce deberá hacerlo por la vía de la nulidad.
En materia mercantil, el código de comercio colombiano consagra esta figura expresamente en el artículo 898 inciso 2º, en virtud del cual se erigen como inexistencia la circunstancia de omisión de
formalidades esenciales, calificadas como nulidad absoluta en el derecho civil; y, obviamente, la omisión de las solemnidades esenciales previstas en el artículo 1502 del Código Civil, como se
mencionó anteriormente.
Sin embargo, se critica la redacción antitécnica del código cuando se refiere en otros apartes del código a omisiones de
solemnidades, que dan origen a nulidad y no a inexistencia. Un ejemplo es el artículo 2011 que se refiere a la cláusula
compromisoria, cuando no conste por escritura pública la sanción es la nulidad, cuando dicha omisión ha sido definida en materia
mercantil como inexistencia.
En conclusión

habrá de afirmarse que salvo las excepciones expresas, la omisión de solemnidades esenciales constituye inexistencia del respectivo acto o contrato. Debe además afirmarse que, adicionalmente, por no haberse consagrado
de manera expresa como sí lo hizo el legislador para la ineficacia, que ésta no opera de pleno derecho sino que requerirá declaratoria judicial. A esta crítica se suma que el inciso primero del artículo 898 permite, de
manera contradictoria el criterio de la inexistencia, que el acto inexistente pueda ser ratificado mediante la observancia de las solemnidades omitidas. No se entiende como puede ratificarse algo que no ha existido, que
no ha llegado a producir ningún efecto.

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