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Una guerra infinita: Reseña al informe de María Wills Los tres

nudos de la guerra colombiana

Camila Agudelo Vélez


Cc 1000919530
Escuela Interamericana de Bibliotecología
Universidad de Antioquia

María Emma Wills Obregón, asesora del Centro Nacional de Memoria

Histórica, hace público este escrito en el año 2015, un informe crítico, que plantea

una mirada del conflicto colombiano como el resultado de enfrentamientos de

diversos actores, cuyos intereses (políticos, económicos) privados arrasan con la

población más vulnerable que inmersa en esta lucha de poder terminan

entretejiendo “nudos” que con cada nuevo actor, con cada nueva generación se

hacen más difícil de soltar y han logrado atar hasta hoy generaciones tras

generaciones. María Emma Wills propone esta analogía con nudos por la dificultad

de desligar cada situación que integran el conflicto colombiano, y que con el paso

del tiempo desatarlo ha sido una de los retos sociales y políticos sin logro, y de

esto da cuenta la memoria de las víctimas.

La estructura planteada por la autora en tres partes: (i) la singularidad colombiana,

(ii) la guerra contemporánea, y (iii) lo que las víctimas nos enseñan: una guerra

con pasado pero sin futuro, busca generar en el lector una ubicación desde la

comprensión del origen, la evolución y la percepción de quienes han vivido en

carne propia el conflicto colombiano, dejando así en firme su postura crítica e


informativa de este hecho que ha hecho parte de la historia, del presente y del

futuro de una nación.

Desde antes de 1900, Colombia ha sido un país golpeado por la violencia y por la

lucha entre ideologías que se han perpetuado y transformando un poco a lo largo

de su historia. Los inicios de esta aparentemente interminable violencia se podrían

ubicar en la guerra de los 1000 días, dónde la vida de muchos colombianos se

perdió en medio de enfrentamientos de liberales y conservadores.

María Emma Wills, en su informe “Los tres nudos de la guerra colombiana” da

cuenta de todos los antecedentes de esta realidad de violencia en Colombia y

esos tres momentos “claves” en los que dicha guerra ha cambiado aparentemente

o sus actores se han transformado sin dejar su esencia.

Hablar de un nudo en el contexto de una guerra, según Wills, es señalar que los

problemas y conflictos “responden a relaciones e interacciones que se tejen entre

actores y se enredan”. Sin embargo, está la claridad que buscar una relación o

reiteración de varios nudos no se buscan patrones que definan una “cultura de la

violencia”.

Con la conformación de los partidos liberal y conservador alrededor de 1850, los

cuales principalmente estaban divididos por sus intereses económicos, dio lugar a

que en país para el siglo XIX se hubiesen presentado ocho guerras a nivel

nacional y catorce a nivel regional; situación que reforzó la idea entre los

colombianos, de que su adversario político era el enemigo.


Para la época se generó debido a esas dinámicas partidistas toda una polarización

entre la derecha y la izquierda al punto que el Gobierno Central no tenía su propio

Ejército, dejando al Estado con grandes limitaciones de regulación social y política

dentro de las distintas regiones del país.

Para los años 20 el escenario colombiano se llena de distintas manifestaciones y

su vez del surgimiento de los primeros partidos políticos de izquierda. La

participación de indígenas y campesinos fue notoria en dichas manifestaciones en

las que se evidenciaron encuentros nacionales, tomas callejeras e invasiones de

tierras.

Todo esto surge efecto en transformaciones de políticas nacionales, fortaleciendo

nuevamente la enemistad entre ambas corrientes políticas (liberales y

conservadores), uniéndose a todo esto la iglesia católica, los nuevos grupos

liberales y el ejército que para la época era conservador. Surge el Frente Nacional.

La violencia continúa, y llega a Colombia un gobierno militar con un régimen

autoritario, imponiendo a las élites un convenio que lo que surge al final de este es

una dictadura de Rojas Pinilla disfrazado de una democracia; hoy más de 6

décadas después con un gobierno que busca democratizar el conflicto, y desatar

los nudos formados tras años de atropello y violencia, concluye la autora “Las

víctimas y la sociedad (…) buscan además que en un esfuerzo mancomunado de

fuerzas institucionales y sociales (…) deshacer los nudos que reconozcan en el

contradictor un adversario y no un enemigo que es necesario eliminar”, no

obstante nada está más lejos de tal requerimiento.(subrayas fuera de texto)


El informe presentado por la autora 6 años atrás, que muestra un mapa histórico

del conflicto colombiano y las memorias de las víctimas, bien podría leerse hoy

como una crónica que vuelve a repetirse; pues situaciones como la presentada en

el 54 hoy se viven en las calles colombianas, donde la represión desmedida de la

fuerza pública tiñe de sangre de jóvenes estudiantes, mujeres y minorías étnicas

que gritan clamando justicia social, ante un Estado “Social de Derecho”que ha

olvidado que la paz no está en firmar un papel, está es escuchar a quienes

reclaman un verdadero cambio.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Obrgón, M. E. (2015). Los tres nudos de la guerra colombiana:un campesinado sin


representación política, una polarización social en el marco de una
institucionalidad fracturada, y unas articulaciones perversas entre regiones y
centro. Medellín: Universidad de Antioquia.

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