Está en la página 1de 3

AGUSTÍN PRESBÍTERO

A principios del año 391, San Agustín hizo un viaje a


Hipona. El obispo de esta ciudad llamado Valerio,
debido a su avanzada edad no podía atender a los
cristianos. Todos estaban convencidos de que era
necesario colocar al frente de la Iglesia de Hipona a un
hombre joven, activo, originario del lugar y, sobre todo,
capaz de oponerse a los herejes que abundaban por la
ciudad.

San Agustín no quería ser sacerdote por dos motivos: en


primer lugar, consideraba el sacerdocio demasiado
elevado para él; un extraño sentimiento de inferioridad
y de incapacidad para ejercer el ministerio,
especialmente el de la predicación, lo alejaban de
toda aspiración sacerdotal; quería ser solamente monje.
En segundo lugar, el contraste que veía entre el orden
sagrado y el monacato. Le parecía que aquel era un
impedimento, incluso un estorbo para vivir éste.

También podría gustarte