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Arquitectura gótica
Introducción
• Hay una analogía entre la filosofía escolástica -que surge en los monasterios
medievales- y las formas estructurales del gótico: Fe (espacio interior) y
razón (estructura exterior).
Las tres calles principales de Siena (Toscana), que dividen la ciudad en tercios.
1. Cittá,
2. Camollia,
3. San Martino.
Vinculan a la ciudad con el norte (Florencia), con el sur (Roma) y con el oeste (el mar).
Plano del centro de Siena y Vista aérea de la Plaza del Campo.
Donde se encuentran las calles, en el centro mismo, está la plaza pública, el gran cuenco
natural de la Plaza de Campo. La Catedral está situada en las proximidades, en el punto más
alto del entorno.
Ambas situaciones tienen un significado que se capta de inmediato: la plaza está en el punto de
máximo movimiento, pero separada de las calles como un lugar cerrado y, cerca de ella, la
Catedral que domina todo, pero que comparte su carácter de hito con las torres de los edificios
civiles.
Catedral de Siena y Vista de la torre de San Martino.
Calle típica de Siena.
Todo el entorno está unificado mediante el uso
general del ladillo y del particular color tierra,
bautizado color “siena”.
Arquitectura gótica
características
• Arte burgués y urbano; simbólico y religioso.
• Predominio triunfal de las verticales.
• Introduce el arco apuntado y la bóveda de crucería.
• Empujes localizados y trasladados a los arbotantes.
• Muros estrechos y considerablemente altos.
• Contrastes dimensionales y continuidad espacial.
• Vitrales de gran policromía en vez de paredes (que transformaban la luz
natural en un instrumento misterioso que demostraba la presencia de Dios).
• Ornamentaciones realistas: flora y fauna.
• En las fachadas, escultura subordinada a la arquitectura.
• La iglesia gótica, concretaba una imagen celestial que, a través de su
estructura abierta, se transmitía a todo el asentamiento urbano.
• Aunque mantenga, a su manera, la planta longitudinal, la catedral gótica
representa un verdadero “centro”. Los asentamientos urbanos amurallados son
ahora el recorrido y la iglesia su centro –como en los monasterios-, y ese
centro destaca por la verticalidad general del edificio –torres, pináculos,
agujas, etc-.
Chartres. Catedral. Planta y sección.
La arquitectura gótica clásica separa el espacio interior del volumen exterior, pero quiere que aquél
se proyecte, por así decir, a través de la estructura envolvente (arbotantes y contrafuertes).
Chatres. Interior.
Amiens. Planta y nave central.
• Los arbotantes son elementos que transmiten, el empuje localizado que ejercen
las bóvedas, al exterior.
• El arbotante va adosado al muro en el punto vulnerable donde se concentra el
empuje ejercido por la bóveda y lo transmite a un contrafuerte exterior
conocido como botarel o estribo.
• Los contrafuertes góticos, a diferencia de los románicos, no se presentan
directamente empotrados en el muro, sino visibles.
• Los maestros góticos hicieron de él un elemento decorativo. Por eso forman
un conjunto peculiar que rodea la fábrica del templo.
• El contrafuerte gótico consta, por tanto, de un arco rampante (arbotante) que
recibe y transmite el empuje al botarel o estribo, es decir, el contrafuerte
propiamente dicho.
• Suelen ir coronados por torrecillas o pináculos que, además de darles mayor
peso y consistencia, afirman el impulso de ascensión y verticalidad tan
característico de la arquitectura gótica.
Catedral de Sevilla.
Sistema de botareles o estribos y
Pináculos. Catedral de Salamanca.
arbotantes. Encima de cada arbotante
se alza un pináculo.
Los arquitectos medievales estudiaron afanosamente los empujes de las bóvedas. La dificultad surge
al proyectar un arbotante por encima de un edificio con varias naves laterales. Se tuvo que prever
descansos intermedios para el arbotante proyectado desde la nave central y un arbotante para actuar
como contrafuerte de la nave lateral interior.
Arbotantes Catedral de Chartres (Francia).
Hileras de contrafuertes y arbotantes de la unión del transepto con la cabecera.
Contrafuertes Catedral de Chartres.
Los arbotantes y contrafuertes
forman un esqueleto externo que
soporta las cargas y tensiones del
interior y aligera el muro hasta
convertirlo en una simple
membrana de cerramiento.
Arbotante
Arco rampante
Botarel o estribo
Arcos ojivales
Rosetón
Ventanas
Nave central de la Abadía de Westminster.
Columnas, arcos ojivales, vitrales y rosetón.
Bóveda de crucería. Catedral de Albí (Francia).
Vitrales. Catedral de León (España).
Capitel. Claustro de la Catedral de Barcelona.
Notre-Dame de París.
Arbotantes del ábside.
Resaltan los arcos rampantes.
Pináculos sobre el crucero de Gárgola. Catedral de Salamanca (España).
la Catedral de Burgos (España)
Evolución del estilo gótico
arquitectura/catedral
• Desde el siglo XII en que se inicia el estilo, hasta su fin, el arte gótico está en
continua evolución. En ella se distinguen tres épocas bien definidas, con
características propias:
• Durante los siglos XII y XIII – periodo clásico del gótico – impera el
llamado gótico robusto.
• Algunas de sus características son las siguientes:
• Arcos muy apuntados, en forma de punta de lanza.
• Bóvedas de crucería sencillas.
• Pilares de gran robustez, con columnillas adosadas que responden a los
nervios de las bóvedas.
• Tracerías sencillas en lo ventanales.
• Decoración escasa y sobria.
• Se utiliza el arbotante como contrarresto.
Salisbury. Catedral, al sur de Inglaterra.
Planta larga, edifico relativamente bajo.
Coronado con una alta torre sobre el cruce, pero
que no representa al centro
(sino que surge como una vertical emblemática
que el hombre lleva consigo).
La fachada parece una pantalla de motivos
góticos aplicada sobre un muro macizo.
Catedral de Salisbury.
A pesar de la abundancia de
detalles góticos, el interior
carece de auténtico verticalismo
(comparando con los interiores
franceses).
• Los siglos XIII y XIV – el gótico está en pleno apogeo – nos muestran el
gótico gentil o radiante. Se caracteriza por:
• El arco apuntado se hace equilátero.
• Se complican las bóvedas, aumentando el número de nervios.
• Aumenta el número de columnillas adosadas lo que hace que el pilar sea
fasciculado.
• Las tracerías de los ventanales aumentan el número de rosetones.
• Las fachadas se enriquecen con soberbios rosetones y estatuas realistas.
• Profusión de arbotantes al elevarse la nave central.
Catedral de Reims. Planta y corte transversal.
La nave central es relativamente larga, pero las naves laterales del
crucero son más anchas que las otras crujías.
El dominio de las proporciones le hacen merecedora de su título de
Reina entre las Catedrales Francesas.
Catedral de Reims. Bóveda de crucería de la nave principal.
Catedral de Reims. Exteriores.
Gracias a los tres portales profundamente
retirados y al gran rosetón, posee una vigorosa
cualidad espacial.
Toda su estructura se manifiesta como una
serena victoria del espíritu. Se puede decir que Dios
está más cerca. Cuando entramos en la Catedral de
Reims nos recibe, en efecto, la Virgen con el niño, y los
ángeles rodean todo el edificio.
Fachada principal de
Catedral de Reims.