Su mirada crítica de la posmodernidad para la

ética discursiva: La Ilustración como “proyecto

incompleto”

Jürgen Habermas

Foto de English: photographer: Wolfram Huke at en.wikipedia , http://wolframhuke.de / CC BY-SA 3.0

 Pensamiento

La crítica a la
Ilustración
Contenido
Referencias

Enlaces
externos
 Pensamiento
Theodor Adorno, mentor de Jurgen
Habermas en la Escuela de Frankfurt.

Foto de Jeremy J. Shapiro / CC BY-SA 3.0

 Entre los estudios sociales críticos y la
hermenéutica

Habermas parte de una crítica del marxismo con una idea reconstructiva, regeneradora, restauradora
de la racionalidad crítica. Concibe una comunidad de bienes sociales, de plena comunicación basada
en el desarrollo de la cultura democrática, en la ética y el derecho.
El marxismo, dice Habermas, se había centrado en exceso en el plano material y económico, por lo
que era necesario reconducirlo a través de la ética del discurso, mediante la acción comunicativa.
 El lenguaje permite el conocimiento y la
A través de la teoría de la acción comunicativa
comprensión, es el eje de la consciencia
traza una teoría universal de la sociedad.
transformadora social. En la acción
Busca reconstruir la ética con un espacio de
comunicativa se busca una sociedad reflexiva
entendimiento y consenso, como base de un
y libre, que se une por el conocimiento y no
nuevo pacto social. Es una filosofía para la
por la imposición o el temor. En el lenguaje
transformación social, apoyada en la
está la base de la democracia, porque permite
comunicación través de la filosofía del
una comunicación e interacción eficaz,
lenguaje.
equilibrada y libre.
 Habermas en su análisis crítico de la
ciencia distingue distintos planos en los
que ésta se plasma, de modo las ciencias
empíricas se autosatisfacen en la lógica
objetiva o en el plano técnico, mientras
que en las ciencias sociales, mediante su
lógica interpretativa, tienen un carácter
liberador y de profundización en el
progreso del ser humano.
Habermas advierte del valor ideológico y
de discurso dominante que adquiere la
ciencia y la técnica en la sociedad actual. El
positivismo científico ha logrado una
reducción del conocimiento al dominio
técnico y una expulsión del conocimiento
ético y de la razón reflexiva, como
instrumentos propios de una etapa que se
dice que ha sido superada: la modernidad.
 La sociedad tiene dos planos superpuestos –el
mundo de la vida y el sistema social-, caracterizados
por la racionalidad y la complejidad. La complejidad
creciente del sistema social dirige el mundo de la
vida, degradando sus atributos más significativos: la
libertad, la identidad, la memoria, el sentido natural
de la existencia. El sistema es regulado por el
mercado y por el conjunto de instrumentos
institucionales y estratégicos –en especial a través de
los medios- que lo conforman, reduciendo así el
espacio público, la esfera cívica de la innovación, la
expresión libre en la cultura democrática.
Habermas se pregunta si es posible plasmar un
sistema social en el que las inquietudes de la opinión
pública, sus anhelos y proyectos, tengan una acceso
al plano de la acción política, a la gestión. Es decir, si
es posible superar la regulación administrativa de la
democracia por una democracia autoconstructiva,
guiada por la interacción comunicativa de los
individuos (ciudadanos y extranjeros) que la integran.
Para Habermas la ‘cuestión de la modernidad’
no queda resuelta con la ruptura ideológica de
la racionalidad o el desarme postmoderno.
Postmodernismo que JH sitúa en el plano de
las ideologías conservadoras, donde priman
las ilusiones que entierran la dialéctica de la
historia sin que aún, en la realidad social, se
sinteticen los valores de la emancipación y del
consenso o se alcance una comunidad de
comunicación libre –‘comunidad ideal de
comunicación’-, un espacio ético o un ‘mundo
de la vida’ descrito por valores compartidos.
La modernidad, como escenario meta o de
superación de las contradicciones que marcan
la historia, está lejos aún de alcanzar su efecto
emancipador, al tiempo que el capitalismo
avanzado oculta sus contradicciones con
simulaciones de la realidad y liberaciones
virtuales que hacen palidecer la observación
crítica del tiempo presente.
La posmodernidad es una antimodernidad: tal afirmación describe una
corriente emocional que penetró en la vida intelectual con teorías de la
postilustración, posmodernidad y posthistoria.

La división “posmoderna” entre antiguos y modernos, no es

posmoderna, sino del análisis de la literatura de la recepción (Hans
Robert Jauss), como recepción (y vigencia) de lo clásico, como algo
siempre moderno, siempre actual. La modernidad como
“proyecto incompleto”
(1980, conferencia por
El término “moderno” siempre reapareció en Europa cada vez que
el Premio Theodor
se iniciaba una relación renovada con los antiguos: siglo XII (Carlos Adorno)
el Grande), siglo XVII (Francia), siglo XIX (los románticos).

La modernidad creó su propio canon sobre “los clásicos”,

renovando la relación entre clásico y moderno sin referencias
históricas fijas.
 Modernidad cultural y modernización de la sociedad
El progreso tecnológico
produjo cambios y bienestar
en la vida de la sociedad, al
mismo tiempo que produjo
el horror de la humanidad
ante si misma.
Su consecuencia: el
neoconservadurismo, que
dirige hacia el modernismo ello posibilita transmitir una
cultural la carga de la
modernización capitalista
exitosa en la economía, por
tanto enfocan su crítica en
el hedonismo, la falta de
identificación social,
narcisismo, competencia
por el éxito.
Habermas propone una
racionalidad comunicativa:
tradición cultural de
integración social y con
socialización en la
diversidad y respeto a los
derechos humanos
cosmopolitas.
 La modernidad y el proyecto de la Ilustración

La modernidad fue unida al desarrollo del arte europeo (como “proyecto de modernidad”), sus
principios fueron aspectos de validez: verdad, rectitud normativa, autenticidad, belleza.

La modernidad pautó modos expresivos de la religión y la metafísica en tres esferas

autónomas: ciencia, moralidad, arte (cfr. P. 28)

En la Ilustración aparecen las estructuras de la racionalidad cognoscitiva-instrumental,

moral-práctica y estética-expresiva, lógica que hizo aumentar la distancia entre la cultura
de los expertos y la del público en general.

La modernidad ilustrada permitiría una acumulación de cultural para enriquecer la vida

cotidiana y organizar racionalmente la vida cotidiana de las sociedades contemporáneas.
 Debilidades (y fuerzas) de la modernidad
ilustrada

Para lograr una Lograr una vida cotidiana

La promesse de bonheur de racionalizada es posible
la Ilustración, se limitó a la racionalidad ilustrada,
debían reforzarse la salvando la sociedad del
esfera del arte, que al empobrecimiento cultural
devenir elitista, no tuvo la comunicación cotidiana,
los significados mediante una praxis
fuerza social que requerían cotidiana de interacción
los ideales emancipatorios cognoscitivos, las
expectativas morales y las libre entre lo cognoscitivo,
de la Ilustración. lo moral-práctico y lo
expresiones subjetivas del
hombre capaz de pensar estético-expresivo.
por si mismo con mayoría
de edad.
 • Habermas, J. “La modernidad, un proyecto
incompleto” en La Posmodernidad (Hal Foster,
editor).
Referencias • https://www.infoamerica.org/teoria/habermas
1.htm
• http://www.philosophica.info/voces/habermas/
Habermas.html