Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La arquitectura gótica fue inventada en 1141 por Suger, monje francés y abad del monasterio de
Saint-Denis en una población situada al norte de París no lejos de la capital. Lo que hicieron no fue
sino recopilar la serie de mejoras alcanzadas por la arquitectura tardorrománica, incluyendo entre
ellas los arcos apuntados y las bóvedas nervadas.
Desde la época de San Agustín en el siglo V, la mujer había sido considerada como la “tentadora” y
como fuente de pecado.
La catedral gótica
Es un subproducto de las cruzadas. Cuando los primeros cruzados vieron Constantinopla,
quedaron maravillados por el tamaño y la riqueza de la ciudad y por la magnificencia y esplendor
de Santa Sofía.
La catedral de Notre-Dame de Amiens, el edificio que siguió estas grandes Iglesias, aprovechó
todos esos avances y fue construida en un plazo relativamente corto, pues se comenzó en 1220 y
se terminan 1269, de manera que incorpora menos modificaciones del proyecto original que la
mayoría de las obras catedrales cuya construcción se dilato más en el tiempo.
La planta y los componentes básicos de la Catedral gótica, más que en cualquier otra tipología
medieval anterior, se normalizaron rápidamente.
El cambio más importante en planta es el mayor tamaño del coro, el cual, a menudo, llega a tener
tantas crujías como el cuerpo principal de la iglesia, por lo que el transepto queda situado
aproximadamente en la mitad del cuerpo de la iglesia.
Saint-Pierre de Beauvais
Los maestros albañiles medievales, como los arquitectos del siglo XX, buscaban desmaterializar la
estructura, aunque por distintas razones. El objetivo de aquellos era el de hacer de la iglesia el
equivalente terrenal de la etérea ciudad celestial.
Catedral de Salisbury
La catedral de Salisbury, construida entre 1220 y 1266, es muy ilustrativa de estos atributos
típicamente ingleses. La impresionante torre vertical, que fue añadida principios del siglo XIV, no
armoniza demasiado felizmente con la horizontalidad original.
La Sainte-Chapelle, Paris
En Francia, el impulso a convertir la estructura del edificio en un auténtico esqueleto, de eliminar
totalmente el concepto de muro con masa estructural, alcanza su plena materialización en el
altísimo coro de Beaubais, pero resulta especialmente claro en la pequeña capilla privada del Rey
San Luis.
Elementos artísticos. El arte gótico en cuanto sus elementos arquitectónicos es una evolución del
románico. La palabra gótico según Vasari, la utilizó por primera vez Rafael Sanzio para designar el
período artístico anterior al Renacimiento y gótico vino y a significar arte bárbaro.
Los dos elementos básicos de la arquitectura ojival son el arco apuntado y la bóveda de crucería.
El monumento más típico del arte ojiva fue la catedral, divididas sus plantas en tres o cinco naves
con crucero y ábside con girola. Se introdujo en la decoración la gárgola que servía para arrojar las
aguas de lluvia de los tejados suelen ser animales grotescos están colocados en el estribo.
El gótico comenzó siendo arte de monasterio, pues no hay que olvidar que la orden de San
Bernardo tomó a esta arquitectura como modelo por el barroquismo en que había caído la última
etapa del románico.
Posiblemente la primitiva estructura francesa estuvo una iglesia de San Dionisio de París, pero
después de la revolución de 1789 dichas obras desaparecieron, hacia el año 1140, se realizaron las
primeras obras escultóricas.
Como en todo el medievo, la escultura italiana tiene influencia del mundo clásico.
Las Guerras de religión del siglo XVI acabaron en gran parte con la escultura gótica de las Islas
británicas; no obstante quedaron algunos ejemplos como en la hermosísima catedral de Wells,
donde los estatus se encuentran entre los contrafuertes.
Antes de 1400 las obras de pintura gótica alemana son pocas: hacia 1360 se hizo el retablo de
Santa Clara, de la catedral de Colonia, que tiene notable influencia de la escuela de Siena; en
Hamburgo existe otro retablo de un maestro llamado Beltram.
En el siglo XIII y debido a la protección que el rey Alfonso el sabio prestó a las artes, se desarrolló
en la Península una miniatura de gran calidad, cuyo principal ejemplo son las cantinas miniadas del
propio rey, en la Real Biblioteca de El Escorial.