una profunda responsabilidad ética. Derivada de la
majestuosa obra creadora de Dios . Después de conocer un poco las implicaciones éticas de Dios , relacionadas con su naturaleza, perfección y nombres, debemos considerar las verdades éticas que se derivan de Él para sus criaturas. El paradigama de este tema trata de la responsabilidad ética del cristiano, y se han tomado ideas de los siguientes autores: Arias, 1998 Bluthaedt,Sfe; Giles, 1998; Knudson, Sfe; Lacueva, 1989; Nonine, 1997; entre otros. Cuando Adan y Eva pecaron, quedaron imposibilitados de satisfacer la justicia y santidad de Dios. La Biblia afirma con claridad que el ser humano es producto la actividad creadora de Dios. En Génesis se registra que todo hombre o mujer tiene dos elementos constitutivos, uno material y otro inmaterial. En este sentido, estamos hablando de la dimensión espiritual.
(Gen. 2:7) Al relatar la creación de este,
manifiesta que fue hecho ala imagen del creador (Gen. 1:26) Por lo que esta dotado de las facultades comunicables de Dios en su vida y responsabilidad
Al tener la imagen divina como parte
integral, debe responder a sus desafíos éticos con tal consecuencia , como la expresión humana de la misericordiosa obra artística. En este sentido, toda persona tiene un código moral y de comportamiento, escrito en su coincidencia. El cual rige sus acciones y determina su apreciación de si mismo, del prójimo, las cosas creadas y Dios.
La ética cristiana, toma como fundamento la revelación de
Dios en si mismo , en su palabra y en sus criticas.
Amar y ser amado , servir y ser servido, la solidaridad , ira ,
dolor, esperanza y gozo; son exteriorizadas por hombres y mujeres. El hombre no solo posee la imagen y semejanza del creador. También, fue puesto en un lugar especial y con funciones especificas y de gobierno, a diferencia de los demás seres creados.
Una de ella es su capacidad y responsabilidad de
señorear, es decir, ser señor de la creación (Gen. 1:28). Claro esta, que su gobierno, por ser la expresión soberano de Dios, es justo, sabio y para la gloria de Dios. También, fue puesto como administrador y mayordomo (Gen. 1:28). Esta función dominio y control los elementos creados, implica la capacidad de hacerlo con la convicción de que es para la gloria de Dios.
Nada era por separado o para fines principales.
Todo era un perfecto y completo plan de vida, esperanza y realización (Gen. 1:27-30)
COUTSOUMPOS, Panayotis (2019) - Pablo de Tarso. Una Introducción Al Hombre, La Misión y Su Mensaje. Biblioteca de Estudios Paulinos #1. Fortaleza Ediciones