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ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA

CRIMINOLOGIA

Alejandra N. Ventosilla Ayora


Los sofistas creían que el orden jurídico tenía un
sustento cosmológico.

Los filósofos consideraron a la la persona el


centro de la atención , es decir la explicación del
cometimiento de delitos era vista con una
perspectiva antropológica.

• En el siglo V antes de Cristo se investigó la validez


del Derecho desde el ángulo de la naturaleza
(phusis), surgiendo el Derecho Natural como
contraposición al Derecho Positivo.
Los filósofos fueron los primeros que trataron de
explicar por qué el hombre cometía delitos. Así
tenemos que dentro de ellos mencionaremos a:

• PROTAGORAS DE ABDERA, sentenciaba que las


normas deberían apoyarse en el sentimiento de
Justicia como producto de lo acordado por los
legisladores.
Las penas servían para regenerar al delincuente
y defender a la sociedad de tal modo que ésta
tuviese un propósito preventivo.
• ARISTÓTELES, señaló que gracias al Estado se
dieron leyes para lograr la Justicia y que por ello el
Derecho es el orden comunitario y representa lo
justo, aunque admitió que se podían dar leyes
injustas, como resultado del abuso de los
poderosos.

Cada ley, era de obligatorio cumplimiento y


constaban de dos elementos el natural que
proporciona el fundamento jurídico y el positivo,
que determina su realización temporal y espacial.
• SÓCRATES, equiparó lo justo con la ley, que debería
ser respetadas, aún las malas para no estimular a los
ciudadanos a violar las buenas.

• PLATON, afirmó que las leyes tenían que ser


explicativas para comprender su objetivo por
ejemplo las penales eran curativas porque los
delincuentes eran enfermos y las leyes, los sanaban
valiéndose de la sanción que era la medicina, de lo
que deducimos que la antropología filosófica
constituyó la base del Estado y del Derecho.

EVOLUCIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA

• En la Edad Media el filósofo Séneca y el médico


Claudio Galeno, acudieron a las ciencias ocultas,
como la quiromancia y a otras características
morfológicas, como las líneas de la frente,
manos, pies y del ombligo.

• En la Edad Moderna, Delia Porta en 1786 publicó


la obra “Fisonomía Humana” donde estableció
conceptos y relaciones entre lo morfológico y los
sentimientos y caracteres de las personas.
• La Frenología preconizada por Gall y Spurzeim
indicaron que las protuberancias y
depresiones de la bóveda craneana
denotaban el grado de inteligencia y las
tendencias individuales, concluyendo que las
irregularidades del cráneo, significaban
síntomas de locura y criminalidad.
• La PRE: LOMBROSIANA.- abarcó hasta los
comienzos de la Edad Contemporánea destacando
los estudios de Pinel, Prichard y Forrarese que
plantearon, la condición del delincuente nato,
diciendo que la insana moral procedía del
anormal desarrollo del cerebro esbozando una
relación entre la conducta criminal y el cerebro,
hasta que Mausdley propuso un estado intermedio
entre la anomalía y la locura una analogía entre la
demencia y la criminalidad que llamó zona gris.
• Fase Lombrosiana .- Cesaré Lombroso en 1876
escribió “El Hombre Delincuente” en Milán,
Italia, como fruto de sus observaciones en
delincuentes famosos con una concepción
tríplica, en base al atavismo, locura moral y
epilepsia dando gran importancia al aspecto
físico y que quien respondía a ciertas
características, de contextura delgada frente
con protuberancias, cigomas (pómulos
sobresalientes), pragmáticas, mandíbulas
prominente, etc. era el clásico delincuente
nato.
• La FASE ANTI-LOMBROSIANA tuvo su
expresión en el segundo Congreso de
Antropología Criminal celebrado en París,
Francia en 1898 evento en el que los franceses
Louis Marouvirier, Alejandro Lecassagne y el
Austríaco Benedick negaron la existencia del
tipo criminal ligado a la conformación
morfológica y a la fisionomía y acusando a
Lombroso de no tener en cuenta la
importancia del factor social y junto a Gabriel
Tardé, afirmaron que el criminal es producto
de la sociedad antes que antropológico,
FACTOR SOCIAL
• La importancia del factor social y junto a
Gabriel Tardé, afirmaron que el criminal es
producto de la sociedad antes que
antropológico, coincidiendo con la propuesta
de Emilio Durkheim, notable sociólogo
francés, que en 1892 en su obra “El Suicidio”
escribió que el delincuente es el producto del
medio social y que la sociedad no debe sólo
quejarse de su existencia, porque él es parte
de ella.
• FASE POST-LOMBROSIANA, las investigaciones
no sólo de los franceses, belgas, austriacos, y
alemanes, sino de los propios italianos, niegan
tajantemente la tesis del delincuente nato y
del destino criminal, teniendo como sustento
la herencia, surgiendo otras teorías que
pusieron énfasis en los aspectos psicológicos y
sociológicos como causantes de los delitos.
• Enrico Ferri y su continuador Rafael Garófalo,
plantearon cuestionamientos contra la tesis
del delincuente nato apelando a la psicología
y sociología criminal.
• Igualmente sucedió en Europa y en Estados
Unidos, destacando: el sociólogo Edwin
Sutherland autor de “Principios de
Criminología”, Robert Calchwell autor de
“Criminología”, George Vold autor de Teoría
Criminológica y Paul Tappan quien publicó
“Crimen, Justicia y Corrección”.
EN LATINOAMÉRICA Y EN EL PERÚ

• Como es de suponer en nuestra región los


criminólogos de esta parte venían siguiendo
las corrientes provenientes de Europa. Así
tenemos la presencia de autores diversos
como:
• José Ingenieros (Argentina) con su “División
de Etiología Criminal” y “Clínica
Criminológica”, que no son otra cosa que las
formas delictivas: “Caracteres de los
delincuentes”.
• “Caracteres de los delincuentes”; “Exámenes
de Grado de Inadaptación Social” y
“Temibilidad Individual”, lo que da lugar al
tratamiento del ofensor, como medida
preventiva, (Escuela de Defensa Social).

Francisco de la Plaza, Italo Luder con su Obra


“Los Estudios Criminológicos” (1952); Miguel
Herrera con su “Psicología y Criminología”
(1966).
• Elías Neumann con “Problemas Actuales de la
Criminología” (1970); Pedro David, con
“Criminología y Sociedad” (1979); Roberto
Bergalli con “Criminología en Latinoamérica”
(1972); “Crítica a la Criminología” (1982); y
“Pensamiento Criminológico Tomos I y II”
(1983); Luis Marcó del Pont con su
“Criminología Latinoamericana” (1983) y
“Manual de Criminología” (1986); y
• El conocido mundialmente Eugenio Raúl
Zaffaroni con sus obras “En busca de las Penas
Perdidas”, “Política Criminal
Latinoamericana” y “Criminología:
Aproximación desde un Margen” en la década
del ochenta y en el siglo XXI en nuestro país, la
Obra del maestro Juan José Blossiers Hüme
“Criminología y Victimología” (2006), llenado
un vacío en la literatura criminógena peruana,
al abordar estas dos inefables vertientes del
estudio de la criminalidad
• En Brasil, Afranio Peixoto que en 1933 editó
“Criminología” en Bolivia, Huáscar Cajías y
Hugo Cadima, en la década del cincuenta con
sus publicaciones “Lecciones de Criminología”
y “Criminología” respectivamente.
• En Colombia, destacó Luis Carlos Pérez, en
1950 con su Criminología: La Nueva
Concepción Naturalista del Delito y Álvarez
Pérez Pinzón en 1983 con “Curso de
Criminología”.
• En México, Héctor Solís Quiroga y Luis
Rodríguez Manzanera, entre otros.
• En Perú, A fines de la década de 1850, la visión
del delito era presentado como un “Problema
Social” , emergió en el Perú (Lima) como una
reacción autoritaria conservadora a una serie
de cambios sociales y políticos recientes,
iniciados a mérito de la abolición de la
esclavitud (1854) y de la pena de muerte; y, por
los sucesos dramáticos como los violentos
motines de artesanos de diciembre de 1858;
• dando origen a la percepción creciente y
generalizada entre juristas, líderes políticos,
periodistas, viajeros y otros élites; que la
criminalidad se había transformado en un
problema social; de allí que la manera mas
efectiva para alcanzar el orden y la obediencia
era la aplicación de la violencia y los castigos
severos.
• Siendo que hacia fines de la década de los 80 del siglo
XIX, el Perú da acceso a la criminología Positivista y
demuestra que las versiones más radicales del
determinismo biológico fueron rechazadas por los
criminólogos peruanos en favor de una interpretación
“Social” del delito. Sin embargo, aquellos enfatizaron
los elementos sociales que estaban mas
cercanamente relacionados a los rasgos morales de
los grupos populares y de color, reforzando así, en
lugar de superar – la perspectiva tradicional que veía
al delito como un fenómeno moral asociado con
ciertos grupos raciales, sociales y laborales.
• Surgen importantes criminólogos Peruanos,
quienes destacan la importancia del estudio
del delito, incorporando corrientes
intelectuales de la época; entre ellos
destacan principalmente:
• Javier Prado.- (jurista, sociólogo y profesor
universitario) destaca el “método positivista o
experimental incidiendo que es la única
dirección legítima aplicable a tosas las
ciencias”, incluyendo las ciencias penales; así,
• la ciencia criminal debía desplazarse hacia el
criminal, su constitución física y moral y la
influencia del temperamento y entorno social,
para este autor también son importantes los
factores hereditarios, la constitución biológica
del sujeto, la necesidad del tratamiento
individualizado del criminal, la correlación entre
las tendencia delictivas y ciertas enfermedades
como la epilepsia y lo que se llamaba entonces
“locura moral”; y, la necesidad de concentrarse
en el estudio del delincuente .
• Paulino Fuentes Castro. - (Abogado y Periodista
Jurídico) y Abraham Rodríguez (médico y Profesor de
medicina).- investigadores que intentaron aplicar las
teorías lombrosianas al estudio de los criminales
peruanos. Castro realizó un perfil del famoso criminal
Chacaliaza, indígena de un poblado pequeño llamado
Guadalupe- Ica., este autor a sus narraciones
contextualizadas en postulados criminógenos de la
época, adiciona conocidos estereotipos sobre los indios
y los delincuentes que también abundaban por ese
lapso. Los mismos que finalmente sólo demostraron
que eran contrarios a estudios empíricos.
NATURALEZA SOCIAL DEL DELITO
• A pesar que las teorías Lombrosianas
aplicadas en el Perú por los criminólogos
locales no tuvieron éxito, otros se embarcaron
en valiosos estudios sobe la criminalidad en
nuestro medio, como el llevado a cabo por los
estudios:
• Plácido Jiménez .- graduado en la UNMSM.- este
estudios rechazó las teorías de Lombroso, pero
aceptó que había seres humanos “ de
perversidad congénita” , describiéndolo como el
hombre que en la práctica se resiste a todo
tratamiento correccional; en torno a las causas de
la criminalidad este autor sostuvo que entre ellas
comprendía la constitución “físico-Psíquica” del
delincuente, el medio ambiente que lo rodeaba y
las condiciones de la sociedad en que vivía,
destacando sobre manera el “Factor Social” .
• Enfatizó su estudio en: vagancia, prostitución, el juego,
la pobreza y la impunidad de los crímenes perpetrados
por miembros de las clases altas y enfatizó por otro
lado, que la decadencia moral de las clases populares
la que empujaba hacia una vida criminal. Sentenció
que debía hacerse una “higiene social”, debiendo
centrarse en la prevención sobre todo en los niños, la
cual debería de incluir la educación, la creación de
instituciones de caridad y bienestar, la difusión de
sentimientos religiosos, supresión de la impunidad, la
búsqueda de la estabilidad política, el
perfeccionamiento de las leyes y la prohibición del
juego y la bebida.
• José Antonio Encinas. - incluye los factores de
“injusticia social” y “explotación feudal” de los
indígenas andinos, colocándolos como los
factores importantes detrás de la perpetración
de sus crímenes, así consideraba que el alto
porcentaje de la criminalidad indígena tenía
como causas: la expansión de las tierras, la
falta de salario, ningún concepto de ahorro la
miseria y la explotación.
• Hermilio Valdizan (médico). - en su estudio de la
delincuencia en el Perú, afirmaba que el crimen debía ser
tratado como una manifestación de la “actividad biológica”,
centrándose también en la población indígena.

• Víctor Modesto Villavicencio. - en sus estudios comprendía:


el bandolerismo, el delito indígena, la prostitución, y los
factores económicos en la criminalidad, argumentó que los
defectos atribuidos a los indígenas (crueldad, holgazanería,
ignorancia, ausencia de sentimientos de honor,
nacionalismo o clase), eran el resultado de un sistema
feudal explotador, concluyendo que sus aptitudes y
energías las habían utilizado para defenderse.
• El contexto y las ideas predominantes de los
intelectuales de la época responden a
concepciones racistas, por cuanto describían a
los indígenas, negros y chinos como
biológicamente inferiores; no obstante, esta
tendencia se modificó al concebir a estas
poblaciones cono “redimibles”, toda vez que
su degeneración provenía de ciertas
características culturales.
• La postura biologicista de los criminólogos
peruanos fue perdiendo validez, por cuanto el
contexto socio-político resaltaba la posición de
intelectuales con posiciones cambiantes
respecto de los discursos raciales, quienes
incluso comenzaron a reconsiderar a las
teorías raciales Darwinistas, por cuanto había
gran cantidad de intelectuales que se
preocuparon por “ayudar y elevar a los
indígenas en vez de eliminarlos y
desaparecerlos.
• No obstante, en la mayoría de estas
intervenciones el racismo biológico fue
reemplazado por una propuesta más optimista
que enfatizaba la contribución potencial de los
indígenas y los mestizos (negros, chinos) en el
desarrollo nacional
• Así podemos apreciar que los ideólogos y críticos
sociales como; Manuel Gonzales Prada, José
Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre,
sentencian que la “cuestión indígena “no es un
problema racial”, sino de “Social”.
• Posteriormente la criminología peruana incorpora
la hegemonía positivista en un contexto de
modernidad, período en el que se promulga el
nuevo código penal- 1924 (gobierno de Legía),
evidenciando una vez más que la criminología
peruana se torna centrado en el delincuente.
• Coincidiendo gran cantidad de criminólogos
que el componente “peligrosidad”, debía ser
medular en el análisis criminológico como de
las políticas penales, motivando así la
clasificación de los criminales; asimismo,
diferenciando a delincuentes menores de los
mayores, como el jurista Alfonso de las Casas
• Para concluir, se puede afirmar, que la criminología
peruana obligó a los estudiosos peruanos a alejarse de las
posturas racistas biológicas, pero no de obras formas más
imperceptibles- pero no menos efectivas- como son: la
discriminación, exclusión y represión; donde los indígenas
y los criminales fueron considerados “redimibles”.
Contribuyendo de esta manera los criminólogos a legitimar
las políticas excluyentes del Estado hacia los indígenas y las
clases populares; y a justificar la represión política y
cultural de aquellos a quienes se les consideraba
moralmente inferiores.

• De esta manera una vez más se ratifica que la
criminología cono disciplina posee una naturaleza
dual, es al mismo tiempo una estrategia de
investigación acerca de los seres humanos y de
problemas sociales.

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