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PROCESOS DE LIMPIEZA QUÍMICA

La limpieza química usa diversos tipos de productos químicos para realizar la


remoción de contaminantes superficiales. Los principales métodos de limpieza
química son:

Limpieza alcalina .
la limpieza alcalina emplea un álcali para remover aceites, grasa, cera y diversos
tipos de partículas (residuos metálicos, sílice, carbono e incrustaciones ligeras) de
una superficie metálica. Las soluciones para limpieza alcalina constan de sales
solubles en agua de bajo costo, como el hidróxido de sodio y el de potasio (NaOH,
KOH), el carbonato de sodio (Na2CO3), el bórax (Na2B4O7) y fosfatos y silicatos de
sodio y potasio, combinados con dispersantes y suavizantes en agua. Por lo general,
la aplicación es mediante inmersión o aspersión, a temperaturas de 50 a 95 °C (120
a 200 °F). Después de la aplicación de la solución alcalina, se usa un enjuague con
agua para remover los residuos de álcalis.
La limpieza electrolítica.
también denominada electrolimpieza, es un proceso relacionado en el cual se aplica
una corriente directa de 3 a 12 volts a una solución de limpieza alcalina. La acción
electrolítica provoca la generación de burbujas de gas en la superficie de las piezas, lo
que ocasiona una acción de frotación que ayuda a la remoción de películas de
suciedad cohesivas.

Limpieza con emulsión .


Este método de limpieza usa solventes orgánicos (aceites) dispersos en una solución
acuosa. El uso de emulsificantes convenientes (jabones) produce un fluido de limpieza
en dos fases (aceite en agua), que funciona mediante la disolución o emulsificación de
la suciedad en la superficie de la pieza. El proceso puede usarse sobre piezas metálicas
o no metálicas. Después de la limpieza con emulsión debe hacerse una limpieza
alcalina para eliminar todos los residuos del solvente orgánico antes de aplicar el
chapeado.
Limpieza con solventes.

En la limpieza con solventes, la suciedad orgánica, como el aceite


y la grasa, se remueve de una superficie metálica mediante productos químicos que la
disuelven. Las técnicas de aplicación comunes incluyen el frotamiento manual, la
inmersión, la aspersión y el desengrasado con vapor. El desengrasado con vapor usa
vapores calientes de solventes para remover aceites y grasas de las superficies de las
piezas. Los solventes comunes incluyen el tricloroetileno (C2HCl3), el cloruro de
metileno (CH2Cl2) y el percloroetileno (C2Cl4)
Limpieza y baño químico con ácido.
La limpieza con ácido remueve aceites y óxidos ligeros de las superficies de metal
mediante inmersión aspersión, aplicación con brocha o frotamiento manual. El
proceso se realiza a temperatura ambiente o a temperaturas elevadas.
Los fluidos de limpieza comunes son soluciones de ácidos combinadas con solventes
mezclables en agua, agentes humectantes o emulsificantes. Los ácidos para limpieza
incluyen el clorhídrico (HCl), el nítrico (HNO3), el fosfórico (H3PO4) y el sulfúrico
(H2SO4); la selección depende del metal base y del propósito de la limpieza.

Limpieza ultrasónica
La limpieza ultrasónica combina la limpieza química y la agitación mecánica del fluido
de limpieza. Por lo general, el fluido de limpieza es una solución acuosa que contiene
detergentes alcalinos. La agitación mecánica se produce mediante vibraciones de alta
frecuencia y amplitud suficiente para ocasionar cavitación, es decir, formación de
burbujas o cavidades de vapor a baja presión. Conforme las ondas vibratorias pasan
un punto dado en el líquido, la región de baja presión es seguida por un frente de
alta presión que implota la cavidad, con lo cual se produce una onda de choque
capaz de penetrar las partículas contaminantes adheridas a las superficies de trabajo.
El proceso de limpieza se realiza a frecuencias de entre 20 y 45 kHz, y la solución de
limpieza está a una temperatura
elevada, que típicamente se encuentra entre 65 y 85 °C (150 y 190 °F).

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