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A Dios Demos Gloria Cabeza Ensangrentada

A Tu Nombre Honor Caminando Con el Buen Señ.


Abba, Padre Cantad Alegres al Señor
Abre Mis Ojos Castillo Fuerte Es Nuestro
Abre Mis Ojos a la Luz Como el Ciervo
Ah, Santo Cristo ¿Cómo Podré Estar Triste?
Al Mundo Paz Completo en Ti
Al Pie de Tu Cruz, Cristo Comprado
Al Rey Adorad Confiando en los Méritos…
Al Señor Seamos Fieles Conocerte, a Ti, Mi Jesús
Alma, Bendice al Señor Contempla a Dios
Ángeles Cantando Están Cordero De Gloria
Ante el Trono Celestial Corro a Cristo
Años Mi Alma en Vanidad... Cristo, Divino y Glorioso
Asombroso y Dulce Es… Cristo es Guía de mi Vida
Cristo, Fiel Te Quiero Ser Dios está Presente
Cuán Firme Cimiento Dios No Fallará
Cuán Grande Amor El Dios de lo Imposible
Cuán Grande es Él Él Me Hizo para Alabar su…
Cuán Grande es el Amor de… Él Me Sostendrá
Cuán Profunda la Misericor El Poder de la Cruz
Cuando Bajó el Amor El Profundo Amor de Cristo
Cuando Combatido por la… El Rey de Amor es mi Pastor
Cuando Pruebas Hay El Señor Soberano en la Cruz
Dame de Vida el Pan En Jesucristo el Rey de Paz
Del Amor Divino En la Cruz
Día en Día Escogido Fui de Dios…
Digno de Honor Este Amor, Cual Mar…
Dios de Piedad Estoy Bien con mi Dios
Dios Descendió Eterno, Invisible, el Dios…
Fuente de las Bendiciones Jesús Me Ama
Glorioso Intercambio La Creación Canta
Gracia Admirable La Cruz Excelsa al Contemp.
Gracias, Cristo La Mirada
Gracias, Dios La Tumba Le Encerró
Grande Es Tu Fidelidad Las Campanas Suenan Ya
Grande Gozo Hay En Mi Alma Maravillosa Gracia
Grato es Contar la Historia Maravilloso es el Gran Amor
Habla, Oh Dios Más Amor
Hay un Precioso Manantial Me Guía Él
Haz tu Voluntad Mi Anhelo Eres Tú
Hazme un Forastero Mi Cristo Hermoso
Jesús es el Mesías Mi Fe Descansa En Buen…
Jesús es la Luz del Mundo Mi Senda Conoce
Jesús es mi Rey Soberano Mi Vida Es Cristo
Necesito Tu Presencia Oí la Voz del Salvador
No Valgo Por Mi Posesión Para Mí Es Cristo el Vivir
No Voy a Dejarte Paz, Mi Alma, Ten Paz
Noche de Paz Pertenezco a Mi Rey
Nueva Es Tu Piedad Pon Tus Ojos en Cristo
Oh Amor de Dios Por el Amor de Su Nombre
Oh Cuán Dulce Es Fiar En… Por Fe Contemplo Redención
Oh Dios Sé Mi Visión Póstrate
Oh Dios Socorro en el Ayer Póstrate, Hay Momentos…
Oh Gran Dios Prefiero a Cristo
Oh Qué Amor Incomparable Que Mi Vida Entera Esté
Oh Qué Hermoso Es Ser… Regocíjate en Él
Oh Que Tuviera Lenguas Mil Rey de mi Vida
Oh Yo Quiero Andar con Cris. Roca Eterna
Oh Ven, Bendito Emanuel Sangre Carmesí
Santa Biblia para Mí Tesoro Incomparable
Santa la Noche Todas las Promesas
Santo, Magno, Digno Tu Dejaste Tu Trono
Santo, Santo, Grande, Eterno Tu Pueblo Jubiloso
Santo, Santo, Santo Tuyo Soy, Jesús
Sé Fiel al Señor Ved la Mañana
Se Oye un Son en Alta Esfera Ven Contempla el Gran Mist.
Sé Exaltado Venid Fieles Todos
Sólo En Jesús Venid, Glorificad a Dios
Sublime Gracia Ver Tu Hermosura, Oh Jesús
Su Gracia Es Mayor ByP Victoria en Cristo
Su Gracia Es Mayor Ya Pertenezco a Cristo
Su Manto Por el Mío Yo Canto el Poder de Dios
Tal Como Soy Yo Ciego Fui
Ten Paz, Mi Ser Yo Sólo Espero Ese Día
Yo Te Seguiré
A Dios Demos Gloria
A Dios demos gloria,
pues grande es él;
Su amor es inmenso
y a su Hijo nos dio:
Quien fue a la cruz
do sufrió muerte cruel,
Y así de los cielos
las puertas abrió.
Dad loor al Señor,
Oiga el mundo su voz;
Dad loor al Señor,
Nos gozamos en Dios.
Vengamos al Padre
y a su Hijo Jesús,
Y démosle gloria
Por su gran poder.
Por darnos la vida
Su sangre vertió;
Jesús al creyente es
promesa de Dios;
El vil pecador
Que de veras creyó
En ese momento
Perdón recibió.
Dad loor al Señor,
Oiga el mundo su voz;
Dad loor al Señor,
Nos gozamos en Dios.
Vengamos al Padre
y a su Hijo Jesús,
Y démosle gloria
Por su gran poder.
Dios es el Maestro,
Potente Hacedor,
Y grande es el gozo
Que Cristo nos da;
Mas nuestro asombro
Será aún mayor
Al ver a Jesús
Que en su gloria vendrá.
Dad loor al Señor,
Oiga el mundo su voz;
Dad loor al Señor,
Nos gozamos en Dios.
Vengamos al Padre
y a su Hijo Jesús,
Y démosle gloria
Por su gran poder.
A Media Noche en Belén
A media noche en Belén
De Dios la salvación
Por ángeles se proclamó
En celestial canción.
En las alturas gloria a Dios
El coro tributó;
La paz y buena voluntad
Al mundo pregonó.
El canto de los ángeles
Hoy se oye resonar;
El eco dulce encantador
Alivia mi pesar.
Y al escuchar con atención
El mundo en derredor,
Divina paz recibirá
De Cristo el Redentor.
Las almas que se encuentran hoy
En medio de dolor:
Solaz completo sentirán
Buscando al Salvador.
¡Oh que las nuevas del Señor
Se extiendan más y más!
Que sepan todos que el Señor
Hoy brinda dulce paz.
¡A Su Ley!
Cada estrella Dios ha hecho;
Él creó la tierra y mar.
Dueño es de toda ciencia,
El pasado y lo que habrá.
Y su gran sabiduría
Es tu guía para ver;
Es la lámpara, siempre diáfana,
Para en ti su plan hacer.
¡A su Ley! ¡A su Ley!
Sus promesas son verdad.
¡A su Ley!
Si no hallas tu lugar,
Si tu gozo es llorar,
Si tú tiendes a dudar, ¡A su Ley!
No es alguien alejado,
Quiere ser tu Amigo fiel.
Te escucha atentamente
Cuando en oración con él.
Siempre anda a tu lado
No se apartará jamás,
En debilidad y necesidad,
Te da fuerza y dulce paz.
¡A su Ley! ¡A su Ley!
Sus promesas son verdad.
¡A su Ley!
Si no hallas tu lugar,
Si tu gozo es llorar,
Si tú tiendes a dudar, ¡A su Ley!
A Tu Nombre Honor
Somos transeúntes,
Tú eres perenne;
Dios de los siglos, antes que el sol.
Somos neblina,
Tú eres eterno;
Reinas supremo, Amor eternal.
Santo, Santo, Dios Poderoso;
Digno es el Cordero de Dios.
Alabanzas, honra y gloria
A tu nombre honor,
A tu nombre honor.
Somos heridos,
Tú, el que nos sanas;
El que redime, Gran Salvador.
Tú eres el coro que cantaremos,
Postrados dándote todo honor.
Santo, Santo, Dios Poderoso;
Digno es el Cordero de Dios.
Alabanzas, honra y gloria
A tu nombre honor,
A tu nombre honor.
Abba, Padre
Padre, dame tu provisión,
Oye, Padre, mi oración;
Echo mi carga en ti,
Quiero confiar en ti;
Dame sólo tu bendición.
Abba, Padre, mi protección,
Eres mi fuerza y mi canción;
Abba, Padre, eres mi fe,
En confusión o aflicción
A ti iré, Abba, Padre.
Padre, hazme verte a ti
En el valle o en la lid;
Calma mi ansiedad,
Dime tu voluntad;
Tenme siempre junto a ti.
Abba, Padre, mi protección,
Eres mi fuerza y mi canción;
Abba, Padre, eres mi fe,
En confusión o aflicción
A ti iré, Abba, Padre.
Padre, quiero ser como tú,
Haz que ande en rectitud;
Para que los demás
Vean tu luz y paz,
Dócil, útil, con tu virtud.
Abba, Padre, mi protección,
Eres mi fuerza y mi canción;
Abba, Padre, eres mi fe,
En confusión o aflicción
A ti iré, Abba, Padre.
Abre Mis Ojos
Abre mis ojos, Quiero ver a Cristo;
Saber de su gloria e inmensa
hermosura;
Abre mi oído; Ayúdame a oírte;
Abre mis ojos, Quiero ver a Cristo.
Abre mi corazón a tu Santa Palabra;
Que me redarguya, corrija, e
instruya.
Hazme ver mi maldad; enséñame tu
verdad.
Abre mi corazón a tu Santa Palabra.
Abre mis ojos a tu Ley divina,
Que halle deleite, que en ella medite.
Dame un paladar que pruebe y
disfrute.
Abre mis ojos a tu Ley divina.
Abre Mis Ojos a la Luz
Abre mis ojos a la luz,
Tu rostro quiero ver, Jesús;
Pon en mi corazón tu bondad,
Y dame paz y santidad.
Humildemente acudo a ti,
Porque tu tierna voz oí;
Mi guía sé, Espíritu Consolador.
Abre mi oído a tu verdad,
Yo quiero oír con claridad
Bellas palabras de dulce amor,
¡Oh mi bendito Salvador!
Consagro a ti mi frágil ser,
Tu voluntad yo quiero hacer.
Llena mi ser, Espíritu Consolador.
Abre mis labios para hablar,
Y a todo el mundo proclamar
Que tú viniste a rescatar
Al más perdido pecador.
La mies es mucha, ¡oh, Señor!
Obreros faltan de valor;
Heme aquí, Espíritu Consolador.
Abre mi mente para ver
Más de tu amor y gran poder;
Dame tu gracia para triunfar,
Y hazme en la lucha vencedor.
Sé tú mi escondedero fiel,
Y aumenta mi valor y fe;
Mi mano ten, Espíritu Consolador.
Adoremos a Dios
Canta un himno al Salvador;
Ven, adoremos a Dios.
Puedes confiar en tu andar;
Ven, adoremos a nuestro Dios.
Sus obras muestran su esplendor;
Ven, adoremos a Dios.
Pronto vendrá y reinará;
Ven, adoremos a nuestro Dios.
Adoremos a Dios, sólo a Dios.
Ven, adoremos a Dios.
A una voz, al trino Dios;
Himnos cantemos de corazón.
Hijo del hombre, también de Dios;
Es Vencedor el que se humilló;
Honra, gloria,
Ven, adoremos a Dios por siempre.
Honra, gloria, Ven, adoremos a Dios.
Canta al Dios de la eternidad;
Ven, adoremos a Dios.
Él es el Rey; canta, oh grey;
Ven, adoremos a nuestro Dios.
Al Victorioso de la maldad;
Ven, adoremos a Dios.
Honra a Jesús, él es la Luz;
Ven, adoremos a nuestro Dios.
Adoremos a Dios, sólo a Dios.
Ven, adoremos a Dios.
A una voz, al trino Dios;
Himnos cantemos de corazón.
Hijo del hombre, también de Dios;
Es Vencedor el que se humilló;
Honra, gloria,
Ven, adoremos a Dios por siempre.
Honra, gloria, Ven, adoremos a Dios.
Ah Santo Cristo
Ah, santo Cristo, ¿cómo has
ofendido
Que a juzgarte se han atrevido?
Tú, rechazado, fuiste agredido,
Oh, qué afligido.
¿Quién fue el culpable? ¿Quién te
hizo esto?
Fue mi traición, Jesús te lo confieso.
Oh, Jesucristo yo te he negado,
Crucificado.
Por mí, Bendito, fuiste encarnado,
Sufriste tanto al ser humillado;
Cruel fue tu muerte, fuiste
abandonado;
Tú me has salvado.
Ve al Pastor, es cordero ofrecido;
Esclavo peca, el Hijo ha sufrido;
Por mi expiación, ha intercedido
Dios lo ha querido.
Ya que, Bendito, no puedo pagarte,
Yo te adoro, y quiero rogarte,
Piensa en tu gracia que tu amor
imparte,
No en mí parte.
Al Cristo Vivo Sirvo
Al Cristo vivo sirvo
Y él en el mundo está;
Aunque otros lo negaren
Yo sé que él vive ya.
Su mano tierna veo,
Su voz consuelo da,
Y cuando yo le llamó,
Muy cerca está.
Él vive, él vive, hoy vive el Salvador;
Conmigo está y me guardará
Mi amante Redentor.
Él vive, él vive, imparte salvación.
Sé que él viviendo está porque
Vive en mi corazón.
En todo el mundo entero
Contemplo yo su amor,
Y al sentirme triste
Consuélame el Señor;
Seguro estoy que Cristo
Mi vida guiando está,
Y que otra vez al mundo
Regresará.
Él vive, él vive, hoy vive el Salvador;
Conmigo está y me guardará
Mi amante Redentor.
Él vive, él vive, imparte salvación.
Sé que él viviendo está porque
Vive en mi corazón.
Regocijaos, cristianos,
Hoy himnos entonad;
Eternas aleluyas
A Cristo el Rey cantad.
La única esperanza
Es del mundo pecador,
No hay otro tan amante
Como el Señor.
Él vive, él vive, hoy vive el Salvador;
Conmigo está y me guardará
Mi amante Redentor.
Él vive, él vive, imparte salvación.
Sé que él viviendo está porque
Vive en mi corazón.
¡Al Mundo Paz!
¡Al mundo paz, llegó el Señor!
Recíbanlo al Rey.
Que cada corazón prepárele un
lugar;
Y cante la creación,
Y cante la creación,
Y cante, cante, la creación.
¡Al mundo paz, reina el Señor!
Que todos canten loor.
Los campos, mares, cerros, las
rocas y los prados
Con gozo suenen también,
Con gozo suenen también,
Con gozo, gozo, suenen también.
Ya no el mal ni angustia habrá,
Ni espinas hastiarán.
Él viene a bendecir, el mundo a
revertir
Por toda la maldición,
Por toda la maldición,
Por toda, toda, maldición.
El reina con gracia y verdad,
Y a todos mostrará,
Las glorias de su ser, justicia y gran
poder;
Y amor en plenitud,
Y amor en plenitud,
Y amor, amor, en plenitud.
Al Pie de Tu Cruz, Cristo
Al pie de tu cruz, Cristo,
Humillado hoy estoy.
Y me asombro por tu gracia
Que me llama tal cual soy.
Pues tus manos que han de echarme
Con heridas dicen, “Ven.”
Al pie de tu cruz, Cristo,
Mi alma indigna amada es.
 
Al pie de tu cruz, Cristo,
Tu familia mía es.
Antes éramos extraños
Ahora unidos; gracia es.
¿Cómo he yo de ofenderlos
A los que tu amor compró?
Al pie de tu cruz, Cristo,
Veo los hijos del Señor.
 
Al pie de tu cruz, Cristo,
El camino a gloria va.
Seguiremos tus pisadas
La esperanza se hallará.
Grande el gozo es por delante,
Ser tu esposa en perfección.
Al pie de tu cruz, Cristo,
En gozosa sumisión.
Al Rey Adorad
Al Rey adorad, grandioso Señor,
Y con gratitud cantad de su amor.
Anciano de Días, el gran Defensor,
De gloria vestido, le damos loor.
Decid de su amor, su gracia cantad;
Vestido de luz y de majestad.
Su carro de fuego en las nubes
mirad;
Son negras sus huellas en la
tempestad.
¿Quién puede tu providencia
contar?
Pues tu aire me das para respirar.
En valles y en montes alumbra tu
luz,
Y con gran dulzura me cuida Jesús.
Muy frágiles son los hombres aquí,
Mas por tu bondad confiamos en ti.
Tu misericordia ¡cuán firme! ¡cuán
fiel!
Creador, Salvador y Amigo es él.
Al Rústico Pesebre
Al rústico pesebre del niñito Jesús
Las estrellas del cielo le destellan su
luz;
Fue pobre el establo donde Cristo
nació,
Y humilde la cuna en que él
descansó.
En niño del pesebre es Jesús mi
Señor,
Adorarle yo quiero con sincero
amor;
Mi corazón pequeño hoy su cuna
será,
Y allí Jesucristo bienvenida tendrá.
Al Señor Seamos Fieles
No nos ha dado Dios sentir de
temor,
Sino de poder, cordura y amor.
Y no me avergüenzo de dar
testimonio de él,
Pues quiero por siempre ser fiel.
Al Señor seamos fieles,
Levantando en alto su Ley.
Al Señor seamos fieles,
Cada día, sin falta, al Rey.
Nadie que busca placer terrenal,
Es premiado vencedor al final.
Sé fiel trabajando, sirviendo al
Redentor,
Buscando de Dios lo mejor.
Al Señor seamos fieles,
Levantando en alto su Ley.
Al Señor seamos fieles,
Cada día, sin falta, al Rey.
En vida o muerte la gloria te doy,
Pues me has dado amor y tu gran
perdón.
Un siervo ferviente de Cristo yo
quiero ser,
Y leal siempre permanecer.
Al Señor seamos fieles,
Levantando en alto su Ley.
Al Señor seamos fieles,
Cada día, sin falta, al Rey.
Alas Como Águilas
La carrera está delante,
Y hay fuerte vendaval;
Cuando muchos me rodean
Faltan fuerzas y moral.
Se ha roto cada sueño,
Y el valle es abismal;
Pues, mis ojos pongo en Cristo,
Me da fuerza espiritual.
Alas da, cual águila;
Fuerzas da reanimándome a seguir.
Alas da, cual águila;
Cuando caigo en el camino,
Cada sueño tiene espino,
Tengo alas del Señor.
Correremos con paciencia,
Cada peso a despojar;
Con los ojos puestos en Jesús,
Nos guiará, y sin fallar.
Ha corrido antes Cristo,
Coronado Majestad;
A sus hijos llama a seguir,
A volar en libertad.
Alas da, cual águila;
Fuerzas da reanimándome a seguir.
Alas da, cual águila;
Cuando caigo en el camino,
Cada sueño tiene espino,
Tengo alas del Señor.
Alma, Bendice al Señor
Alma, bendice al Señor,
Rey potente de gloria;
De sus mercedes esté viva en ti la
memoria.
¡Oh, despertad,
Arpa y salterio! Entonad
Himnos de honor y victoria.
Alma, bendice al Señor
Que a los orbes gobierna,
Y te conduce paciente con mano
paterna;
Te perdonó,
De todo mal te libró
Porque su gracia es eterna.
Alma, bendice al Señor,
De tu vida la fuente,
Que te creó, y en salud te sostiene
clemente;
Tu Defensor
En todo trance y dolor;
Su diestra es omnipotente.
Alma, bendice al Señor
Y su amor infinito;
Con todo el pueblo de Dios su
alabanza repito:
Dios, mi salud,
De todo bien plenitud,
¡Seas por siempre bendito!
Ama a Tus Prójimos
Ama a tus prójimos,
Piensa en sus almas,
Diles la historia del buen Salvador;
Cuida del huérfano,
Hazte su amigo;
Cristo es Padre y fiel Salvador.
Habla al incrédulo, mira el peligro;
Dios le perdonará, Dios le amará.
Aunque recházanle,
Tiene paciencia
Hasta que puédales dar la salud;
Venle los ángeles
Cerca del trono;
Vigilaránles con solicitud.
Habla al incrédulo, mira el peligro;
Dios le perdonará, Dios le amará.
Dentro del corazón, triste abatido,
Obra el Espíritu de salvación,
Dándole el ánimo para entregarse;
Llévalo al Maestro con abnegación.
Habla al incrédulo, mira el peligro;
Dios le perdonará, Dios le amará.
Habla a tus prójimos,
Cristo te ayuda;
Dios, fortaleza, gustoso dará;
El te bendecirá
En tus esfuerzos,
A gloria eterna él te llevará.
Habla al incrédulo, mira el peligro;
Dios le perdonará, Dios le amará.
Ángeles Cantando Están
Ángeles cantando están
Tan dulcísima canción;
Las montañas su eco dan
Como fiel contestación.
Glo-ria a Dios en lo alto.
Glo-ria a Dios en lo alto.
Los pastores sin cesar
Sus loores dan a Dios.
¡Cuán glorioso es el cantar
De su melodiosa voz!
Glo-ria a Dios en lo alto.
Glo-ria a Dios en lo alto.
Oh, venid pronto a Belén
Para contemplar con fe
A Jesús, Autor del bien,
Al recién nacido Rey.
Glo-ria a Dios en lo alto.
Glo-ria a Dios en lo alto.
Anhelo Trabajar por el Señor
Anhelo trabajar por el Señor,
Confiando en su palabra y en su
amor,
Quiero yo cantar y orar,
Y ocupado siempre estar
En la viña del Señor.
Trabajar y orar,
En la viña, en la viña del Señor;
Sí, mi anhelo es orar,
Y ocupado siempre estar,
En la viña del Señor.
Anhelo cada día trabajar,
Y esclavos del pecado libertar,
Conducirlos a Jesús,
Nuestro guía, nuestra luz,
En la viña del Señor.
Trabajar y orar,
En la viña, en la viña del Señor;
Sí, mi anhelo es orar,
Y ocupado siempre estar,
En la viña del Señor.
Anhelo ser obrero de valor,
Confiando en el poder del Salvador;
El que quiera trabajar
Hallará también lugar
En la viña del Señor.
Trabajar y orar,
En la viña, en la viña del Señor;
Sí, mi anhelo es orar,
Y ocupado siempre estar,
En la viña del Señor.
Años Mi Alma en Vanidad Vivió

Años mi alma en vanidad vivió,


Ignorando a quien por mí sufrió,
Oh que en el Calvario sucumbió,
El Salvador.
Mi alma allí divina gracia halló;
Dios allí perdón y paz me dio;
Del pecado allí me libertó
El Salvador.
Por la Biblia miro que pequé,
Y su ley divina quebranté;
Mi alma entonces contempló con fe
Al Salvador.
Mi alma allí divina gracia halló;
Dios allí perdón y paz me dio;
Del pecado allí me libertó
El Salvador.
En la cruz su amor Dios demostró
Y de gracia al hombre revistió
Cuando por nosotros se entregó
El Salvador.
Mi alma allí divina gracia halló;
Dios allí perdón y paz me dio;
Del pecado allí me libertó
El Salvador.
Toda mi alma a Cristo ya entregué,
Hoy le quiero y sirvo como a Rey,
Por los siglos siempre cantaré
Al Salvador.
Mi alma allí divina gracia halló;
Dios allí perdón y paz me dio;
Del pecado allí me libertó
El Salvador.
Ante el Trono Celestial
Ante el trono celestial
Él intercede hoy por mí
Gran Sacerdote es Jesús,
Quien por siempre vivirá.
Y en sus manos, por su amor,
Mi nombre ya grabado está;
Y mientras en el cielo esté,
Nadie de él me apartará;
Nadie de él me apartará.
Cuando he caído en tentación,
de sentir condenación,
Al ver al cielo encontraré,
Al Inocente quien murió.
Y por su muerte, el Salvador,
Ya mi pecado canceló.
Pues Dios el justo aceptó
Su sacrificio hecho por mí,
Su sacrificio hecho por mí.
He aquí el Cordero, Redentor,
Quien al morir resucitó.
El inmutable, gran Yo Soy;
El Rey de gloria y majestad.
Unido a él no moriré,
Pues con su sangre me compró.
Mi vida escondida está
En Cristo, Dios y Salvador,
En Cristo, Dios y Salvador.
Asombroso Y Dulce Es El Lugar

Asombroso y dulce es el lugar


Estando Cristo adentro.
Su amor eterno es provisión.
Lo más fino yo encuentro.
Aquí del Dios de compasión
Su alimento abunda.
Perdón y paz él nos compró.
A almas moribundas.
Corazones brotan en canción
Al ver el gran banquete.
De gratitud pregunto yo:
“¿Qué hace que él me invite?”
“¿Por qué me hizo escuchar su voz
Y entrar mientras tiempo había,
Si miles de hambrientos hoy
Prefieren agonía?”
Fue el mismo amor agasajador
Que me atrajo en ternura;
Sino, estaría aún en mi mal
Rehusando su dulzura.
De las naciones ten piedad
Haz que a la mesa vengan.
Esparce hoy tu gran verdad
Y trae a los que faltan.
Anhelamos ver lleno el redil;
Que todos los escogidos
Cantando adoren a una voz,
Por tu gracia redimidos.
Aún Dios en Mí Está Obrando
Aún Dios en mí está obrando,
Su imagen en mí está formando,
Tardó un solo día para hacer Orión,
El sol, la luna, Marte y Plutón.
Amante y paciente está aquí.
Dios está obrando en mí.
Es cierto que al creer,
Selló mi corazón,
Aún no me juzgues me falta
formación
De acuerdo con su plan, seré
perfecto y fiel,
Soy formado por la mano de Él.
Aún Dios en mí está obrando,
Su imagen en mí está formando,
Tardó un solo día para hacer Orión,
El sol, la luna, Marte y Plutón.
Amante y paciente está aquí.
Dios está obrando en mí.
Reflejo de su obra,
Espejo que al mirar,
Yo pienso porqué nunca me ha de
rechazar.
Me ama como soy, me ayuda
mientras voy,
El alfarero es Él yo el barro soy.
Aún Dios en mí está obrando,
Su imagen en mí está formando,
Tardó un solo día para hacer Orión,
El sol, la luna, Marte y Plutón.
Amante y paciente está aquí.
Dios está obrando en mí.
Bellas Palabras de Vida
¡Oh, cantádmelas otra vez!
Bellas palabras de vida;
Hallo en ellas mi gozo y luz,
Bellas palabras de vida.
Sí, de luz y vida
Son sostén y guía;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida.
Jesucristo a todos da
Bellas palabras de vida;
El llamándote hoy está,
Bellas palabras de vida.
Bondadoso te salva,
Y al cielo te llama;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida.
Grato el cántico sonará,
Bellas palabras de vida;
Tus pecados perdonará,
Bellas palabras de vida.
Sí, de luz y vida
Son sostén y guía;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida;
¡Qué bellas son, qué bellas son!
Bellas palabras de vida.
Bendice Nuestro Hogar
Vemos las familias de hoy en
derredor
Derribadas y cediendo al gran
engañador;
Únenos, Oh Padre, Guarda nuestro
amor;
De la envidia y el afán presérvanos,
Señor
En nuestro hogar pon bienestar,
Sea un refugio de seguridad y
amistad.
Danos tu poder,
Y cuando en pruebas mil y lucha
hostil,
Bendice nuestras vidas;
Ayúdanos a en ti permanecer.
Gracias por el gozo que hay en
nuestro amor;
Haz que nuestras vidas sean tuyas,
oh Señor.
Danos tu ternura, Danos sumisión;
Que guardemos siempre fiel contigo
la unión.
En nuestro hogar pon bienestar,
Sea un refugio de seguridad y
amistad.
Danos tu poder,
Y cuando en pruebas mil y lucha
hostil,
Bendice nuestras vidas;
Ayúdanos a en ti permanecer.
Cabeza Ensangrentada
Cabeza ensangrentada,
Herida por mi bien,
De espinas coronada,
Por fe mis ojos ven;
De todos despreciada,
Mi eterno bien será;
Por todas las edades
Mi ser te adorará.
Pues oprimida tu alma
Fue por el pecador,
La transgresión fue mía,
Mas tuyo fue el dolor;
Hoy vengo contristado,
Merezco tu dolor,
Concédeme tu gracia;
¡Oh! Dame tu favor.
Te doy loor eterno,
Bendito Salvador,
Por tu dolor y muerte,
Por tu divino amor;
Oh Salvador, deseo
Tu gracia conocer;
Junto a tu cruz espero,
Te entrego a ti mi ser.
En la hora de la muerte
Enséñame tu cruz;
De todos mis temores
¡Oh! Líbrame, Jesús;
Por fe verán mis ojos
A Cristo el Salvador;
Quien muere en ti creyendo
Es salvo por tu amor.
Caminando con el buen Señor
El deseo de mi buen Señor
Es guardarnos siempre en su amor.
Gozo él nos da y lo mejor,
Caminando con el buen Señor.
Andad con el Señor sin temor,
Confiad en su poder y amor;
Velad, que pronto viene el Señor,
Mirándole con lealtad,
Prestos para hacer su voluntad.
Placenteramente me guiará,
Proveyendo de sin fin maná,
Prosperando mi debilidad,
Caminando con el buen Señor.
Andad con el Señor sin temor,
Confiad en su poder y amor;
Velad, que pronto viene el Señor,
Mirándole con lealtad,
Prestos para hacer su voluntad.
Es mi Salvador, mi Dios, mi Rey;
Vela cada día por su grey;
Con cantar sigamos en su Ley,
Caminando con el buen Señor.
Andad con el Señor sin temor,
Confiad en su poder y amor;
Velad, que pronto viene el Señor,
Mirándole con lealtad,
Prestos para hacer su voluntad.
Cantad Alegres al Señor
Cantad alegres al Señor,
Mortales todos por doquier;
Servidle siempre con fervor,
Obedecedle con placer.
Con gratitud canción alzad
Al Hacedor que el ser nos dio;
A Dios excelso venerad,
Que como Padre nos amó.
Su pueblo somos, salvará
A los que busquen al Señor;
Y nunca él los dejará,
Pues los ampara con su amor.
Siempre en sus atrios alabad,
Su santo nombre bendecid;
Eternamente es su bondad,
La buena nueva difundid.
Misericordia sin igual
Nos muestra por la eternidad,
Y su verdad será eternal
A toda la posteridad.
Cantos Alegres Entono
Cantos alegres entono;
Feliz es mi corazón.
Dios me dio salvación plena;
Elevo a Él mi canción.
Ando cual peregrino,
Hacia el celeste hogar.
Canto que va conmigo,
Cristo, mi salvador.
Cuando yo cruce el río,
Ningún temor sentiré.
Cristo estará allí conmigo
En el Hogar Celestial.
Ando cual peregrino,
Hacia el celeste hogar.
Canto que va conmigo,
Cristo, mi salvador.
Castillo Fuerte Es Nuestro Dios
Castillo fuerte es nuestro Dios.
Defensa y buen escudo;
Con su poder nos librará
En todo trance agudo.
Con furia y con afán
Acósanos Satán,
Por armas deja ver
Astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra.
Nuestro valor es nada aquí,
Con él todo es perdido;
Mas con nosotros luchará
De Dios, el escogido.
Es nuestro Rey Jesús,
Él que venció en la cruz,
Señor y Salvador,
Y siendo él solo Dios,
Él triunfa en la batalla.
Y si demonios mil están
Prontos a devorarnos
No temeremos, porque Dios
Sabrá cómo ampararnos.
Que muestre su vigor
Satán, y su furor
Dañarnos no podrá,
Pues condenado es ya
Por la Palabra Santa.
Esa palabra del Señor,
Que el mundo no apetece,
Por el Espíritu de Dios
Muy firme permanece.
Nos pueden despojar
De bienes, nombre, hogar,
El cuerpo destruir,
Mas siempre ha de existir
De Dios el reino eterno.
Cerca, Más Cerca
Cerca, más cerca, ¡oh Dios, de ti!
Cerca yo quiero mi vida llevar,
Cerca, más cerca ¡oh Dios, de ti!
Cerca a tu gracia que puede salvar,
Cerca a tu gracia que puede salvar.
Cerca, más cerca, cual pobre soy,
Nada Señor, yo te puedo ofrecer;
Sólo mi ser contrito te doy,
Pueda contigo la paz obtener,
Pueda contigo la paz obtener.
Cerca, más cerca, Señor, de ti,
Quiero ser tuyo dejando el pecar;
Goces, deleites vanos aquí,
Todo, Señor, pronto quiero dejar,
Todo, Señor, pronto quiero dejar.
Cerca, más cerca, mientras el ser
Aliente vida y busque tu paz;
Y cuando al cielo pueda ascender
Ya para siempre conmigo estarás,
Ya para siempre conmigo estarás.
Como el Ciervo
Como el ciervo por agua brama,
Mi alma así te desea a ti.
Tú eres sólo mi anhelo y vida,
Y te adoraré a ti.
Sólo tú eres mi fuerza hoy,
Y sólo a ti rindo lo que soy.
Tú eres sólo mi anhelo y vida,
Y te adoraré a ti.
Fiel amigo y hermano eres,
Y aun mi Rey sobre todo Rey.
Te amo más que cualquier persona,
Sobre todo te pondré.
Sólo tú eres mi fuerza hoy,
Y sólo a ti rindo lo que soy.
Tú eres sólo mi anhelo y vida,
Y te adoraré a ti.
Para mí vales más que el oro,
Sólo tú me satisfarás.
Siempre tú traes gozo a mi alma,
Y conmigo andarás.
Sólo tú eres mi fuerza hoy,
Y sólo a ti rindo lo que soy.
Tú eres sólo mi anhelo y vida,
Y te adoraré a ti.
¿Cómo Podré Estar Triste?
¿Cómo podré estar triste?
¿Cómo entre sombras ir?
¿Cómo sentirme solo
Y en el dolor vivir?
Si Cristo es mi consuelo,
Mi ayuda siempre fiel,
Si aun las aves tienen
Seguro asilo en Él,
Si aun las aves tienen
Seguro asilo en Él.
¡Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si Él cuida de las aves,
Cuidará también de mí!
“Nunca te desalientes”,
Oigo al Señor decir,
Y en Su palabra fiado,
Hago al dolor huir.
A Cristo, paso a paso
Yo sigo sin cesar,
Y todas sus bondades
Me da sin limitar,
Y todas sus bondades
Por siempre me ha de dar.
¡Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si Él cuida de las aves,
Cuidará también de mí!
Siempre que soy tentado,
O si en la prueba estoy,
Más cerca de Él camino,
Y protegido voy;
Si en mí la fe desmaya
Y sufro de ansiedad,
Tan sólo Él me levanta,
Me da seguridad,
Tan sólo Él me levanta,
Me da seguridad.
¡Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si Él cuida de las aves,
Cuidará también de mí!
Completo en Ti
Completo en ti, no es mi obrar;
Nunca te puedo reemplazar.
Perdón compraste al morir
Y ahora estoy completo en ti.
¡Justificado, oh, bendición!
¡Santificado, oh salvación!
Tu sangre me compró el perdón,
¡Glorificaste a un pecador!
Completo en ti, no reinará,
Gracia quitó, la iniquidad.
Tu voz al diablo hace huir;
Firme estaré completo en ti.
¡Justificado, oh, bendición!
¡Santificado, oh salvación!
Tu sangre me compró el perdón,
¡Glorificaste a un pecador!
Completo en ti, saciado estoy,
Todo buen don recibo hoy.
Tú la porción serás de mí;
¿Qué más pedir? Completo en ti.
¡Justificado, oh, bendición!
¡Santificado, oh salvación!
Tu sangre me compró el perdón,
¡Glorificaste a un pecador!
Cuando ante el juicio, Oh Salvador,
Todos estén en derredor,
Entre los tuyos estaré;
Completo en ti me hallaré.
¡Justificado, oh, bendición!
¡Santificado, oh salvación!
Tu sangre me compró el perdón,
¡Glorificaste a un pecador!
Comprado
Comprado con sangre por Cristo,
Con gozo al cielo yo voy;
Librado por gracia infinita;
Ya sé que su hijo yo soy.
Lo sé, lo sé,
Comprado con sangre yo soy;
Comprado con sangre de Cristo,
Con gozo al cielo yo voy.
Soy libre de pena y culpa;
Su gozo él me hace sentir;
Él llena de gracia mi alma;
Con él es tan dulce vivir.
Lo sé, lo sé,
Comprado con sangre yo soy;
Comprado con sangre de Cristo,
Con gozo al cielo yo voy.
En Cristo yo siempre medito,
Y nunca le puedo olvidar;
Callar sus favores no quiero,
Voy siempre a Jesús a alabar.
Lo sé, lo sé,
Comprado con sangre yo soy;
Comprado con sangre de Cristo,
Con gozo al cielo yo voy.
Yo sé que me espera corona,
La cual a los fieles dará
Jesús Salvador en el cielo;
Mi alma con él estará.
Lo sé, lo sé,
Comprado con sangre yo soy;
Comprado con sangre de Cristo,
Con gozo al cielo yo voy.
Con Gran Gozo y Placer
Con gran gozo y placer
Nos volvemos hoy a ver;
Nuestras manos otra vez
Estrechamos.
Se contenta el corazón
Ensanchándose de amor:
Todos a una voz a Dios
Gracias damos.
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Los hermanos hoy aquí
Nos gozamos en decir:
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Al volvernos a reunir, ¡Bienvenidos!
Dios a todos ayudó,
Ni un momento nos dejó,
Y otra vez nos reunió,
¡Bienvenidos!
El Señor su amor nos dio,
Su poder nos amparó,
Del peligro nos guardó,
¡Bienvenidos!
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Los hermanos hoy aquí
Nos gozamos en decir:
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Al volvernos a reunir, ¡Bienvenidos!
Dios nos guarde en este amor,
Para que de corazón,
Consagrados al Señor,
Le alabemos:
En la eterna reunión
Do no habrá separación,
Ni tristeza ni aflicción:
¡Bienvenidos!
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Los hermanos hoy aquí
Nos gozamos en decir:
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos!
Al volvernos a reunir, ¡Bienvenidos!
Confiando En Los Méritos de
Cristo
No hay que temer ni hay que dudar;
El Padre quiso quebrantar
A su Hijo santo y puro allí
En cruel maldita cruz por mí.
¿El Juez habrá de condenar-
Me por la deuda del pecar,
Si al Garante lo cargó
Cuando en la cruz allí murió?
 
Completa expiación logró,
El precio justo Jesús pagó.
Lo que su pueblo a Dios debió
Con sangre propia él canceló.
De Dios la ira no me cae
Pues para mí justicia hay
Del que su sangre derramó
Y allí mis culpas ahogó.
 
Mi libertad Jesús compró,
Divina ira él soportó;
La maldición legal llevó
Y la justicia vindicó.
¿Dos veces Dios demandará
La paga por mi gran maldad?
¿Me exigirá la cuenta a mí
Si su Hijo ya la cubrió por mí?
 
Descansa, oh alma, del temor;
Los méritos del Mediador,
Justicia y sangre, sí, las dos,
Ya aplacaron al Santo Dios.
En Jesucristo confiaré,
La ira ya no temeré,
Pues él murió en mi favor
Y vive como mi intercesor.
Conocerte A Ti, Mi Jesús
Lo que anhelaba más poseer,
Lo que el mundo lucha por tener;
Todo ello es como pérdida,
No es nada comparado a ti.
Conocerte a ti, mi Jesús,
Cosa mejor no hay.
Mi ganancia eres tú;
Mi justicia por la fe,
Y te amo a ti.
Conocerte más es mi anhelo y fin.
Ser hallado en ti y tú en mí.
Poseer por fe lo que no hay en mí,
Un regalo de justicia así.
Conocerte a ti, mi Jesús,
Cosa mejor no hay.
Mi ganancia eres tú;
Mi justicia por la fe,
Y te amo a ti.
El poder de tu resurrección
Y tus sufrimientos entender.
Ser igual a ti en tu muerte cruel
Para así vivir contigo al fin.
Conocerte a ti, mi Jesús,
Cosa mejor no hay.
Mi ganancia eres tú;
Mi justicia por la fe,
Y te amo a ti.
Te amo a ti.
Contempla a Dios
¿Quién formó las olas al hablar?
¿Quién contó la arena en el mar?
Reyes, pueblos, tiemblan a su voz;
La creación le rinde adoración.
Contempla a Dios, en su trono está,
venid y adoradle.
Contempla al Rey, nadie es como él,
venid y adoradle.
¿Quién le dio consejo al Señor?
¿Quién cuestiona lo que él habló?
¿Quién al sabio Dios puede
enseñar?
¿Quién comprende Su gran
majestad?
Contempla a Dios, en su trono está,
venid y adoradle.
Contempla al Rey, nadie es como él,
venid y adoradle.
¿Quién sufrió los clavos en dolor?
¿Quién llevó el mal del pecador?
Jesucristo, humilde al perecer
Ha triunfado y reina con poder.
Contempla a Dios, en su trono está,
venid y adoradle.
Contempla al Rey, nadie es como él,
venid y adoradle.
Corazón de Siervo
Hazme servir como tú, Señor.
Viviendo por los demás;
Mi ambición en sumisión,
Llevando al mundo tu paz.
Ten, Señor, mi corazón,
Pon en mí tu compasión.
Hazme un siervo de valor.
Haz que me una tanto a ti
Que se vea tu luz en mí,
Haz de mí tu servidor.
Haz de mí tu servidor.
Hazme hablar como tú, Señor.
Con tu poder y amor;
Que cada ser sepa creer
En el Amigo mejor.
Ten, Señor, mi corazón,
Pon en mí tu compasión.
Hazme un siervo de valor.
Haz que me una tanto a ti
Que se vea tu luz en mí,
Haz de mí tu servidor.
Haz de mí tu servidor.
Corazones Siempre Alegres
Corazones siempre alegres,
Rebosando gratitud;
Somos los que ha Dios amamos,
Redimida juventud.
Siempre alegres vamos todos,
Llenos de felicidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Dios nos guía de la mano,
Nos ampara su poder;
Es su brazo poderoso,
Que nos quiere defender.
Siempre alegres vamos todos,
Llenos de felicidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Si nos viera desmayados
En nuestra debilidad,
Con su gracia nos anima,
Nos levanta su bondad.
Siempre alegres vamos todos,
Llenos de felicidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
En sus fuerzas llevaremos
Aún con gozo nuestra cruz;
Luego con él cantaremos
En la gloria de su luz.
Siempre alegres vamos todos,
Llenos de felicidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Hermosísimo el camino
Hacia la eternidad.
Cordero de Gloria
Cristo tanto me amó
Que en la cruz por mí murió;
Por su sangre me limpió
De mi pecado y transgresión.
Al Cordero gloria,
Oh, qué excelsa historia;
Él nos salva por su amor;
¡Dad al Cordero gloria!
Dios al mundo descendió;
Pues mi castigo en sí tomó;
Pena y muerte él sufrió,
Mas con poder resucitó.
Al Cordero gloria,
Oh, qué excelsa historia;
Él nos salva por su amor;
¡Dad al Cordero gloria!
Corro a Cristo
Corro a Cristo para huir del temor;
mi Amparo es él, yo sé.
“Sólo cree en mí,” me dice en amor.
Seguro así estaré.
Corro a Cristo roto por dolor;
abunda en él la paz.
“Yo también lloré,” susurra el Señor.
“Mi pena te trae solaz.”
Corro a Cristo del afán de vivir:
reposa mi alma en él.
“Sólo ven a Mí,” su voz puedo oír.
Encuentro descanso en él.
Corro a Cristo oprimido por el Diablo
y el pecar.
Con temor él huye de mi Señor.
Jamás me podrá dañar.
Corro a Cristo cuando hay tentación;
Yo tengo un escape en él.
“¡Sólo líbrame!” es mi oración, y
cedo a su gracia fiel.
Corro a Cristo avergonzado y
encuentro un Defensor.
Soportó la santa ira de Dios y hoy es
mi Intercesor.
Cristo, Divino y Glorioso
Cristo, divino y glorioso;
Amigo fiel, Redentor;
Por rescatar nuestras almas
Su vida dio en amor.
Sí, su vida dio en mi favor.
Tú eres digno de honor,
Digno de la adoración.
Tú das la gracia y favor
Que anhela el corazón;
Sí, que anhela el corazón.
Consolador admirable,
Espíritu de verdad,
Para el alma desviada
Tú la esperanza das.
Sí, Tú la esperanza das.
Tú eres digno de honor,
Digno de la adoración.
Tú das la gracia y favor
Que anhela el corazón;
Sí, que anhela el corazón.
Padre, potente e infinito,
Fielmente amando hasta el fin,
Humildemente nos hayas
Postrados ante ti.
Sí, postrados ante ti.
Tú eres digno de honor,
Digno de la adoración.
Tú das la gracia y favor
Que anhela el corazón;
Sí, que anhela el corazón.
Cristo en Todo Es Señor
En mi mañana, en mi ayer,
Cristo en todo es Señor.
Deje mis luchas,
Soy un nuevo ser,
Cristo en todo es Señor.
Rey, es Rey, Rey, Señor,
Cristo en todo es Señor;
De lo que tengo y lo que soy,
Cristo de todo es Señor.
En mis conflictos, en mi pesar,
Cristo en todo es Señor.
Batallas ganó,
El amor por mi paz,
Cristo en todo es Señor.
Rey, es Rey, Rey, Señor,
Cristo en todo es Señor;
De lo que tengo y lo que soy,
Cristo de todo es Señor.
En mis anhelos, en mi soñar,
Cristo en todo es Señor.
Cuando fracaso,
El me puede salvar,
Cristo en todo es Señor.
Rey, es Rey, Rey, Señor,
Cristo en todo es Señor;
De lo que tengo y lo que soy,
Cristo de todo es Señor.
Cristo Es Guía De Mi Vida
Cristo es Guía de mi vida,
Ya no hay nada que temer;
Nunca puedo yo dudarle,
Pues me sabe defender.
Paz consuelo y vida eterna
Por la fe yo tengo en él,
Y con él ya nada temo
Porque Cristo es Guía fiel.
Y con él ya nada temo
Porque Cristo es Guía fiel.
Cristo es Guía de mi vida,
Libre estoy de todo afán;
En las pruebas me da gracia,
Es de mi alma vivo Pan.
Si de sed estoy sufriendo,
Si mi paso lento va,
Él prepara fuente viva
Que mi ser refrescará.
Él prepara fuente viva
Que mi ser refrescará.
Cristo es Guía de mi vida,
¡Oh qué plenitud de amor!
En su hogar celeste ofrece
Dar descanso el Salvador.
Cuando de este mundo parta,
Viviré con él, yo sé:
“Jesucristo fue mi Guía”,
Por los siglos cantaré.
“Jesucristo fue mi Guía”,
Por los siglos cantaré.
Cristo Está Esperando
Jesús a tu puerta tocando está,
Quiere a tu alma entrar;
Te ofrece perdón y amor sin igual,
No le hagas más esperar.
¡Oh, cuánto tiempo ha esperado el
Señor,
Y aún esperándote está!
Él quiere entrar hoy en tu corazón,
No le hagas más esperar.
Si tú hoy quisieras dejarle entrar,
Paz y reposo tendrás;
Recíbele pronto, no te pesará,
Él esperándote está.
¡Oh, cuánto tiempo ha esperado el
Señor,
Y aún esperándote está!
Él quiere entrar hoy en tu corazón,
No le hagas más esperar.
Cristo Fiel Te Quiero Ser
Cristo, fiel te quiero ser,
Dame el poder, dame el poder;
Yo contigo quiero andar,
Sin vacilar, sin vacilar.
En tus pasos quiero seguir,
Cerca de ti, cerca de ti,
Y si encuentro pruebas aquí,
Dame confianza en ti.
Con Jesús yo quiero hablar,
Sólo con Él, sólo con Él;
Paz y gozo yo tendré,
Al serle fiel, al serle fiel.
En tus pasos quiero seguir,
Cerca de ti, cerca de ti,
Y si encuentro pruebas aquí,
Dame confianza en ti.
Dame ardiente corazón,
Lleno de amor, lleno de amor;
Y tu Espíritu, Señor,
Como Guiador, como Guiador.
En tus pasos quiero seguir,
Cerca de ti, cerca de ti,
Y si encuentro pruebas aquí,
Dame confianza en ti.
Cada día quiero cumplir
Tu voluntad, tu voluntad;
Y servirte a ti, Señor,
En humildad, en humildad.
En tus pasos quiero seguir,
Cerca de ti, cerca de ti,
Y si encuentro pruebas aquí,
Dame confianza en ti.
Cristo Mi Íntimo Amigo
Exaltado es Cristo,
Rey de reyes de la eternidad;
Con los serafines
Alabadle en su majestad.
Reina en los cielos,
El amado Creador;
El que es la Luz nos sufrió la cruz,
Oh, ¡qué gran amor!
Cristo, mi íntimo Amigo;
A mi lado siempre va.
Cristo, jamás me abandona;
Mis temores quitará.
Cristo, mi íntimo Amigo;
Mi confianza está en Él.
Mi gran Rey, mi Señor, Salvador;
Pero es más, Es mi Amigo más fiel.
Gloria doy a Cristo,
Sólo Él merece mi honor;
Es mi Fortaleza,
Es mi Roca y Consolador.
Es Castillo fuerte,
Fundamento de mi fe;
El que no pecó se sacrificó,
A su viña iré.
Cristo, mi íntimo Amigo;
A mi lado siempre va.
Cristo, jamás me abandona;
Mis temores quitará.
Cristo, mi íntimo Amigo;
Mi confianza está en Él.
Mi gran Rey, mi Señor, Salvador;
Pero es más, Es mi Amigo más fiel.
Cristo Viene Pronto Viene
Cristo viene, pronto viene,
¡Qué hermosa reunión!
Amigo, ¿has hallado
Su amor y Salvación?
Ven, Cristo, Ven pronto,
Y llévanos allá;
Oh amigo, cuando venga,
¿Te irás o quedarás?
Cuando Cristo fue al cielo,
Su venida prometió;
Oh siervo, que le amas,
Haz la obra que él te dio.
Ven, Cristo, Ven pronto,
Y llévanos allá;
Oh amigo, cuando venga,
¿Te irás o quedarás?
Cuando venga Jesucristo
En su gloria y poder,
Los hijos redimidos,
¡Van a desaparecer!
Ven, Cristo, Ven pronto,
Y llévanos allá;
Oh amigo, cuando venga,
¿Te irás o quedarás?
¡Cuán Firme Cimiento!
¡Cuán firme cimiento
se ha dado a la fe,
De Dios en Su eterna
palabra de amor!
¿Qué más El pudiera
en su Libro añadir
Si todo a sus hijos
lo ha dicho el Señor?
"No temas por nada,
contigo Yo soy;
Tu Dios Yo soy sólo,
tu ayuda seré;
Tu fuerza y firmeza
en mi diestra estarán,
Y en ella sostén
y poder te daré."
"No habrán de anegarte
las ondas del mar
Si en aguas profundas
te ordeno salir;
Pues siempre contigo
en angustia estaré,
Y todas tus penas
podré reducir."
"La llama no puede
dañarte jamás
Si en medio del fuego
te ordeno pasar;
El oro de tu alma
más puro será,
Pues sólo la escoria
se habrá de quemar."
"Al alma que anhele
la paz que hay en Mí,
Jamás en sus luchas
la habré de dejar;
Si todo el infierno
la quiere perder,
¡Yo nunca, no, nunca,
la puedo olvidar!"
Cuán Gloriosa Será la Mañana
Cuán gloriosa será la mañana
Cuando venga Jesús el Salvador;
Los creyentes unidos como
hermanos,
Bienvenida daremos al Señor.
No habrá necesidad
de la luz el resplandor,
Ni el sol dará su luz,
ni tampoco su calor;
Allí llanto no habrá,
ni tristeza, ni dolor,
Porque entonces Jesús
el Rey del cielo
Para siempre será Consolador.
Esperamos la mañana gloriosa
Para dar la bienvenida al Dios de
amor
Donde todo será color de rosa
En la santa fragancia del Señor.
No habrá necesidad
de la luz el resplandor,
Ni el sol dará su luz,
ni tampoco su calor;
Allí llanto no habrá,
ni tristeza, ni dolor,
Porque entonces Jesús
el Rey del cielo
Para siempre será Consolador.
El cristiano fiel y verdadero
Y también el obrero de valor,
Y la iglesia, esposa del Cordero,
Estarán en los brazos del Señor.
No habrá necesidad
de la luz el resplandor,
Ni el sol dará su luz,
ni tampoco su calor;
Allí llanto no habrá,
ni tristeza, ni dolor,
Porque entonces Jesús
el Rey del cielo
Para siempre será Consolador.
¡Cuán Grande Amor!
Que Cristo me haya salvado
Tan malo como yo fui,
Me deja maravillado,
Pues él se entregó por mí.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
El de Cristo para mí.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
Pues por él salvado fui.
Oró por mí en el huerto:
“No se haga mi voluntad”.
Y todo aquel sufrimiento
Causado fue por mi mal.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
El de Cristo para mí.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
Pues por él salvado fui.
Por mí se hizo pecado,
Mis culpas su amor llevó.
Murió en la cruz olvidado,
Mas mi alma él rescató.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
El de Cristo para mí.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
Pues por él salvado fui.
Cuando al final con los santos
Su gloria contemplaré,
Con gratitud y con cantos
Por siempre le alabaré.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
El de Cristo para mí.
¡Cuán grande amor!
¡Oh grande amor!
Pues por él salvado fui.
Cuán Grande es Él
Señor, mi Dios, al contemplar los
cielos,
El firmamento y las estrellas mil,
Al oír tu voz en los potentes truenos
Y ver brillar el sol en su cenit:
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Al recorrer los montes y los valles
Y ver las bellas flores al pasar,
Al escuchar el canto de las aves
Y el murmurar del claro manantial:
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Cuando recuerdo del amor divino
Que desde el cielo al Salvador envió,
Aquel Jesús que por salvarme vino
Y en una cruz sufrió por mí y murió:
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Cuando el Señor me llame a su
presencia,
Al dulce hogar, al cielo de esplendor,
Le adoraré cantando la grandeza
De su poder y su infinito amor:
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
Mi corazón entona la canción,
¡Cuán grande es él!
¡Cuán grande es él!
CUAN GRANDE ES EL AMOR DE DIOS

Cuán grande es el amor de Dios,


Tan amplio e insondable;
Que diera a Su Hijo en mi favor,
Quien soy un miserable.
Cuán grande pena él sufrió;
Por Dios fue quebrantado.
Con llagas que él recibió
Jehová nos ha curado.
Mirad al hombre en la cruz;
Mi culpa en sus hombros.
Vergüenza siento al escuchar
Mi voz entre los malos.
Fue mi pecado que quitó
Su último respiro.
Su muerte vida me brindó;
Ya sé que es consumado.
Gloriarme en nada puedo yo;
Estoy crucificado.
Mas en la cruz me gloriaré,
Del que ha resucitado.
¿Por qué soy yo quien él salvó?
No encuentro la respuesta.
Seguro de algo sí estoy;
Mi culpa en él es puesta.
Cuán Profunda la Misericordia
¿Cuán profunda podrá ser
La misericordia de Él?
¿Puede su ira apaciguar
Y aun a mí poder salvar?
Tanta gracia rechacé;
Tanto así lo provoqué.
No hacía caso a su llamar;
Lo insulté con mi pecar.
Santa sangre derramé
Cuando al Hijo bofeteé.
Con dolor lo hice clamar;
Yo quien ando en libertad.
A mi amo yo negué
Y a un madero lo clavé;
Profanando su honor.
¡Qué vergüenza, qué horror!
¿Gasto inmenso en mí será?
Mi Abogado te dirá.
Mira el rostro de Jesús;
Intercede ante Dios.
Cristo aboga en mi favor
Y apacigua el furor.
Y ahora el Padre en compasión,
De justicia crea amor.
Y aquí estoy por su amor;
Por su gracia en mi favor.
A Él le place a su Hijo herir
Y encontrar deleite en mí.
Ve sus manos al abrir;
Ve las llagas del sufrir;
Ve su sangre para mí.
¡Hay misericordia, sí!
Ten piedad, oh Dios de mí;
Haz que te ame sólo a ti.
Ten mi corazón, Señor,
Quiébralo con tu amor.
Obra en él un cambiar;
Mi pecado lamentar.
Y que al ver tu gran piedad,
Crea y ya no peque más.
Cuando Allá Se Pase Lista
Cuando la trompeta suene
En aquel día final,
Y que el alba eterna rompa en
claridad;
Cuando las naciones salvas
a su patria lleguen ya,
Y que sea pasada lista, allí he de
estar.
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
A mi nombre yo feliz responderé.
En aquel día sin nieblas
En que muerte ya no habrá,
Y su gloria el Salvador impartirá;
Cuando los llamados entren
a su celestial hogar,
Y que sea pasada lista allí he de
estar.
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
A mi nombre yo feliz responderé.
Trabajemos por el Maestro
Desde el alba al vislumbrar;
Siempre hablemos de su amor y fiel
bondad;
Cuando todo aquí fenezca
Y nuestra obra cese ya,
Y que sea pasada lista allí he de estar.
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
Cuando allá se pase lista,
A mi nombre yo feliz responderé.
Cuando Bajó el Amor
Cuando bajó el amor con hombres a
morar,
La angustia halló la paz y el vil la
amistad.
No vino al de poder, sino al
hambriento a ver,
Y al pobre humilde ser lo satisfizo él.
¡Qué gozo y paz que nos llegó!
¡Favor, solaz, qué amor!
Cuando el más vil pensar, y todo
acto vil,
Surcaron su espaldar, clavaron al
Carnal;
Libre es el malhechor, maldito el
Justo es;
El látigo de Dios en sí me trajo paz.
¡Qué gozo y paz que nos llegó!
¡Favor, solaz, qué amor!
Ven trae tu carga acá, al pie del buen
Jesús.
Tu pena quitará, da gozo en plenitud.
Deja el orgullo atrás, cual niño hay
que pasar.
Al quebrantado él lo vuelve a
abrazar.
¡Qué gozo y paz que nos llegó!
¡Favor, solaz, qué amor!
Cuando Combatido por la
Adversidad
Cuando combatido por la adversidad
Creas ya perdida tu felicidad,
Mira lo que el cielo para ti guardó,
Cuenta las riquezas
que el Señor te dio.
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, Te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.
¿Andas agobiado por algún pesar?
¿Duro te parece esa cruz llevar?
Cuenta las promesas del Señor
Jesús,
Y de las tinieblas nacerá la luz.
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, Te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.
Cuando de otros veas la prosperidad
Y tus pies te lleven
tras de su maldad,
Cuenta las riquezas
que tendrás por fe,
Donde el polvo es oro
que hollará tu pie.
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, Te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.
Cuando Pruebas Hay
Cuando pruebas hay, no temas más,
Pues en el dolor se acerca Dios
Para refinar el oro de tu fe;
Y así se ve que fiel es él.
Y así se ve que fiel es él.
 
En la noche tú me das tu paz,
Tu Espíritu las fuerzas da.
Y tu gracia cada día nueva es,
Pues tesoros en tinieblas das.
Pues tesoros en tinieblas das.
 
Tu sabiduría me guiará
Pues todas mis luchas sabes ya.
Mi confianza deposito sólo en ti,
Tu bondad y amor son hacia mí
Tu bondad y amor son hacia mí.
 
Al cansarme de llevar mi cruz
Veo el triunfo eterno de Jesús.
En la sombra de su cruz quiero
seguir.
Hasta que él termine su obra en mí
Hasta que él termine su obra en mí.
 
Pronto todo nuevo tú harás
Mi esperanza será realidad.
Y en tu reino de oro siempre cantaré;
Tu fidelidad alabaré
Tu fidelidad alabaré.
Dame de Vida el Pan
Dame, mi buen Señor, de vida el pan,
Como lo hiciste un día junto al mar;
Mi alma te busca a ti, Verbo de Dios,
Y en tu Palabra espero oír tu voz.
“El pan de vida soy”, dice el Señor;
Ven, alma hambrienta hoy al
Salvador.
“Hambre jamás tendrá quien viene a
mí;
Sed nunca más tendrá quien cree en
mí”.
Bendice, oh Salvador, hoy tu verdad,
Cual bendijiste ayer el fresco pan;
En ella nos darás la libertad,
En ella encuentro gozo y solaz.
Con tu Espíritu toca mi ser,
Y abre mis ojos tu verdad a ver.
Muestra tu voluntad; dame tu luz;
Quiero en tu Libro verte a ti, Jesús.
Danos un Bello Hogar
Danos un bello hogar:
Donde la Biblia se pueda ver;
Donde tu amor bienestar nos dé;
Donde en ti todos tengan fe.
¡Danos un bello hogar!
¡Danos un bello hogar!
Danos un bello hogar:
Donde el padre es fuerte y fiel;
Donde no haya el sabor a hiel,
Donde en su ambiente haya sólo
miel.
¡Danos un bello hogar!
¡Danos un bello hogar!
Danos un bello hogar:
Donde la madre con devoción,
Sepa mostrarnos tu compasión;
Donde tú habites con santa unción.
¡Danos un bello hogar!
¡Danos un bello hogar!
Danos un bello hogar:
Donde los hijos podrán saber
Cómo Jesús los quiere ver
A su amparo y así vencer.
¡Danos un bello hogar!
¡Danos un bello hogar!
Del Amor Divino
Del amor divino, ¿quién me
apartará?
Escondido en Cristo, ¿quién me
tocará?
Si Dios justifica, ¿quién condenará?
Cristo por mi aboga, ¿quién me
acusará?
A los que a Dios aman,
Todo ayuda a bien;
Esto es mi consuelo,
Esto es mi sostén.
Todo lo que pasa en mi vida aquí
Dios me lo prepara para bien de mí.
En mis pruebas duras, Dios me es
siempre fiel.
¿Por qué, pues, las dudas? Yo
descanso en Él.
A los que a Dios aman,
Todo ayuda a bien;
Esto es mi consuelo,
Esto es mi sostén.
Plagas hay y muerte en mi
alrededor:
Ordenó mi suerte el que es Dios de
amor.
Ni una sola flecha me podrá dañar;
Mientras no permita, no me
alcanzará.
A los que a Dios aman,
Todo ayuda a bien;
Esto es mi consuelo,
Esto es mi sostén.
Del Santo Amor de Cristo
Del santo amor de Cristo que no
tendrá igual,
De su divina gracia, sublime y
eternal;
De su misericordia, inmensa como el
mar,
Y cual los cielos alta, con gozo he de
cantar.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable, Nada es comparable,
Al amor de mi Jesús.
Cuando él vivió en el mundo la gente
lo siguió,
Y todas sus angustias en él
depositó;
Entonces, bondadoso, su amor
brotó en raudal,
Incontenible, inmenso, sanando
todo mal.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable, Nada es comparable,
Al amor de mi Jesús.
El puso en los ojos del ciego nueva
luz,
La eterna luz de vida que brilla en la
cruz,
Y dio a las almas todas la gloria de
su ser,
Al impartir su gracia, su Espíritu y
poder.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable, Nada es comparable,
Al amor de mi Jesús.
Su amor, por las edades, del mundo
es el fanal,
Que marca esplendoroso la senda
del ideal;
Y el paso de los años lo hará más
dulce y más,
Precioso al dar al alma su
incomparable paz.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable, Nada es comparable,
Al amor de mi Jesús.
Día en Día
Oh mi Dios, yo encuentro cada día
Tu poder en todo sin sabor;
Por la fe en tu sabiduría
Libre soy de pena y temor.
Tu bondad, Señor, es infinita,
Tú me das aquello que es mejor;
Por tu amor alívianse mis quejas
Y hallo paz en el dolor.
Cerca está tu brazo cada día
Y por él recibo tu favor,
¡Oh Señor, mi alma en ti confía,
Eres tú mi gran Consolador!
Protección prometes a tus hijos
Porque son tesoro para ti;
Hallo en ti constante regocijo,
Sé que tú velas por mí.
Tu poder me ayuda cada día
A vencer en la tribulación;
Tengo fe, pues tu promesa es mía;
Gozaré de tu consolación.
Si el afán y la aflicción me llegan,
Estará tu mano junto a mí.
Y después en la postrera siega,
Moraré ya junto a ti.
Diez Mil Aleluyas
Los cielos brillan sobre el niño
Cristo;
Y tiemblan los pastores de emoción.
Los ángeles aguardan el mandato
del Señor;
Y dan diez mil aleluyas en canción.
Diez mil gran aleluyas
Se elevan al Señor;
Diez mil gran aleluyas
Le aclaman con vigor.
“Por siempre nuestro Padre
Es el eterno Rey”. 
Diez mil gran aleluyas,
Diez mil gran aleluyas,
Diez mil gran aleluyas,
Al sempiterno Rey.
Jesús en agonía sube el monte;
Se burlan los soldados a una voz.
Las huestes de Satán se gozan
viendo su dolor;
Cuando se oye: “Consumado es”,
del Señor.
Diez mil gran aleluyas
Se elevan al Señor;
Diez mil gran aleluyas
Le aclaman con vigor.
“Por siempre nuestro Padre
Es el eterno Rey”. 
Diez mil gran aleluyas,
Diez mil gran aleluyas,
Diez mil gran aleluyas,
Al sempiterno Rey.
Digno de Honor
Rebosa mi ser honrando al Señor.
Con mi voz doy al rey devoción.
Mi vida sacó de la desolación
Y puso en mí su canción.
Digno de eterno honor,
Eres digno de eterno honor.
Me postro ante ti, adorando sólo a ti.
Padre, eres digno, digno de honor.
Mi voz da loor; yo siento su amor.
Su Palabra mi senda guiará.
Su gracia y bondad siempre me
ampararán;
Sus brazos me sostendrán.
Digno de eterno honor,
Eres digno de eterno honor.
Me postro ante ti, adorando sólo a ti.
Padre, eres digno, digno de honor.
Dílo a Cristo
Cuando estés cansado y abatido,
Dílo a Cristo, Dílo a Cristo;
Si te sientes débil, confundido,
Dílo a Cristo el Señor.
Dílo a Cristo, Dílo a Cristo,
Él es tu amigo más fiel;
No hay otro amigo como Cristo
Dílo tan sólo a él.
Cuando estés de tentación cercado,
Mira a Cristo, Mira a Cristo;
Cuando rugen huestes de pecado,
Mira a Cristo el Señor.
Mira a Cristo, Mira a Cristo,
Él es tu amigo más fiel;
No hay otro amigo como Cristo
Dílo tan sólo a él.
Si se apartan otros de la senda,
Sigue a Cristo, Sigue a Cristo;
Si acrecienta en torno la contienda,
Sigue a Cristo el Señor.
Sigue a Cristo, Sigue a Cristo,
Él es tu amigo más fiel;
No hay otro amigo como Cristo
Dílo tan sólo a él.
Cuando llegue la final jornada,
Fía en Cristo, Fía en Cristo;
Te dará en el cielo franca entrada,
Fía en Cristo el Señor.
Fía en Cristo, Fía en Cristo,
Él es tu amigo más fiel;
No hay otro amigo como Cristo
Dílo tan sólo a él.
Dios de Piedad
Dios de piedad, abundante en amor,
Fiel a los que se te acercan;
Oyes el llanto de la contrición,
Das una cruz do se aferren.
Roto me voy, por mi pecar,
Ante tu misericordia.
Padre, perdona, no tomes en cuenta
mi mal.
Dios de piedad, abundante en amor,
Fiel, aunque te hemos fallado.
Faltos de amor, con malicia al
pensar,
Al hablar, necios e ingratos.
Dios de bondad, conquístanos
Con el amor que perdona.
Haz que volvamos rendidos a tu
gran piedad.
Dios de piedad, abundante en amor,
Fiel, de caer, tú nos guardas.
Guías tu grey con amor paternal.
Creces la fe con las pruebas.
Pronto, Señor, luchas no habrán,
Limpios veremos tu gloria.
Ahí nos tendrás asombrados por tu
gran piedad.
Dios Descendió
Día tan grande no puedo olvidar,
Día de gloria sin par;
Cuando en tinieblas al verme andar,
Vino a salvarme el Señor.
Gran compasión tuvo Cristo de mí,
De gozo y paz me llenó.
Quitó las sombras,
oh gloria a su nombre,
La noche en día cambió.
Dios descendió, de gloria me llenó,
Cuando Jesús por gracia me salvó;
Fui ciego, me hizo ver,
y en él renacer.
Dios descendió y de gloria me llenó.
Nací de nuevo en virtud de Jesús,
A la familia de Dios.
Justificado por Cristo el Señor,
Gozo la gran redención.
Bendito sea mi Padre y Dios,
Que cuando vine por fe,
Fui adoptado por Cristo el amado,
Loores por siempre daré.
Dios descendió, de gloria me llenó,
Cuando Jesús por gracia me salvó;
Fui ciego, me hizo ver,
y en él renacer.
Dios descendió y de gloria me llenó.
Tengo esperanza de gloria eternal,
Me regocijo en Jesús;
Me ha preparado un bello rincón,
En la mansión celestial.
Siempre recuerdo con fe y gratitud,
Al contemplarle en la cruz,
Que sus heridas me dieron la vida,
¡Alabo al bendito Jesús!
Dios descendió, de gloria me llenó,
Cuando Jesús por gracia me salvó;
Fui ciego, me hizo ver,
y en él renacer.
Dios descendió y de gloria me llenó.
¡Dios Está Presente!
¡Dios está presente!
Vamos a postrarnos
Ante él con reverencia;
En silencio estemos
Frente a su grandeza,
Implorando su clemencia.
Quien con él quiera andar,
Su mirada eleve;
Votos le renueve.
¡Dios está presente!
Y los serafines
Lo adoran reverentes;
“Santo, santo, santo,”
En su honor le cantan
Los ejércitos celestes.
¡Oh buen Dios! Nuestra voz
Como humilde ofrenda
A tu trono ascienda.
Como el sol irradia
Sobre el tierno lirio,
Que contento se doblega,
Dios omnipresente,
Ilumina mi alma
Y feliz yo te obedezca;
Haz que así, tú en mí
Seas reflejado,
Y tu amor probado.
Dios No Fallará
Mi vida doy a ti, Señor, úsala hoy;
Que tu nombre glorifique con mi
vida y con mi voz.
Que confíe en el valle hostil también
en la luz.
Sé que tú siempre me guías, Tu
voluntad justo es.
Sé que Dios no fallará;
Guiando en el camino está
Que llevará a mi hogar celestial.
Aunque quiebre el corazón,
Sé que en cada cambio tiene razón;
Que otros al ver podrán decir,
Que Dios no fallará.
Y cuando un día en el más allá vea
su faz,
Cual atleta fiel deseo ser hallado al
llegar.
Mas ahora estoy confiando en que la
senda mostrará;
En justicia él me guía a hacer lo que
le agradará.
Sé que Dios no fallará;
Guiando en el camino está
Que llevará a mi hogar celestial.
Aunque quiebre el corazón,
Sé que en cada cambio tiene razón;
Que otros al ver podrán decir,
Que Dios no fallará.
El Dios de lo Imposible
La creación no puedo explicarla,
Ni los planetas en su enormidad;
Contar la arena de la mar no puedo,
Ni las estrellas de la antigüedad.
Lo imposible obra nuestro Dios,
Controlando el mundo está;
Y aunque yo comprendo poco,
No dudo que me cuidará.
Su gran perdón no puedo explicarlo
Ni cómo a tan vil pecador amó;
O comprender la obra del Calvario,
O cómo por su gracia me salvó.
Lo imposible obra nuestro Dios,
Controlando el mundo está;
Y aunque yo comprendo poco,
No dudo que me cuidará.
Lo eternal no puedo explicarlo,
Ni el misterio de la redención;
No puedo entender por qué mi
Cristo,
Murió y proveyó mi salvación.
Lo imposible obra nuestro Dios,
Controlando el mundo está;
Y aunque yo comprendo poco,
No dudo que me cuidará.
El Es Rey
El es Rey, El es rey,
Jesucristo, El es rey;
Su poder reinará eternamente.
El es Rey, El es rey,
Jesucristo, El es rey;
Su poder reinará por siempre jamás.
Aleluya, aleluya a nuestro rey,
al gran Rey;
Aleluya, aleluya, El es rey.
El es rey, El es rey,
Jesucristo, El es rey;
Su poder reinará por siempre jamás.
Es Señor, es señor,
Jesucristo es Señor;
Su poder reinará eternamente.
Es Señor, es Señor,
Jesucristo es Señor;
Su poder reinará por siempre jamás.
Aleluya, aleluya al Señor, al Señor;
Aleluya, aleluya al Señor.
Es Señor, es Señor,
Jesucristo, es Señor;
Su poder reinará por siempre jamás.
El es Dios, El es Dios,
Jesucristo, El es Dios;
Su poder reinará eternamente.
El es Dios, El es Dios,
Jesucristo, El es Dios;
Su poder reinará por siempre jamás.
Aleluya, aleluya, El es Dios,
El es Dios;
Aleluya, aleluya, El es Dios,
El es Dios, El es Dios
Jesucristo, El es Dios;
Su poder reinará por siempre jamás.
El Himno de Alabanza
Cantaré al Señor alabanza,
Atendió a mi clamor;
Desde el lodo del mundo me
rescató,
Y me cambió por su amor.
Te alabo, Padre, de corazón,
Mientras tenga vida aquí,
Te alabo, Padre, de corazón,
Oh, acepta mi canción.
Con un cántico nuevo le honro,
De cadenas me libró;
Con poder conquistó cada rebelión,
La negra noche cambió.
Te alabo, Padre, de corazón,
Mientras tenga vida aquí,
Te alabo, Padre, de corazón,
Oh, acepta mi canción.
Él Me Hizo Para Alabar Su Nombre

Él me hizo para alabar su nombre.


Él me hizo y le glorificaré.
Mis caminos no los sé,
Mas entiendo yo por fe
Que me hizo para él y le glorificaré.
Él Me Sostendrá
Si mi fe ha de caer,
Él me sostendrá.
En la tentación yo sé,
Él me sostendrá.
No podría estar de pie
En la oscuridad
Pues mi amor muy frágil es;
Él me sostendrá.
Él me sostendrá.
Él me sostendrá.
Pues me ama el Salvador,
Él me sostendrá.
Él se goza en quien salvó,
Él me sostendrá.
Ante él precioso soy,
Él me sostendrá.
Sus promesas fieles son,
Mi alma guardará.
Alto precio él pagó;
Él me sostendrá.
Él me sostendrá.
Él me sostendrá.
Pues me ama el Salvador,
Él me sostendrá.
Él sufrió y por mí murió;
Él me sostendrá.
La justicia él cumplió;
Él me sostendrá.
Vida eterna tengo en él;
Él me sostendrá
Hasta que le pueda ver.
¡Él regresará!
Él me sostendrá.
Él me sostendrá.
Pues me ama el Salvador,
Él me sostendrá.
El Mundo No Es Mi Hogar
El mundo no es mi hogar,
soy peregrino aquí;
En la ciudad de luz,
tendré tesoros, sí.
Eterno resplandor por siempre
gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Bendito Cristo, tú eres siempre fiel,
La dicha que me das más dulce es
que la miel;
La célica mansión por siempre
gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Un himno entonaré
a Cristo el Salvador:
“Digno eres, oh Señor,
de gloria y honor.”
La patria celestial por siempre
gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Bendito Cristo, tú eres siempre fiel,
La dicha que me das más dulce es
que la miel;
La célica mansión por siempre
gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Ningún dolor habrá
al lado de Jesús,
Quien derramó su sangre en la
cruenta cruz.
Perfecta paz allá por siempre gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Bendito Cristo, tú eres siempre fiel,
La dicha que me das más dulce es
que la miel;
La célica mansión por siempre
gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
El Poder de la Cruz
Qué sería ver,
El día oscurecer,
Rumbo al Calvario Cristo fue.
Gente le juzgó,
Luego le azotó
A un palo le clavó.
El poder de la cruz
Mi pecado fue Jesús.
La vergüenza, el furor llevo por mí.
Perdón me dio.
Qué sería ver,
La angustia de su ser
El peso tremendo, de la maldad.
Todo acto vil,
Pensamientos mil
Lo hizo a él sufrir.
El poder de la cruz
Mi pecado fue Jesús.
La vergüenza, el furor llevo por mí.
Perdón me dio.
Ya la luz se va,
La tierra tiembla,
Su Creador muriendo está.
El velo parte en dos,
Viven los muertos;
Consumado es.
El poder de la cruz
Mi pecado fue Jesús.
La vergüenza, el furor llevo por mí.
Perdón me dio.
Mi nombre escrito está
En llagas de dolor
Pues por sus penas libre soy.
La muerte ya murió
Su vida en mí vivió
Me la compró su amor.
El poder de la cruz
Allí murió mi Jesús.
Oh qué precio, oh qué amor,
Perdón tenemos en la cruz.
El Profundo Amor de Cristo
El profundo amor de Cristo
Es inmenso, sin igual;
Cual océa-no sus ondas
En mí fluyen, gran caudal.
Me rodea y protege la corriente de
su amor,
Siempre guiando, impulsando
Hacia el celestial hogar.
El profundo amor, lo que basta aquí
Es el gran amor de Cristo.
El profundo amor de Cristo
Digno es de loor y prez;
¡Cuánto ama, siempre ama,
Nunca cambia, puro es!
¡Cuánto ama a sus ovejas por
salvarlas él murió!
Intercede en el cielo
Por aquellos que compró.
El profundo amor, lo que basta aquí
Es el gran amor de Cristo.
El profundo amor de Cristo
Grande, sin comparación,
Es refugio de descanso,
Es mar de gran bendición.
El profundo amor de Cristo es un
cielo para mí;
Me levanta hasta la gloria,
Pues me atrae hacia allí.
El profundo amor, lo que basta aquí
Es el gran amor de Cristo.
El Rey de Amor Es Mi Pastor
El Rey de amor es mi Pastor;
No faltan sus bondades.
Saciado estoy de su favor;
Mío es por las edades.
Do hay aguas quietas me guiará;
Mi alma allí renueva.
Y en verdes pastos paseará;
Al Pan del cielo lleva.
Perverso y necio me aparté,
Mas en su amor buscome.
En hombros fuertes regresé
Con gozo él cargome.
En el valle negro no he de temer
Contigo, oh Dios, a mi lado.
Me sostendrás con tu poder,
Tu vara y cayado.
Aderezas mesa de buffet;
Tu gracia unge mi vida.
Y qué delicia, qué placer
De tu copa es vertida.
Día en día gozo su favor;
No faltan sus bondades.
Siempre en tu casa, Buen Pastor,
Te honre con cantares.
El Señor Soberano en la Cruz Murió

El Señor Soberano en la cruz murió


El Gran Rey su sangre vertió.
¿Podría ser que el Santo Ser
Se entregara por el pecador?
¿Fue por mis culpas que él gimió
Y en agonía él clamó?
¡Asombrosa piedad, gracia, y amor!
Jamás se escuchó o vio.
Con razón el sol su gloria ocultó
Y en tinieblas se escondió.
Pues el Fuerte Creador ese día
murió
Por criaturas en su rebelión.
 
Así mi rostro agacho yo
Meditando en aquella bella cruz.
Mi alma se parte de gratitud,
Me derrito y lloro en amor.
 
Pero lagrimas nunca podrán pagar
Mi deuda de amor a él.
Ten, Señor, me entrego totalmente a
ti,
No hay más que yo pueda hacer.
 
Sí, el Creador por mí se dio
Por salvarme él mismo se entregó.
¡Asombrosa piedad, gracia, y amor!
Jamás se escuchó o vio.
Él Será Exaltado
El Rey de gloria en los cielos su
hogar dejó.
Fue al Calvario donde solo él sufrió.
Le humillaron por llevar el mal de
todo ser,
Mas vendrá el Señor triunfante y con
gran poder.
Él será exaltado sobre los demás;
Pues contemplaremos
su bendita faz.
Y al poderoso Cristo,
Cristo, adorémosle su grey,
Demos loor al gran Señor
y nuestro Rey.
Los truenos suenan pronunciando:
Cristo es Señor.
Los rayos brillan
proclamando su fulgor.
Le rechazaron mas Jesús por
siempre reinará.
Su enemigo como hierba se secará.
Él será exaltado sobre los demás;
Pues contemplaremos
su bendita faz.
Y al poderoso Cristo,
Cristo, adorémosle su grey,
Demos loor al gran Señor
y nuestro Rey.
En el Calvario Estuve Yo
En el Calvario estuve yo;
Jesús allí murió.
Yo no sabía que él me amó:
Por mí él fue a la cruz.
Y al estar junto a Jesús
Su gran amor sentí.
¡Oh qué vergüenza tuve yo
En el Calvario allí!
En el Calvario me postré
Y con dolor lloré.
Tan grande amor yo rechacé
Por muchos años, sí;
Y al Señor decir le oí:
“Por ti yo fui a la cruz.”
¡Oh santo amor mi ser llenó
En el Calvario allí!
En el Calvario un día oré:
“De ti, Señor, seré;
Perdón te pido, pues pequé;
Restáurame, oh Dios.”
Y al orar, él me salvó,
Seguridad me dio.
Y dulce paz yo recibí
En el Calvario allí.
En Jesucristo , el Rey de Paz
En Jesucristo, el Rey de Paz,
En horas negras de tempestad,
Hallan las almas dulce solaz,
Grato consuelo, felicidad.
Gloria cantemos al Redentor
Que por nosotros vino a morir;
Y que la gracia del Salvador
Siempre dirija nuestro vivir.
En nuestra luchas, en el dolor,
En tristes horas de tentación,
Cristo nos llena de su vigor,
Y da aliento al corazón.
Gloria cantemos al Redentor
Que por nosotros vino a morir;
Y que la gracia del Salvador
Siempre dirija nuestro vivir.
Cuando en la lucha falta la fe
Y el alma siente desfallecer,
Cristo nos dice: “Siempre os daré
Gracia divina, santo poder.”
Gloria cantemos al Redentor
Que por nosotros vino a morir;
Y que la gracia del Salvador
Siempre dirija nuestro vivir.
En la Cruz
Con pena amarga fui a Jesús
Mostréle mi dolor;
Perdido, errante, vi su luz,
Bendíjome en su amor.
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con él seré.
Sobre una cruz, mi buen Señor,
Su sangre derramó
Por este pobre pecador
A quien así salvó.
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con él seré.
Venció la muerte con poder,
Y al cielo se exaltó;
Confiar en él es mi placer,
Morir no temo yo.
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con él seré.
Aunque él se fue, solo no estoy,
Mandó al Consolador,
Divino Espíritu que hoy
Me da perfecto amor.
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con él seré.
Vivir en Cristo me da paz;
Con él habitaré;
Ya suyo soy, y de hoy en más
A nadie temeré.
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz,
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por fe do vi a Jesús,
Y siempre feliz con él seré.
Engrandeced a Dios
Engrandeced en alta voz el nombre
del Señor.
Loores a sus obras dad y a su
Merced honor.
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios; (a Dios)
Su nombre bendecid.
Oh, celebrad el don de Dios con
himnos de la grey,
Reconoced con gratitud al Salvador
y Rey.
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios; (a Dios)
Su nombre bendecid.
Delante de su trono exaltadle: es
Señor;
“Hosannas” dad al Salvador con
reverente honor.
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios,
Engrandeced a Dios; (a Dios)
Su nombre bendecid.
Engrandecido sea Dios
Engrandecido sea Dios
En esta reunión,
En esta reunión,
Alegres, juntos a una voz.
Dad glo-ria, gloria, gloria, gloria;
Dad gloria a nuestro Dios.
Durante el día que pasó
La mano del Señor,
La mano del Señor,
De muchos males nos salvó:
Dad glo-ria, gloria, gloria, gloria;
Dad gloria a nuestro Dios.
Pues hasta aquí nos ayudó,
Y siempre proveerá,
Y siempre proveerá.
Con gratitud, placer y amor:
Dad glo-ria, gloria, gloria, gloria;
Dad gloria a nuestro Dios.
A otras almas ¡salva, oh Dios!
Despiértalas, Señor,
Despiértalas, Señor.
Escucha nuestra petición.
Dad glo-ria, gloria, gloria, gloria;
Dad gloria a nuestro Dios.
Escogido Fui de Dios
Escogido fui de Dios en el Amado.
En lugares celestiales su bendición
me dio.
Antes de la creación el plan fue
hecho,
Por su santa voluntad.
Escondido en Cristo estoy, nadie me
apartará,
Y las fuerzas de este mundo no me
podrán dañar.
Vivo y ando en esta vida con
seguridad,
porque me escogió mi Dios.
Tengo un sello que el Espíritu me ha
dado.
Cuando mi confianza puse sólo en
mi Salvador.
Prenda que el Señor me dio de vida
eterna,
Escogido fui de Dios.
Escondido en Cristo estoy, nadie me
apartará,
Y las fuerzas de este mundo no me
podrán dañar.
Vivo y ando en esta vida con
seguridad,
porque me escogió mi Dios.
Me escogió para alabanza de su
gloria,
Y sentóme en las alturas con Cristo
mi Señor.
Grande fue la admiración al ver su
gracia,
Cuando me escogió mi Dios.
Escondido en Cristo estoy, nadie me
apartará,
Y las fuerzas de este mundo no me
podrán dañar.
Vivo y ando en esta vida con
seguridad,
porque me escogió mi Dios.
Este Amor, Cual Mar Inmenso
Este amor, cual mar inmenso,
Un diluvio de bondad,
Se mostró profundo, intenso,
A pesar de mi maldad.
Redentor, tu sangre diste,
Al morir en mi lugar;
Esa obra que Tú hiciste,
Nunca la podré olvidar.
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor del Salvador
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor de mi Jesús
Cuando en la cruz colgaste
La corriente te anegó,
Desde el fondo Tú clamaste,
Pero Dios no respondió.
La tormenta fue calmada,
La cascada enmudeció,
Ira santa fue aplacada;
“Consumado es”, se oyó.
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor del Salvador
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor de mi Jesús
Dos caudales se encontraron
En la escena de la cruz,
Y sus aguas inundaron
Tu alma santa, oh Jesús:
Dios su juicio descargaba
Sobre Ti, el Salvador,
Y a la vez Él derramaba
El torrente de su amor.
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor del Salvador
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor de mi Jesús
De la Roca tan golpeada
Agua viva fluye hoy.
Cristo, Peña quebrantada,
Por tu cruz las gracias doy.
En la gloria eternamente
Este amor proclamaré;
Satisfecho plenamente,
A tus pies adoraré.
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor del Salvador
¡Qué asombroso! ¡Qué glorioso!
El amor de mi Jesús
Estoy Bien Con Mi Dios
De paz inundada mi senda ya esté,
O cúbrala un mar de aflicción,
Mi suerte cualquiera que sea, diré:
Estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Estoy bien (estoy bien)
con mi Dios (con mi Dios)
Estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Ya venga la prueba o me tiente
Satán,
No amenguan mi fe ni mi amor;
Pues Cristo comprende mis luchas,
mi afán
Y su sangre vertió en mi favor.
Estoy bien (estoy bien)
con mi Dios (con mi Dios)
Estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Feliz yo me siento al saber que
Jesús,
Libróme de yugo opresor;
Quitó mi pecado, clavólo en la cruz:
Gloria demos al buen Salvador.
Estoy bien (estoy bien)
con mi Dios (con mi Dios)
Estoy bien, estoy bien con mi Dios.
La fe tornaráse en gran realidad
Al irse la niebla veloz;
Desciende Jesús con su gran
majestad,
¡Aleluya! Estoy bien con mi Dios.
Estoy bien (estoy bien)
con mi Dios (con mi Dios)
Estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Eterno, Invisible, el Dios de Poder

Eterno, invisible, el Dios de poder,


Luz inaccesible, de todo saber;
El más bendecido, glorioso Autor,
Anciano de Días, te damos loor.
Benigno, paciente, el Dios Protector,
El Omnipotente y Sustentador;
Con juicio prudente, cual Auxiliador,
Tus nubes son fuente de gracia y
amor.
A pobres o ricos la vida les das,
Son vivificados por tu potestad;
Cual hoja brotamos o flor del zarzal
Y nos marchitamos, mas tú siempre
igual.
Gran Padre de gloria, el puro y veraz
Tus huestes te loan, velada su faz;
También te adoramos, sólo hemos
de ver,
La luz asombrosa que esconde tu
ser.
Fiel Mayordomo Seré
Vengo rendido a tus pies, Señor;
Quiero fielmente depositar:
Diezmos, talentos, mi don de amor;
Ofrenda grata hoy vengo a dar.
Todo buen don viene del Señor;
¿Cómo negarlo podré?
Fiel mayordomo de Cristo seré,
Y un día, “Fiel siervo,” oiré.
“Probadme en esto,” dice el Señor,
“Y bendiciones derramaré.”
Fiel a mis votos de fe seré,
Testigo digno de mi Señor.
Todo buen don viene del Señor;
¿Cómo negarlo podré?
Fiel mayordomo de Cristo seré,
Y un día, “Fiel siervo,” oiré.
Si vas conmigo no dudaré;
En tus promesas yo confiaré.
De lo que es tuyo yo te daré,
Y almas preciosas cosecharé.
Todo buen don viene del Señor;
¿Cómo negarlo podré?
Fiel mayordomo de Cristo seré,
Y un día, “Fiel siervo,” oiré.
Firmes y Adelante
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Jefe soberano,
Cristo al frente va,
Y la regia enseña
Tremolando está.
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Al sagrado nombre
De nuestro Adalid,
Tiembla el enemigo
Y huye de la lid.
Nuestra es la victoria,
Dad a Dios loor;
Y óigalo el averno
Lleno de pavor.
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Muévase potente
La Iglesia de Dios;
De los ya gloriosos
Marchamos en pos;
Somos sólo un cuerpo,
Y uno es el Señor,
Una la esperanza
Y uno nuestro amor.
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Tronos y coronas
Pueden perecer;
De Jesús la Iglesia
Constante ha de ser;
Nada en contra suya
Prevalecerá,
Porque la promesa
Nunca faltará.
Firmes y adelante,
Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
Que Jesús nos ve.
Fuente de las Bendiciones
Fuente de las bendiciones,
Lléname de ti no más.
De tu gracia las canciones,
Cese de cantar jamás.
Pon en mí cantos celestes,
De ángeles que dan loor.
Por tu amor me rescataste,
Gloria doy al Salvador.
Mi Ebenezer levanto;
Me trajiste hasta aquí.
Mi esperanza es por tu afecto,
A mi hogar seguro ir.
Muy perdido encontrome,
Desviándome de Dios.
De peligro por salvarme,
Su sangre él vertió.
A tu gracia debo todo;
Es por ti que estoy aquí.
Aferrado a tu lado,
Tenme siempre junto a ti.
Mi afecto es vagabundo,
Se desvía de tu amor.
Ten mi ser, o ten, es tuyo;
Esclavízalo Señor.
Cuando esté en tu presencia
Nunca más yo pecaré.
Cantaré de tu clemencia;
Revestido allí estaré.
Ven, Señor, Oh, no demores
Tus promesas cumple ya;
Pues yo sé por tus favores
Que estaré contigo allá.
Glorioso Intercambio

¿Cómo puede ser que el Bueno y Justo


Se hizo hombre y fuera a morir
Por el más vil pecador?
¿Cómo siendo yo Su enemigo
El sufrimiento en mi lugar tomó
En aquella cruz?
Y cargó mi maldad sobre Él
Su rectitud, por la fe, mía es
Aleluya, glorioso intercambio
Oh cuan gran misterio
Que por gracia salvo soy
Aleluya, gloria sea a Cristo
Por Su sacrificio
Declarado justo soy en Él
¿Cómo es posible que en Jesús
Como a su Hijo Él me recibió
Y Su nombre llevo hoy?
Su perfecta vida de obediencia al Padre
Al yo creer, Él me otorgó
Y perdón me dio
Pues cargó mi maldad sobre Él
Su rectitud, por la fe, mía es
Aleluya, glorioso intercambio
Oh cuan gran misterio
Que por gracia salvo soy
Aleluya, gloria sea a Cristo
Por Su sacrificio
Declarado justo soy…
Aleluya, glorioso intercambio
Oh cuan gran misterio
Que por gracia salvo soy
Aleluya, gloria sea a Cristo
Por Su sacrificio
Declarado justo soy en Él
Gozo en luto
Cuando Cristo nació y la noche
pasó,
Las estrellas se escondieron;
Sobre el niño Jesús
Hizo sombra de la cruz,
Esa cruz que humilló al gran Rey.
Gozo envuelto en luto;
El gran gozo en la Natividad
Fue con sombra de muerte;
Por dar vida murió la Verdad.
Entendió al venir que era para morir,
Ya sabía del sufrimiento;
A su Padre dejó
Y su sangre derramó,
Debo mi redención al Señor.
Gozo envuelto en luto;
El gran gozo en la Natividad
Fue con sombra de muerte;
Por dar vida murió la Verdad.
Esa cruz, oh Señor, debo amarla en
verdad;
Y andar en su angosta senda.
Tuya es mi voluntad,
Ambición y lealtad;
Soy tu siervo por la eternidad.
Gozo envuelto en luto;
El gran gozo en la Natividad
Fue con sombra de muerte;
Por dar vida murió la Verdad.
Gozo la Santa Palabra al Leer
Gozo la Santa Palabra al leer,
Cosas preciosas allí puede ver;
Y sobre todo, que el gran Redentor,
Es de los niños el tierno Pastor.
Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.
Me ama Jesús pues su vida entregó,
Por mi salud y de niños habló,
“Dejad los niños que vengan a mí,
Para salvarlos mi sangre vertí.”
Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.
Si alguien pregunta que cómo lo sé,
“Busca a Jesús, pecador,” le diré;
“Por su palabra que tienes aquí,
Aprende y siente que te ama a ti.”
Con alegría yo cantaré
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.
Gracia Admirable
¡Gracia admirable del Dios de amor
Que excede a todo nuestro pecar!
Cristo en la cruz por el pecador
Su vida ha dado. ¡Qué amor sin par!
¡Gracia de Dios,
Que el nos ofrece en su gran
bondad!
¡Gracia de Dios,
Que excede a toda mi maldad!
Negras la olas de la maldad
Me amenazaron con perdición;
Pudo en la gracia de Dios hallar
Dulce refugio mi corazón.
¡Gracia de Dios,
Que el nos ofrece en su gran
bondad!
¡Gracia de Dios,
Que excede a toda mi maldad!
Nunca mi mancha podré limpiar
Sino en la sangre del buen Jesús;
En ella, sí, la podré lavar,
Hoy sin cesar fluye de la cruz.
¡Gracia de Dios,
Que el nos ofrece en su gran
bondad!
¡Gracia de Dios,
Que excede a toda mi maldad!
Gracia infinita recibirá
Todo el que cree en Cristo el Señor;
Si del pecado cansado estás,
Ven, gracia ofrece tu Salvador.
¡Gracia de Dios,
Que el nos ofrece en su gran
bondad!
¡Gracia de Dios,
Que excede a toda mi maldad!
Gracias, Cristo
El misterio de la cruz no puedo
comprender,
La angustia que llegó a sufrir.
El perfecto Dios, Su Hijo entregó,
La copa amarga Él bebió por mí.
Tu sangre, mi maldad lavó;
Gracias, Cristo.
Fue satisfecha la ira de Dios;
Gracias, Cristo.
Tu enemigo fui y hoy me siento a Tu
mesa;
Gracias, Cristo.
Por Tu sacrificio me acercaste a Ti;
Quitaste toda enemistad.
Tu gloriosa gracia derramaste en mí;
Tu misericordia es sin igual.
Tu sangre, mi maldad lavó;
Gracias, Cristo.
Fue satisfecha la ira de Dios;
Gracias, Cristo.
Tu enemigo fui y hoy me siento a Tu
mesa;
Gracias, Cristo.
Amante de mi ser,
Quiero vivir por Ti.
Amante de mi ser,
Quiero vivir por Ti.
Tu sangre, mi maldad lavó;
Gracias, Cristo.
Fue satisfecha la ira de Dios;
Gracias, Cristo.
Tu enemigo fui y hoy me siento a Tu
mesa;
Gracias, Cristo.
Amante de mi ser,
Quiero vivir por Ti.
Gracias, Dios
Te adoro, fiel Pastor,
Guárdame en tu amor;
A tus fuentes guíame
En verdes praderas;
Con tus manos cuídame,
De peligros líbrame,
Donde quieras, yo iré,
Te sigo por fe.
Gracias Dios, Gracias Dios,
Doy mis gracias Dios.
Junto a ti voy feliz,
Seguiré tu voz.
Buscaré tu reino, oh Dios;
Confiaré siempre en ti.
Gracias Dios, Gracias Dios,
Me deleito en ti.
Eres de la eternidad,
Todo ves con claridad.
Muéstrame tu voluntad,
Tu amor es seguro.
No hay nada que temer,
Cúbreme con tu poder.
Con tu brazo junto a mí,
Descanso en ti.
Gracias Dios, Gracias Dios,
Doy mis gracias Dios.
Junto a ti voy feliz,
Seguiré tu voz.
Buscaré tu reino, oh Dios;
Confiaré siempre en ti.
Gracias Dios, Gracias Dios,
Me deleito en ti.
Grande es Dios
Grande es Dios y nada soy,
En su mano bien estoy;
Es del mundo el Dueño hoy.
Grande es Dios y nada soy.
Fuerte es Él y débil yo,
Cristo vino y nos buscó;
Oye, creación su voz,
Fuerte es Él y débil yo.
Es Pastor y soy de él,
Vive Dios y él es fiel;
No hay riesgo en su vergel,
Es Pastor y soy de él.
Roca es Él, seguro voy,
Porque vive, firme estoy;
Es eterno; El “Yo soy”,
Roca es Él, seguro voy.
Grande Es Tu Fidelidad
Oh Dios eterno, tu misericordia
Ni una sombra de duda tendrá;
Tu compasión y bondad nunca fallan
Y por los siglos el mismo serás.
¡Oh, tu fidelidad! ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta, pues todo provees,
¡Grande, Señor, es tu fidelidad!
La noche oscura, el sol y la luna,
Las estaciones del año también,
Unen su canto cual fieles criaturas,
Porque eres bueno,
por siempre eres fiel.
¡Oh, tu fidelidad! ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta, pues todo provees,
¡Grande, Señor, es tu fidelidad!
Tú me perdonas,
me impartes el gozo,
Tierno me guías por sendas de paz;
Eres mi fuerza, mi fe, mi reposo,
Y por los siglos mi Padre serás.
¡Oh, tu fidelidad! ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta, pues todo provees,
¡Grande, Señor, es tu fidelidad!
Grande Gozo Hay En Mi Alma
Grande gozo hay en mi alma hoy,
Pues Jesús conmigo está;
Y su paz, que ya gozando estoy
Por siempre durará.
Grande gozo, ¡Cuán hermoso!
Paso todo el tiempo bien feliz;
Porque veo de Cristo la sonriente
faz,
Grande gozo siento en mí.
Hay un canto en mi alma hoy,
Melodías a mi Rey;
En su amor feliz y libre soy,
Y salvo por la fe.
Grande gozo, ¡Cuán hermoso!
Paso todo el tiempo bien feliz;
Porque veo de Cristo la sonriente
faz,
Grande gozo siento en mí.
Paz divina hay en mi alma hoy,
Porque Cristo me salvó;
Las cadenas rotas ya están,
Jesús mi libertó.
Grande gozo, ¡Cuán hermoso!
Paso todo el tiempo bien feliz;
Porque veo de Cristo la sonriente
faz,
Grande gozo siento en mí.
Gratitud hay en mi alma hoy,
Y alabanzas a Jesús;
Por su gracia a la gloria voy,
Gozándome en la luz.
Grande gozo, ¡Cuán hermoso!
Paso todo el tiempo bien feliz;
Porque veo de Cristo la sonriente
faz,
Grande gozo siento en mí.
Grato Es Contar La Historia
Grato es contar la historia
Del celestial favor;
De Cristo y de su gloria,
De Cristo y de su amor.
Me agrada referirla,
Pues sé que es la verdad;
Y nada satisface
Cual ella mi ansiedad.
¡Cuán bella es esa historia!
Mi tema de victoria,
Es esa antigua historia
De Cristo y de su amor.
Grato es contar la historia
Que ayuda al mortal;
Que en glorias y portentos
No reconoce igual;
Me agrada referirla,
Pues me hace mucho bien:
Por eso a ti deseo
Contártela también.
¡Cuán bella es esa historia!
Mi tema de victoria,
Es esa antigua historia
De Cristo y de su amor.
Grato es contar la historia
Que antigua, sin vejez,
Parece al repetirla
Más dulce cada vez;
Me agrada referirla,
Pues hay quien nunca oyó
Que para hacerle salvo
El buen Jesús murió.
¡Cuán bella es esa historia!
Mi tema de victoria,
Es esa antigua historia
De Cristo y de su amor.
Grato es contar la historia;
El que la sabe ya
Parece que de oírla
Sediento aún está.
Y cuando el nuevo canto
En gloria entonaré,
Será la antigua historia
Que en vida tanto amé.
¡Cuán bella es esa historia!
Mi tema de victoria,
Es esa antigua historia
De Cristo y de su amor.
Guárdame, Gran Jehová
Peregrino en el desierto,
Guárdame, gran Jehová;
Yo soy débil, tú potente:
Tu poder me sostendrá;
Nútreme con pan del cielo,
Nútreme con tu maná,
Nútreme con tu maná.
Ábreme esa fuente pura,
Ese vivo manantial
En que pueda yo la mancha
De mi corazón lavar.
Oh Jesús, sé tú mi fuerza,
Oh, sé tú mi protección,
Oh, sé tú mi protección.
Líbrame de todo miedo
En el paso del Jordán;
Vencedor de pena y muerte,
Hazme entrar en Canaán;
Y cantares de alabanza
He de entonar a ti,
He de entonar a ti.
Habla A Tu Servidor
Habla a tu servidor,
Habla fiel y buen Señor.
Aunque niño soy,
me has llamado hoy
Para cualquier obra, he aquí estoy;
Habla de tu voluntad,
Tu voz es mi autoridad.
Sea con grandor o algo pormenor;
Eres mi confianza y Ayudador.
Pido ni riquezas, fama u honor;
Lo que necesito es más de ti, Señor.
Oh, quédate conmigo y sé mi
Guiador.
Habla a tu servidor.
Padre, tuyo es mi ser;
Padre, dame tu poder;
Muéstrame tu plan,
enséñame a hablar;
En tu fiel palabra puedo descansar.
Padre, te escucho hoy;
Padre, a tu viña voy;
Obra el poder, como el hacer;
En tus manos te entrego lo que soy.
Pido ni riquezas, fama u honor;
Lo que necesito es más de ti, Señor.
Oh, quédate conmigo y sé mi
Guiador.
Habla a tu servidor.
Habla Oh Dios
Habla, Oh Dios, al venir a ti
Para recibir tu Palabra hoy.
Tu verdad, profundízala;
Nos transformará en tu santidad.
Que la luz de Cristo se vea hoy
En los hechos de amor y fe.
Habla, Oh Dios, tu voluntad
Hazla realidad; glorifícate.
Enséñanos obediencia,
Reverencia, y humildad.
Prueba nuestra disposición
En el corazón, con tu pura luz.
Nuestra fe eleva, y haznos ver
Tu autoridad y tu majestad.
Tu Palabra, Dios, es poder;
Hazla vencer nuestro dudar.
Habla, Oh Dios, y renuévanos;
Oh ayúdanos tu plan a captar.
Nos llamaste para anunciar,
Para reflejar tu santidad.
Por tu gracia estamos hoy en la luz
Y por fe andaremos tras de Jesús.
Habla, Oh Dios, que la tierra
Vea tu gloria en tu pueblo.
Habladme Más de Cristo
Quiero que habléis de aquel gran
amor
Que en el Calvario Dios nos mostró;
Quiero que habléis del buen
Salvador,
¡Habladme más de Cristo!
Quiero escuchar la historia fiel
De mi Jesús, mi Salvador;
Quiero vivir tan sólo por él,
¡Habladme más de Cristo!
Cuando me asalte la tentación
Y que sus redes tienda a mi pie,
Quiero tener en él protección,
¡Habladme más de Cristo!
Quiero escuchar la historia fiel
De mi Jesús, mi Salvador;
Quiero vivir tan sólo por él,
¡Habladme más de Cristo!
Cuando en la lucha falte la fe
Y el alma sienta desfallecer,
Quiero saber que ayuda tendré,
¡Habladme más de Cristo!
Quiero escuchar la historia fiel
De mi Jesús, mi Salvador;
Quiero vivir tan sólo por él,
¡Habladme más de Cristo!
Hallé un Buen Amigo
Hallé un buen amigo,
mi amado Salvador;
Contaré lo que él ha hecho para mí:
Hallándome perdido
e indigno pecador,
Me salvó y hoy me guarda para sí.
Me salva del pecado,
me guarda de Satán;
Promete estar conmigo
hasta el fin. (Aleluya)
El consuelo en la tristeza,
me quita todo afán.
¡Grandes cosas Cristo ha hecho
para mí!
Jesús jamás me falta,
jamás me dejará;
Es mi fuerte y poderoso protector.
Del mundo me separo
y de la vanidad,
Para consagrar mi vida al Señor.
Si el mundo me persigue,
si sufro tentación,
Confiando en Cristo puedo
resistir. (Aleluya)
La victoria me es segura
y elevo mi canción:
¡Grandes cosas Cristo ha hecho
para mí!
Yo sé que Jesucristo
muy pronto volverá,
Y entre tanto me prepara un hogar.
En la casa de mi Padre,
mansión de luz y paz,
Do el creyente fiel
con él ha de morar.
Y cuando esté en la gloria,
ningún pesar tendré:
Contemplaré su rostro
siempre allí. (Aleluya)
Con los santos redimidos
gozoso cantaré:
¡Grandes cosas Cristo ha hecho
para mí!
¿Has Hallado en Cristo?
¿Has hallado en Cristo
plena salvación
Por la sangre que Cristo vertió?
¿Toda mancha lava de tu corazón?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
¿Eres limpio en la sangre,
En la sangre de Cristo Jesús?
¿Es tu corazón más blanco
que la nieve?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
¿Vives siempre al lado
de tu Salvador
Por la sangre que él derramó?
¿Del pecado eres siempre
vencedor?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
¿Eres limpio en la sangre,
En la sangre de Cristo Jesús?
¿Es tu corazón más blanco
que la nieve?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
¿Tendrás ropa blanca
al venir Jesús?
¿Eres limpio en la fuente de amor?
¿Estás listo para la mansión de luz?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
¿Eres limpio en la sangre,
En la sangre de Cristo Jesús?
¿Es tu corazón más blanco
que la nieve?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
Cristo ofrece hoy pureza y poder,
¡Oh, acude a la cruz del Señor!
El la fuente es que limpiará tu ser,
¡Oh, acepta su sangre eficaz!
¿Eres limpio en la sangre,
En la sangre de Cristo Jesús?
¿Es tu corazón más blanco
que la nieve?
¿Eres limpio en la sangre eficaz?
Hay un Canto Alegre
Hay un canto alegre en mi corazón;
Algo bello y celestial;
Cada día siento la bendición
De un amor que no tiene igual.
Este amor mi canción será;
Y cantar, mi felicidad.
Para siempre gloria daré al Señor,
Por su amor que no tiene igual.
Cuando me encontraba en oscuridad
Sin poder una luz hallar;
El Señor mi alma llenó de paz,
Por su amor que no tiene igual.
Este amor mi canción será;
Y cantar, mi felicidad.
Para siempre gloria daré al Señor,
Por su amor que no tiene igual.
Cuando al fin en gloria
cantando esté,
En la luz bella y eternal,
No me cansaré de cantar loor
Por su amor que no tiene igual.
Este amor mi canción será;
Y cantar, mi felicidad.
Para siempre gloria daré al Señor,
Por su amor que no tiene igual.
Hay un Nombre Nuevo en la Gloria

Una vez perdido vivía yo,


Lejos y vagante en error;
Mas la voz de Cristo me alcanzó,
Me llamó con tierno amor.
Hay un nombre nuevo en la gloria,
Mío es, sí, mío es;
Y los ángeles cantan la historia,
“Salvo es el pecador.”
¡Oh!, hay un nombre nuevo en la
gloria,
Mío es, sí, mío es;
Todos mis pecados ya son
perdonados,
¡Gloria al Señor!
En la Biblia dice, que salvo soy
Por la gracia de Jesucristo;
Y por fe en su nombre a la gloria voy,
Porque él me rescató.
Hay un nombre nuevo en la gloria,
Mío es, sí, mío es;
Y los ángeles cantan la historia,
“Salvo es el pecador.”
¡Oh!, hay un nombre nuevo en la
gloria,
Mío es, sí, mío es;
Todos mis pecados ya son
perdonados,
¡Gloria al Señor!
Cantos de alegría elevo hoy
A mi Rey y buen Salvador;
Y ahora mis dones a Cristo doy,
Y le sirvo por su amor.
Hay un nombre nuevo en la gloria,
Mío es, sí, mío es;
Y los ángeles cantan la historia,
“Salvo es el pecador.”
¡Oh!, hay un nombre nuevo en la
gloria,
Mío es, sí, mío es;
Todos mis pecados ya son
perdonados,
¡Gloria al Señor!
Hay Un Precioso Manantial
Hay un precioso manantial
De sangre de Emanuel,
Que purifica a cada cual
Que se sumerge en él.
Que se sumerge en él,
Que se sumerge en él.
Que purifica a cada cual
Que se sumerge en él.
El malhechor se convirtió
Pendiente de una cruz;
El vio la fuente y se lavó,
Creyendo en Jesús.
Creyendo en Jesús,
Creyendo en Jesús.
El vio la fuente y se lavó,
Creyendo en Jesús.
Y yo también mi pobre ser
Allí logré lavar;
La gloria de su gran poder
Me gozo en ensalzar.
Me gozo en ensalzar,
Me gozo en ensalzar.
La gloria de su gran poder
Me gozo en ensalzar.
Eterna fuente carmesí
¡Raudal de puro amor!
Se lavará por siempre en ti
El pueblo del Señor.
El pueblo del Señor,
El pueblo del Señor.
Se lavará por siempre en ti
El pueblo del Señor.
Haz Arder Mi Alma
Haz arder mi alma en tu ley Señor,
Y tu voz divina pueda yo escuchar;
Muchos en tinieblas siguen el error,
Quiero con tu gracia hoy testificar.
Haz arder mi alma,
Hazla arder, oh Dios;
Hazme un testigo de tu salvación.
Muchos en tinieblas
Claman por tu voz:
Haz arder mi alma
Con tu compasión.
Haz arder mi alma por el pecador,
Tu pasión yo sienta para trabajar.
Llena hoy mi vida con tu santo amor
Y seré obediente a tu voluntad.
Haz arder mi alma,
Hazla arder, oh Dios;
Hazme un testigo de tu salvación.
Muchos en tinieblas
Claman por tu voz:
Haz arder mi alma
Con tu compasión.
Haz arder mi alma en virtudes hoy,
Pues errante andaba en mi necedad;
Nada es importante
Más que tú, Señor,
Hazme fiel testigo de tu gran verdad.
Haz arder mi alma,
Hazla arder, oh Dios;
Hazme un testigo de tu salvación.
Muchos en tinieblas
Claman por tu voz:
Haz arder mi alma
Con tu compasión.
Haz Bien
En tu corazón ten determinación
de bien hacer y nunca vacilar.
Pon en Dios tu fe,
no busques el porqué,
a veces cuesta mucho en Él confiar.
Haz bien, seas justo;
haz bien y con gusto;
haz bien aunque caiga el sol
del cielo azul.
Haz bien cuando solo estés;
haz bien siempre y cada vez.
Haz bien por amor a Él;
haz siempre bien.
Bien es siempre bien,
y mal es siempre mal;
los dos hay que saber con claridad.
Si actúas bien,
tendrás su luz también.
Entonces obrarás en lealtad.
Haz bien, seas justo;
haz bien y con gusto;
haz bien aunque caiga el sol
del cielo azul.
Haz bien cuando solo estés;
haz bien siempre y cada vez.
Haz bien por amor a Él;
haz siempre bien.
Haz Tu Voluntad
Cuando la hora de la muerte
Del Salvador llegó,
Fue afligido al huerto
Y en agonía oró;
El sudor goteó de sangre,
Fue hundido de pesar,
Arrodillado, puedo oír
Su fuerte voz clamar:
Oh, mi Padre amado,
Dame conformidad;
En la vida o la muerte mía
Haz tu voluntad.
Verdadero siervo era
¡Humilde perfección!
Dejó la eterna gloria
Por ruda turbación;
Pero ya es exaltado,
Debemos proclamar,
Y juntos con alegre voz,
Su nombre alabar.
Oh, mi Padre amado,
Dame conformidad;
En la vida o la muerte mía
Haz tu voluntad.
Oh, Señor también mi vida
Te doy en sumisión;
Mis ambiciones dejo,
Te entrego cada don;
Haz que sea siempre útil
Hablando a los demás,
Que el mundo te conozca
Y tu bendita paz.
Oh, mi Padre amado,
Dame conformidad;
En la vida o la muerte mía
Haz tu voluntad.
Hazme un Forastero
Hazme un forastero, Señor,
en la tierra;
Un forastero como tú.
Quítame los ojos de este mundo,
Haz que los fije sólo en Jesús.
Guíame siempre cual peregrino
Rumbo al cielo sin vacilar.
Hazme un forastero en esta tierra,
Hasta que llegue a mi hogar.
Llega a atraerme el tesoro del
mundo,
Llena de dioses mi corazón,
Nada se compara al tesoro del cielo,
Ver cara a cara a Cristo en Sión.
Guíame siempre cual peregrino
Rumbo al cielo sin vacilar.
Hazme un forastero en esta tierra,
Hasta que llegue a mi hogar.
Hogar Feliz
Hogar feliz, donde el Señor reside,
Cual muy amado amigo y Salvador;
Donde no vienen huéspedes que
priven
A Cristo de su sitio de honor.
Hogar feliz, do el uno al otro sirve,
Y su obra cumple cual fiel servidor;
Do la tarea más humilde es santa,
Porque la cumple en nombre del
Señor.
Hogar feliz, donde a Jesús no
olvidan;
Do abundan gozo, paz, y no hay
clamor;
Do el alma herida pronto está
aliviada
Por el Espíritu consolador.
Hogar feliz, aquel que nos espera
Al fin de nuestra vida terrenal;
Cristo en la gloria ahora nos prepara
Un nuevo hogar, sublime, celestial.
Hombres Fieles
Con los ojos en Cristo,
corro hacia el final,
Recompensa divina allí tendré.
Hombres fieles corrieron
y en el cielo ya están,
En la misma carrera seguiré.
Hombres fieles del pasado,
Han luchado hasta vencer;
Yo seguiré su buen ejemplo,
Hombre fiel yo quiero ser.
Fue Noé con los fieles,
Abraham y José;
Y Moisés con paciencia les siguió.
Veo a Pedro y Pablo a la meta llegar,
La carrera de fe se terminó.
Hombres fieles del pasado,
Han luchado hasta vencer;
Yo seguiré su buen ejemplo,
Hombre fiel yo quiero ser.
Jesús es el Mesías
¿Qué niño es el que tierno duerme
en brazos de María?
El ángel a pastores da
Las nuevas de alegría.
Es Cristo el Señor
A quien los cielos dan loor;
¡Nació el Salvador!
Jesús es el Mesías.
Con buey y asno en rudo establo
Duerme el Rey divino;
Dios encarnado ha bajado;
A salvarnos vino.
Es Cristo el Señor
A quien los cielos dan loor;
¡Nació el Salvador!
Jesús es el Mesías.
Le traen oro, incienso y mirra
Magos del oriente;
Mas quiere el don de un corazón
Humilde penitente.
Es Cristo el Señor
A quien los cielos dan loor;
¡Nació el Salvador!
Jesús es el Mesías.
Jesús Es La Luz Del Mundo
El mundo perdido en pecado se vio,
Jesús es la luz del mundo;
Mas en las tinieblas la gloria brilló,
Jesús es la luz del mundo.
Ven a la luz, no quieres perder
Gozo perfecto al amanecer.
Yo ciego fui, mas ya puedo ver;
Jesús es la luz del mundo.
En día la noche se cambia con él,
Jesús es la luz del mundo;
Iras en la luz si creyeres en él,
Jesús es la luz del mundo.
Ven a la luz, no quieres perder
Gozo perfecto al amanecer.
Yo ciego fui, mas ya puedo ver;
Jesús es la luz del mundo.
Ni soles ni lunas el cielo tendrá,
Jesús es la luz del mundo;
La luz de su rostro lo iluminará,
Jesús es la luz del mundo.
Ven a la luz, no quieres perder
Gozo perfecto al amanecer.
Yo ciego fui, mas ya puedo ver;
Jesús es la luz del mundo.
Jesús Es Mi Rey Soberano
Jesús es mi Rey soberano;
Mi gozo es cantar su loor;
Es Rey, y me ve cual hermano;
Es rey y me imparte su amor.
Dejando su trono de gloria,
Me vino a sacar de la escoria,
Y yo soy feliz,
Y yo soy feliz por él.
Jesús es mi amigo anhelado,
Y en sombras o en luz siempre va
Paciente y humilde a mi lado,
Y ayuda y consuelo me da.
Por eso constante lo sigo,
Porque él es mi Rey y mi amigo,
Y yo soy feliz,
Y yo soy feliz por él.
Señor, ¿qué pudiera yo darte
Por tanta bondad para mí?
¿Me basta servirte y amarte?
¿Es todo entregarme yo a ti?
Entonces acepta mi vida,
Que a ti sólo queda rendida,
Pues yo soy feliz,
Pues yo soy feliz por ti.
Jesús me Ama
Jesús me ama, vino a salvarme,
Jesús me ama, murió por mí;
Por eso canto siempre, “Él me ama,
Jesús me ama, mi Salvador”.
Yo era preso del vil pecado,
Yo era preso, mas me libró;
Por eso canto siempre, “Él me ama,
Jesús me ama, mi Salvador”.
Lo que merezco es el castigo,
Lo que merezco, Jesús pagó;
Por eso canto siempre, “Él me ama,
Jesús me ama, mi Salvador”.
Ahora entrego mi vida y alma,
Ahora entrego todo al Señor;
Por eso canto siempre, “Él me ama,
Jesús me ama, mi Salvador”.
La Creación Canta

La creación canta al Señor,


Él llama al sol a despertar;
Hasta que el día cae,
Nos da su luz y su calor.
Deja Sus huellas en el mar,
Le da a las flores su color;
Y al ave guía Él,
Hasta el refugio de su hogar.
¡A-le-lu-ya!
Que cante toda creación
¡A-le-lu-ya!
¡A-le-lu-ya!

Hoy cantemos, demos ¡Gloria!


Por las maravillas que creó.
El Trino Dios un plan creó,
Envió a su Hijo, Emanuel;
Su vida entregó,
Sin yo existir murió por mí.
Con su perdón ya libre soy,
Su santidad me transformó,
Y un hombre nuevo soy,
Y ante el Padre limpio estoy.
¡A-le-lu-ya!
Que cante toda creación
¡A-le-lu-ya!
¡A-le-lu-ya!

Hoy cantemos, demos ¡Gloria!


Por las maravillas que creó.
La creación espera al Rey,
Mirar Su faz y Su poder;
Y verle a Él reinar
Con Su justicia y Su verdad.
Toda la tierra cantará,
Y las naciones se unirán,
A dar a Cristo el Rey
Toda la gloria y majestad.
¡A-le-lu-ya!
Que cante toda creación
¡A-le-lu-ya!
¡A-le-lu-ya!

Hoy cantemos, demos ¡Gloria!


Por las maravillas que creó.
La Cruz Excelsa al Contemplar
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió,
Nada se puede comparar
A las riquezas de su amor.
Yo no me quiero, Dios, gloriar
Mas que en la muerte del Señor.
Lo que más pueda ambicionar
Lo doy gozoso por su amor.
Ved en su rostro, manos, pies,
Las marcas vivas del dolor;
Es imposible comprender
Tal sufrimiento y tanto amor.
El mundo entero no será
Dádiva digna de ofrecer.
Amor tan grande, sin igual,
En cambio exige todo el ser.
La Mirada
A un hombre en agonía vi,
Sufriendo en una cruz.
Su dulce vista en mí clavó
Y allí permanecí.
Y tal mirada de pasión
Jamás olvidaré;
Culpable por su muerte soy,
Mas él enmudeció.
Y siempre quiero recordar
La mirada de pasión
Herida por mi bien.
Y hoy, su gloria cantaré,
Su eterno y puro amor,
Pues el Cordero en mi lugar murió.
Inquieto por un gran pesar,
Con lágrimas caí,
Sabiendo que por mi maldad
Su sangre derramó.
Mas su mirada expresó:
“Ya tienes mi perdón,
Vertí mi sangre y padecí
Por darte vida y paz”.
Y siempre quiero recordar
La mirada de pasión
Herida por mi bien.
Y hoy, su gloria cantaré,
Su eterno y puro amor,
Pues el Cordero en mi lugar murió.
Miré su muerte y entendí
Mi fatua corrupción,
Que por su gracia inmensurable
Perdonada fue;
Mi gozo pleno conquistó
Con llagas de dolor,
Cargó con toda mi impiedad
Y ahora vivo en él.
Y siempre quiero recordar
La mirada de pasión
Herida por mi bien.
Y hoy, su gloria cantaré,
Su eterno y puro amor,
Pues el Cordero en mi lugar murió.
La Tumba Le Encerró
La tumba le encerró,
Cristo, mi Cristo;
El alba allí esperó,
Cristo el Señor.
Cristo la tumba venció,
Y con gran poder resucitó;
De sepulcro y muerte Cristo es
vencedor,
Vive para siempre nuestro Salvador.
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
El Señor resucitó.
De guardas escapó,
Cristo, mi Cristo;
El sello destruyó,
Cristo el Señor.
Cristo la tumba venció,
Y con gran poder resucitó;
De sepulcro y muerte Cristo es
vencedor,
Vive para siempre nuestro Salvador.
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
El Señor resucitó.
La muerte dominó
Cristo, mi Cristo;
Y su poder venció,
Cristo el Señor.
Cristo la tumba venció,
Y con gran poder resucitó;
De sepulcro y muerte Cristo es
vencedor,
Vive para siempre nuestro Salvador.
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
El Señor resucitó.
Las Campanas Suenan Ya
Las campanas suenan ya,
Anunciando están,
Que en Belén nació Jesús
Muchos años ha.
Vino a ser el Salvador,
A mostrar divino amor;
De la virgen él nació
Muchos años ha.
Dios el Padre al Hijo dio
A su Unigénito
Para ser el Salvador
De este mundo pecador.
Las campanas suenan ya,
Anunciando están;
Que en Belén Jesús nació,
Nació muchos años ha.
 
Las campanas suenan ya,
Luz resplandeció;
Ángeles en dulce voz
Cantan: “¡Ya nació!”
Vino al mundo a morir,
A su gente a redimir;
Dios en carne se humilló.
Dilo: “¡Ya nació!”
Di que tanto Dios amó
Que a su amado Hijo dio;
En la tierra sin temer,
Ve y di la nueva por doquier.
Las campanas suenan ya,
Anunciando están;
Que en Belén Jesús nació,
Nació muchos años ha.
Las Pisadas del Maestro
Quiero seguir el andar del Maestro,
Quiero ir en pos de mi Rey y Señor;
Y modelando por él mi carácter,
Canto con gozo a mi Redentor.
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro!
Siempre en la luz, cerca de Jesús,
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro,
En su santa luz!
Ando más cerca de él, pues me guía
Cuando el maligno me quiere tentar;
Siempre confiando en Cristo,
mi fuerte,
Debo con gozo su nombre ensalzar.
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro!
Siempre en la luz, cerca de Jesús,
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro,
En su santa luz!
Sigo sus pasos de tierno cariño,
Misericordia, amor y lealtad:
Viéndolo a él por el don de la gracia,
Voy al descanso, gloriosa ciudad.
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro!
Siempre en la luz, cerca de Jesús,
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro,
En su santa luz!
Quiero seguir el andar del Maestro,
Siempre hacia arriba
con él quiero andar.
Viendo a mi Rey
en gloriosa hermosura:
Con él en gloria podré descansar.
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro!
Siempre en la luz, cerca de Jesús,
¡Qué hermoso es seguir
el andar del Maestro,
En su santa luz!
Los Pasos Del Justo
Aunque halle aflicción o debilidad,
Dios, seguiré tu camino muy fiel.
Aunque en tristeza, o en gran dolor,
Quiero servirte con el corazón.
Los pasos del justo Dios guía con su
amor
Y se deleita en su andar.
Aunque falle, Dios no lo
desamparará.
Pues en Dios, pues en Dios,
Pues en Dios seguro siempre estará.
Tú tienes poder, mas yo débil soy.
Sin afanarme, en ti confiaré.
Tú eres perfecto y santo, Señor,
Yo quiero ser como mi Salvador.
Los pasos del justo Dios guía con su
amor
Y se deleita en su andar.
Aunque falle, Dios no lo
desamparará.
Pues en Dios, pues en Dios,
Pues en Dios seguro siempre estará.
Los Que Esperan en Jehová
Los que esperan en Jehová
Nuevas fuerzas poseerán;
Caminando sin descansar,
Nunca se fatigarán.
Cual las águilas alzarán,
Con el poder de Cristo el Rey;
Fuertes alas para volar,
Los que esperan en Jehová
En los brazos de mi Jesús,
Hay lugar de consuelo y luz;
El nos brinda su gozo y paz
En el sitio de solaz.
Cual las águilas alzarán,
Con el poder de Cristo el Rey;
Fuertes alas para volar,
Los que esperan en Jehová
Maestro, Se Encrespan las Aguas
¡Maestro, se encrespan las aguas!
¡Y ruge la tempestad!
Los grandes abismos del cielo
Se llenan de oscuridad;
¿No ves que aquí perecemos?
¿Puedes dormir así;
Cuando el mar agitado nos abre
Profundo sepulcro aquí?
Los vientos, las ondas oirán tu voz:
“¡Sea la paz!”
Calmas las iras del negro mar,
Las luchas del alma las haces cesar,
Y así la barquilla do va el Señor,
Hundirse no puede en el mar traidor.
Doquier se cumple tu voluntad:
“¡Sea la paz!” “¡Sea la paz!”
Tu voz resuena en la inmensidad:
“¡Sea la paz!”
Maestro, mi ser angustiado
Te busca con ansiedad;
De mi alma en los antros profundos
Se libra cruel tempestad;
Pasa el pecado a torrentes;
Sobre mi frágil ser,
¡Y perezco, perezco, Maestro!
¡Oh, quiéreme socorrer!
Los vientos, las ondas oirán tu voz:
“¡Sea la paz!”
Calmas las iras del negro mar,
Las luchas del alma las haces cesar,
Y así la barquilla do va el Señor,
Hundirse no puede en el mar traidor.
Doquier se cumple tu voluntad:
“¡Sea la paz!” “¡Sea la paz!”
Tu voz resuena en la inmensidad:
“¡Sea la paz!”
Maestro, pasó la tormenta,
Los vientos no rugen ya,
Y sobre el cristal de las aguas
El sol resplandecerá;
Maestro, prolonga esta calma,
No me abandones más;
Cruzaré los abismos contigo,
Gozando bendita paz.
Los vientos, las ondas oirán tu voz:
“¡Sea la paz!”
Calmas las iras del negro mar,
Las luchas del alma las haces cesar,
Y así la barquilla do va el Señor,
Hundirse no puede en el mar traidor.
Doquier se cumple tu voluntad:
“¡Sea la paz!” “¡Sea la paz!”
Tu voz resuena en la inmensidad:
“¡Sea la paz!”
Maravillosa Gracia
Maravillosa gracia
Vino Jesús a dar,
Más alta que los cielos,
Más honda que la mar,
Más grande que mis culpas
Clavadas en la cruz
Es la maravillosa gracia de Jesús.
Inefable es la divina gracia,
Es inmensurable cual la mar,
Fuente preciosa para el pecador,
el pecador.
Perdonando todos mis pecados,
Cristo me limpió de mi maldad;
Alabaré su dulce nombre por la
eternidad.
Maravillosa gracia,
Gracia de compasión,
Gracia que sacia el alma
Con plena salvación,
Gracia que lleva al cielo,
Gracia de paz y luz
Es la maravillosa gracia de Jesús.
Inefable es la divina gracia,
Es inmensurable cual la mar,
Fuente preciosa para el pecador,
el pecador.
Perdonando todos mis pecados,
Cristo me limpió de mi maldad;
Alabaré su dulce nombre por la
eternidad.
Maravillosa gracia
Llama con dulce voz,
Llámanos a ser hechos
Hijos de nuestro Dios;
Colma de su consuelo,
Nos llena de virtud
Es la maravillosa gracia de Jesús.
Inefable es la divina gracia,
Es inmensurable cual la mar,
Fuente preciosa para el pecador,
el pecador.
Perdonando todos mis pecados,
Cristo me limpió de mi maldad;
Alabaré su dulce nombre por la
eternidad.
Maravilloso Es el Gran Amor
Maravilloso es el gran amor
Que Cristo el Salvador derramó en mí;
Siendo rebelde y pecador,
Yo de su muerte causa fui.
¡Grande, sublime, inmensurable
amor!
Por mí murió el Salvador.
¡Oh, maravilla de su amor,
Por mí murió el Salvador!
Él su celeste hogar abandonó,
Dejando posición, gloria y honor;
De todo ello se despojó
Por rescatar al pecador.
Misericordia inmensa él mostró;
Su gran amor me alcanzó.
¡Oh, maravilla de su amor,
Por mí murió el Salvador!
¡Grande misterio! Dios el inmortal
Muriendo en la cruz entregó su ser;
Ni mente humana ni angelical
Jamás lo puede comprender.
Inexplicable es el infinito amor
Que demostró mi Salvador.
¡Oh, maravilla de su amor,
Por mí murió el Salvador!
Hoy ya no temo la condenación;
Jesús es mi Señor, y yo suyo soy.
Vivo en él que es mi Salvación,
Vestido en su justicia voy.
Libre acceso al Padre gozo ya
Y entrada al trono celestial.
¡Oh, maravilla de su amor,
Por mí murió el Salvador!
Más Amor
Señor, tu amor es tan vasto y sin fin
Para quienes confían en ti,
El amplio mar y el cielo azul
Eclipsados son por tu amor,
Sublime amor mostraste al enviar
a la cruz a tu Hijo Jesús.
Y hoy tu amor has vertido en mi ser,
donde pueden sus aguas fluir.
Señor, estoy rendido a tus pies,
no hay precio que pueda ofrecer,
Ningún bien terrenal, ni el esfuerzo
moral
tu favor lograrían ganar.
¿Quién resistirá erguido ante ti
en el trono de tu gran majestad?
Me aferro a la cruz, en tu Hijo
confiaré,
con tus lazos de amor cúbreme.
Señor, en tu amor necesito vivir,
mi alma brama sedienta por ti,
Que el total control sobre mi
corazón
tu Espíritu quiera tener,
Hazme conocer el profundo amor
de Jesús quien sufrió mi maldad,
Y por siempre honraré la grandeza
del Rey,
reflejando amor celestial.
Me Agrada Cantar
Me agrada cantar sin cesar, y honrar
A Jesús mi amado Salvador;
Quien me hizo pensar que debía
dejar
Para siempre la senda del error.
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
A Jesús acudí, el perdón recibí,
Y ahora feliz yo soy en él;
El me dijo: “Ten fe, yo contigo
estaré,
Y de toda maldad te guardaré.”
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
Serviré a Jesús, predicando la luz,
Y gozoso con él yo viviré;
El me da salvación, y gratuita
protección;
En la lucha constante seguiré.
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
¡Mi Salvador! ¡Mi Salvador!
Te alabo, mi Rey y Señor.
Me Guía El
Me guía él con cuanto amor,
Me guía siempre mi Señor;
En todo tiempo puedo ver
Con cuanto amor me guía él.
Me guía él, me guía él,
Con cuanto amor me guía él;
No abrigo dudas ni temor,
Pues me conduce el buen Pastor.
En el abismo del dolor
O donde intenso brilla el sol,
En dulce paz o en lucha cruel,
Con gran bondad me guía él.
Me guía él, me guía él,
Con cuanto amor me guía él;
No abrigo dudas ni temor,
Pues me conduce el buen Pastor.
La mano quiero yo tomar
De Cristo; nunca vacilar,
Cumpliendo con fidelidad
Su sabia y santa voluntad.
Me guía él, me guía él,
Con cuanto amor me guía él;
No abrigo dudas ni temor,
Pues me conduce el buen Pastor.
Y la carrera al terminar,
El alba eterna al vislumbrar,
No habrá ni duda ni temor,
Pues me guiará mi buen Pastor.
Me guía él, me guía él,
Con cuanto amor me guía él;
No abrigo dudas ni temor,
Pues me conduce el buen Pastor.
Melodías del Maravilloso Cristo
Admirable es Jesús
Y tan lleno de amor;
Admirable es Jesús, mi Señor.
Es su nombre sin par,
Siempre a él quiero alabar;
Admirable es Jesús, mi Señor.
Es Jesús para mí el eterno Dios;
Príncipe de la paz, es el fuerte Dios.
Me salvó, me guardó para hacer el
bien;
Al amado Redentor doy loor, Amén.
Es Jesús para mí,
La esperanza de salud;
Sólo en él hallaré
La divina plenitud.
¡Qué hermoso cielo será!
¡Gloria lo llenará!
¡Cristo allí me esperará!
¡Majestuoso cielo, Asombroso cielo.
Qué hermoso cielo será!
Mas hasta entonces seguiré
cantando,
Cantando de Jesús y de su amor;
Hasta aquel día cuando en plena
gloria
Veré la faz de mi Señor.
El mundo no es mi hogar,
Soy peregrino aquí;
En la ciudad de luz,
Tendré tesoros, sí.
Eterno resplandor
Por siempre gozaré,
Y la vida mundana jamás desearé.
Más quiero amarle,
Más quiero honrarle;
Más de su salvación gozar,
Más de su dulce amor gustar.
Mi Anhelo Eres Tú
Que mi espíritu, Padre, te busque de
veras;
Y tu presencia me llene sin más.
Que mi enfoque esté en amarte;
Limpia mi ser, haz que vea tu faz.
Mi anhelo eres tú,
Señor, pon en mí tu fervor
Y más sed de mi Dios.
Oye mi voz, tu poder en mí pon:
No para hacer,
sino amarte con fiel corazón.
Padre, llena mi alma y hazme un
siervo,
Que mi amor me motive a seguir;
Haz que te siga sumiso y puro,
Mi gozo sé y mi gloria en vivir.
Mi anhelo eres tú,
Señor, pon en mí tu fervor
Y más sed de mi Dios.
Oye mi voz, tu poder en mí pon:
No para hacer,
sino amarte con fiel corazón.
Mi Corazón Oh Examina Hoy
Mi corazón, oh examina hoy;
Mis pensamientos, prueba, oh
Señor.
Ve si en mí perversidades hay;
Por sendas rectas llévame tu amor.
Límpiame, Dios, de toda mi maldad;
Aviva hoy mi errante corazón.
Quiero andar contigo en santidad;
Llena mi vida de tu bendición.
Mi Cristo Hermoso
Mi Cristo hermoso el aguijón de
espinas padeció;
Quien pronunció la maldición sufrió,
mas la venció.
Mi Cristo manso aguantó el desdén
del burlador.
¡“Perdónalos”, Jesús oró, por mí y el
pecador!
¡Jesús por gracia, amor sin par,
murió en mi lugar!
Con pena y gozo cantaré.
Odiando mi pecar, a Dios siempre
honraré.
Mi Cristo bueno soportó crueles
clavos en la cruz.
Mi iniquidad Dios la clavó por gracia
en Jesús.
Al Cristo puro Dios juzgó; con
justicia lo quebró.
Mi culpa el Hijo la llevó y Dios lo
castigo.
¡Jesús por gracia, amor sin par,
murió en mi lugar!
Con pena y gozo cantaré.
Odiando mi pecar, a Dios siempre
honraré.
Mi Cristo fuerte reinará, el Cordero
en majestad.
Hoy vive y pronto volverá; vencida
es la maldad.
¡Jesús por gracia, amor sin par,
murió en mi lugar!
Con pena y gozo cantaré.
Odiando mi pecar, a Dios siempre
honraré.
Mi Culpa Él Llevó
Cansado y triste vine al Salvador,
Mi culpa él llevó, Mi culpa él llevó;
Mi eterna dicha hallé en su amor,
Mi culpa él llevó.
Mi culpa él llevó,
Mi culpa él llevó,
Alegre siempre cantaré.
Al Señor gozoso alabaré,
Porque él me salvó.
Borrados todos mis pecados son,
Mi culpa él llevó, Mi culpa él llevó;
A él feliz elevo mi canción,
Mi culpa él llevó.
Mi culpa él llevó,
Mi culpa él llevó,
Alegre siempre cantaré.
Al Señor gozoso alabaré,
Porque él me salvó.
Ya vivo libre de condenación,
Mi culpa él llevó, Mi culpa él llevó;
Su dulce paz tengo en mi corazón,
Mi culpa él llevó.
Mi culpa él llevó,
Mi culpa él llevó,
Alegre siempre cantaré.
Al Señor gozoso alabaré,
Porque él me salvó.
Si vienes hoy a Cristo, pecador,
Tu culpa llevará, Tu culpa llevará;
Perdón tendrás si acudes al Señor,
Tu culpa llevará.
Tu culpa llevará,
Tu culpa llevará,
Y limpiará tu corazón;
Y dirás feliz en tu canción:
“Mi culpa el llevó.”
Mi Fe Descansa En Buen Lugar

Mi fe descansa en buen lugar,


No en una religión;
Confío en el viviente Rey,
Pues él murió por mí.
Y no preciso discutir ni un
argumento más:
Me basta que Cristo murió y que él
murió por mí.
Me basta que él es Salvador,
Que ya no hay que temer.
Soy pecador, mas voy a él,
Que no me apartará.
Y no preciso discutir ni un
argumento más:
Me basta que Cristo murió y que él
murió por mí.
Su voz me da seguridad
En su Palabra fiel.
Mi fe descansa en buen lugar,
En Cristo mi Señor.
Y no preciso discutir ni un
argumento más:
Me basta que Cristo murió y que él
murió por mí.
Mi Senda Conoce
Mi Rey eres, Señor,
Y ¿quién soy yo que dude de ti?
Si es en servir, si es en sufrir;
Cada día acércame a ti.
Mi senda conoce el Señor;
Creará en mi ser su valor.
A fin de que salga como oro
ejemplar
Confío en su dar y quitar.
Mi vida eres, Señor,
Y ¿quién soy yo que pueda entender
Tu muerte, Señor, por tan gran
pecador?
Haz que muera el “yo” de mi ser.
Mi senda conoce el Señor;
Creará en mi ser su valor.
A fin de que salga como oro
ejemplar
Confío en su dar y quitar.
Mi todo eres, Señor,
Y ¿quién soy yo que ande sin ti?
Mi mal dejaré, y tu cruz llevaré,
Hazme un siervo que valga por ti.
Mi senda conoce el Señor;
Creará en mi ser su valor.
A fin de que salga como oro
ejemplar
Confío en su dar y quitar.
Mi Vida Es Cristo
En densa oscuridad vagué,
perdido en el error
La senda vana del placer
a muerte me llevó.
Siendo rebelde a tu voz
quisiste amarme así;
De no haber sido por tu amor
aún huiría de ti.
En rumbo a mi perdición
indiferente aún,
De mí tuviste compasión
me guiaste a la cruz.
Y contemplé tu gran bondad,
sufriste tú por mí;
Al tú morir en mi lugar,
tu gracia recibí.
¡Alelu - ya! Mi vida es Cristo.
¡Alelu - ya! Jesús es mi todo.
Ahora, Señor, tuyo seré,
y viviré por ti;
Tus mandamientos seguiré
por tu poder en mí.
Usa mi vida, oh Señor,
como lo quieras tú;
Y que sea siempre mi canción,
"Mi gloria eres tú."
¡Alelu - ya! Mi vida es Cristo.
¡Alelu - ya! Jesús es mi todo.
Necesito Tu Presencia
Cuando en mi senda diaria,
Hay flores al pasar,
De ti yo quito mi visión y dejo de
orar.
Mas cuando en el cielo las nubes
traen temor,
Mi ser a ti levanto y escuchas mi
clamor.
Necesito tu presencia, oh Señor.
Te necesito, haya calma o furor.
En fortuna o aflicción tenme siempre
en oración;
Necesito tu presencia.
Señor, yo soy tan débil, mas tú mi
protección;
Sin ti no puedo yo cantar, pues eres
mi canción.
Y si por mi orgullo pensara sólo en
mí,
Enséñame humilde a depender de ti.
Necesito tu presencia, oh Señor.
Te necesito, haya calma o furor.
En fortuna o aflicción tenme siempre
en oración;
Necesito tu presencia.
Niño Santo, Sufres Tanto
Niño santo, sufres tanto En tu cama
sin calor.
Los que ignoran no te adoran: Cristo
el Niño es el Señor
Y volando va cantando, Ángel
dando, proclamando:
Cristo el Niño es el Señor; Cristo el
Niño es el Señor.
Los pastores con temores Sus
rebaños vieron bien.
Y escucharon que cantaron En los
prados de Belén.
Y corrieron y creyeron Cuando
vieron y entendieron
Que Jesús nació en Belén, Que
Jesús nació en Belén.
No Cambiará
Soy de él, Padre fiel;
Sabe quien yo soy.
Por la fe, paz tendré;
No cambia ayer ni hoy.
Al caer, o vencer me apoyará;
Su perdón, protección,
Conmigo irán.
No cambiará, igual será;
Cristo no ha cambiado,
Y no cambiará.
¡Qué gran Amigo,
Tan puro y digno;
Cristo no ha cambiado,
Y no cambiará!
El amor del Señor
No se apartará;
En su Ley confiaré,
Y en su fidelidad.
En temor o dolor
Si no veo su faz;
Su poder por doquier
Conmigo está.
No cambiará, igual será;
Cristo no ha cambiado,
Y no cambiará.
¡Qué gran Amigo,
Tan puro y digno;
Cristo no ha cambiado,
Y no cambiará!
No Te Dé Temor Hablar por Cristo
No te dé temor hablar por Cristo,
Haz que brille en ti su luz.
Al que te salvó confiesa siempre;
Todo debes a Jesús.
No te dé temor, no te dé temor,
Nunca, nunca, nunca;
Es tu amante Salvador,
Nunca, pues, te dé temor.
No te dé temor hacer por Cristo
Cuando de tu parte está;
Obra con amor, con fe y constancia;
Tus trabajos premiará.
No te dé temor, no te dé temor,
Nunca, nunca, nunca;
Es tu amante Salvador,
Nunca, pues, te dé temor.
No te dé temor sufrir por Cristo,
Los reproches o el dolor;
Sufre con amor tus pruebas todas,
Cual sufrió tu Salvador.
No te dé temor, no te dé temor,
Nunca, nunca, nunca;
Es tu amante Salvador,
Nunca, pues, te dé temor.
No te dé temor vivir por Cristo
Esa vida que te da;
Si tan sólo en él por siempre fiares,
El con bien te saciará.
No te dé temor, no te dé temor,
Nunca, nunca, nunca;
Es tu amante Salvador,
Nunca, pues, te dé temor.
No Valgo Por Mi Posesión

No valgo por mi posesión,


Ni porque fuerte sea yo;
Sino en el precio de Su amor,
En la cruz.
No valgo por ser muy capaz,
Ni por perder, ni por ganar;
Sino en la sangre que vertió,
En la cruz.
Redentor, Tú eres mi gozo,
Gran tesoro, fuente de mi ser;
Confiaré en Él, no hay otro,
Mi alma satisfecha está en Él.
La fama y juventud se irán
Como la flor que hoy no está;
Mas vida eterna Tú nos das,
En la cruz.
Yo no me jactaré en saber,
Ni en opulencia, ni poder;
Mas yo me jactaré en Jesús
Y en la cruz.
Redentor, Tú eres mi gozo,
Gran tesoro, fuente de mi ser;
Confiaré en Él, no hay otro,
Mi alma satisfecha está en Él.
Esta verdad confieso hoy:
De dignidad indigno soy.
Tengo valor pues me compró,
En la cruz.
No Voy a Dejarte
¿O alma te encuentras cansada del
mar
De olas de angustia, tristeza y
pesar?
¿Los males te afligen o noches sin
fin?
¿Te quitan el gozo y las fuerzas
también?
No dudes, no temas, Él cuida de ti
No te desesperes de males aquí.
Pues de tus angustias, Su gloria
saldrá
Si es mucha tu pena, más entonarás.
Recuerda a tu Padre, promete su
amor:
“No voy a dejarte, no es para
quebrarte
Sino renovarte a un gozo mayor.
Mis dichos son fieles, aunque ahora
te duele;
No hay nada que anule mi pacto de
amor.”
 
Recuerda a tu Cristo, su angustia y
dolor;
La cruz solitaria, vergüenza y furor.
Aunque lo negaste, murió en tu
lugar;
El gozo eterno por gracia te da.
Recuerda a tu Padre, promete su
amor:
“No voy a dejarte, no es para
quebrarte
Sino renovarte a un gozo mayor.
Mis dichos son fieles, aunque ahora
te duele;
No hay nada que anule mi pacto de
amor.”
 
“No voy a dejarte, no es para
quebrarte
Sino renovarte a un gozo mayor.
Mis dichos son fieles, aunque ahora
te duele;
No hay nada que anule mi pacto de
amor.”
Recuerda a tu Padre, promete su
amor.
Noche de Paz
¡Noche de paz, noche de amor!
Todo duerme en derredor,
Entre los astros que esparcen su luz,
Bella anunciando al niñito Jesús,
Brilla la estrella de paz,
Brilla la estrella de paz.
¡Noche de paz, noche de amor!
Oye humilde el fiel pastor,
Coros celestes que anuncian salud,
Gracias y glorias en gran plenitud,
Por nuestro buen Redentor,
Por nuestro buen Redentor.
¡Noche de paz, noche de amor!
Ved qué bello resplandor
Luce el rostro del niño Jesús,
En el pesebre, del mundo la luz,
Astro de eterno fulgor,
Astro de eterno fulgor.
Nueva Es Tu Piedad

Cada vez que sale el sol


Nueva es tu piedad;
Hoy respiro otra vez
Por tu fidelidad.
Y al ponerse el sol
Antes de descansar,
Cantaré nueva es tu piedad.
Tu piedad nunca cesará
Durará por la eternidad
Cuando pase lo bello que hay aquí
Tu piedad no cambiará.
Al caer y al vagar
Nueva es tu piedad;
Me buscaste en amor
Me seguiste en bondad.
No te fuiste, Señor,
Aunque viste el pecar,
Cantaré nueva es tu piedad
Tu piedad nunca cesará
Durará por la eternidad
Cuando pase lo bello que hay aquí
Tu piedad no cambiará.
Cuando ruge el turbión
Nueva es tu piedad;
En dolor y aflicción
Tú me sostendrás.
Y al pasar de esta vida
Y tu trono observar,
Cantaré nueva es tu piedad
Tu piedad nunca cesará
Durará por la eternidad
Cuando pase lo bello que hay aquí
Tu piedad no cambiará.
Nueva Vida
Tú me cambiaste Señor,
Al dar nueva vida a mi ser.
Pues salvaste a un pecador
con tan sólo a mi corazón querer.
Pues salvaste a un pecador
con tan sólo a mi corazón querer.
¡Que emoción de vivir!
¡Que dicha de amar!
¡Que anhelos de reír!
¡Que gozo al cantar!
¡Que emoción de vivir!
¡Que dicha de amar!
¡Que anhelos de reír!
¡Que gozo al cantar!
Tan sólo Dios es amor,
Tan sólo Jesús salvación.
Si confías en el Señor,
Te dará la eterna redención.
Si confías en el Señor,
Te dará la eterna redención.
¡Que emoción de vivir!
¡Que dicha de amar!
¡Que anhelos de reír!
¡Que gozo al cantar!
¡Que emoción de vivir!
¡Que dicha de amar!
¡Que anhelos de reír!
¡Que gozo al cantar!
¡Oh Amor de Dios!
¡Oh amor de Dios! Su inmensidad,
El hombre no podría contar,
Ni comprender la gran verdad,
Que Dios al hombre pudo amar.
Cuando el pecar entró al hogar
De Adán y Eva en Edén;
Dios les sacó, mas prometió
Un Salvador también.
¡Oh amor de Dios! brotando está,
Inmensurable, eternal;
Por las edades durará,
Inagotable raudal.
Si fuera tinta todo el mar,
Y todo el cielo un gran papel,
Y cada hombre un escritor,
Y cada hoja un pincel,
Nunca podrían describir
El gran amor de Dios
Que al hombre pudo redimir
De su pecado atroz.
¡Oh amor de Dios! brotando está,
Inmensurable, eternal;
Por las edades durará,
Inagotable raudal.
Y cuando el tiempo pasará
Con cada reino mundanal,
Y cada reino caerá
Con cada trama y plan carnal,
El gran amor del Redentor
Por siempre durará;
La gran canción de salvación
Su pueblo cantará.
¡Oh amor de Dios! brotando está,
Inmensurable, eternal;
Por las edades durará,
Inagotable raudal.
Oh, Cuán Dulce
¡Oh, cuán dulce es fiar en Cristo
Y entregarse todo a él!
Esperar en sus promesas,
Y en sus sendas serle fiel.
Jesucristo, Jesucristo,
Ya tu amor probaste en mí;
Jesucristo, Jesucristo,
Siempre quiero fiar en ti.
Es muy dulce fiar en Cristo
Y cumplir su voluntad,
No dudando su palabra,
Que es la luz y la verdad.
Jesucristo, Jesucristo,
Ya tu amor probaste en mí;
Jesucristo, Jesucristo,
Siempre quiero fiar en ti.
Siempre en ti confiar yo quiero,
Mi precioso Salvador;
En la vida y en la muerte
Protección me dé tu amor.
Jesucristo, Jesucristo,
Ya tu amor probaste en mí;
Jesucristo, Jesucristo,
Siempre quiero fiar en ti.
¡Oh Dios Sé Mi Visión!
Oh Dios, de mi alma sé tú mi visión,
Nada te aparte de mi corazón;
Noche y día pienso yo en ti,
Y tu presencia es luz para mí.
Sabiduría sé tú de mi ser,
Quiero a tu lado mi senda correr;
Como tu hijo tenme, Señor,
Siempre morando en un mismo
amor.
Sé mi escudo, mi espada en la lid,
Mi única gloria, mi dicha sin fin;
Del alma amparo, mi Torreón;
A las alturas condúceme, oh Dios.
Riquezas vanas no anhelo, Señor,
Ni el hueco halago de la adulación;
Tú eres mi herencia, tú mi porción,
Rey de los cielos, tesoro mejor.
Oh Dios Socorro en el Ayer
Oh Dios, socorro en el ayer
Y hoy nuestro Defensor.
Ampáranos con tu poder
Y tu eternal amor.
Antes que toda la creación
Hiciera oír tu voz,
Vivías tú en perfección
Eternamente, oh Dios.
En ti mil años sombras son,
De un pasado ayer;
Y en ti se encuentra la razón
De cuanto tiene ser.
Oh Dios, refugio del mortal
En tiempos de dolor,
En ti la dicha sin igual
Encuentra el pecador.
Oh, Gran Dios
Oh gran Dios altísimo,
reina en mi corazón.
Sé Tú el dueño de mi ser,
vence toda rebelión.
No haya vicio ni maldad,
ante Ti, oh Santo Dios.
Me has comprado por amor,
¡Hazme tuyo, Oh Señor!
Mi pecado me cegó,
no escuchaba yo tu voz;
Ignoraba tu amor,
me alejé de Ti, Señor.
Mas tu Espíritu me dio
vida y tu Palabra obró;
A tu Hijo conocí,
Su evangelio me salvó.
Ahora ayúdame a vivir,
de tu gracia a depender.
Guarda mi alma y corazón,
del maligno líbrame.
Digno de mi adoración,
tuyo es todo mi existir.
Oh gran Dios altísimo,
glorifícate en mí.
Oh, Qué Amor Incomparable

Oh qué amor incomparable


Jesucristo nos mostró
cuando Su preciosa sangre
por nosotros derramó.
¿De su amor, quién no recuerda?
¿Quién no le adorará?
Que exaltado siempre sea
Nuestro Príncipe de Paz.
En el Monte del Calvario
Fuentes de infinito amor
Aquel gran día se abrieron.
¡Oh, qué inmerecido don!
Cual gran río, de lo alto,
Sin cesar Su amor fluyó
Sobre el mundo, derramando
Paz, justicia y compasión.
Que busquemos cada día
Sólo el Reino del Señor
Y entreguemos nuestra vida
Como ofrenda de amor.
Sólo en Él nos gloriaremos;
Nada más importará.
Cristo limpios nos ha hecho;
Sólo en Él hay libertad
Su Palabra hoy me guía
Por Su Espíritu, en Verdad.
Y me dice “En mí confía”;
Nada Él me hará faltar.
De Su Plenitud derrama
Su Amor y Su Poder
En mi ser y sin medida,
Al rendirme a Sus Pies.
Oh, Qué Hermoso Es Ser Un
Cristiano
Todo es nuevo desde que encontré a
Dios;
Él me guía por el mundo con su luz.
Siento un gozo que no puedo
explicar
Que es mío por su gracia y su
bondad.
¡Oh, qué hermoso es ser un
cristiano!
¡Oh, qué hermoso es ser hijo de
Dios!
Saber que tengo mis pecados
perdonados;
Justificado, redimido, reconciliado
por su inmenso amor.
Puedo ir a mi Señor en oración;
Él me dice que confiado pida yo.
Pues atentamente escucha mi
clamor,
Y en Jesús encuentro diaria
provisión.
¡Oh, qué hermoso es ser un
cristiano!
¡Oh, qué hermoso es ser hijo de
Dios!
Saber que tengo mis pecados
perdonados;
Justificado, redimido, reconciliado
por su inmenso amor.
Cuando pienso en el cielo soy feliz;
Un lugar hay preparado para mí.
No me aferro a lo que es terrenal,
En la gloria me espera mucho más.
¡Oh, qué hermoso es ser un
cristiano!
¡Oh, qué hermoso es ser hijo de
Dios!
Saber que tengo mis pecados
perdonados;
Justificado, redimido, reconciliado
por su inmenso amor.
Oh Que Tuviera Lenguas Mil
¡Oh! Que tuviera lenguas mil
Del Redentor cantar,
La gloria de mi Dios y Rey,
Los triunfos de su amor.
Bendito mi Señor y Dios,
Te quiero proclamar,
Decir al mundo en derredor
Tu nombre sin igual.
Dulce es tu nombre para mí,
Pues quita mi temor,
En él hay salvación y paz
Al pobre pecador.
Rompe cadenas del pecar;
Al preso librará,
Su sangre limpia al ser más vil,
¡Gloria a Dios! Soy limpio ya.
Oh Ven Bendito Emanuel 
Oh ven, oh ven, bendito Emanuel,
De la maldad rescata a Israel,
Que llora en triste desolación,
Y espera ansioso su liberación.
¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto Israel.
Oh ven, Sabiduría celestial,
Y líbranos del mal a cada cual;
Corrígenos y haznos saber
Que con tu ayuda hemos de vencer.
¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto Israel.
Oh ven, oh ven, glorioso Rey de
Sión,
Y ten tu trono en cada corazón;
Disipa toda la oscuridad,
Y enséñanos tu santa voluntad.
¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto Israel.
Oh Yo Quiero Andar Con Cristo
¡Oh! Yo quiero andar con Cristo,
Quiero oír su tierna voz,
Meditar en su Palabra
Siempre andar de él en pos.
Consagrar a él mi vida
Cumplir fiel su voluntad;
Y algún día con mi Cristo,
Gozaré la claridad.
¡Oh sí, yo quiero andar con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero vivir con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero morir con Cristo!
Quiero serle un testigo fiel.
¡Oh! Yo quiero andar con Cristo,
Él vivió en santidad;
En la Biblia yo lo leo,
Y yo sé que es la verdad.
Cristo era santo en todo,
El Cordero de la cruz;
Y yo anhelo ser cristiano,
Seguidor de mi Jesús.
¡Oh sí, yo quiero andar con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero vivir con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero morir con Cristo!
Quiero serle un testigo fiel.
¡Oh! Yo quiero andar con Cristo,
De mi senda él es la luz,
Dejaré el perverso mundo
Y cargar aquí mi cruz.
Este mundo nada ofrece,
Cristo ofrece salvación;
Y es mi única esperanza
Gozar vida eterna en Sion.
¡Oh sí, yo quiero andar con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero vivir con Cristo!
¡Oh sí, yo quiero morir con Cristo!
Quiero serle un testigo fiel.
Oí la Voz del Salvador
Oí la voz del Salvador 
Decir con tierno amor: 
“¡Oh, ven a mí, no temas más, 
Cargado pecador!” 
Tal como fui, a mi Jesús
Cansado acudí,
Y luego, dulce alivio y paz
Por fe de él recibí.
Oí la voz del Salvador
Decir: “Venid, bebed;
Yo soy la fuente de salud
Que apaga toda sed.”
Con sed de Dios, del vivo Dios,
Buscando a Emanuel,
Lo hallé; mi sed él apagó,
Y ahora vivo en él.
Oí su dulce voz decir: 
“Del mundo soy la luz; 
Miradme a mí y salvos sed, 
Hay vida por mi cruz.”
Mirando a Cristo, así en él 
Mi norte y sol hallé; 
Y en esa luz de vida, yo 
Feliz siempre andaré.
Pan Tu Eres Oh Señor
Me inclino en oración, en gratitud,
por provisión que nunca merecí.
Recibe mi cantar como actitud
De adoración sincera ante ti.
Pan tu eres, Oh Señor, para mi bien;
Roto en pedazos fuiste tú por mí.
!Cuán grande amor se vio por cada
quien, al permitirte Dios sufrir así!
La copa de dolor, bebiste allí;
Cual hiel y azotes son mis males, sí;
Pero tu amor cundió y en mi lugar
Vertiste sangre allí para salvar.
Y ahora al recordar tu obra de amor,
Todo mi ser se llena de loor.
Recibe esta expresión de adoración,
Al contemplarte en recordación.
Para Mí es Cristo el Vivir
Pues para mí es Cristo el vivir,
Y en sus pisadas cada día seguir.
Con el mundo ya no voy,
De su sentir no soy,
Pues para mí es Cristo el vivir.
Antes vivía en la vanidad,
Al borde de una negra eternidad.
Pero Cristo me salvó,
Mi vida transformó,
Y para mí es Cristo el vivir.
Angosta es la senda de la cruz,
Costoso es seguirle a Jesús.
Dulce es por Él sufrir,
Ganancia es morir,
Y para mí es Cristo el vivir.
Paz, Mi Alma, Ten Paz
Paz, mi alma, ten paz;
No temas más
Aunque los vientos fuertes soplen.
Dios contigo está;
No hay que temer 
El fuego del futuro incierto.
Dios, tú eres mi Dios;
En ti confío y no seré movido. 
Dios, renueva en mí
Un firme espíritu de paz;
Y en ti descansaré,
Y en ti descansaré.
Paz, mi alma, ten paz;
No vayas tras 
Las atracciones pasajeras.
De Él aférrate;
Tu escudo es fe
Contra las flechas del maligno.
Dios, tú eres mi Dios;
En ti confío y no seré movido. 
Dios, renueva en mí
Un firme espíritu de paz;
Y en ti descansaré,
Y en ti descansaré.
Paz, mi alma, ten paz;
No olvides más
Verdades que te dieron vida. 
Fía en el Señor
Y la esperanza
Brillará como la aurora.
Dios, tú eres mi Dios;
En ti confío y no seré movido. 
Dios, renueva en mí
Un firme espíritu de paz;
Y en ti descansaré,
Y en ti descansaré.
Pertenezco a Mi Rey
Pertenezco a mi Rey,
Hijo soy de su amor
Y a sus regias moradas iré;
Sus delicias sin fin revelóme el
Señor
Y un lugar con sus hijos tendré.
Pertenezco a mi Rey,
Hijo soy de su amor,
Y a los suyos jamás olvidó;
En su regia mansión he de ver al
Señor,
Y a su lado feliz viviré.
Pertenezco a mi Rey,
Y que me ama lo sé;
y sus dones de amor celestial
Por doquiera que voy, sin cesar
hallaré
Como pruebas de amor sin igual.
Pertenezco a mi Rey,
Hijo soy de su amor,
Y a los suyos jamás olvidó;
En su regia mansión he de ver al
Señor,
Y a su lado feliz viviré.
Pertenezco a mi Rey,
Y no dudo jamás
Que reunidos los suyos serán
En la Sión celestial, la morada de
paz,
Do pesares jamás se hallarán.
Pertenezco a mi Rey,
Hijo soy de su amor,
Y a los suyos jamás olvidó;
En su regia mansión he de ver al
Señor,
Y a su lado feliz viviré.
Pon Tus Ojos en Cristo
¡Oh alma cansada y turbada!
¿Sin luz en tu senda andarás?
Al Salvador mira y vive;
Del mundo la luz es su faz.
Pon tus ojos en Cristo,
Tan lleno de gracia y amor,
Y lo terrenal sin valor será
A la luz del glorioso Señor.
De muerte a vida eterna
Te llama el Salvador fiel.
En ti no domine el pecado;
Hay siempre victoria en él.
Pon tus ojos en Cristo,
Tan lleno de gracia y amor,
Y lo terrenal sin valor será
A la luz del glorioso Señor.
Jamás faltará su promesa;
El dijo: “Contigo estoy.”
Al mundo perdido vé pronto
Y anuncia la salvación hoy.
Pon tus ojos en Cristo,
Tan lleno de gracia y amor,
Y lo terrenal sin valor será
A la luz del glorioso Señor.
Por El Amor De Su Nombre
Por el amor de su nombre anunciad
a las naciones su gran majestad.
Dios, por su Espíritu los alumbra por
la luz,
Dando nueva vida que de Cristo
hablará.
En el poder de Jesús predicad, y por
su gloria el mundo dejad.
Almas para él buscad, premios de su
gran bondad.
Mientras haya vida su cruz exaltad.
Por el amor de su nombre amad al
despreciado; mostrando amistad.
No le condenó Jesús; para él sufrió
la cruz.
Por su salvación en Jesucristo
confiad.
En el poder de Jesús predicad, y por
su gloria el mundo dejad.
Almas para él buscad, premios de su
gran bondad.
Mientras haya vida su cruz exaltad.
Por el amor de su nombre salvad del
fuego eterno al que ande en
maldad.
Cuando el Salvador murió, santa ira
aplacó.
Al Cordero huid y su evangelio
predicad.
En el poder de Jesús predicad, y por
su gloria el mundo dejad.
Almas para él buscad, premios de su
gran bondad.
Mientras haya vida su cruz exaltad.
Por el amor de su nombre mirad
hacia la gloria y en miles pensad.
Almas rescatadas por Cristo y su
gran amor,
Juntos por los siglos al Eterno
cantarán.
En el poder de Jesús predicad, y por
su gloria el mundo dejad.
Almas para él buscad, premios de su
gran bondad.
Mientras haya vida su cruz exaltad.
Por Fe Contemplo Redención
Por fe contemplo redención,
La fuente carmesí;
Jesús nos da la salvación,
Su vida dio por mí.
La fuente sin igual hallé,
De vida y luz el manantial;
¡Oh, gloria a Dios, me limpia mí,
Me limpia a mí, me limpia a mí!
Mi vida entrego a mi Jesús,
Las dudas él quitó;
Mi alma goza en su luz,
Mis deudas él pagó.
La fuente sin igual hallé,
De vida y luz el manantial;
¡Oh, gloria a Dios, me limpia mí,
Me limpia a mí, me limpia a mí!
¡Cuán inefable gozo es,
Saber que salvo soy!
Mi Rey aquí es mi Jesús,
Al cielo sé que voy.
La fuente sin igual hallé,
De vida y luz el manantial;
¡Oh, gloria a Dios, me limpia mí,
Me limpia a mí, me limpia a mí!
¡Oh, gracia excelsa de mi Dios,
Profundo es el amor!
De mi Jesús, vía de luz,
Cordero Redentor.
La fuente sin igual hallé,
De vida y luz el manantial;
¡Oh, gloria a Dios, me limpia mí,
Me limpia a mí, me limpia a mí!
Por los Lazos del Santo Amor
Por los lazos del santo amor
Somos uno en el Señor.
Nuestro espíritu está unido a él,
Por los lazos del amor.
De este amor, con feliz canción
Hoy cantemos de corazón,
Y que el mundo vea que somos
uno en él,
Por los lazos del amor.
¡Póstrate!
Es un privilegio estar en su
presencia,
Meditar en el que proveyó mi fe.
Al mirarlo veo su asombrosa gloria,
Recordando quién es él, me
postraré.
¡Póstrate! ¡Póstrate!
Es el Rey de las edades, ¡Póstrate!
Es Señor de esplendor,
Ante su alto trono, ven, y póstrate.
De rodillas, te humillas para amarle
más y más, póstrate.
En su mano fiel la creación sostiene;
Con su voz habló y el universo fue.
Aun así, oye a mi oración sencilla;
Contemplando a mi Señor, me
postraré.
¡Póstrate! ¡Póstrate!
Es el Rey de las edades, ¡Póstrate!
Es Señor de esplendor,
Ante su alto trono, ven, y póstrate.
De rodillas, te humillas para amarle
más y más, póstrate.
Póstrate
Hay momentos en la vida siguiendo
al Señor
En que cada paso lo ilumina él.
A veces circunstancias parecen
tener razón
Cuando intentamos su plan
entender.
Cuando no hay luz,
Y a las preguntas no hay respuestas,
ve a Jesús.
Póstrate;
Fía en tu Padre cuando la respuesta
no puedes hallar.
Póstrate;
La mirada eleva y ten fe en el que
hizo la eternidad.
Y cuando no entiendes bien la razón
de su actuar,
En presencia del gran Rey, póstrate.
Hay días en que nubes rodean de
pesar,
Y el viento recio nunca parará.
Sentido no hallamos, sufriendo sin
cesar,
Pensamos que quizá Dios no sabrá.
Cuando hay tempestad,
No olvidemos que es por fe nuestro
andar.
Póstrate;
Fía en tu Padre cuando la respuesta
no puedes hallar.
Póstrate;
La mirada eleva y ten fe en el que
hizo la eternidad.
Y cuando no entiendes bien la razón
de su actuar,
En presencia del gran Rey, póstrate.
Prefiero A Cristo
Si al lado de Cristo yo viera poner
Los bienes del mundo para escoger,
Prefiero a Cristo lo digo, oh sí;
Pues todo, sin él, desvanece aquí.
Podré reinar de mar a mar,
Mas sin él no hay bienestar.
Prefiero a Cristo, y siempre así
Es todo para mí.
Aplauso del mundo, ¡qué lindo es!
No obstante, ¡qué corto su encanto
es!
Prefiero a Cristo sin vacilar,
En Cristo mi gloria ha de estar.
Podré reinar de mar a mar,
Mas sin él no hay bienestar.
Prefiero a Cristo, y siempre así
Es todo para mí.
Más bello que el lirio a mi alma es él,
Más dulce que miel su Palabra fiel;
Prefiero a Cristo, divino Pan,
Mi alma de su agua sedienta está.
Podré reinar de mar a mar,
Mas sin él no hay bienestar.
Prefiero a Cristo, y siempre así
Es todo para mí.
¡Qué Gozo Da!
Al mundo paz, nació Jesús;
Cristo el Señor de Dios la Luz.
¡Qué gozo da! ¡Gozo da!
¡Gozo da! ¡Gozo da!
A Dios le damos todo honor,
A Dios le damos todo honor.
Al mundo paz se oyó cantar;
Voces de júbilo sin par.
¡Qué gozo da! ¡Gozo da!
¡Gozo da! ¡Gozo da!
A Dios le damos todo honor,
A Dios le damos todo honor.
Cristo el Señor en un pajar
Es el que vino a perdonar.
¡Qué gozo da! ¡Gozo da!
¡Gozo da! ¡Gozo da!
A Dios le damos todo honor,
A Dios le damos todo honor.
Este regalo del Señor
Llena el alma de su amor.
¡Qué gozo da! ¡Gozo da!
¡Gozo da! ¡Gozo da!
A Dios le damos todo honor,
A Dios le damos todo honor.
Que Mi Vida Entera Esté
Que mi vida entera esté
Consagrada a ti, Señor;
Que mi tiempo todo esté
Consagrado a tu loor.
Que a mis manos pueda guiar
El impulso de tu amor.
Que mis pies tan sólo en pos
De lo santo puedan ir.
Lávame en tu sangre, Salvador,
Límpiame de toda mi maldad,
Traigo a ti mi vida, para ser, Señor,
Tuya por la eternidad.
Y que a ti, Señor, mi voz
Se complazca en bendecir.
Que mis labios al hablar
Hablen sólo de tu amor.
Que mis bienes ocultar
No los pueda a ti, Señor.
Y mi mente y su poder
Yo los use en tu honor.
Lávame en tu sangre, Salvador,
Límpiame de toda mi maldad,
Traigo a ti mi vida, para ser, Señor,
Tuya por la eternidad.
Toma, ¡oh Dios!, mi voluntad,
Y hazla tuya nada más;
Toma, sí, mi corazón,
Y tu trono en él tendrás.
Y mi amor a ti lo doy,
Mi tesoro y lo que soy;
Todo tuyo quiero ser,
Sólo en ti permanecer.
Lávame en tu sangre, Salvador,
Límpiame de toda mi maldad,
Traigo a ti mi vida, para ser, Señor,
Tuya por la eternidad.
¿Qué Niño Es Este?
Un tierno niño dormido está
En los brazos de María;
Los ángeles le saludan
Con amor y con alegría.
Este es el Cristo el Rey
A quien los ángeles dan loor.
Presto marchad a ver,
Al niño de María.
¿Por qué Jesús está así
En medio de animales?
Gozad, cristianos, pues el
Niño viene a quitar los males.
Este es el Cristo el Rey
A quien los ángeles dan loor.
Presto marchad a ver,
Al niño de María.
Traedle, pues, incienso y
Mirra y oro porque es Rey.
El trae paz y santo amor;
También nos dicta su ley.
Este es el Cristo el Rey
A quien los ángeles dan loor.
Presto marchad a ver,
Al niño de María.
Que Todo el Mundo Cante al Señor

Que todo el mundo cante al Señor,


Mi Dios y Rey.
Los cielos ecos dan,
Que a todas partes van.
La tierra en derredor
Proclama su loor;
Que todo el mundo cante al Señor,
Mi Dios y Rey.
Que todo el mundo cante al Señor,
Mi Dios y Rey.
La iglesia himnos da
Y nunca cesará;
Con todo el corazón
Le alaben con tesón;
Que todo el mundo cante al Señor,
Mi Dios y Rey.
Regocíjate En Él
Dios siempre obra en sincero amor,
Cuando prueba a su siervo al
hacerle mejor.
Da gracias durante la dificultad,
En sombras Hosannas dará.
Regocíjate en él, es justo y verdad,
Mi camino conoce, soy su
propiedad;
Mas me probará, me limpiará,
A oro igual saldré.
Cuando no veo el sendero allá,
Sólo miro a Cristo y me bastará.
Me inclino a él y a su voluntad,
Me calma y no hay ansiedad.
Regocíjate en él, es justo y verdad,
Mi camino conoce, soy su
propiedad;
Mas me probará, me limpiará,
A oro igual saldré.
Pruebas ya sé de lo alto vendrán,
Como ama a sus hijos, nos
renovarán.
Confío en él, siempre sabe mejor;
Si sufro, tendré más valor.
Regocíjate en él, es justo y verdad,
Mi camino conoce, soy su
propiedad;
Mas me probará, me limpiará,
A oro igual saldré.
Rey de Mi Vida
Rey de mi vida tú eres hoy,
En ti me gloriaré;
Es por tu cruz que salvo soy;
No te olvidaré
Después de tu Getsemaní,
Subiste a la cruz más cruel;
Todo sufriste tú por mí;
Yo quiero serte fiel.
Hazme tomar mi cruz Señor
Para seguirte a ti,
Aun si es sufrir en el dolor;
Sufriste tú por mí.
Después de tu Getsemaní,
Subiste a la cruz más cruel;
Todo sufriste tú por mí;
Yo quiero serte fiel.
Rey de mi vida, Rey de luz,
En ti me gloriaré;
Por mí moriste en la cruz;
No te olvidaré.
Después de tu Getsemaní,
Subiste a la cruz más cruel;
Todo sufriste tú por mí;
Yo quiero serte fiel.
Roca Eterna

Roca eterna, se partió


Que en ti me esconda yo;
Que en tu sangre que fluyó
De tus llagas en la cruz,
Libertad pueda tener
Del pecado y su poder.
No podré con obras mil
Tu perfecta ley cumplir.
Si tuviese gran fervor
Y llorase con clamor,
Nunca mi maldad podrá
Ni quitar ni expiar.
Nada te puedo ofrecer
Sólo a tu cruz correr;
Viste mi gran desnudez
Con tu gracia mi escasez.
A tu fuente, sucio voy
Lávame o me muero hoy.
El aliento al expirar
Y el espíritu entregar,
Al volar al más allá,
Verte en gloria al juzgar,
Roca eterna, se partió
Que en ti me esconda yo.
¿Sabes Tú de Cristo?
¿Vives cansado y triste?
¿Es grande tu aflicción?
¿Tu ser calmar quisiste?
¿Buscas feliz protección?
¿Sabes tú de Cristo?
¿Le conoces ya?
En su amor bendito
Salvación y poder te dará.
¿A quién te acercas, dime,
Cuando te acosa el mal?
Y cuando tu alma gime,
¿Quién es tu paz eternal?
¿Sabes tú de Cristo?
¿Le conoces ya?
En su amor bendito
Salvación y poder te dará.
En tus desilusiones,
Tu llanto enjugará;
En rudas tentaciones
Él la victoria dará.
¿Sabes tú de Cristo?
¿Le conoces ya?
En su amor bendito
Salvación y poder te dará.
Salvador A Ti Me Rindo
Salvador, a ti me rindo,
Y obedezco sólo a ti;
Mi Guiador, mi Fortaleza,
Todo encuentra mi alma en ti.
Yo me rindo a ti,
Yo me rindo a ti,
Mis flaquezas y pecados
Todo traigo a ti.
Te confiesa sus delitos
Mi contrito corazón,
¡Oye, oh Cristo! me plegaria,
Quiero en ti tener perdón.
Yo me rindo a ti,
Yo me rindo a ti,
Mis flaquezas y pecados
Todo traigo a ti.
A tus pies yo deposito
Mi riqueza, mi placer,
Que tu Espíritu me llene
Y de ti sienta el poder.
Yo me rindo a ti,
Yo me rindo a ti,
Mis flaquezas y pecados
Todo traigo a ti.
¡Oh qué gozo encuentro en Cristo!
¡Cuánta paz a mi alma da!
A su causa me consagro,
Y su amor, mi amor será.
Yo me rindo a ti,
Yo me rindo a ti,
Mis flaquezas y pecados
Todo traigo a ti.
Sangre Carmesí
Llevaba un peso muy abrumador,
Buscaba en vano a un libertador;
Miraba al futuro con lloro y temor;
Para ser salvo ¿qué haré?
Buscaba calmar mi tremenda
aflicción,
El hombre fallaba con su
instrucción,
¿No hay un sostén para mi corazón?
Para ser salvo ¿qué haré?
De la cruz sangre celestial,
Fluye liberando al rehén del mal.
Don mayor del más grande amor;
Con su sangre allí mi deuda pagó.
Con su sangre allí mi deuda pagó.
Yo vi sangre pura
manchando la cruz
Y los burladores vejando a Jesús.
Entonces su voz me llamó a su luz:
“Ven a mí y te salvaré”.
Caí a los pies del amado Señor;
“Perdóname, Padre”, lloré con dolor,
Jesús me oyó, me llevó el temor;
“Ven a mí y te salvaré”.
De la cruz sangre celestial,
Fluye liberando al rehén del mal.
Don mayor del más grande amor;
Con su sangre allí mi deuda pagó.
Con su sangre allí mi deuda pagó.
Santa Biblia
Santa Biblia para mí
Eres un tesoro aquí;
Tú contienes con verdad
La divina voluntad;
Tú me dices lo que soy,
De quién vine y a quién voy.
Tú reprendes mi dudar;
Tú me exhortas sin cesar;
Eres faro que a mi pie
Va guiando por la fe
A las huestes del amor
Del bendito Salvador
Eres infalible voz
Del Espíritu de Dios,
Que vigor al alma da
Cuando en aflicción está;
Tú me enseñas a triunfar
De la muerte y el pecar.
Santa La Noche
Santa la noche, hermosas las
estrellas,
La noche cuando nació el Señor.
El mundo envuelto estuvo en sus
querellas
Hasta que Dios nos mandó al
Salvador.
Una esperanza todo el mundo
siente,
La luz de un nuevo día sin igual;
Con gratitud postrados adoradle;
Oíd de lo alto la voz angelical;
¡Oíd, cantad! Nació el Salvador.
Hoy por la fe llegamos al pesebre
A contemplar al bendito Jesús,
Como también los magos del oriente
Llegaron guiados por célica luz.
Fue por nacer así humildemente
Que nuestras pruebas sabe
comprender;
Hoy Emanuel es “Dios ya con
nosotros”;
Cantemos al Rey, a Jesús el Salvador;
¡Regocijad! Nació el Redentor.
Nos enseñó a amarnos tiernamente,
Nos dio su ley de amor y su paz.
Libra al esclavo que en cadenas
gime,
Y a su nombre huirá Satanás.
Con cánticos de gozo alabemos
Al Rey de reyes, nuestro Salvador;
Hoy con amor cantemos reverentes,
Alcemos la voz proclamando su
poder,
¡Dad gloria a Dios! Amén, por
siempre amén.
¡Santo, Magno, Digno!
“¡Santo, santo, santo!”
Ángeles te ensalzan.
Cantan con gran humildad, de tu
excelsa majestad.
Sólo tú eres santo en todo el
universo.
¡Haznos ser más como tú: santo,
santo santo!
“¡Magno, magno, magno!”
La creación en coro,
Canta de potestad, alabando tu
deidad.
Sólo tú eres magno, Creador de
todo.
Haznos ver tu gran poder. Magno,
magno, magno.
“¡Digno, digno, digno!”
Santos te exaltan.
El Cordero que murió, es el Rey y
Salvador.
Sólo tú eres digno, te agradó
crearnos.
Haznos ante ti cantar, “¡Digno,
digno, digno!”
“¡Gloria, gloria, gloria!”
Honra de tu iglesia.
Dios por gracia, la llamó; galardón
del Redentor.
Gloria a ti te damos, ante ti
postrados,
Padre, Hijo, Espíritu: ¡Gloria, gloria,
gloria!
Santo, Santo, Grande, Eterno
Dios
¡Santo! ¡Santo! grande, eterno Dios,
Con alegría hoy te alabamos;
Rey de reyes, grande Capitán
Todopoderoso Guerrero.
Honor y gloria, luz y dominio,
Tributaremos todos a ti,
¡Santo! ¡Santo! eres tú, Señor,
¡Dios de las batallas, glorioso!
Alabadle cielos, tierra y mar,
Toda su Iglesia, sus mensajeros;
Alabanzas, cantos de loor,
Hoy unidos elevaremos.
Juez majestuoso y reverendo
Fuego y vida eres, Señor.
¡Santo! ¡Santo! eres tú, Señor,
¡Dios de las batallas, glorioso!
Rey de siglos, solo eterno Dios,
Veraz y justo, incomprensible;
Inmortal, Autor de todo bien,
Eres tú el Anciano de días.
Y para siempre entonaremos
El canto eterno de redención.
¡Santo! ¡Santo! eres tú, Señor,
¡Dios de las batallas, glorioso!
Santo, Santo, Santo
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
Señor omnipotente,
Siempre el labio mío loores te dará.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
Te adoro reverente,
Dios en tres personas,
bendita Trinidad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
En numeroso coro,
Santos escogidos
te adoran sin cesar,
De alegría llenos
y sus coronas de oro
Rinden ante el trono
y el cristalino mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
La inmensa muchedumbre
De ángeles que cumplen
tu santa voluntad,
Ante ti se postran
bañada de tu lumbre,
Ante ti que has sido,
que eres, y serás.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
Por más que estés velado,
E imposible sea tu gloria
contemplar;
Santo tú eres solo,
y nada hay a tu lado
En poder perfecto, pureza y caridad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
La gloria de tu nombre
Vemos en tus obras
en cielo, tierra y mar;
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
Te adorará todo hombre,
Dios en tres personas,
bendita Trinidad.
Sé Exaltado
Sé exaltado, oh Padre eterno;
Fuerte en salvación, el único Dios.
Maravilloso en sabiduría.
Lleno de santidad, te loamos oh
Dios.
Sé exaltado por coros celestes,
Sé exaltado con bella canción.
Te alabamos, tu pueblo te ama;
Digno eres siempre de gloria.
¡Amén!
Sé exaltado, Señor Jesucristo,
Hijo del Santo Dios, el eterno Rey.
Dios verdadero en toda su esencia;
Te alabamos hoy tu pueblo y tu grey.
Sé exaltado por coros celestes,
Sé exaltado con bella canción.
Te alabamos, tu pueblo te ama;
Digno eres siempre de gloria.
¡Amén!
Sé exaltado, Espíritu Santo;
Eres el Guía fiel y Consolador.
Que nuestras vidas te den alabanza,
Por toda eternidad mereces honor.
Sé exaltado por coros celestes,
Sé exaltado con bella canción.
Te alabamos, tu pueblo te ama;
Digno eres siempre de gloria.
¡Amén!
Sé Fiel Al Señor
Sé fiel al Señor y pon la confianza
En Cristo Jesús porque fiel siempre
es.
Abre tus alas como águila en vuelo,
Y vencerás cuando clames a él.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
Y ten fortaleza pues él te guiará.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
La victoria es segura en Jesús.
Y pon la armadura que Dios ha
provisto,
La puedes usar; es su amor
redentor.
Confía en él, no te dejará solo;
Con su luz siempre te alumbrará.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
Y ten fortaleza pues él te guiará.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
La victoria es segura en Jesús.
Sé fiel al Señor y ten fortaleza,
El Rey poderoso victoria dará.
Y nada temas, Jesús trae el triunfo;
Su protección donde estés te dará.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
Y ten fortaleza pues él te guiará.
Sé fiel, sé fiel, sé fiel al Señor,
La victoria es segura en Jesús.
Se Oye un Son en Alta Esfera
Se oye un son en alta esfera:
“¡En los cielos gloria a Dios!
¡Al mortal paz en la tierra!”
Canta la celeste voz.
Con los cielos alabemos,
Al eterno Rey cantemos,
A Jesús, que es nuestro bien,
Con el coro de Belén;
Canta la celeste voz:
“¡En los cielos gloria a Dios!”
El Señor de los señores,
El Ungido celestial,
A salvar los pecadores
Vino al mundo terrenal.
Gloria al Verbo encarnado,
En humanidad velado;
Gloria al Santo de Israel,
Cuyo nombre es Emanuel;
Canta la celeste voz:
“¡En los cielos gloria a Dios!”
Príncipe de paz eterna,
Gloria a ti, Señor Jesús;
Entregando el alma tierna,
Tú nos traes vida y luz.
Has tu majestad dejado,
Y a buscarnos te has dignado;
Para darnos el vivir,
A la muerte quieres ir.
Canta la celeste voz:
“¡En los cielos gloria a Dios!”
Himno Del SBP
Cual Crisol donde funden al metal
Oh buril con que dan forma al joyel
Eres tu Seminario aquí.
Institución donde Dios brinda el
saber.
Forjar vidas es tu misión real
Vidas que hablen doquier de
Enmanuel
Paladines guardando la fe y
obedientes cumpliendo el deber
Es tu fin, (es tu fin)
Ofrecer, (ofrecer)
En las cosas de Dios buena
instrucción.
Es tu fin, (es tu fin)
Cultivar en la vida madurez
espiritual
Es tu fin, (es tu fin)
Prepara, (preparar)
En la obra digna de evangelizar
Dios te colme de gracia y favor,
Seminario Bautista del Perú
Seminario Bautista eres centro
De enseñanza y de preparacion
De obreros que ya muy pronto
Saldrán a la viña del Señor
En tus aulas yo gozo encuentro
Estudiando con dedicación
Al saber que ayudado por Cristo
Culminar podré al fin mi labor.
Es tu fin, (es tu fin)
Ofrecer, (ofrecer)
En las cosas de Dios buena
instrucción.
Es tu fin, (es tu fin)
Cultivar en la vida madurez
espiritual
Es tu fin, (es tu fin)
Prepara, (preparar)
En la obra digna de evangelizar
Dios te colme de gracia y favor,
Seminario Bautista del Perú
Señor Pon En Mi Corazón
Señor, pon en mi corazón
A un alma a ganar;
Que sea fiel en hablar de ti
Su alma por salvar.
Señor, son muchos por ganar,
Moriste en la cruz;
Que pueda con tu fe y vigor
Llevarles a Jesús.
Señor, que tenga tu amor,
A amar las almas tal
Que en tu fuerza ejemplo dé,
Mostrando lo eternal.
Si Creyere Puede a Él Venir
¡Oh, qué gozo yo siento
en mi corazón,
No hay más oscuridad!
Pues Jesús me ha dicho
que todo aquel
Que cree salvo será.
Si creyere puede a él venir,
Puede a él venir, sí, puede a él venir;
Si creyere puede a él venir;
Jesucristo salvará.
Alabado es Cristo el Redentor,
Su gloria desciende aquí;
El transforma la vida del pecador,
Su sangre es eficaz.
Si creyere puede a él venir,
Puede a él venir, sí, puede a él venir;
Si creyere puede a él venir;
Jesucristo salvará.
¡Qué merced! ¡qué amor
el Señor mostró!
Muriendo en dura cruz,
Y las puertas abrió el buen Salvador,
Al gozo celestial.
Si creyere puede a él venir,
Puede a él venir, sí, puede a él venir;
Si creyere puede a él venir;
Jesucristo salvará.
Sin Cristo No Tengo Nada
Sin Cristo no tengo nada;
Sin Cristo no hay salvación;
Sin Cristo voy por la vida
Como un barco sin timón.
¡Cristo, oh Cristo!
Si has oído su voz,
Ven, acéptale hoy.
¡Oh Cristo, oh Cristo!
Sin ti, sin ti nada soy.
Sin Cristo mi alma está muerta;
Sin Cristo esclavo yo soy;
Sin Cristo no hay esperanza,
Mas con él yo salvo soy.
¡Cristo, oh Cristo!
Si has oído su voz,
Ven, acéptale hoy.
¡Oh Cristo, oh Cristo!
Sin ti, sin ti nada soy.
Sólo a Ti Dios y Señor
Sólo a ti, Dios y Señor,
Adoramos, adoramos,
Y la gloria y el honor
Tributamos, tributamos.
Sólo a Cristo nuestra Luz,
Acudimos, acudimos;
Por su muerte en la cruz
Revivimos, revivimos.
Un Espíritu, no más,
Nos gobierna, nos gobierna,
Y con él, Señor, nos das
Paz eterna, paz eterna;
El es fuego celestial,
Cuya llama, cuya llama
En amor angelical
Nos inflama, nos inflama.
Disfrutamos tu favor
Solamente, solamente
Por Jesús, fuente de amor
Permanente, permanente;
Sólo él nos libertó
De la muerte, de la muerte,
Sólo él se declaró
Nuestro Fuerte, nuestro Fuerte.
Sólo tú, oh Creador,
Dios eterno, Dios eterno,
Nos libraste del furor
Del infierno, del infierno;
Y por esto con placer
Proclamamos, proclamamos
Que sólo en tu gran poder
Esperamos, esperamos.
Sólo en Jesús
Sólo en Jesús esperaré
Él es mi fuerza y mi canción.
Es Roca y Refugio fiel;
Firme será mi protección.
¡Profunda paz y grande amor!
Quitan la lucha y el temor.
Mi Ayudador, mi todo es él
En su amor hoy firme estoy.
Sólo en Jesús, quien se encarnó;
Plena deidad en un bebé.
Este regalo de amor
Por suyos rechazado fue.
En esa cruz su vida dio,
De Dios la ira apaciguó.
Cargó mi culpa al morir
Vivo pues él murió por mí.
Su cuerpo en tumba recostó,
La noche nos quitó la Luz.
¡El alba entonces reventó;
Resucitó nuestro Jesús!
Por la victoria obtener,
Ya el mal no tiene en mí poder.
Pues suyo soy y mío es él
Comprado por su sangre fui.
Culpa no hay, no hay que temer;
Es el poder de Cristo en mí.
Desde el nacer al fallecer
Él manda de inicio a fin.
Ni el infierno u hombre vil
Podrá arrancarme del redil.
Hasta que él venga o vaya allá
En su poder hoy firme estoy.
Soy Feliz en el Servicio del Señor
Soy feliz en el servicio del Señor,
Muy alegre, tan alegre;
Tengo paz, contentamiento y amor,
Al servir al Salvador.
Al servir al Salvador,
Al servirle con amor;
¡Cuán alegre yo me siento,
Al servir a mi Señor!
Soy feliz en el servicio del Señor,
Muy alegre, tan alegre;
Hoy dedico mis talentos con fervor,
Serviré al Salvador.
Al servir al Salvador,
Al servirle con amor;
¡Cuán alegre yo me siento,
Al servir a mi Señor!
Soy feliz en el servicio del Señor,
Muy alegre, tan alegre;
En la lucha nunca faltará el valor,
Que me da el Salvador.
Al servir al Salvador,
Al servirle con amor;
¡Cuán alegre yo me siento,
Al servir a mi Señor!
Sublime Gracia
Sublime gracia del Señor,
Que a un infeliz salvó;
Fui ciego mas hoy miro yo,
Perdido y él me halló.
Su gracia me enseñó a temer;
Del miedo libre fui.
¡Cuán bella esa gracia fue en mi ser,
La hora en que creí!
En los peligros o aflicción,
Que yo he tenido aquí,
Su gracia siempre me libró,
Y me guiará feliz.
Después de años mil de estar allí,
Brillando como el sol,
Podremos cantar por tiempo sin fin,
Las glorias del Señor.
Su Gracia Es Mayor
Su amor no recuerda, sin falta nos ve
No cuenta ni una, aunque justo es.
A un mar sin medida las echa el Señor
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
¿Quién aguantaría al vernos vagar?
Qué Padre tan tierno nos llama al
hogar
Recibe al más pobre y vil pecador
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Gloria a Dios
Su gracia es mayor
Más que la noche
Siempre es su amor
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Cuán rica bondad nos derrama, sin
par
Su sangre la paga, su vida el total
La deuda cargada era inmensa, ¡qué
horror!
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Gloria a Dios
Su gracia es mayor
Más que la noche
Siempre es su amor
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Gloria a Dios
Su gracia es mayor
Más que la noche
Siempre es su amor
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Mis culpas son muchas,
su gracia es mayor.
Su Gracia es Mayor
Su gracia es mayor
si las cargas aumentan,
Su fuerza es mayor
si la prueba es más cruel.
Si es grande la lucha
mayor es su gracia,
Si más son las penas,
mayor es su paz.
Su amor no termina,
Su gracia no acaba,
Un límite no hay al poder de Jesús;
Pues de sus inmensas riquezas en
gloria,
Abundan sus dones, abunda su
amor.
Si nuestros recursos
se han agotado,
Si fuerzas nos faltan
para terminar,
Si a punto ya estamos
de desanimarnos,
El tiempo ha llegado
en que Dios obrará.
Su amor no termina,
Su gracia no acaba,
Un límite no hay al poder de Jesús;
Pues de sus inmensas riquezas en
gloria,
Abundan sus dones, abunda su
amor.
Su Manto Por El Mío
Su manto por el mío; ¡Gloria a Dios!
Con su justicia Cristo me vistió;
En mi pecado envuelto él sufrió.
En Cristo vivo, él por mí murió.
¡Me aferro a Cristo, quien por mí
sufrió!
En cruenta cruz la espalda Dios le
dio.
Por tanto amor, deudor soy del
Señor.
Mi ser entero entrego con loor.
Su manto por el mío; ¡no hay temor!
La ley Jesús cumplió en mi favor.
Ya justo soy, mas no por mi virtud.
Fue por su vida y muerte en la cruz.
¡Me aferro a Cristo, quien por mí
sufrió!
En cruenta cruz la espalda Dios le
dio.
Por tanto amor, deudor soy del
Señor.
Mi ser entero entrego con loor.
Su manto por el mío él cambió.
En su quebranto Dios se complació.
La copa amarga el Salvador bebió,
Y el pecado y Hades conquistó.
¡Me aferro a Cristo, quien por mí
sufrió!
En cruenta cruz la espalda Dios le
dio.
Por tanto amor, deudor soy del
Señor.
Mi ser entero entrego con loor.
Su manto por el mío; ¡gran dolor!
Al Hijo Amado el Padre condenó.
Por mí, Jesús sufrió la maldición,
Por Cristo yo hoy gozo salvación.
¡Me aferro a Cristo, quien por mí
sufrió!
En cruenta cruz la espalda Dios le
dio.
Por tanto amor, deudor soy del
Señor.
Mi ser entero entrego con loor.
Suenan Melodías en mi Ser
Del Dios del cielo oí un canto
Melodioso, arrobador;
Lo cantaré con gozo y gratitud,
Con muy dulce y tierno amor.
Suenan melodías en mi ser,
De un canto celestial, sonoro,
angelical;
Suenan melodías en mi ser
De un dulce canto celestial.
Amo a Jesús que en el Calvario
Mis pecados ya borró;
Mi corazón se inflama en santo amor
Que en mi ser él derramó.
Suenan melodías en mi ser,
De un canto celestial, sonoro,
angelical;
Suenan melodías en mi ser
De un dulce canto celestial.
Será mi tema allá en la gloria,
Del gran trono en derredor,
Cantar con gozo y con gratitud
Alabanzas al Señor.
Suenan melodías en mi ser,
De un canto celestial, sonoro,
angelical;
Suenan melodías en mi ser
De un dulce canto celestial.
Suenen Dulces Himnos
¡Suenen dulces himnos gratos al
Señor,
Y óiganse en concierto universal!
Desde el alto cielo baja el Salvador
Para beneficio del mortal.
¡Gloria! ¡Gloria sea nuestro Dios!
¡Gloria! Sí, cantemos a una voz,
Y el cantar de gloria que se oyó en
Belén,
Sea nuestro cántico también.
Salte, de alegría lleno el corazón,
La abatida y pobre humanidad;
Dios se compadece viendo su
aflicción,
Y le muestra buena voluntad.
¡Gloria! ¡Gloria sea nuestro Dios!
¡Gloria! Sí, cantemos a una voz,
Y el cantar de gloria que se oyó en
Belén,
Sea nuestro cántico también.
Sientan nuestras almas noble gratitud
Hacia él que nos brinda redención;
Y a Jesús el Cristo, que nos da salud,
Tributemos nuestra adoración.
¡Gloria! ¡Gloria sea nuestro Dios!
¡Gloria! Sí, cantemos a una voz,
Y el cantar de gloria que se oyó en
Belén,
Sea nuestro cántico también.
Tal Como Soy
Tal como soy, sin más que decir
Sino que te diste tú por mí
Ya que me lla-mas, vengo a ti.
Cordero de Dios, heme aquí.
Tal como soy, sin de-morar
Las manchas de mi alma a limpiar
Tu sangre me las podrá lavar,
Cordero de Dios, heme aquí.
Vengo roto a ser curado,
Vengo herido a ser sanado.
Necesito ser librado
Del vacío y ser llenado.
De culpable a perdonado
Por la sangre de Jesús,
Él me acepta con gran amor
¡Oh sí, tal como soy!
Tal como soy, en mi aflicción
Con dudas, sintiendo frustración
Temores, lu-chas, muchas son,
Cordero de Dios, heme aquí.
Tal como soy, con necesidad,
Pobreza, miseria y ceguedad,
Espero en ti todo encontrar,
Cordero de Dios, heme aquí.
Vengo roto a ser curado,
Vengo herido a ser sanado.
Necesito ser librado
Del vacío y ser llenado.
De culpable a perdonado
Por la sangre de Jesús,
Él me acepta con gran amor
¡Oh sí, tal como soy!
Tal como soy, me recibirás,
Perdón y limpieza me darás,
Pues tus prome-sas me dan paz
Cordero de Dios, heme aquí.
Tal como soy, por tu gran amor
Que me conquistó y mostró favor
Sólo de ti- yo soy, Señor,
Cordero de Dios, heme aquí.
Vengo roto a ser curado,
Vengo herido a ser sanado.
Necesito ser librado
Del vacío y ser llenado.
De culpable a perdonado
Por la sangre de Jesús,
Él me acepta con gran amor
¡Oh sí, tal como soy!
¡Oh sí, tal como soy!
Te Amo Dios
Yo no merezco tu amor
Mas gracias, oh Señor;
Pues me miraste en mi maldad,
Moriste en tu bondad.
Te amo, Dios, te amo, Dios,
Por darme tanto amor;
Te amo, Dios, te amo Dios,
No hay otro Salvador.
Tu sufrimiento en la cruz
Me trajo paz y luz;
Te seguiré, te amaré,
Tu nombre alabaré.
Te amo, Dios, te amo, Dios,
Por darme tanto amor;
Te amo, Dios, te amo Dios,
No hay otro Salvador.
Te Anhelo
Al ver brillar el sol,
Un nuevo amanecer,
Al ver brillar el sol, canto a Cristo.
Te anhelo, te anhelo,
No hay riqueza mayor,
A ti te anhelo.
En la oscuridad,
Solo en la tempestad,
En la oscuridad, canto a Cristo.
Te anhelo, te anhelo,
No hay riqueza mayor,
A ti te anhelo.
La vida pasará
Pronto veré el fin,
La vida pasará, y canto a Cristo.
Te anhelo, te anhelo,
No hay riqueza mayor,
A ti te anhelo.
Te Necesito Ya
Te necesito ya,
Bendito Salvador,
Me infunde dulce paz
Tu tierna voz de amor.
Te necesito, Cristo,
Sí, te necesito,
Con corazón contrito
Acudo a ti.
Te necesito ya,
Tú no me dejarás;
Yo siempre venceré
Si tu conmigo estás.
Te necesito, Cristo,
Sí, te necesito,
Con corazón contrito
Acudo a ti.
Te necesito ya:
Tu santa voluntad,
Y tus promesas mil
En mí cumple en verdad.
Te necesito, Cristo,
Sí, te necesito,
Con corazón contrito
Acudo a ti.
Te necesito ya,
Santísimo Señor;
Tuyo hazme, nada más,
Bendito Salvador.
Te necesito, Cristo,
Sí, te necesito,
Con corazón contrito
Acudo a ti.
Ten Paz, Mi Ser
Ten paz, mi ser; acompañado vas.
Carga tu cruz paciente en el dolor.
Deja a tu Dios que cuide y te provea;
En cada cambio, fiel muestra su amor.
Ten paz, mi ser; tu bien, todo será;
Por sendas duras gozo te traerá.
Ten paz, mi ser; tu Dios guiando está
Todo el futuro como lo hizo ayer.
Que nada abata tu fe y tu confianza;
Lo oculto, al fin, muy claro podrás ver.
Ten paz, mi ser; las olas y los vientos
Aún obedecen su potente voz.
Ten paz, mi ser; se acerca el tiempo ya
Cuando estaremos para siempre allí,
En que temor y penas ya no habrá,
Tristezas no, todo alegría al fin.
Ten paz, mi ser; Él viene a restaurar;
Su propia plenitud nos ha de dar.
Tesoro Incomparable
Tesoro incomparable, Jesús, amigo
fiel;
refugio del que huye del adversario
cruel.
Sujeta compasivo a Ti mi corazón,
ya que para salvarme sufriste la
pasión.
Delicia Tú de mi alma, pan de la
eternidad
del cual yo me alimento en mi
necesidad.
En mi flaqueza extrema se cumple
tu virtud,
y en medio de mis males Tú
quieres mi salud.
Dirige a mí tu rostro, Jesús, lleno de
amor,
sol puro de justicia, dulce
consolador.
Sin tu influencia santa la vida es un
morir;
gozar de tu presencia, esto sólo es
vivir.
Jesús, riqueza mía, mi amante
Salvador,
en mi flaqueza Tú eres mi fuerte
protector.
Jamás el enemigo podrá turbar mi
paz;
por más que lo intentare, no lo
permitirás.
Al mundo de falacias no pertenezco
ya.
El cielo es mi morada; allí mi
Amado está.
A donde Cristo habita, con ansia
quiero ir;
en sempiterno gozo con Él quiero
vivir.
Tierna María
Tierna María a su Bebé
Lo acostó en pesebre;
Ahí yacía el santo Rey,
Nadie lo comprende.
Tal Bebé en tal lugar,
¿Puede ser el Cristo?
Id al salvo a preguntar,
Al que le haya visto.
Ángeles cantáronle
Magos le buscaron;
Y la estrella y gran luz
Lo glorificaron,
Los pastores de emoción
Vieron y adoraron,
Montes, tierras de la luz
Pronto se inundaron.
Tierna María a su Bebé
Lo acostó en pesebre;
Desde siempre el santo Rey
Ya hay quien lo entiende.
Es de Dios, El Salvador,
Bella es la historia;
Todos juntos dadle honor,
¡Es el Rey de gloria!
Tierra de la Palestina
Tierra bendita y divina
es la de Palestina,
donde nació Jesús;
Eres de las naciones, cumbre
bañada por la lumbre
que derramó su luz.
Eres la historia inolvidable,
Porque en tu seno se derramó
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
Cuenta la historia del pasado
que en tu seno sagrado
vivió el Salvador,
Y en tus hermosos olivares,
habló a los millares
la palabra de amor.
Eres la historia inolvidable,
Porque en tu seno se derramó
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
Quedan en ti testigos mudos,
que son los viejos muros
de la Jerusalén;
Viejas paredes ya destruidas,
que si tuvieran vida,
nos hablarían bien.
Eres la historia inolvidable,
Porque en tu seno se derramó
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
La sangre, preciosa sangre,
Del unigénito Hijo de Dios.
Todas las Promesas
Todas las promesas del Señor Jesús
Son apoyo poderoso de mi fe;
Mientras luche aquí buscando yo su
luz,
Siempre en sus promesas confiaré.
Grandes, fieles,
Las promesas que el Señor Jesús ha
dado;
Grandes, fieles,
En ellas para siempre confiaré.
Todas las promesas para el hombre
fiel,
El Señor en sus bondades, cumplirá,
Y confiado sé que para siempre en él
Paz eterna mi alma gozará.
Grandes, fieles,
Las promesas que el Señor Jesús ha
dado;
Grandes, fieles,
En ellas para siempre confiaré.
Todas las promesas del Señor serán
Gozo y fuerza en nuestra vida
terrenal;
Ellas en la dura lid nos sostendrán,
Y triunfar podremos sobre el mal.
Grandes, fieles,
Las promesas que el Señor Jesús ha
dado;
Grandes, fieles,
En ellas para siempre confiaré.
Todo Aquel Que Oye
Todo aquel que oye
vaya a proclamar:
Salvación de gracia
lléguese a aceptar,
Al perdido mundo débese anunciar;
Vé al Salvador Jesús.
El que tiene fe debe procurar
Estas buenas nuevas
siempre anunciar:
Que Jesús nos ama
y quiere perdonar;
Vé al Salvador Jesús.
Todo aquel que quiere
vaya sin tardar,
Franca está la puerta
y podrá entrar;
Cristo es el camino al celestial hogar;
Vé al Salvador Jesús.
El que tiene fe debe procurar
Estas buenas nuevas
siempre anunciar:
Que Jesús nos ama
y quiere perdonar;
Vé al Salvador Jesús.
Firme es la promesa,
oye, pecador;
¿Quieres tú la vida?
Mira al Salvador.
El a todos llama con divino amor;
Vé al Salvador Jesús.
El que tiene fe debe procurar
Estas buenas nuevas
siempre anunciar:
Que Jesús nos ama
y quiere perdonar;
Vé al Salvador Jesús.
Todo Lo Pagó
Yo acudo a ti, Jesús,
Sin fuerzas ni virtud;
En la sangre de tu cruz
Hallo toda plenitud.
Cristo me salvó,
Todo lo pagó;
En pecado me encontró,
Su sangre me limpió.
Cuando en celestial fulgor
En su presencia esté,
Cantaré su gran amor:
El Cordero digno es.
Cristo me salvó,
Todo lo pagó;
En pecado me encontró,
Su sangre me limpió.
Y por siempre brotará
De labios la canción:
“El Cordero digno es”,
Pues obró mi redención.
Cristo me salvó,
Todo lo pagó;
En pecado me encontró,
Su sangre me limpió.
Tú Dejaste Tu Trono y Corona
Tú dejaste tu trono y corona por mí,
Al venir a Belén a nacer;
Mas a ti no fue dado el entrar al
mesón.
Y en establo te hicieron nacer.
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
Pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
Pues en él hay lugar para ti.
Alabanzas celestes los ángeles dan,
En que rinden al Verbo loor;
Mas humilde viniste a la tierra, Señor,
A dar vida al más vil pecador.
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
Pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
Pues en él hay lugar para ti.
Siempre pueden las zorras sus
cuevas tener,
Y las aves sus nidos también;
Mas el Hijo del hombre no tuvo un
lugar
En el cual reclinara su sien.
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
Pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
Pues en él hay lugar para ti.
Alabanzas sublimes los cielos darán,
Cuando vengas glorioso de allí,
Y tu voz entre nubes dirá: “Ven a mí,
Que hay lugar junto a mí para ti.”
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
Pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
Pues en él hay lugar para ti.
Tu Pueblo Jubiloso
Tu pueblo jubiloso
Se acerca a ti, Señor,
Y con triunfantes voces
Hoy canta tu loor;
Por todas tus bondades,
Que das en plenitud,
Tu pueblo humildemente
Te expresa gratitud.
Acceso a ti, oh Padre,
Tenemos por Jesús;
Sin verte en tu gloria
Gozamos santa luz.
Aunque eres infinito,
Excelso Creador,
Habita en nosotros
Tu Espíritu, Señor.
Oh Cristo, te alabamos
De todo corazón;
En ti tenemos vida
Y eterna salvación.
Tu gracia nos derrama
Constante bendición;
Te damos honra, gloria
Y fiel adoración
Tuyo Soy Jesús
Tuyo soy, Jesús, ya tu voz oí,
Cual mensaje de tu paz;
Y deseo en alas de fe subir
Y más cerca estar de ti.
Más cerca, cerca de tu cruz
Llévame, oh Salvador;
Más cerca, cerca, cerca de tu cruz
Do salvaste al pecador.
A seguirte en pos me consagro hoy,
Impulsado por tu amor;
Y mi espíritu, alma y cuerpo doy,
Por servirte, mi Señor.
Más cerca, cerca de tu cruz
Llévame, oh Salvador;
Más cerca, cerca, cerca de tu cruz
Do salvaste al pecador.
Del amor divino jamás sabré
La sublime majestad,
Hasta que contigo tranquilo esté
En tu gloria celestial.
Más cerca, cerca de tu cruz
Llévame, oh Salvador;
Más cerca, cerca, cerca de tu cruz
Do salvaste al pecador.
Un Dócil Corazón
Tómame, Señor, te pido,
Vengo a ti en sumisión;
A tu obra me dedico,
Ten mi corazón.
Con un dócil corazón
Te entrego todo en el altar;
Mis talentos tuyos son,
Señor, te quiero alabar.
Úsame, Señor, te pido,
Cuando hablo de tu amor,
Por tu Santo Espíritu
Salvando al pecador.
Con un dócil corazón
Te entrego todo en el altar;
Mis talentos tuyos son,
Señor, te quiero alabar.
Mándame, Señor, te pido,
Muéstrame tu voluntad;
Tu presencia es mi motivo
Y necesidad.
Con un dócil corazón
Te entrego todo en el altar;
Mis talentos tuyos son,
Señor, te quiero alabar.
Un Mandamiento Nuevo
Un mandamiento nuevo os doy:
Que os améis unos a otros;
Un mandamiento nuevo os doy:
Que os améis unos a otros;
Como yo os he amado,
Como yo os he amado,
Que os améis también vosotros.
Como yo os he amado,
Como yo os he amado,
Que os améis también vosotros.
Amémonos de corazón
Y de labios no fingidos
Amémonos de corazón
Y de labios no fingidos
Para cuando Cristo venga,
Para cuando Cristo venga,
Estemos apercibidos.
Para cuando Cristo venga,
Para cuando Cristo venga,
Estemos apercibidos.
¿Cómo puedo yo orar
Resentido con mi hermano?
¿Cómo puedo yo orar
Resentido con mi hermano?
Dios no escucha la oración,
Dios no escucha la oración,
Si no estoy reconciliado.
Dios no escucha la oración,
Dios no escucha la oración,
Si no estoy reconciliado.
Una Familia Unida
Que maravilla es tener una familia -
Una familia en Cristo Jesús.
Que maravilla es tener una familia -
Una familia en Cristo Jesús.
Una familia unida, una familia real,
Una familia que ame,
Una familia sin igual.
Una familia unida, una familia real,
Una familia que ame,
Una familia sin igual.
Vamos a Sembrar
En la madrugada el santo evangelio
Sembraremos siempre con amor y fe;
Al pasar el tiempo, luego las gavillas
Hemos de llevar al Dueño de la mies.
Vamos a sembrar, vamos a sembrar,
Vamos a sembrar semilla del amor;
Luego al cosechar, luego al
cosechar,
Las gavillas llevaremos al Señor.
Aunque haga sol y aunque haga
sombra,
Siempre sembraremos con gran
devoción;
Y allá veremos fruto del trabajo:
Almas disfrutando eterna redención.
Vamos a sembrar, vamos a sembrar,
Vamos a sembrar semilla del amor;
Luego al cosechar, luego al
cosechar,
Las gavillas llevaremos al Señor.
Mucho es el trabajo de sembrar la
tierra
Con el evangelio de la salvación;
Para los obreros fieles Dios promete
Que recibirán eterno galardón.
Vamos a sembrar, vamos a sembrar,
Vamos a sembrar semilla del amor;
Luego al cosechar, luego al
cosechar,
Las gavillas llevaremos al Señor.
Ve Dilo en las Montañas
Ve, dilo en las montañas,
En todas partes y alrededor;
Ve, dilo en las montañas,
Que Cristo el Rey nació.
El mundo ha esperado
Que Cristo el Rey de paz,
Viniera a esta tierra
Trayéndole solaz.
Ve, dilo en las montañas,
En todas partes y alrededor;
Ve, dilo en las montañas,
Que Cristo el Rey nació.
Llegó como un niño
De noche en Belén;
Del cielo las estrellas
Le alumbraron también.
Ve, dilo en las montañas,
En todas partes y alrededor;
Ve, dilo en las montañas,
Que Cristo el Rey nació.
Y los que son de Cristo
Debieran proclamar,
Que Cristo al mundo vino
Los hombres a salvar.
Ve, dilo en las montañas,
En todas partes y alrededor;
Ve, dilo en las montañas,
Que Cristo el Rey nació.
Ved la Mañana
Ved la mañana llena de luz;
La esperanza del mundo en
Jerusalén.
Ved el sepulcro, resplandeció,
Ángeles anunciando ¡Resucitó!
¡Oh que gran plan de amor,
Con dolor Él pagó nuestra
redención!
No escatimó ser Dios y Señor,
Él murió y resucitó.
María llora, “¿Dónde está Él?”
¡Ve la tumba, el Señor ya resucitó!
¡Vive el Maestro, se levantó
Como Él prometió en Jerusalén!
La voz de Dios oí en Jesús;
Mi Señor vive hoy en mí.
Un canto nuevo hay en mi ser,
¡El Señor Resucitó!
Igual al Padre, Cristo Jesús,
Se humillo, Él murió y se levantó.
Rey coronado de majestad,
Démosle toda gloria y autoridad.
Oh, muerte, ¿dónde está tu poder?
¡El Señor lo desvaneció!
Aquellos que el Señor redimió,
Reinaremos junto a Él.
Ven Amigo a Jesús
Ven, amigo, a Jesús,
Pues él murió por ti;
Recibirás la luz que quiere darte a ti.
Mi buen Jesús murió
Y él te dará el perdón;
Abre tu corazón y dulce paz tendrás.
Día fatal vendrá
cuando no habrá lugar;
La puerta se abre hoy,
y tú podrás entrar.
Mas gracia ya no habrá,
Pues la desprecias hoy;
Acepta, pecador,
la salvación de Dios.
Las manos del Señor
Se abren hoy para ti;
Ven y confía en él, y tú serás feliz.
Tus penas pon en Dios,
Pues él las llevará;
Y no tendrás pesar, sino consolación.
Día fatal vendrá
cuando no habrá lugar;
La puerta se abre hoy,
y tú podrás entrar.
Mas gracia ya no habrá,
Pues la desprecias hoy;
Acepta, pecador,
la salvación de Dios.
Ven Amigo Al Dulce Jesús
Ven, amigo, al dulce Jesús,
Y feliz para siempre serás,
Pues si tú le buscares con fe,
Al divino Señor hallarás.
Ven al él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador;
Ven a él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador.
Si cual hijo que necio pecó,
Vas buscando a sus pies compasión,
Tierno Amigo en Jesús hallarás,
Y tendrás en sus brazos perdón.
Ven al él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador;
Ven a él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador.
Ovejuela, regresa al redil,
¡Al amparo de Cristo el Señor!
Y en los hombros llevada serás
Por tan dulce y amante Pastor.
Ven al él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador;
Ven a él, ven a él,
Que te espera tu buen Salvador.
Ven Contempla El Gran Misterio

Ven contempla el gran misterio,


El amanecer del Rey;
Alabado en el cielo,
Se vistió de humanidad.
A este mundo de tinieblas,
Esa luz de vida entró.
Mira a Cristo, hecho hombre,
Para darnos redención.
Ven contempla el gran misterio,
El perfecto Hijo de Dios;
En su vida y sufrimiento,
En pecado no cayó.
Mira a Adán, el verdadero,
Salvador del hombre infiel.
Cristo el firme cumplimiento,
De la Ley, la Roca es Él.
Ven contempla el gran misterio,
Cristo alzado en una cruz;
En lugar de pecadores,
Traspasado fue Jesús.
Mira el precio por salvarnos,
Mira el plan de redención.
Lleva a muchos a la gloria,
Oh cuán vasto, inmenso amor.
Ven contempla el gran misterio,
Dios de vida que murió;
Mas la tumba fue vencida,
Gloria al Padre, Él vivo está.
¡Oh, esperanza tan segura!
Vida eterna nos dará.
El Señor resucitado,
Cuando venga a reinar.
Venid, Fieles Todos
Venid, fieles todos,
a Belén marchemos:
de gozo triunfantes,
henchidos de amor.
Y al Rey de los cielos
contemplar podremos:
Venid, adoremos,
Venid, adoremos,
Venid, adoremos a Cristo el Señor.
El que es Hijo eterno
del eterno Padre,
y Dios verdadero
que al mundo creó,
Al seno humilde
vino de una madre:
Venid, adoremos,
Venid, adoremos,
Venid, adoremos a Cristo el Señor.
En pobre pesebre
yace reclinado.
Al hombre ofrece
eternal salvación,
El santo Mesías,
Verbo humanado:
Venid, adoremos,
Venid, adoremos,
Venid, adoremos a Cristo el Señor.
Cantad jubilosas,
célicas criaturas:
Resuene el cielo
con vuestra canción:
¡Al Dios bondadoso
gloria en las alturas!
Venid, adoremos,
Venid, adoremos,
Venid, adoremos a Cristo el Señor.
Venid, Glorificad a Dios
Venid glorificad a Dios, el Padre del
Señor;
En Cristo Él nos derramó Su eterna
bendición.
Sin manchas puros en Su luz, nos
destinó a ser
Sus hijos adoptados por la sangre
de Jesús.
Te daremos la gloria
Por Tu gracia, bondad y amor.
Te daremos la gloria
¡Eres el Salvador!
Venid glorificad a Dios que en Cristo
gracia da.
Lavadas nuestras culpas son
tenemos redención.
En Él Dios ya nos reveló Su eterna
voluntad;
Que sea Cristo el Señor Su plan se
cumplirá.
Te daremos la gloria
Por Tu gracia, bondad y amor
Te daremos la gloria
¡Eres el Salvador!
Venid glorificad a Dios, creyentes
del Señor.
El sello de Su Espíritu por fe
tenemos hoy.
Él garantiza nuestra fe hasta el día
final.
Nos uniremos a alabar a nuestro
trino Dios.
Te daremos la gloria
Por Tu gracia, bondad y amor
Te daremos la gloria
¡Eres el Salvador!
Ver Tu Hermosura, Oh Jesús
A Cristo vimos por la fe,
Al fiel Cordero celestial,
Que se entregó por el pecar;
Y el Padre nos hizo renacer.
Ver tu hermosura, oh Jesús,
Nos trajo justificación,
Trae santidad mirar aún más,
Y allá en el cielo, la perfección.
A Cristo contemplamos hoy,
Y nos transforma la Verdad.
Su Espíritu con potestad,
Nos lleva ser como el Señor.
Ver tu hermosura, oh Jesús,
Nos trajo justificación,
Trae santidad mirar aún más,
Y allá en el cielo, la perfección.
A Cristo un día yo veré,
En su gloriosa majestad.
Le esperaré en santidad,
Y al verlo, tal como Él seré.
Ver tu hermosura, oh Jesús,
Nos trajo justificación,
Trae santidad mirar aún más,
Y allá en el cielo, la perfección.
Victoria en Cristo

Oí bendita historia,
De Jesús quien de su gloria,
Al Calvario decidió venir
Para salvarme a mí.
Su sangre derramada
Se aplicó feliz a mi alma,
Me dio victoria sin igual
Cuando me arrepentí.
Ya tengo la victoria,
Pues Cristo me salva.
Buscóme y compróme
Con su divino amor.
Me imparte de su gloria,
Su paz inunda mi alma;
Victoria me concedió
Cuando por mí murió.
Oí que en amor tierno,
Él sanó a los enfermos;
A los cojos los mandó correr,
Al ciego lo hizo ver.
Entonces suplicante
Le pedí al Cristo amante,
Le diera a mi alma la salud
Y fe para vencer.
Ya tengo la victoria,
Pues Cristo me salva.
Buscóme y compróme
Con su divino amor.
Me imparte de su gloria,
Su paz inunda mi alma;
Victoria me concedió
Cuando por mí murió.
Oí que allá en la gloria,
Hay mansiones de victoria,
Que su santa mano preparó
Para los que él salvó.
Espero unir mi canto
Al del grupo sacrosanto,
Que victorioso rendirá
Tributo al Redentor.
Ya tengo la victoria,
Pues Cristo me salva.
Buscóme y compróme
Con su divino amor.
Me imparte de su gloria,
Su paz inunda mi alma;
Victoria me concedió
Cuando por mí murió.
Vida Abundante
Vida abundante Jesús ofrece,
Vida triunfante de día en día;
El es la fuente de vida eterna
que brota siempre en mi corazón.
En la cruz murió mi Jesús;
Con su muerte vida me dio;
Por su gracia me transformó
Y la vida abundante me concedió.
Vida abundante Jesús ofrece,
Vida triunfante de día en día;
El es la fuente de vida eterna
que brota siempre en mi corazón.
La mujer que fue y tocó
El vestido del Señor;
Por su fe salud recibió
Y la vida abundante Jesús le dio.
Vida abundante Jesús ofrece,
Vida triunfante de día en día;
El es la fuente de vida eterna
que brota siempre en mi corazón.
En la cruz pidió el malhechor
De su alma la salvación;
Vida eterna pudo alcanzar,
Pues la vida abundante Jesús le dio.
Vida abundante Jesús ofrece,
Vida triunfante de día en día;
El es la fuente de vida eterna
que brota siempre en mi corazón.
Visión Pastoral
Eran cien ovejas, las de su rebaño;
Eran cien ovejas que amante cuidó,
Pero una tarde al contarlas todas
Le faltaba una, le faltaba una y triste
lloró.
Las noventa y nueve dejó en el
aprisco,
Y por la montaña a buscarla fue;
La encontró llorando, temblando de
frío;
Ungió sus heridas, la cargó en sus
hombros y al redil volvió.
Esta antigua historia vuelve a
repetirse;
Hay aún ovejas que errabundas van;
Con el alma rota van por los
collados,
Temblando de frío, vagando en el
mundo, sin Dios y sin luz.
Pero todavía existen pastores
Que por la montaña a buscarlas van,
Y cuando las hallan las traen al
camino,
Al camino bueno, la verdad y vida
que es Cristo el Señor.
Si tú eres un alma que sufre
angustia
De sentirse sola en cruel lobreguez,
Hoy te traigo nuevas, nuevas de
gran gozo;
Es el evangelio que salva y redime y
te da la luz.
Sea en la montaña o en la cumbre
agreste,
Ya fuera en el valle o en abismo
cruel,
Cristo el buen Pastor quiere en
pastos verdes
Confortar tu alma, vendar tus
heridas y darte la paz.
Vivo por Cristo
Vivo por Cristo, confiando en su
amor,
Vida me imparte, poder y valor;
Grande es el gozo que tengo por él,
Es de mi senda Jesús guía fiel.
¡Oh Salvador bendito!
Me doy tan sólo a ti,
Porque tú en el Calvario
Te diste allí por mí;
No tengo más maestro,
Yo fiel te serviré,
A ti me doy, pues tuyo soy
De mi alma eterno Rey.
Vivo por Cristo, murió pues por mí;
Siempre servirle yo quisiera aquí;
Porque me ha dado tal prueba de
amor
Quiero rendirme por siempre al
Señor.
¡Oh Salvador bendito!
Me doy tan sólo a ti,
Porque tú en el Calvario
Te diste allí por mí;
No tengo más maestro,
Yo fiel te serviré,
A ti me doy, pues tuyo soy
De mi alma eterno Rey.
Vivo por Cristo doquiera que esté,
Ya por su ayuda sus obras haré;
Pruebas hoy llevo con gozo y amor,
Pues veo en ellas la cruz del Señor.
¡Oh Salvador bendito!
Me doy tan sólo a ti,
Porque tú en el Calvario
Te diste allí por mí;
No tengo más maestro,
Yo fiel te serviré,
A ti me doy, pues tuyo soy
De mi alma eterno Rey.
Vivo sirviendo, siguiendo al Señor;
Quiero imitar a mi buen Salvador.
Busco a las almas hablándoles de él,
Y es mi deseo ser constante y fiel.
¡Oh Salvador bendito!
Me doy tan sólo a ti,
Porque tú en el Calvario
Te diste allí por mí;
No tengo más maestro,
Yo fiel te serviré,
A ti me doy, pues tuyo soy
De mi alma eterno Rey.
Ya Pertenezco a Cristo
Cristo el Señor me ama por siempre,
Mi vida guarda él tiernamente.
Vence el pecado, cuida del mal.
Ya pertenezco a él.
Ya pertenezco a Cristo,
Él pertenece a mí.
No sólo por el tiempo aquí,
Mas por la eternidad.
Cristo bajó del cielo a buscarme;
Cubierto de pecado encontróme:
Me levantó de vergüenzas mil.
Ya pertenezco a él.
Ya pertenezco a Cristo,
Él pertenece a mí.
No sólo por el tiempo aquí,
Mas por la eternidad.
Gozo indecible inunda mi alma.
Ya libertado estoy y mi vida
Llena está de felicidad.
Ya pertenezco a él.
Ya pertenezco a Cristo,
Él pertenece a mí.
No sólo por el tiempo aquí,
Mas por la eternidad.
Yo Canto el Poder de Dios
Yo canto el poder de Dios,
Del Creador, Jesús;
Con su potente voz habló
Y apareció la luz.
Yo canto el poder de aquel
Que en alto puso el sol,
En la pradera el clavel,
En playa el caracol.
Yo canto la bondad de quien
Los árboles plantó;
El mar mantiene en su nivel,
Los pájaros creó.
La maravilla de su amor
La observo por doquier,
Ya mire al cielo en su esplendor
O al oscurecer.
Tus glorias proclamadas son
Por cuánto aquí se ve:
La flor, el viento y el gorrión,
La risa del bebé.
Bien sé que en tu presencia estoy,
Que tú conmigo vas,
Y si al confín del mundo voy,
Tú, Dios, conmigo estás.
Yo Ciego Fui
Yo ciego fui, no pude ver
Gracia en tu rostro herido allí.
Pero ahora la gloria de tu bella faz
Me alumbra y me cambia, Señor, a
mí.
 
Yo sordo fui, no pude oír
Las melodías de tu voz.
Pero ahora te oigo y me gozo en ti
Y tus palabras preciosas son.
Yo mudo fui, no pude hablar
La gracia y gloria de tu ser.
Pero ahora mis labios te alabarán
Pues me has tocado con tu poder.
 Yo muerto fui, no pude hacer
Que mi alma muerta vaya a ti.
Pero ahora que me diste vida a mí
Del mal la victoria tengo sí.
Al ciego has hecho ver, Señor,
Al sordo oír y al mudo hablar.
Al muerto vivificas tú,
Y me libras de mi cautividad.
Yo Quiero Ser Fiel
A los que son sus hijos
Dones les da el Señor;
Y lo que él me ha dado
Es para su labor.
Yo quiero servirle, ser fiel y luchar,
Y ser verdadero en todo lugar,
Ser fiel yo deseo en tempestad,
Un siervo de Cristo con su lealtad.
Vivir por Cristo quiero,
Gozarme en su amor.
Anhelo que me diga:
“Fiel y buen servidor.”
Yo quiero servirle, ser fiel y luchar,
Y ser verdadero en todo lugar,
Ser fiel yo deseo en tempestad,
Un siervo de Cristo con su lealtad.
Si a Jesús servimos,
Sea en humildad,
Y si obedecemos,
Oiremos su llamar.
Yo quiero servirle, ser fiel y luchar,
Y ser verdadero en todo lugar,
Ser fiel yo deseo en tempestad,
Un siervo de Cristo con su lealtad.
Yo Quiero Vencer
Yo quiero vencer, yo quiero triunfar
Por fe en mi Cristo;
Yo quiero obtener, Yo quiero
alcanzar
Corona en el cielo.
Quiero obedecer, fiel siempre servir
A mi Salvador;
Yo quiero vencer, Yo quiero triunfar
Por fe en mi Señor.
Yo quiero vencer, Yo quiero triunfar
Por fe en mi Señor.
Anhelo ir en pos, muy cerca de Dios
Por toda la vida;
Y ante su altar ansío llevar
Otra alma perdida.
¡Qué dicha será ver siempre la faz
de mi Redentor!
Yo quiero vencer, y corresponder a
su gran amor.
Yo quiero vencer, y corresponder a
su gran amor.
Por fe en mi Jesús hoy vivo en la luz
Que lleva al cielo;
No habré de temer, pues Cristo ha
de ser
mi eterno consuelo.
Yo quiero sentir placer de servir
Con abnegación;
Yo quiero triunfar y siempre morar
Allá en su mansión.
Yo quiero triunfar y siempre morar
Allá en su mansión.
Yo Sé a Quién He Creído
No sé por qué la gracia del Señor
Me hizo conocer;
Ni sé por qué su salvación me dio
Y salvo soy por él.
Mas yo sé a quién he creído,
Y es poderoso para guardarme
Y en ese día glorioso
iré a morar con él.
No sé por qué la gracia del Señor
En mí por fe se demostró;
Ni sé por qué si sólo creo en él,
La paz encontraré.
Mas yo sé a quién he creído,
Y es poderoso para guardarme
Y en ese día glorioso
iré a morar con él.
No sé por qué el Espíritu de Dios
Convence de pecar;
Ni sé por qué revela al pecador,
Cuán negra es la maldad.
Mas yo sé a quién he creído,
Y es poderoso para guardarme
Y en ese día glorioso
iré a morar con él.
No sé la hora en que el Señor vendrá;
De día o en oscuridad;
¿Será en el valle o en el mar,
Que mi Jesús vendrá?
Mas yo sé a quién he creído,
Y es poderoso para guardarme
Y en ese día glorioso
iré a morar con él.
Yo Sólo Espero Ese Día
Yo sólo espero ese día
cuando Cristo volverá,
Yo sólo espero ese día
cuando Cristo volverá.
Afán y todo trabajo
para mí terminarán,
Cuando Cristo venga,
a su reino me llevará.
Cuando Cristo venga,
a su reino me llevará.
Ya no me importa que el mundo
me desprecie por doquier,
Ya no soy más de este mundo
soy del reino celestial.
Yo sólo espero ese día
cuando me levantaré
De la tumba fría
con un cuerpo ya inmortal.
De la tumba fría
con un cuerpo ya inmortal.
Entonces allí triunfante
y victorioso estaré,
A mi Señor Jesucristo
cara a cara le veré.
Allí no habrá más tristezas,
ni trabajos para mí,
Con los redimidos
al Cordero alabaré.
Con los redimidos
al Cordero alabaré.
Yo Te Seguiré
Yo te seguiré, Maestro
Por donde guíe tu luz.
Por el valle o tormenta,
Siguiendo siempre tu cruz.
Descanso en ti, creo en ti,
Mi vida entera te doy.
Yo te seguiré, Maestro,
Mi vida dirige hoy.
Viviré por ti, Maestro
En este mundo sin Dios.
Débil soy mas tú eres fuerte,
De ti yo sigo en pos.
Descanso en ti, creo en ti,
Mi vida entera te doy.
Yo te seguiré, Maestro,
Mi vida dirige hoy.
Todo entrego a ti, Maestro
Sin retener nada en mí.
En tu altar yo me consagro
En sacrificio a ti.
Descanso en ti, creo en ti,
Mi vida entera te doy.
Yo te seguiré, Maestro,
Mi vida dirige hoy.

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