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1) El documento es el prólogo escrito por Rubén Darío para la primera edición de su libro de poemas Prosas profanas y otros poemas, publicado en 1890.
2) Darío explica que no desea escribir un manifiesto literario que marque el rumbo de otros poetas, sino que su literatura es personal y cada quien debe encontrar su propio estilo.
3) Además, señala algunas características de los poemas que componen el libro, como la mezcla de elementos religiosos y seculares, y la búsqu
1) El documento es el prólogo escrito por Rubén Darío para la primera edición de su libro de poemas Prosas profanas y otros poemas, publicado en 1890.
2) Darío explica que no desea escribir un manifiesto literario que marque el rumbo de otros poetas, sino que su literatura es personal y cada quien debe encontrar su propio estilo.
3) Además, señala algunas características de los poemas que componen el libro, como la mezcla de elementos religiosos y seculares, y la búsqu
1) El documento es el prólogo escrito por Rubén Darío para la primera edición de su libro de poemas Prosas profanas y otros poemas, publicado en 1890.
2) Darío explica que no desea escribir un manifiesto literario que marque el rumbo de otros poetas, sino que su literatura es personal y cada quien debe encontrar su propio estilo.
3) Además, señala algunas características de los poemas que componen el libro, como la mezcla de elementos religiosos y seculares, y la búsqu
Primera edición: Prosas profanas y otros poemas: Buenos
Aires: Imprenta Pablo E. Coni e Hijos, 1890. (Esta edición fue patrocinada por Carlos Vega Belgrano a quien Darío dedica el libro). Después de Azul… después de Los raros, voces insinuantes, buena y mala intención, entusiasmo sonoro y envidia subterránea -todo bella cosecha- solicitaron lo que, en conciencia, no he creído fructuoso ni oportuno: un manifiesto. Ni fructuoso ni oportuno:
a) Por la absoluta falta de elevación mental de la mayoría pensante de
nuestro continente, en la cual impera el universal personaje clasificado por Remy de Gourmont con el nombre de Celui-qui-ne- comprend-pas. Celui-qui-ne-comprend-pas es entre nosotros profesor, académico correspondiente de la Real Academia Española, periodista, abogado, poeta rastaquouer.
b)Porque la obra colectiva de los nuevos de América es aún
vana, estando muchos de los mejores talentos en el limbo de un completo desconocimiento del mismo Arte a que se consagran.
c) Porque proclamando, como proclamo, una estética acrática, la
imposición de un modelo o de un código, implicaría una contradicción. Yo no tengo literatura «mía» -como lo ha manifestado una magistral autoridad-, para marcar el rumbo de los demás: mi literatura es mía en mí; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal y, paje o esclavo, no podrá ocultar sello o librea. Wagner a Augusta Holmes, su discípula, le dijo un día: «lo primero, no imitar a nadie, y sobre todo, a mí». Gran decir. * Yo he dicho, en la misa rosa de mi juventud, mis antífonas, mis secuencias, mis profanas prosas. -Tiempo y menos fatigas de alma y corazón me han hecho falta, para, como un buen monje artífice, hacer mis mayúsculas dignas de cada página del breviario. (A través de los fuegos divinos de las vidrieras historiadas, me río del viento que sopla afuera, del mal que pasa). Tocad, campanas de oro, campanas de plata, tocad todos los días llamándome a la fiesta en que brillan los ojos de fuego, y las rosas de las bocas sangran delicias únicas. Mi órgano es un viejo clavicordio pompadour, al son del cual danzaron sus gavotas alegres abuelos; y el perfume de tu pecho es mi perfume, eterno ¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África, o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ser, a despecho de mis manos de marqués: mas he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer; y a un presidente de República no podré saludarle en el idioma en que te cantaría a ti, ¡oh Halagabal! de cuya corte -oro, seda, mármol- me acuerdo en sueños… (Si hay poesía en nuestra América ella está en las cosas viejas, en Palenke y Utatlán, en el indio legendario, y el inca sensual y fino, y en el gran Moctezuma de la silla de oro. Lo demás es tuyo, demócrata Walt Whitman.) Buenos Aires: Cosmópolis. El abuelo español de barba blanca me señala una serie de retratos ilustres: «Este, me dice, es el gran don Miguel de Cervantes Saavedra, genio y manco; este es Lope de Vega, este Garcilaso, este Quintana». Yo le pregunto por el noble Gracián, por Teresa la Santa, por el bravo Góngora y el más fuerte de todos, don Francisco de Quevedo y Villegas. Después exclamo: ¡Shakespeare! ¡Dante! ¡Hugo!… (Y en mi interior: ¡Verlaine…!)
Luego, al despedirme: «Abuelo, preciso es decíroslo:
mi esposa es de mi tierra; mi querida, de
París». * ¿Y la cuestión métrica? ¿Y el ritmo? La gritería de trescientas ocas no te impedirá, silvano, tocar tu encantadora flauta, con tal de que tu amigo el ruiseñor esté contento de tu melodía. Cuando él no esté para escucharte, cierra los ojos y toca para los habitantes de tu reino interior. ¡Oh pueblo de desnudas ninfas, de rosadas reinas, de amorosas diosas! Cae a tus pies una rosa, otra rosa, otra rosa. ¡Y besos! * Y, la primera ley, creador: crear. Bufe el eunuco; cuando una musa te dé un hijo, queden las otras ocho encinta. FIN Cosmopolitismo: Si en Azul… ya se vislumbra la pasión por los paisajes culturales exóticos y elegantes, es en Prosas Profanas donde adquiere mayor dimensión, el poeta renuncia a la realdad y prefiere la exaltación del arte por el arte.
Eclecticismo: la combinación de elementos religiosos y elementos
seculares. Desde el título, Darío se propone incomodar no solo a los poetas tradicionalistas, también a la sociedad misma. Igualmente mezcla simbolismo y parnasianismo, influencias españolas y francesa, sensualidad y transcendentalidad.
repeticiones, enumeraciones, son algunos de los que se vale Darío para crear una poesía musical: «bajo el ala aleve del leve abanico», “...la libélula vaga de una vaga ilusión.” Innovación métrica: El afán renovador de Darío lo lleva a romper los moldes tradicionales, para remozar la métrica española. Y si el dominio de la rima le permite alcanzar la musicalidad, también trabaja su poiesis con puro ritmo y rima interiores.
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE PROSAS
*Preocupación metafísica: Las grandes preocupaciones filosóficas y religiosas, sus propias visiones de la vida y de la muerte, del misterio, del más allá están condensadas en un gran poema: “Coloquio de los centauros”. Así, lo enigmático para significar y expresar el sentimiento religioso: “Ni es la torcaz benigna, ni es el cuervo protervo:/son formas del Enigma la paloma y el cuervo.”
*Actitud iconoclasta: Es la manera de enfrentar una realidad apegada a lo tradicional, a lo conservador, con un lenguaje y un contenido que sorprendió a los más tímidos y asustó a los timoratos más recalcitrantes. Ya vimos cómo el título de Prosas profanas escandalizó a muchos.
Erotismo/Sensualidad: Para el contexto en el que Darío publica PP
este es considerado blasfemo, atrevido, casi pornográfico. Ya desde el prólogo alude a que su ideal es la musa de carne y hueso, la mujer concreta. Clara está la mente mía Señora, Amor es violento, de llamas de amor, señora, y cuando nos transfigura como la tienda del día nos enciende el pensamiento o el palacio de la aurora. la locura. Y al perfume de tu ungüento te persigue mi ventura, No pidas paz a mis brazos y me enciende el pensamiento que a los tuyos tienen presos: la locura. son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; Mi gozo tu paladar y sería vano intento rico panal conceptúa, el tornar mi mente obscura como en el santo Cantar: si me enciende el pensamiento Mel et lac sub lingua tua. la locura. La delicia de tu aliento en tan fino vaso apura, y me enciende el pensamiento la locura. Plano formal:
El poema es un soneto de versos
alejandrinos que se dividen en dos Yo adoro a una sonámbula con alma de Eloísa hemistiquios. El tipo de rima es el virgen como la nieve y honda como la mar; serventesio. En el poema predominan su espíritu es la hostia de mi amorosa misa las vocales abiertas que generan una y alzo al son de una dulce lira crepuscular. lectura solemne. En cuanto al léxico este es culto y mezcla conceptos paganos con términos religiosos. En el Ojos de evocadora, gesto de profetisa, segundo verso tenemos dos en ella hay la sagrada frecuencia del altar; comparaciones construidas de forma su risa es la sonrisa suave de Monna Lisa, sintáctica similares para generar ritmo. sus labios son los únicos labios para besar. La metáfora espíritu es hostia de una amorosa misa sobresale también el Y he de besarla un día con rojo beso ardiente; silabeo por la aliteración del sonido de apoyada en mi brazo como convaleciente la «s» que busca realzar el sonido de la lira crepuscular. En la segunda estrofa me mirará asombrada con íntimo pavor; se le siguen atribuyendo elementos divinos a la amada: evocadora, la enamorada esfinge quedará estupefacta, profetisa, estas son metáforas. En el apagaré la llama de la vestal intacta verso 3 vemos la aliteración ¡y la faunesa antigua me rugirá de amor! nuevamente de «s» que hace énfasis en la suavidad de la risa de esta enigmática mujer que se parece a la Monna Lisa de Davinci. En el último verso tenemos una reduplicación en la palabra labios que se extiende en el políptoton besar/besarla/beso. Plano del contenido
El poema es en sí una parodia del lenguaje litúrgico. Desde el
título el autor se apropia de una locución latina utilizada en la misa por el sacerdote cuando les dice a sus feligreses «idos, la misa ha terminado». En este poema la misa no es una liturgia sino un acto amoroso erótico, en el que el sujeto de adoración no es un dios, sino una mujer. Sin embargo la actitud del yo lírico no es de contemplación ni idealización romántica, el hablante también actúa porque anhela su posesión. El erotismo más que sutil y sublime es perverso y blasfemo: pavor, estupefacta, llama y rugirá.