Argumento

Rogelio fue presuntamente fusilado junto a otros diez hombres al principio

de la Guerra Civil, pero logró escapar y tras luchar en la Segunda Guerra
Mundial en el bando aliado y estar encerrado en un campo de
concentración, se va a latinoamérica, concretamente a Colombia, donde
conocerá a su futura esposa, una bella y rica heredera, y con la que tendrá
una hija. Todos los meses le envía dinero a su hermana, que todavía vive en
el pueblo y se cartean para contarse las últimas novedades de su vida.
Con la llegada de la democracia y con motivo de las primeras elecciones
democráticas, Rogelio le comunica a su hermana que piensa visitar el
pueblo. Su hermana al principio reacciona con miedo porque piensa que su
hermano quiere regresar para vengarse y, luego, porque todavía en las
calles hay mucho miedo, aunque ahora haya llegado la democracia.
Pero Rogelio no busca venganza, solo quieres descubrir cómo pudo salvar la
vida el día del fusilamiento y quiénes los delató. Además, ya que tiene
mucho dinero, tiene planes para mejorar la vida de los vecinos del pueblo.
Además con ello quiere acabar con la carrera política del alcalde, hijo del
anterior alcalde y quien dio la orden de fusilarlos. ¿Logrará Rogelio sus
objetivos?
El beso azul es una lectura recomendable que reflexiona sobre las heridas
todavía abiertas por la Guerra Civil y que no se cerrarán mientras que haya
victimas de los dos bandos sin reconocer por una insuficiente memoria ley
histórica, que reconozca los horrores de la dictadura y repare el honor de
todas las víctimas.
Por otro lado, refleja cómo es mejor una actitud de perdón y no de
venganza y de enfrentamiento entre vecinos, lo que parece no entender
nuestros dirigentes políticos, divididos en el maniqueísmo de los dos
bandos y que son incapaces de ponerse de acuerdo para reparar el honor
de las víctimas.
Esta obra es recomendable para el alumnado de 1º de bachillerato para que
conozcan los horrores de la guerra y sus terribles consecuencias. Además
les permite reflexionar sobre la necesidad de adoptar valores democráticos
y solucionar los problemas mediante el diálogo, buscando llegar a acuerdos
con los demás, aceptando su forma diferente de pensar; pero anteponiendo
los intereses colectivos, a los individuales o grupales para el que país pueda,
por fin, pedir perdón por los desmanes cometidos y, así, construir un futuro
en común, donde quepan todas las opiniones, siempre desde el respeto a
los demás y los derechos y deberes fundamentales.